domingo, 16 de diciembre de 2012

'Creí Estar' o el oro no vale nada





Exposición en la que a propósito del Bicentenario de la Independencia, un par de artistas regalará (febrero de 2011) un cargamento de 1.500 lingotes para protestar contra la gran minería.

Son 1.500 lingotes de ‘oro’ regados por el piso de la sala principal de La Casa del Libro Total’, una casona-galería ubicada en el corazón histórico de Bucaramanga.

No hay cámaras de seguridad y hasta el momento no ha desaparecido ninguna barra. No se trata tampoco de un botín abandonado por unos asaltantes despistados. Tampoco es una ‘pega’. Es la obra ‘Creí Estar’, creada por Luis Duarte y Francisco Blanco a manera de protesta contra una eventual explotación minera a cielo abierto en el Páramo de Santurbán.

Sólo uno de esos lingotes tiene dueño: el que dentro de un cofre de madera será entregado por los dos artistas a la ministra del Medio Ambiente, Beatriz Uribe, cuando el  próximo 4 de marzo (de 2011) se lleve a cabo en esta ciudad la Audiencia Pública después de la cual el Gobierno decidirá si le concede o no la licencia ambiental que le permitiría a la minera canadiense Greystar (Estrella Gris) explotar 15 millones de onzas de oro y 70 millones de onzas de plata durante los próximos 15 años.

Las otras barras pueden no solo ser observadas sino tocadas y reacomodadas por el público que presta atención a esta instalación que consta de un mural al óleo y fotográfico de 3,50 metros que empieza en la parte superior con imágenes de frailejones y las 80 lagunas sagradas, luego muestra cómo la vida se va extinguiendo, llega a un agujero negro como la noche que simboliza el cráter que dejan las excavaciones de la gran minería y concluye con las barras esparcidas como si en realidad fueran lo menos importante a la hora de comparar la riqueza del agua con el valor de un metal que hoy se cotiza a por lo menos 1.374 dólares (más de 2,5 millones de pesos) la onza cuando hace diez años apenas superaba los US$200.



Lingotes dorados que en realidad no son de oro, pero tienen toda la apariencia porque fueron termoformados, fundidos en yeso para darles contextura y recubiertos en poliestireno. Un rasgo que de entrada llama la atención es que en una cara tienen grabado en alto relieve el nombre ‘Creí Estar’, parafraseando el nombre de la multinacional canadiense que tiene como accionista a la Corporación Financiera Internacional (adscrita al Banco Mundial), y en la otra un esqueleto.

Francisco Blanco le dijo a 15 que “la gente adora el oro, pero eso es lo que nos va a dejar la minería si permiten que las multinacionales se metan a Santurbán”, señalando la calavera.

“Hace quinientos años los conquistadores se llevaron nuestro oro y nos dejaron sus espejitos; pero hoy no podemos dejar que aparte del oro se lleven el espejo de agua sin el cual esta región no puede germinar”, señaló.

“Los artistas debemos tomar parte en lo que le está pasando a la comunidad. La gente tiene que despertar y debemos presionar para que quienes en el Gobierno tienen la última palabra no vayan a cometer ese error”, manifestó Luis Duarte, quien prevé que su trabajo ‘le incomodará’ a la empresa Greystar aunque espera que no lo tilden de ‘subversivo’.

“El oro genera codicia y egoísmo, pero lo ponemos en el piso porque para nosotros es mucho más importante un vaso de agua que un gramo de oro. ‘Creí Estar’ se dicen la trucha y el cóndor”, y ¿usted dónde está?, subrayó Duarte.  

La exposición ‘Hitos de Santander’ permanecerá abierta hasta el próximo 18 de marzo, día en que quien se sienta atraído por este ‘tesoro’ puede entrar a la calle 35 número 9-81 para guardar como recuerdo uno de las barras y de paso “se pellizquen de lo que nos puede pasar”, dijo Blanco.

Los autores el año pasado del “Libro Gordo Para-Colombia” -una recopilación de relatos sobre el horror paramilitar-, han contado con la ‘complicidad’ del anfitrión, Alejandro Navas Corona, con quien promueven la marcha del 25 de febrero convocada por Fenalco.

Ese día a partir de las 2:30 p.m. y partiendo de Neomundo para tomar la carrera 33 y luego la calle 36 hasta la Plaza CívicaLuis Carlos Galán’, ambientalistas, dirigentes gremiales y políticos, así como ciudadanos comunes y silvestres manifestarán su rechazo a que el frágil Páramo de Santurbán sea degradado y de paso se ponga en riesgo el suministro de agua para ciudades como Cúcuta y Bucaramanga, así como otros 20 municipios de Santander y Norte de Santander.



Fotos de Jorge William Sánchez Latorre y Pastor Virviescas Gómez.

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