En zambra terminó la acalorada audiencia pública en la que el gobernador
de Santander y el alcalde de Bucaramanga se sumaron a quienes se oponen a la
minería a cielo abierto en el Páramo de Santurbán, proyecto defendido por la canadiense Greystar.
Después de analizar
los documentos o presionados por los 30.000 ciudadanos que marcharon el viernes
25 de febrero de 2011, el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, y el alcalde
Bucaramanga, Fernando Vargas Mendoza, finalmente le dijeron “no al Proyecto
Angostura”, con el que la multinacional canadiense Greystar (Estrella Gris) pretende
extraer 11,5 millones de onzas de oro y al menos 40 millones de onzas de plata en
el Páramo de Santurbán durante los próximos 15 años.
En la Audiencia
Pública convocada por el Ministerio del Medio Ambiente y realizada el 4 de
marzo de 2011 en el Centro de Exposiciones Cenfer, el gobernador Serpa Uribe afirmó:
“En nombre del pueblo santandereano y dado que no se garantizan los derechos a
un ambiente sano ni a la vida de los ciudadanos ni al derecho de tener agua
potable para subsistir, le estoy solicitando al Gobierno Nacional que no le dé
licencia ambiental al Proyecto Angostura”.
“Seguramente habrá
otros lugares de Colombia y del mundo para explotar oro y plata, pero en
Santurbán por la modalidad de la explotación se ocasionan unos daños enormes y
no se ofrecen seguridades a los ciudadanos para el goce de sus derechos. Hay
riesgos y frente a ellos, como dice la Constitución Nacional, hay que defender
el medio ambiente y el derecho a la vida de los asociados”, me dijo Serpa.
Sin temor a chocar
de frente con una de las cinco locomotoras de la economía planteadas por el
presidente Juan Manuel Santos, el gobernador Serpa Uribe respondió: “Es que
cuando hay contraposición entre el desarrollo y el medio ambiente, pues hay que
estar por el medio ambiente y eso es lo que dicen la Constitución y la Carta de
las Naciones Unidas. Soy amigo del desarrollo sostenible, pero en este momento
no se ofrece a los ciudadanos la posibilidad de gozar sus derechos”.
“Esto lo hice
conscientemente después de conocer la propuesta de Greystar y la posición de
ambientalistas, gremios y expertos en minería del oro a cielo abierto. Además
yo he sido partidario de la creación del Parque Natural de Santurbán y de la
protección de los páramos. Tengo la consciencia, esas convicciones y un gran
compromiso con el medio ambiente”, manifestó.
Según Serpa Uribe,
“en estas cosas siempre hay presiones y hay muchos intereses de por medio, pero
sí confío en la integridad del Gobierno Nacional y particularmente en el buen
criterio del Ministerio de Medio Ambiente”.
Aunque se excusó
como de costumbre, el alcalde de Bucaramanga Fernando Vargas Mendoza, en
palabras de su secretario de Planeación, Rodrigo Fernández, “Bucaramanga le da
un no rotundo a la explotación a cielo abierto en sectores de páramo, y la
Alcaldía, que regresó al consejo directivo de la Corporación Autónoma para la
Defensa de la Meseta, Cdmb, está impulsando la declaratoria de parque natural
en Santurbán. Definitivamente es mucho más importante el agua que el oro”.
“Angostura no es
viable, y si le dan la licencia a la Gresytar esto sería casi que un problema
de orden público”, subrayó Fernández.
La Audiencia se
desarrolló en un contrapunteo acalorado como el clima de Girón, en el que
habitantes de California, Vetas, Suratá, Berlín y Matanza vitoreaban a los
voceros de la Greystar y abucheaban a los opositores al proyecto, que también respondieron
con la misma moneda a quienes se mostraron a favor de la explotación aurífera
en Santurbán.
Serpa y Vargas se
sumaron así a las voces de la Asamblea Departamental, Parlamento Andino, Fenalco,
Sociedad de Mejoras Públicas de Bucaramanga, Sociedad Santandereana de
Ingenieros, Universidad Santo Tomás, Fundación Adán, Comité del Agua, Escuela
Agrocampesina de la Provincia de Soto y el Sindicato de Trabajadores del
Acueducto de Bucaramanga, que lideran una férrea oposición al proyecto de
minería a cielo abierto de la empresa Greystar.
El director de
Fenalco Santander, Erwing Rodríguez Salah, resaltó que la Procuraduría General
y la Defensoría del Pueblo también se oponen a este proyecto minero. “Ya todo
está muy claro y esperamos que en el plazo de dos semanas que ha puesto
MinAmbiente se manifieste negando la licencia ambiental. Los empresarios de
Santander estamos pensando a largo plazo y no quedarse en lo inmediato.
Apoyamos todas las iniciativas de desarrollo sostenible, pero entendidas como
el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer los
recursos y posibilidades de las generaciones futuras”.
