domingo, 16 de diciembre de 2012

La mirada francesa



Apartes del libro “En Santurbán la historia se repite”, traducido del original en francés elaborado por la empresa minera que se instaló en la región a finales del siglo XIX.

La ciudad de Bucaramanga tiene 20.000 habitantes. Es la capital de la provincia y ofrece recursos principalmente por su comercio de importación que es considerable. Existen en Bucaramanga bancos que están en correspondencia con Europa.

Numerosos pueblos están esparcidos en el país y aún en los alrededores de las minas; se encuentran Baja, Borrero, Vetas, Alta, Surata y Matanzas, que son aglomeraciones de algunas centenas de habitantes que pueden suministrar un primer núcleo de mano de obra.

Los obreros se contratan entre los mestizos y los negros. Los primeros son una raza dulce y manejable. Los otros, descendientes de esclavos traídos de África, son más robustos pero menos seguros. Si los comparamos al promedio de negros empleados en las minas del Transvaal, ellos son superiores en fuerza física e inteligencia.

Hemos visto que la mano de obra es barata: 1.50 francos por los peones, 2 a 2.50 francos para los mineros. En cambio los explosivos y el acero son caros porque hay que importarlos.

La tendencia del gobierno y la población es de atraer y recibir los extranjeros. Estos están siempre seguros de encontrar apoyo y protección con los funcionarios y los tribunales del país que les prestan justicia.

El clima de la mina es sano y agradable. Los europeos se sienten muy bien. El paludismo no existe; los insectos de las regiones bajas, es decir, los terribles mosquitos, son desconocidos. En fin, la temperatura, de la cual el promedio es de 15 grados y que oscila entre 5 y 20 grados, es la de las regiones templadas.

Los minerales presentes son: Oro y plata nativos, sulfuros de plata, piritas de hierro oro-argentíferas, calcopiritas, cobre gris, galena, blenda, etc., etc.

Las condiciones de explotación son favorables porque estando las minas a flor de tierra no hay ni habrá que perforar pozos, ni máquinas de extracción, ni bombas a instalar y hacer funcionar, y porque la mano de obra es suficiente y barata. Su extensión permite calcular la existencia de cantidades de minerales suficientes para una explotación aún importante durante un periodo superior a 30 años.

Es sobre una cantidad de al menos dos mil toneladas de material bruto extraídas por mes que reportarán los precios de retorno y los beneficios que venimos de calcular. El beneficio neto anual será entonces de dos millones seiscientos cuarenta mil francos. Es decir, una cifra superior a cien mil libras esterlinas. En el segundo periodo de explotación esa cifra de 2.000 toneladas por mes se triplicará. La organización de la explotación demanda para hacer frente a las instalaciones y a los diversos gastos que exige la organización de un negocio en país lejano, un capital de 670.975 francos.

Las minas de la Compañía, conocidas desde hace siglos, han dado en ciertas épocas resultados maravillosos; sin embargo, es de mucha consideración que en realidad los metales preciosos recogidos no han sido sino una pequeña parte de los contenidos en los minerales extraídos, tal vez una quinta parte de su contenido exacto y esto casi exclusivamente a causa de la insuficiencia notable de los procedimientos de tratamiento.
 
Fotos de Fredy Barbosa.
 
 
 

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