Desde una celda en Costa Rica y en huelga de
hambre, el hombre fuerte de los bancos Andino de Colombia y Popular del
Ecuador, denuncia a altas figuras por un supuesto montaje para tapar la crisis
de otra entidad bancaria que nunca fue investigada. (Octubre de 2006)
La neblina sólo deja ver las difusas letras de neón rojo
que aparecen, a la distancia, en lo alto del Banco Popular de Costa Rica. Pero
más que una esperanza, se convierten en la pesadilla de Nicolás Landes, porque
le recuerdan sus días de prosperidad, mientras permanece tras las rejas.
Ex propietario de los bancos Popular de Ecuador y Andino de
Colombia, Landes está recluido en la cárcel de San Sebastián, en el oeste de
San José, esperando convencer a las autoridades de ese país para que no lo
extraditen a Ecuador.
Lleva 101 días de huelga de hambre. Su rostro, escuálido,
refleja el rigor de tal decisión. También sus manos heladas, una tos
persistente y el olor a humedad que desprende su ropa. Solamente ingiere agua y
jugos que le hacen llegar ecuatorianos solidarios con su causa.
Acompañado de un guardia que le cuenta los pasos, avanza
lentamente hasta la oficina del director de la prisión, donde atenderá esta
entrevista en la que insiste en que se trata de un atropello y señala a
personalidades colombianas que en su opinión están detrás del plan para verlo
hundirse en el infierno.
En Colombia, Landes fue acusado de haberse apropiado de
115.000 millones de pesos de impuestos que el Banco Andino estaba autorizado a
recaudar, pero el juez 45 Penal del Circuito de Bogotá acaba de absolverlo,
precisando que el liquidador devolvió la totalidad de los impuestos.
Landes conserva su lucidez y recuerda al detalle las
circunstancias de su caso, que lo llevaron a huir de Panamá para luego caer
detenido en Costa Rica con un pasaporte falso cuando el 22 de junio de 2005
viajaba rumbo a Canadá a pedir asilo.
Asegura que está dispuesto a llegar hasta las últimas
consecuencias su protesta, de la que tienen conocimiento la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y las propias autoridades costarricenses,
pero que a Ecuador no regresa vivo, porque allí teme que los jueces de ese país
que ha tenido diez presidentes en diez años, lo conviertan en el chivo
expiatorio de la crisis y lo condenen por delitos que no ha cometido.
Algún día lo tuvo todo y hoy está en la ruina. ¿Se
siente miserable?
Este proceso ha sido gradual y un descender de un nivel
malo a otro peor durante siete años consecutivos y llegar a la cárcel parecería
como el último peldaño en esa escalera. Uno se cuestiona muchas cosas, desde
qué hice mal o por qué estoy aquí, hasta qué es lo importante en la vida. Se
llega a la conclusión de que muchas cosas que uno valoraba son efímeras y que
muchas amistades y parentescos eran solamente para las épocas buenas, y a la
vez aprecia a quienes se han mostrado consecuentes y están haciendo todo lo
posible por ayudar. Uno también se pone en perspectiva y dice 'yo estoy
pasándola mal, pero otros están peor'.
Luis Alberto Moreno -director del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID)- en un carro blindado en Washington y usted arruinado y
tras las rejas. ¿Qué siente?
De las cosas que se aprenden en la cárcel a es a dejar eso
de lado, porque lo único que uno gana si enfoca así las cosas es amargura.
Quejarse de los que me hicieron daño y que hoy siguen viviendo una vida sin
ningún problema también es una fuente de amargura. Uno tiene que enfocarse a
ver cómo endereza su propia vida y que Dios se encargue de la situación del
resto. Allá ellos con su conciencia y tal vez él les haga justicia a su modo.
¿No acepta otra alternativa que salir de prisión e ir a
Canadá?
Aunque no se dice de esta agua nunca beberé, Ecuador no
está en mis planes.
Pensemos que se lo llevan mañana en un avión a Ecuador,
¿qué pasaría?
No sé, tengo mi recelo porque durante siete años distintos
Gobiernos con la complicidad de medios de comunicación han repetido un mensaje
de odio y de venganza que es tan profundo, que uno no sabe hasta qué punto eso
haya calado entre personas que quieran entonces ver en mí la fuente de los
problemas que atraviesa el país. Eso es lo que ha vendido el Gobierno.
