Como fiel escudero, el exsecretario de Gobierno de Bogotá pone la cara por su amigo. (Primera parte)
Excomandante del
movimiento guerrillero del M-19, exministro de Salud, expresidente de la
Asamblea Nacional Constituyente de 1991, exalcalde de Pasto (donde nació tres
meses después del asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán), exrepresentante
a la Cámara, exsenador, exgobernador de Nariño, exintegrante del Polo
Democrático por obra y gracia de Jaime Dussán, examigo de los encarcelados
hermanos Samuel y Néstor Iván Moreno Rojas, cofundador del movimiento
Progresistas y exsecretario de Gobierno de Bogotá.
Esta lista
interminable de cargos resume en gran parte la trayectoria del ingeniero
sanitario Antonio José Navarro Wolff, un veterano izquierdista que tres veces soñó
ser Presidente de Colombia y hoy sigue dando de qué hablar. Por ejemplo, le
dice al expresidente Álvaro Uribe qué es lo que debe ponerse a hacer.
Hasta el pasado 30
de marzo fue la mano derecha del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, pero
considera que sigue siendo su amigo y confidente. En esta entrevista,
sostiene que Petro aún tiene cuerda para rato y que los resultados ya se están
viendo, a pesar de contar con ‘campeones de la crítica’ como el exalcalde
Enrique Peñalosa.
Por momentos cuesta
trabajo entender lo que dice, a raíz del atentado con granada que a manos de un
‘colaborador’ del Ejército de Colombia sufrió en una cafetería de Cali en 1985
-la cual le seccionó parte de su lengua y llevó a la amputación de una pierna-,
pero Petro no anda con rodeos, así esté al borde de la piscina del club
Profesionales y un intolerante pueda empujarlo al agua.
El representante a la Cámara por Bogotá, Alfonso
Prada, hace unas semanas me dijo que “a pesar de Petro Bogotá tiene futuro”. ¿Cómo le cae esa pedrada?
Petro va a ser
juzgado por sus resultados cuando estos empiecen a producirse, que ya
empezaron, pero como todo gobierno van a aparecer en el segundo, en el tercero
y en el cuarto año de administración.
Tiene un Plan de
Desarrollo 'bueeeno', bien hecho, con tres ejes bien pensados. Por un lado la
equidad y la inclusión social, que se expresa en programas como una educación
prioritaria para aquellos niños pobres de cero a cinco años, que es cuando se
empiezan a formar los seres humanos; la ampliación de la jornada escolar a ocho
horas, en lo que se llama la ‘Jornada extendida’ para por lo menos la mitad de
la población estudiantil de los colegios públicos que es de un millón de
estudiantes; unos programas de inclusión para todos los grupos vulnerables y
discriminados de Bogotá.
El segundo eje
es que el desarrollo de la ciudad tiene que estar adaptado al cambio climático
y al agua. Bogotá no puede seguir creciendo a espaldas de una realidad que es
el cambio climático, que llegó para quedarse. No más en diciembre pasado 75 mil
personas fueron invadidas por aguas negras, porque se devolvió el agua por las
alcantarillas en zonas construidas por debajo del nivel del río Bogotá, o los
119 sitios de derrumbes que hay en las laderas. Bogotá no puede seguir
creciendo de espaldas a la naturaleza y al cambio climático.
El tercer eje es
la prevalencia de lo público, que significa cero corrupción. Este es un
Gobierno transparente, un Gobierno de funcionarios honrados; que han sido
objeto de todo tipo de ataques, pero ninguno porque no haya total honradez en
ellos. Pero además la democracia participativa en forma de presupuesto
participativo, que está avanzando en algo que no se había hecho nunca en una
ciudad de siete millones y medio de habitantes. Y luego la prevalencia del
transporte público sobre el transporte privado.
A Petro los
resultados van a hablar por él; lo que pasa es que ha sido un Gobierno muy
combatido por lo que hace y por lo que no hace. Como dicen, palo porque bogas y palo porque no
bogas. Y el representante Prada es parte de ese coro de críticos gratuitos que
la Administración ha tenido a lo largo de estos meses.
Pero entre los críticos también está el propio concejal Carlos Vicente de Roux,
quien dijo que a Petro ‘le han faltado reflejos para atender problemas urgentes
como Transmilenio’.
