Por Virginia Vallejo (6TO PODER)
Si hubo alguien que
se benefició con el boom de los carteles fue la familia de Fernando Botero; y
si hay algo que echó a perder la genialidad de uno de los artistas más
importantes del siglo XX fueron, justamente, los millones de sus clientes
narcos. Pero, para entender la decadencia de Botero y las picardías de su
progenie, debemos remontarnos al origen de ésta:
En los últimos 80
años, varias ilustres proxenetas han manipulado el poder en Colombia tras
bambalinas. La primera de estas mádams fue Carlota Soto, dueña de El Rosedal,
el burdel más famoso de Bogotá cuando era ésta una ciudad de apenas 300.000
habitantes con complejo de Atenas de Pericles. Siendo pobre y desconocido, Fernando
Botero se casó con Gloria, la hija de la rica Carlota. A
cambio de un dineral, Germán Zea -un cliente de El Rosedal que siempre vivió de
prestarles servicios a otros, como los presidentes Lleras y López- le dio su
apellido a la bastarda Soto.
Gloria Zea y Fernando Botero tuvieron tres hijos: Lina, quien
según los que las conocieron, es el vivo retrato de su abuela; Fernando,
prófugo de la justicia; y Juan Carlos, vivo retrato del escritor Andrés
Holguín, amante de Gloria Zea durante sus años de matrimonio con el pintor.
En los años 80, Luis Fernando Pradilla
y Byron López de la galería El Museo
de Bogotá se inventaron un negocio casi tan rentable como los burdeles:
venderles cuadros a los narcos a precios astronómicos. Éstos no sólo
necesitaban deshacerse de sus toneladas de cash en Miami, Nueva York, Los
Ángeles y Madrid, sino que sus mujeres tenían otra gran cualidad: no podían
distinguir entre un cuadro bueno y uno malo, y sólo habían oído hablar de dos
pintores: Picasso y “el maestro” Botero. Cuando los marchands d’art conocieron
a las sirvientas con 600 abrigos de piel y 800 pares de zapatos de Pablo
Escobar y Gilberto
Rodríguez, se dieron a la tarea de convertir una chorrera de
cuadros mediocres y pintados a la carrera en “obras de arte” de millón de
dólares. El negocio con Botero fue una mina de oro hasta que Pradilla fue
detenido en Nueva York con un dineral en efectivo cuyo origen no pudo
justificar ante los federales, y terminó en la cárcel.
En Colombia, los
años 1994-1996 fueron los del Proceso 8000: los Rodríguez Orejuela del cartel
de Cali habían aportado US$8 millones -en cash, claro- para la campaña
presidencial de Ernesto Samper y, del Procurador para abajo, medio gobierno
terminó encanado. Uno de los escándalos más sonados fue el del ministro de
defensa Fernando Botero Zea: siendo gerente de la campaña de Samper, el
insaciable nieto de Carlota se embolsilló ¡nada menos que el 10% de la
contribución que los clientes de su padre le habían mandado a su amigo el
presidente! El hijo del “maestro” pasó su detención en la Escuela de Caballería
del Ejército practicando salto hípico y, cuando el juicio estaba a punto de
iniciarse, dio un salto olímpico hasta México, donde había nacido y desde donde
nadie quiso extraditarlo por lástima con el papá. Éste le regaló a Colombia 100
cuadros sobreros cuyo valor, según él, era de US$1,000 millones, es decir 10
por unidad. Pero el precio récord de un Botero es de sólo US$2.030,000 lo cual
decir que, para obtener beneficios tributarios en el proceso de hacerse
perdonar de un país ignorante, el pintor infló el valor de la “donación” (unos
US$30 millones) a 1,000, que son un billion.
En diciembre de
2010, en medio de un espectáculo cantinflesco, se inauguró en Bucaramanga
“Mujer de pie desnuda” de Botero: cuando llegó al parque, turbas enloquecidas
de adoración y gratitud rodearon al artista porque, según el alcalde Fernando Vargas Mendoza,
la pequeña escultura de 3.55 por 1.63 metros “valía millones de dólares pero, en
un acto de magnanimidad para con la ciudad, el maestro había aceptado dejársela
en la cifra simbólica de US$1.350,000”. El precio récord de una escultura de
Botero -una excepcional y de tamaño monumental- es de US$1.142,500, a años luz de los US$104.3 millones
en los que Christie’s subastó una de Alberto Giacometti:
http://www.artk-nowledgenews.com/2009-11-18-23-00-31-christies-latin-american-evening-sales-totals-14691900-botero-leads-sale.html.
Al despilfarro se sumaron más de US$300,000 en el transporte de la tonelada de
bronce desde Pietrasanta, seguros, pasajes en primera clase de Botero y Sofía
Vari desde Italia y las joyas de oro y plata para la mujer del “donante”, que
es conocida en París por sus diseños de joyería.
Según Pastor Virviescas Gómez, del
Periódico 15 de Bucaramanga, El Museo de Luis Fernando Pradilla
recibió una comisión de US$350,000 y US$1.080,000 se giraron a la cuenta de
Fernando Botero en Zürich, la 769749 de UBS (Unión de Bancos Suizos, paraíso de
los grandes evasores fiscales). La suma de ambas cifras me da US$1.430,000, no
$1.350,000. Y el 30% de comisión sobre ésta sería US$405,000, no US$350,000.
Como ya es proverbial en el Binomio de Oro Botero-Pradilla, las cuentas no
cuadran. Por eso me pregunto: ¿Qué se hicieron las diferencias de US$80,000 y
US$55,000? ¿Qué porcentaje de todo esto le pasaron ese par de mercachifles a un
alcalde arribista y embustero dizque por colocar a una ciudad colombiana de
525,000 habitantes “a la altura de las 19 más grandes del mundo” por obra y
gracia de una estatua sobrera, mientras los contribuyentes bumangueses se
encontraban sitiados por derrumbes e incomunicados con el resto del país por
causa de las tragedias invernales más catastróficas en la historia de Colombia?
Interesante!
ResponderEliminarMi padre que tiene 90 años si me había contado la historia de Carlota, yo no le podía creer y lo otro seguro también es cierto.
EliminarMuy!! Sabido
ResponderEliminarMuy!! Sabido
ResponderEliminarQue triste! Não sabia disso! O 'grande' Botero é 'pequeno'?!! Mais um artista supervalorizado e mais um corrupto como os que tem em meu país.
ResponderEliminarEs una familia que se hizo de pura fachado de grandes personajes.
Eliminarvivi en el año 2000 en el edificio donde quedaba el rosedale..hoy en dia un pequeño edificio de 4 pisos.en la 7 con 51,..el ultimo piso donde vivia la sra carlota soto..duro muchos años cerrado, con muchas de las pertenencias de ella....me gustaba meterme a ese lugar por que estaba lleno de muchos recuerdos, y yo no sabia quien era xarlota soto hasta que un dia nos encontramos dentro de ese lugar, los restos de carlota,..unos pequeños huesos dentro de un cofrecito pequeño,junto con un rosario de plata....y el nombre de carlota soto inscrito en la tapa del cofre...fue muy interesante todas las cosas que vimos dentro de ese lugar...
ResponderEliminarIncreible ,que historia mas extraña e interesante
EliminarInteresante, supo que pasó después con todas esas pertenencias?
EliminarQué artículo. Nadie sale incolume...
ResponderEliminarEsaha sido nuestra clase dirigente ministra de cultura...........
ResponderEliminarEsa historia también me la contaron, pero no lo creí mucho, porque se trataba del Dr Germán Zea Hernández y de su hija Gloria Zea.
ResponderEliminar