La información contable que cita el juez colombiano Luis
Hernando Calixto Paipa para absolverlo en septiembre pasado, ¿estaba disponible
antes de que lo acusaran el ex ministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo y la
directora de la DIAN, Fanny Kertzman, o solamente surgió después?
Estaba disponible mucho antes, porque en el Banco Andino la
Superintendencia Bancaria hizo un estado financiero antes de entregárselo al
liquidador. Esos documentos estaban listos en julio de 1999 y la demanda
escandalosa que puso Colombia en Miami, por intermedio de Restrepo y Kertzman,
fue el 9 de septiembre. Pasaron seis semanas desde que esos documentos
contables estaban a disposición de las autoridades.
Entonces esta es una demanda puesta con premeditación y
mala fe, por parte del Gobierno colombiano, con el ánimo de hacer de mí un
chivo expiatorio y distraer la atención de los problemas del Banco del Pacífico
de Colombia y la vinculación con ese banco de altos personajes del Gobierno
como Luis Alberto Moreno y los ex ministros Luis Fernando Ramírez y Fernando
Londoño Hoyos.
¿Qué sucedió con los empleados que tenía el Banco
Popular del Ecuador cuando se produjo la acusación de Restrepo y Kertzman?
Como dijo Kertzman en el debate en el Congreso colombiano
en diciembre de 1999, fue gracias a esa demanda que el Gobierno ecuatoriano
cerró al Banco Popular. Ella lo proclamaba con orgullo como un logro. El
resultado para los más de 800 empleados del Banco en Ecuador fue que en pocos
meses todos ellos fueron despedidos. Se les causó mucho sufrimiento y daño.
La DIAN reconoció en 2005 que el Banco Andino le
devolvió todos los dineros de impuestos recaudados, pero que en cambio el Banco
del Pacífico le quedó debiendo más de $22.000 millones. ¿Dónde está esa plata?
¿Quién investiga el faltante?
Esa siempre fue la gran ironía, los dos bancos fueron
intervenidos el mismo día, ambos debían cifras importantes a la DIAN, pero
desde un inicio el liquidador del Banco Andino le dijo a la Fiscalía que
esperaba pagar el cien por ciento, y mientras tanto su colega liquidador del
Pacífico, anticipaba que no lo pagaría. Sin embargo la Fiscalía archivó la
investigación del Banco del Pacífico, nunca procedió ni se dio ningún tipo de
acción jurídica contra el Banco del Pacífico y que yo sepa, nunca se realizó
una investigación.
La razón es por demás obvia: había demasiados vínculos
políticos con ese banco y era necesario una cortina de humo, llámese Banco
Andino, para que la liquidación del Pacífico pasara desapercibida e inclusive
seis años más tarde, cuando la DIAN publicita que perdió una cifra importante
con el Banco del Pacífico, eso no generó comentarios periodísticos ni
declaraciones de autoridades.
Las acusaciones que llevaron a la quiebra del Banco
Popular del Ecuador son falsas según la justicia colombiana ¿Cuánto valdría hoy
ese banco si estuviera funcionando?
El Banco Popular tenía un patrimonio del orden de 100
millones de dólares en el momento de la crisis, pues hoy valdría un múltiplo de
eso. Sería un banco de gran valor económico.
La única entidad financiera intervenida en esa crisis que
devolvió toda la plata a sus ahorradores fue el Banco Andino, sin generar
pérdidas para el Estado colombiano. ¿Cómo explica entonces que sus directivos
fueron acusados en el Senado, en la Cámara de Representantes, en la Fiscalía
General y hasta en una Corte de Miami?
