domingo, 16 de diciembre de 2012

"No a Angostura": Serpa y Vargas


En zambra terminó la acalorada audiencia pública en la que el gobernador de Santander y el alcalde de Bucaramanga se sumaron a quienes se oponen a la minería a cielo abierto en el Páramo de Santurbán, proyecto defendido por la canadiense Greystar.

Después de analizar los documentos o presionados por los 30.000 ciudadanos que marcharon el viernes 25 de febrero de 2011, el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, y el alcalde Bucaramanga, Fernando Vargas Mendoza, finalmente le dijeron “no al Proyecto Angostura”, con el que la multinacional canadiense Greystar (Estrella Gris) pretende extraer 11,5 millones de onzas de oro y al menos 40 millones de onzas de plata en el Páramo de Santurbán durante los próximos 15 años.
En la Audiencia Pública convocada por el Ministerio del Medio Ambiente y realizada el 4 de marzo de 2011 en el Centro de Exposiciones Cenfer, el gobernador Serpa Uribe afirmó: “En nombre del pueblo santandereano y dado que no se garantizan los derechos a un ambiente sano ni a la vida de los ciudadanos ni al derecho de tener agua potable para subsistir, le estoy solicitando al Gobierno Nacional que no le dé licencia ambiental al Proyecto Angostura”.

“Seguramente habrá otros lugares de Colombia y del mundo para explotar oro y plata, pero en Santurbán por la modalidad de la explotación se ocasionan unos daños enormes y no se ofrecen seguridades a los ciudadanos para el goce de sus derechos. Hay riesgos y frente a ellos, como dice la Constitución Nacional, hay que defender el medio ambiente y el derecho a la vida de los asociados”, me dijo Serpa.

Sin temor a chocar de frente con una de las cinco locomotoras de la economía planteadas por el presidente Juan Manuel Santos, el gobernador Serpa Uribe respondió: “Es que cuando hay contraposición entre el desarrollo y el medio ambiente, pues hay que estar por el medio ambiente y eso es lo que dicen la Constitución y la Carta de las Naciones Unidas. Soy amigo del desarrollo sostenible, pero en este momento no se ofrece a los ciudadanos la posibilidad de gozar sus derechos”.

“Esto lo hice conscientemente después de conocer la propuesta de Greystar y la posición de ambientalistas, gremios y expertos en minería del oro a cielo abierto. Además yo he sido partidario de la creación del Parque Natural de Santurbán y de la protección de los páramos. Tengo la consciencia, esas convicciones y un gran compromiso con el medio ambiente”, manifestó.

Según Serpa Uribe, “en estas cosas siempre hay presiones y hay muchos intereses de por medio, pero sí confío en la integridad del Gobierno Nacional y particularmente en el buen criterio del Ministerio de Medio Ambiente”.

Aunque se excusó como de costumbre, el alcalde de Bucaramanga Fernando Vargas Mendoza, en palabras de su secretario de Planeación, Rodrigo Fernández, “Bucaramanga le da un no rotundo a la explotación a cielo abierto en sectores de páramo, y la Alcaldía, que regresó al consejo directivo de la Corporación Autónoma para la Defensa de la Meseta, Cdmb, está impulsando la declaratoria de parque natural en Santurbán. Definitivamente es mucho más importante el agua que el oro”.

“Angostura no es viable, y si le dan la licencia a la Gresytar esto sería casi que un problema de orden público”, subrayó Fernández.

La Audiencia se desarrolló en un contrapunteo acalorado como el clima de Girón, en el que habitantes de California, Vetas, Suratá, Berlín y Matanza vitoreaban a los voceros de la Greystar y abucheaban a los opositores al proyecto, que también respondieron con la misma moneda a quienes se mostraron a favor de la explotación aurífera en Santurbán.  

Serpa y Vargas se sumaron así a las voces de la Asamblea Departamental, Parlamento Andino, Fenalco, Sociedad de Mejoras Públicas de Bucaramanga, Sociedad Santandereana de Ingenieros, Universidad Santo Tomás, Fundación Adán, Comité del Agua, Escuela Agrocampesina de la Provincia de Soto y el Sindicato de Trabajadores del Acueducto de Bucaramanga, que lideran una férrea oposición al proyecto de minería a cielo abierto de la empresa Greystar.

El director de Fenalco Santander, Erwing Rodríguez Salah, resaltó que la Procuraduría General y la Defensoría del Pueblo también se oponen a este proyecto minero. “Ya todo está muy claro y esperamos que en el plazo de dos semanas que ha puesto MinAmbiente se manifieste negando la licencia ambiental. Los empresarios de Santander estamos pensando a largo plazo y no quedarse en lo inmediato. Apoyamos todas las iniciativas de desarrollo sostenible, pero entendidas como el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer los recursos y posibilidades de las generaciones futuras”.

