Uno de los primeros
en expresar en julio de 2011 su solidaridad al sancionado alcalde Fernando Vargas Mendoza fue su
amigo, el locutor deportivo Juan Manuel González, quien en su espacio matinal
del pasado 8 de julio expresó en la emisora Onda 5 -de su propiedad-, su
opinión: “Aquí se montó una parafernalia. A mi me llamaban a preguntarme qué va
a pasar. Les dije: vayan y miren lo que trajeron. Trajeron carros, camionetas,
camiones, cámaras, computadores, secretarias… o sea, la Santa Inquisición.
Ellos vienen es por la cabeza del alcalde, por Dios santísimo. Es un tema absolutamente
político”.
El ex esposo de la
directora de la Oficina Jurídica de la Alcaldía, Miryam Riquelme, afirmó que:
“Hay una ventaja, si es que a esto se le puede sacar ventaja, y es que nadie
podrá decir en Bucaramanga ni en ninguna parte del mundo que ‘es que se robaron
una plata y entonces por eso lo destituyeron’. ¡No! Lo hemos expresado en más
de una oportunidad: Aquí destituyen al alcalde porque hizo un convenio con una
entidad pública, del mismo Estado colombiano. Aquí no fue que el alcalde dijo:
‘ala, y por qué no le damos un contrato a este señor González, que es amigo
mío, ¡qué carajo!, eso si nos destituyen nos destituyen’. ¡No! Aquí todo el
meollo del asunto es porque se hizo un convenio con una universidad pública, la
Unipaz, esa que tanto apoyo ha recibido del Gobierno colombiano y fue la que
hizo el convenio con la Alcaldía de Bucaramanga”.
Según el ex narrador
de Caracol Radio: “El alcalde dijo, ‘hay que hacer un convenio con la
Universidad de la Paz para poder capacitar a los profesores y a los niños y
ponerlos en igualdad de condiciones que los niños ricos de Bucaramanga’. Ese
fue el gran pecado. Desde luego que a nadie le gusta que lo destituyan ni que
lo suspendan, ni imbécil que fuera uno, pero por lo menos queda esa
satisfacción. Y mañana la historia no le podrá endilgar al alcalde que destituyeron porque se robó… ¡No!”.
Y añadió: “Claro
que debe haber gente echando pólvora. Ni más faltaba, porque como nadie es
monedita de oro. Vamos a esperar a ver qué pasa. Si me preguntan yo digo:
¡jum!, apelar, y apelar y ante ellos mismos me parece una labor titánica”.
Para González:
“Fuera de eso el alcalde sí se equivocó porque es que fue y contrató a un
abogado… Yo oigo a Fernando Londoño Hoyos, que fue ministro del Interior de
Álvaro Uribe, y no existe un día en este mundo terrenal en donde Fernando
Londoño Hoyos no le enrostre a Álvaro Uribe que cometió la peor equivocación de
su vida en haber confiado en Camilo Ospina. Todos los santos días lo llama
traidor. Para Londoño no existe un traidor más en este mundo que Camilo Ospina
y le dice que es falso, ladino, mezquino, hipócrita… le dice de todo, y fueron
compañeros de Gabinete”.
“Debo decir de mi
propia cosecha -señaló González- que creo que no era el abogado que necesitaba
el alcalde de Bucaramanga. Es que eso a control remoto es muy jodido. El tipo
llegaba una o dos horas antes de cualquier diligencia a Bucaramanga a
empaparse, a ver qué hay que decir. Claro, el que factura y el que cobra es él.
Alguien me dijo el otro día que hay unos personajes en Colombia que como han
pasado por la vida pública y han tenido injerencia en la vida nacional,
abogados digo yo, montan su oficina y con ese letrero descrestan a más de un
parroquiano, pero realmente ellos ni saben de derecho ni trabajan en el tema…”.