“El balance de
costos y beneficios no da positivo, y por lo tanto el Proyecto Angostura no
debe contar con la licencia ambiental por parte del Gobierno Nacional”, dijo el
senador del Polo democrático, Jorge Enrique Robledo, quien precisó que “la Greystar se va a ganar una suma fabulosa mientras las regalías que
pagan son apenas del 3,2%, que no se quedarán en la región por la nueva ley que
concentra en manos del Gobierno Nacional estos recursos. Ganan más el que saca
el oro, el que lo transporta, el que lo transforma, el que vende el cianuro (40
toneladas al día) y los explosivos (240 toneladas al día), que los
santandereanos. Van a obtener un gramo de oro por cada millón de gramos de
destrucción que implica el proyecto”.
En su opinión, “el
Proyecto Angostura no puede hacerse porque la ley prohíbe la explotación minera
en las zonas de páramo y también invoca el llamado Principio de precaución, que
quiere decir que cuando hay riesgos muy altos como los hay ahí, y cuando se
pone en juego el agua de Bucaramanga, Cúcuta y otros 20 municipios, se debe
aplicar este principio que dice que este proyecto minero no debe hacerse de
ninguna manera”.
“Ustedes hace 200
años le marcaron el rumbo a la Nación, ¡santandereanos ni un paso atrás! El
presidente Santos y los ministerios de Minas y Ambiente juegan del lado de la
minería, pero este Proyecto Angostura no debía haber ni arrancado. Aquí lo que
hay es un pulso entre el Gobierno y las trasnacionales de un lado, y la
ciudadanía de Santander y los demócratas de Colombia, del otro. Podemos
ganarlo, pero no vamos a dormirnos. Estén seguros que si mañana hay un
desastre, ningún canadiense va a venir por aquí a dar la cara, sino que ya se
fueron y que ustedes sean los que paguen las consecuencias”, arengó el senador
Robledo.
“La posición de la
Asamblea Departamental y la mía es que le pedimos y le exigimos al Gobierno
Nacional que no le otorgue la licencia a la Greystar ni a ninguna empresa para
explotar minería a cielo abierto en el Páramo de Santurbán”, declaró el
presidente de la duma, Roberto Schmalbach.
Refiriéndose a la
tragedia provocada por la avalancha de la quebrada Angostura (municipio de California)
que ayer dejó tres muertos y 10 desaparecidos, Schmalbach aseveró que
“la naturaleza se pronunció advirtiendo los grandes riesgos que podemos tener
con ese proyecto. Ustedes se imaginan si ese tajo que se vino se hubiese
producido en una piscina de lixiviación de residuos cianurados, estuviéramos
evacuando hoy la gente de Bucaramanga y los municipios aledaños”.
“El Gobierno para
otorgar licencia a este proyecto tendría que violar el artículo 34 de la Ley 1382”.
El Ministerio no puede permitir que se lleve a cabo este proyecto, porque sería
un desafío a los santandereanos. Si el Gobierno no nos escucha, tendría que
asumir las consecuencias. No puede ser tan irresponsable de desafiar a los
santandereanos así y debe definir si prefiere defender los intereses de las
multinacionales o los de la Nación. Si mantenemos la movilización ganamos; si
bajamos la guardia ganan ellos”, sentenció el diputado.
Por su parte, el
peruano Víctor Manuel Guimaraes, vocero de Greystar, se defendió diciendo:
“Tenemos nuestros propios respaldos técnicos para sustentar a Angostura como un
proyecto de minería moderna, responsable y seria, que va asegurar la calidad y
la cantidad de agua para Bucaramanga”.
“Somos optimistas y
basados en nuestros estudios de geotecnia, hidrogeología, hidrología, diseño de
plantas y plan de minado, podemos aseverar que nuestros planes de mitigación de
los impactos ambientales van a asegurar la calidad y cantidad de agua para
Bucaramanga”, acotó.
Según Guimaraes,
Angostura contempla intervenir 1.100 hectáreas y Greystar propone compensar y
restaurar ecosistemas sensibles de alta montaña en 6.000 hectáreas. “Vamos a
revegetalizar todas esas zonas con especies nativas para asegurar la
recuperación de los sistemas ambientales que ya están dañados. En la etapa de
construcción ofreceremos 7.000 empleos directos e indirectos, y en la etapa de
producción 5.000 empleos. En los 15 años de operación de la mina el proyecto va
a aportar al Estado colombiano alrededor de 2.000 millones de dólares incluidos
impuestos y regalías”.
Guimaraes juró que
Greystar garantizará la calidad de suelos, aire y agua, de acuerdo a la
normatividad medioambiental.
La Audiencia
Pública debería estar presidida por la ministra Beatriz Uribe, que no asistió y
en su lugar mandó al viceministro Carlos Castaño Uribe, quien después de seis
horas de escuchar argumentos en contra y a favor, debió salir protegido por
agentes de la Policía en medio de una refriega en la que volaron botellas de
agua, sillas e insultos al por mayor y al detal.
Más de 400 personas que estaban inscritas con sus
ponencias de tres minutos se quedaron con sus presentaciones elaboradas. Ahora
el ‘balón’ está del lado del Ministerio del Medio Ambiente, que en las próximas
semanas deberá definir si le otorga o no la licencia ambiental a la minera Greystar,
cuyas acciones abrieron la jornada del día de la Audiencia Pública a 3,81 dólares canadienses y al cierre del día registraban una
caída de 54 centavos.
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