“El balance de costos y beneficios no da positivo, y por lo tanto el Proyecto Angostura no debe contar con la licencia ambiental por parte del Gobierno Nacional”, dijo el senador del Polo democrático, Jorge Enrique Robledo, quien precisó que “la Greystar se va a ganar una suma fabulosa mientras las regalías que pagan son apenas del 3,2%, que no se quedarán en la región por la nueva ley que concentra en manos del Gobierno Nacional estos recursos. Ganan más el que saca el oro, el que lo transporta, el que lo transforma, el que vende el cianuro (40 toneladas al día) y los explosivos (240 toneladas al día), que los santandereanos. Van a obtener un gramo de oro por cada millón de gramos de destrucción que implica el proyecto”.

En su opinión, “el Proyecto Angostura no puede hacerse porque la ley prohíbe la explotación minera en las zonas de páramo y también invoca el llamado Principio de precaución, que quiere decir que cuando hay riesgos muy altos como los hay ahí, y cuando se pone en juego el agua de Bucaramanga, Cúcuta y otros 20 municipios, se debe aplicar este principio que dice que este proyecto minero no debe hacerse de ninguna manera”.

“Ustedes hace 200 años le marcaron el rumbo a la Nación, ¡santandereanos ni un paso atrás! El presidente Santos y los ministerios de Minas y Ambiente juegan del lado de la minería, pero este Proyecto Angostura no debía haber ni arrancado. Aquí lo que hay es un pulso entre el Gobierno y las trasnacionales de un lado, y la ciudadanía de Santander y los demócratas de Colombia, del otro. Podemos ganarlo, pero no vamos a dormirnos. Estén seguros que si mañana hay un desastre, ningún canadiense va a venir por aquí a dar la cara, sino que ya se fueron y que ustedes sean los que paguen las consecuencias”, arengó el senador Robledo.

“La posición de la Asamblea Departamental y la mía es que le pedimos y le exigimos al Gobierno Nacional que no le otorgue la licencia a la Greystar ni a ninguna empresa para explotar minería a cielo abierto en el Páramo de Santurbán”, declaró el presidente de la duma, Roberto Schmalbach.

Refiriéndose a la tragedia provocada por la avalancha de la quebrada Angostura (municipio de California) que ayer dejó tres muertos y 10 desaparecidos, Schmalbach aseveró que “la naturaleza se pronunció advirtiendo los grandes riesgos que podemos tener con ese proyecto. Ustedes se imaginan si ese tajo que se vino se hubiese producido en una piscina de lixiviación de residuos cianurados, estuviéramos evacuando hoy la gente de Bucaramanga y los municipios aledaños”.

“El Gobierno para otorgar licencia a este proyecto tendría que violar el artículo 34 de la Ley 1382”. El Ministerio no puede permitir que se lleve a cabo este proyecto, porque sería un desafío a los santandereanos. Si el Gobierno no nos escucha, tendría que asumir las consecuencias. No puede ser tan irresponsable de desafiar a los santandereanos así y debe definir si prefiere defender los intereses de las multinacionales o los de la Nación. Si mantenemos la movilización ganamos; si bajamos la guardia ganan ellos”, sentenció el diputado.

Por su parte, el peruano Víctor Manuel Guimaraes, vocero de Greystar, se defendió diciendo: “Tenemos nuestros propios respaldos técnicos para sustentar a Angostura como un proyecto de minería moderna, responsable y seria, que va asegurar la calidad y la cantidad de agua para Bucaramanga”.

“Somos optimistas y basados en nuestros estudios de geotecnia, hidrogeología, hidrología, diseño de plantas y plan de minado, podemos aseverar que nuestros planes de mitigación de los impactos ambientales van a asegurar la calidad y cantidad de agua para Bucaramanga”, acotó.

Según Guimaraes, Angostura contempla intervenir 1.100 hectáreas y Greystar propone compensar y restaurar ecosistemas sensibles de alta montaña en 6.000 hectáreas. “Vamos a revegetalizar todas esas zonas con especies nativas para asegurar la recuperación de los sistemas ambientales que ya están dañados. En la etapa de construcción ofreceremos 7.000 empleos directos e indirectos, y en la etapa de producción 5.000 empleos. En los 15 años de operación de la mina el proyecto va a aportar al Estado colombiano alrededor de 2.000 millones de dólares incluidos impuestos y regalías”.

Guimaraes juró que Greystar garantizará la calidad de suelos, aire y agua, de acuerdo a la normatividad medioambiental.

La Audiencia Pública debería estar presidida por la ministra Beatriz Uribe, que no asistió y en su lugar mandó al viceministro Carlos Castaño Uribe, quien después de seis horas de escuchar argumentos en contra y a favor, debió salir protegido por agentes de la Policía en medio de una refriega en la que volaron botellas de agua, sillas e insultos al por mayor y al detal.

Más de 400 personas que estaban inscritas con sus ponencias de tres minutos se quedaron con sus presentaciones elaboradas. Ahora el ‘balón’ está del lado del Ministerio del Medio Ambiente, que en las próximas semanas deberá definir si le otorga o no la licencia ambiental a la minera Greystar, cuyas acciones abrieron la jornada del día de la Audiencia Pública a 3,81 dólares canadienses y al cierre del día registraban una caída de 54 centavos.

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