Se preguntó: “Yo no
sé quién diablos le recomendó a Fernando Vargas a Camilo Ospina y no se lo he
podido preguntar. ¿Sería Álvaro Uribe? Porque es que Álvaro Uribe es el
patrocinador de Camilo Ospina. ¡A lo mejor! Estoy especulando. ¿O sería José
Obdulio -Gaviria-? Si me dijeran que apueste, yo casi meto las manos a la
candela y digo: uno de los dos. O Álvaro Uribe o José Obdulio fueron los que le
recetaron a Camilo Ospina como abogado. Gran equivocación, terriblemente
equivocación… Yo sigo pensando que el alcalde se equivocó con su abogado, no
por lo que haya cobrado, seguramente cobró 200, 500 millones, yo no sé cuánta plata,
sino porque no era la persona ideal”.
Relató que: “Ayer
hablé con mi amigo el doctor Jorge Centeno y me preguntó qué pensaba que iba
pasar. Le dije: pues vienen por la cabeza del jefe. La Santa Inquisición se
queda en pañales. ¿Qué esperaban? ¿Que la Procuraduría saliera a decir que se
equivocaron y deje así? Pero queda ese referente para Administración Municipal,
ese premio de consolación, si es que a esto se le puede aplicar un premio. El
que se mete a redentor muere crucificado y por querer reivindicar los derechos
de los humildes, están sancionando a Fernando. Aquí hay un moralismo radical,
un moralismo mediático, que sirve para condenar a los inocentes. Pero al final
de todo esto queda por lo menos la satisfacción de que nadie podrá decir, ‘es que
el desfalco que hubo fue terrible’, o que ‘se robaron yo no sé cuántos miles de
millones de pesos’. ¡No!, ni un peso. Porque es igualmente doloroso y grave
cuando usted se roba cinco centavos que cuando usted se roba cincuenta mil
millones. Eso es igualmente condenable, pero aquí no hubo de por medio ni un
centavo ni cincuenta millones”.
Según González, “en
este momento, 6:34 de la mañana, hay unos niños pobres de Bucaramanga que se
están desplazando a sus colegios y escuelas que van a tener, gracias a este
convenio por el cual destituyen al alcalde, la feliz oportunidad de tener cómo
competir con los niños que igualmente están en este momento no saliendo a coger
el bus, sino que sus papis los están llevando en el BMW o en el Mercedes Benz a
la Quinta del Puente. Niños que seguramente llegan con cuatro y cinco escoltas,
niños que tienen todo en su hogar…”.
Al cierre, Juan
Manuel González reconoció que se expresó con tranquilidad pero “totalmente
dolidísimo”, “y más cuando sabe uno que la procuradora -María Eugenia Carreño-
es de aquí de Bucaramanga, y que el procurador -Alejandro Ordóñez Maldonado- es
de aquí de Bucaramanga. ¿Cómo es la vid, no?”.
‘La Parrilla’ de Pineda
En su columna
semanal del 10 de julio en El Frente,
Alfonso Pineda Chaparro escribió bajo el subtítulo ‘Cosas de la vida’:
“Fernando Vargas reflexiona en estos días en su residencia de Bucaramanga,
junto a su esposa e hijos sobre lo que le está sucediendo. Desde que asumió la
Alcaldía, jamás ha utilizado su sueldo para provecho personal sino que lo ha
destinado a causa (sic) sociales. Al alcalde sus amigos lo critican porque a
todo el que se le acerca le da algo: dinero, comida, vestido. No repara en el
beneficiado. Simplemente le da algo. Pero eso es su generosidad y por ello
cuando camina por cualquier parte de la ciudad la gente de escasos recursos se
le abalanza pidiéndole ayuda. Le muestran recetas, recibos o simplemente le
tienden la mano, esperando algo”. En concepto de Pineda Chaparro, “Fernando
Vargas no es un hombre de controversias ni promotor de venganzas. Confía en la
gente. Hay un detalle que a él no le gusta contar. Descubrieron que en la
propia Alcaldía había personas que le querían causar daño al propio Fernando
Vargas, al falsificar su firma. Al enterarse del nombre de quienes lo iban a
perjudicar, ordenó que no se procediera judicialmente contra ellos porque
entendía que detrás de esas personas había familias buenas. Y en esas
condiciones sabiendo que siempre ha obrado bien en la vida, espera el fallo
definitivo”.