Qué pena seguir repitiendo, pero la única explicación para
que un banco que no les costó un centavo al Estado colombiano, que devolvió no
sólo a la DIAN sino a todos sus depositantes el cien por ciento de sus haberes,
es porque detrás de eso hubo una intencionalidad política. En el caso del
Andino cuando se pidió auxilio de Fogafin porque había una circunstancia ajena
a su control como la crisis ecuatoriana, la explicación fue que el banco era
demasiado pequeño para merecer apoyo de Fogafin, pero no fue demasiado pequeño
para que despilfarren tres millones de dólares en honorarios de abogados en
Miami y nos causen un daño irreversible e impagable a los ejecutivos del banco
que fueron acusados, a mí personalmente, y a los 2.000 accionistas y 800
empleados del Banco Popular que también tuvieron que pagar los platos rotos por
esa iniciativa política. El Banco Popular estaría operando el día de hoy si no
hubiese sido por la demanda que puso el Estado colombiano en Miami.
Lamentablemente las autoridades ecuatorianas actuaron como si esa acusación ya
fuese comprobada, y primero cerraron el banco y luego el Estado ecuatoriano, ya
dueño del banco, fue a Miami a decir 'aquí no hubo un centavo ilegítimo',
porque la acusación era que se había sacado plata para enviar a Ecuador vía
Miami. Pero eso lo dijeron después de que habían cerrado el banco, no antes.
¿Cuánto les costaron a los contribuyentes colombianos
las acusaciones que presentó el Gobierno de Andrés Pastrana contra usted y
otros banqueros?
La punta del iceberg que se conoce era de tres
millones de dólares en honorarios pagados a una firma de abogados en Miami,
pero digo la punta porque eso no cuenta los gastos de abogados contratados en
Colombia, la investigación que hizo la Fiscalía, el abogado que contrató la
DIAN como parte civil en el juicio penal que inclusive continuó después que la
DIAN declaró que había cobrado el cien por ciento. Esto ha sido un gasto de
muchísimos millones y lo que es peor, lo hicieron a sabiendas de que la DIAN
iba a cobrar por las buenas y sin que le costase un centavo.
¿Sabe si la DIAN apeló el fallo del juez Calixto Paipa?
Sería el non plus ultra de la arrogancia y el
despilfarro.
¿Cómo explica que el Gobierno ecuatoriano en lugar de
defender a un banco de su propio país, terminó atacando a las víctimas?
Así como había altos funcionarios del Gobierno colombiano
vinculados al Banco del Pacífico, también los había en Ecuador, a tal punto que
el superintendente bancario era el ex director jurídico del Banco del Pacífico,
su sucesor era un ex miembro de la Junta Directiva y el hermano del presidente
Gustavo Noboa, también era ex miembro de la Junta Directiva. Entonces estos
personajes fueron quienes aprovecharon y colaboraron con sus socios colombianos
la crisis que se desató a raíz de la demanda que puso el Estado colombiano en
Miami. En vez de respaldar a uno de los principales bancos del país frente a
una acusación falsa por parte de Colombia, le acabaron. Esta gente prefirió
causarle un daño al país, a los accionistas, a los empleados y transitoriamente
a los clientes, porque ellos también cobraron el cien por ciento de sus
depósitos.
El único de los bancos ecuatorianos que entró en problemas
y que no fue puesto en liquidación, fue el Banco del Pacífico, porque fue recapitalizado
con 300 millones de dólares de fondos del Estado. Los demás bancos fueron
liquidados. El Banco del Pacífico sigue operando hoy, nunca fue sujeto a una
auditoría, a una fiscalización o a un examen jurídico. Era un consorcio de
personajes públicos en ambos países protegiendo sus vínculos con esta
institución.
Restrepo y Kertzman acusaron de fraude al Banco Popular
del Ecuador. ¿Consultaron a la Superintendencia Bancaria de ese país antes de
hacerlo?
Cómo se explica que Fanny Kertzman hubiese viajado en el
mes de julio de 1999 a Estados Unidos pero no habló con las autoridades
bancarias del Estado de la Florida, que era el responsable del Banco Popular.
De igual manera no hizo ningún contacto con las autoridades bancarias
ecuatorianas.
Si hubiese preguntado a la Superintendencia ecuatoriana si
había algún indicio de que se había cometido un fraude, la respuesta habría
sido no.
¿Por qué las demandas contra usted y contra el Banco
Popular del Ecuador las presentaron el Ministro de Hacienda y la directora de
la DIAN? ¿Por qué no lo hizo la Superintendencia Bancaria que es la entidad que
vigila los bancos en Colombia?