Dijo el ex director
de noticias de Caracol Radio en Bucaramanga, que: “Por ello a Fernando Vargas
no solo lo admiran los miles empleados (sic) y diez mil estudiantes de la UDES,
sino los dirigentes comunales, periodistas, y personajes de la talla del
gobernador Horacio Serpa, del presidente -Juan Manuel- Santos, del
vicepresidente -Angelino- Garzón, entre tantos,
y de las miles y miles de mujeres de la fundación que con su familia ha
sostenido desde hace diez años para ayudar a gente de escasos recursos,
fundación que fue premiada éste año por el gobierno de los Estados Unidos,
reconocimiento recibido por la gestora Omaira Buitrago de Vargas Mendoza en
Miami”.
“Una injusta sanción”
A su turno, el fotógrafo Carlos Eslava Flórez, escribió el 9 de julio en El Frente su columna: “Una injusta
sanción”, en la que asevera que: “Como ciudadano bumangués respetuoso de las
leyes, consideramos, sin ser juristas, que el fallo proferido es una tremenda injusticia, porque castiga a un
funcionario sin antecedentes penales o disciplinarios, con una hoja de vida
limpia y transparente, cuyo único propósito ha sido servirle a su ciudad,
sacrificando su tranquilidad personal, ya que Fernando Vargas es un exitoso
empresario dedicado en cuerpo y alma al servicio de la comunidad, en procura de
su progreso y desarrollo, logrando reconocimiento internacional, al ser
escogida Bucaramanga como una de las ocho ciudades autosostenibles del mundo”.
Sostiene
que: “Estas consideraciones y antecedentes, no los ha tenido en cuenta la
señora Procuradora delegada para este fallo que condena a un funcionario, a
diez años de suspensión para ocupar cargos públicos, manchando su hoja de vida
y poniendo en riesgo su promisorio futuro. El anhelo de Fernando Vargas y que como bumangueses compartimos, es que
el presidente Santos, lo tenga en cuenta como futuro Ministro de Educación
Nacional, para que pueda cristalizar su sueño de masificar la educación y
llevar la Universidad del Pueblo a todo el territorio colombiano”.
“En el panteón de los descabezados”
Así tituló su editorial del pasado 9 de julio El Frente, de propiedad del político
conservador Rafael Serrano Prada, refiriéndose al detenido ex gobernador Hugo
Heliodoro Aguilar Naranjo y al alcalde Vargas Mendoza. “Puede hablarse de una
guerra que utiliza el poder de la rama judicial para decapitar a figuras, que
han tenido preponderancia en los escenarios democráticos y que al final de su
carrera pública son juzgados con todo rigor y severidad, conducidos al patíbulo
y ejecutados para que nunca más vuelvan a levantar sus cabezas”.
“Sus enemigos en la sombra, que son muchos en un
departamento donde la envidia destruye los valores y arruina la carrera de las
más altas personalidades de la vida pública, pudieron envolverlos en tinglados
de infamia que cada uno de ellos ha venido padeciendo, desde el momento mismo
en que sus actuaciones fueron sometidas al riguroso escrutinio de la justicia”,
sostiene.
Según ese periódico, a Vargas Mendoza le están
cerrando “la avenida venturosa del éxito”, de quien subraya que: “quiérase o
no, ha sido el alcalde que le dio la dimensión internacional a la capital de
Santander, que abrió las compuertas de la industria hacia los mercados externos
y que deja en ejecución un plan de obras que le permitirá algún día ser
reconocido como uno de los mejores en la nómina de los alcaldes de nuestra
querida ciudad de Bucaramanga”.
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