La Superintendencia Bancaria, como lo demostraron los
testimonios que dieron ante el juez Calixto Paipa, sabía que no había fraude en
el banco. Como entidad profesional y conocedora de la materia, ellos no podían
prestarse a rendir un falso testimonio. Lo que hicieron, que no deja de ser un
pecado, es que se convirtieron en encubridores porque permitieron que el
Ministerio de Hacienda y especialmente la DIAN, desconocedora del sistema
bancario, fuese a presentar esa acusación.
¿Quiénes se beneficiaron con las acusaciones que
hicieron contra el Banco Andino?
Quienes sacaron provecho de esta cortina de humo son
aquellos que pudiesen haber sido investigados por irregularidades en el Banco
del Pacífico y sus nombres han sido destacados a través de las publicaciones en
El
Espectador y Semana. Son los mismos personajes que
tuvieron cargos en la junta directiva o aquellos que fueron representantes de
los accionistas y ahí estamos hablando de Luis Alberto Moreno, Luis Fernando
Ramírez, Jacky Bibliowicz, Fernando Londoño Hoyos, que luego se descubrió había
tenido unos préstamos irregulares en el banco, pero nada de eso fue investigado
en su momento.
En 1999 el ex ministro Restrepo afirmó que en el Banco
Andino hubo "un caso mayúsculo de dolo, de fraude, de sifoneamiento
de recursos hacia el exterior". La decisión del juez Calixto Paipa dice
que no hubo delitos pero no ordena procesar a quienes según eso se inventaron
las acusaciones. ¿Es el turno de que los acusadores pasen al banquillo de los
acusados?
Cuando queda comprobado que hubo un temerario abuso de
poder, es hora de que se establezcan responsabilidades. Restrepo jamás ha
reconocido su error. Llegó el momento de que ellos se sienten del otro lado y
expliquen por qué abusaron del poder, despilfarraron dineros públicos y
causaron tanto daño.
¿Qué espera usted de Costa Rica?
Que las autoridades judiciales como las del poder Ejecutivo
abran los ojos, porque parecería que tuvieran un compromiso con Ecuador de
extraditarme a como de lugar, lo cual va contra la tradición que tiene Costa
Rica de ser un Estado de Derecho y, más que nada, un país protector de los
derechos humanos y especialmente con este Gobierno actual, cuyo presidente
-Óscar Arias- hace mucho énfasis en los derechos humanos. En mi caso Costa Rica
está a punto de cometer una gravísima violación y lo está haciendo a sabiendas,
porque yo le he escrito cartas al presidente, se le ha presentado toda la
documentación a las instancias del Poder
Judicial y hasta ahora no hemos encontrado ninguna respuesta. La Corte Suprema
costarricense se equivocó en su fallo y lo correcto y lo humano es admitirlo,
tener en cuenta la nueva información que amerita cambiar el fallo y negar mi
extradición.
¿La huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, no
importa cuáles sean?
La huelga de hambre, la fe y el optimismo hasta el último
día. Sigo peleando esperanzado y estos últimos fallos en Ecuador y en Colombia
me han dado una gran cantidad de aliento y la gente que me apoya también. Esto
no puede acabar en una derrota sino bien y ya ponerle fin a estos siete años de
dolor. He sufrido demasiado, mi familia ha sufrido demasiado, hemos pagado un
precio enorme por delitos que no se han cometido y que de hecho nunca
existieron. Este es el momento de ponerle punto final y por eso no declino mi
huelga de hambre y continuaré tantos días como sea necesario…
Esposado, con una tos persistente y sobreviviendo con el
dinero y los mensajes de estímulo que le hacen llegar sus amigos a la cárcel,
el banquero Nicolás Landes insiste en que la persecución contra él y los bancos
Andino (Colombia) y Popular (Ecuador), fue un plan orquestado para tapar el
escándalo del Banco del Pacífico, en el que estarían involucrados funcionarios
y amigos del Gobierno Pastrana.
El banco andino en colombia si se llevó dinero de recaudo de impuestos. La actuación de las autoridades colombianas permitió recuperarlo. El señor landes no indica que dicho dinero de impuestos si estuvo pérdido durante varios años, y que se recuperó no por su decisión de devolverlo, sino por las actuaciones del Estado colombiano.
ResponderEliminar