Carlos Vicente
es la cabeza de la lista de Progresistas, que es el mismo movimiento del
alcalde en el Concejo de Bogotá. Carlos Vicente no está a la cabeza de los
críticos; es alguien que está ayudando a que se resuelvan los problemas de
Bogotá.
Es que la unanimidad
nunca es buena ni deseable, y hay que por supuesto ayudar no solamente
aplaudiendo sino mostrando cosas que hay que cambiar, pero es una posición muy
distinta a quienes como el exconcejal Prada o los concejales del ‘carrusel de
la corrupción’ en Bogotá, que acompañaron en eso al Gobierno anterior (del
detenido alcalde Samuel Moreno Rojas), y que encuentran que todo lo que hace
Petro está mal y hay que combatirlo a rajatabla, sin escuchar ni entender
razones.
¿Qué le están cobrando los medios de comunicación a
Petro?
No creo que haya
una disputa con los medios de comunicación. Yo diría que esa es una
simplificación de la situación, y me referiría más a los críticos. Petro ganó
con una mayoría relativa del 37% del total de votos para la Alcaldía, que al final es una minoría, y lo
que pasa es que los que perdieron o una parte de ellos al menos no quieren
aceptar los cambios que Petro está proponiendo para la ciudad.
Mire el debate
que se armó porque Petro propuso y va a sacar adelante una línea del metro
ligero o tranvía en la Carrera Séptima. Es la mejor solución que puede haber
para la Séptima, que es muy estrecha y una ruta de Transmilenio como estaba
programada no cabe por la Séptima y en todo caso va a deteriorar esa vía
emblemática de Bogotá. Unos rieles que son más estrechos, que usan menos
espacio y que además hacen que haya un medio de transporte eléctrico, que no
contamina y es bonito… será una innovación enorme en Bogotá.
Cuando me
preguntan por las obras de mostrar en Bogotá cuál será la más importante, y yo
digo que ese tranvía o metro ligero por la Séptima, cuando esté construida la
ciudad se lo va agradecer por muchos al alcalde Petro.
Hay ‘aves de mal agüero’ que dicen que Petro hasta
ni termina el periodo el 31 de diciembre de 2015
Esa intención
tienen y quieren intentar la revocatoria del mandato del alcalde a partir del
primero de enero del año entrante. Eso es un derecho democrático y a eso
tampoco es que hay que hacerle ninguna crítica en la medida en que es una
aplicación de la Constitución de 1991 y reglamentada por la ley.
Pero a ésos les
digo que no les vaya a pasar lo que les pasó a los antichavistas cuando
intentaron la revocatoria de (Hugo Rafael) Chávez, que terminó Chávez ganando
la no revocatoria y definitivamente aplazó por muchos años toda posibilidad de
la oposición en Venezuela. ¡Que no les vaya a pasar con Petro lo mismo!
Sin que usted esté diciendo que Petro es un Chávez…
Por supuesto que
no es un Chávez, pero quienes están convencidos que revocarle el mandato a un
alcalde como Petro es ‘soplar y hacer botellas’, si lo intentan van a terminar
derrotados.
¿Por qué Petro le gasta tanto tiempo a gobernar
desde Twitter?
Twitter es un
mecanismo de comunicación, pero en una de las cosas que le he insistido es que
no dependa tanto de Twitter y de los medios convencionales de comunicación; que
haga su propio esfuerzo de comunicación directa. Lo hemos hecho todos. No es
que digan que es Chávez y su ‘Aló presidente’ o (Rafael) Correa (presidente de
Ecuador), no señor, esto está inventado desde hace rato. Que yo recuerde,
(Gustavo) Álvarez Gardeazábal lo hizo en Tuluá; yo como alcalde de Pasto tenía
el programa de más alto nivel de sintonía en la radio pastusa, que se llamaba
‘Usted y el alcalde’, todos los domingos, con micrófono abierto, respondiendo
llamadas de la gente. Creo que eso es lo que tiene que hacer Petro, comunicarse
directamente, porque él es muy bueno hablando y explicando sus programas y sus
realizaciones. Que lo haga directamente. Él no me ha hecho caso. Ese es uno de
los temas en que no me ha hecho caso, y le he insistido: haga un programa de
dos o tres horas, donde explique despacio las medidas que está tomando, los análisis
que está haciendo sobre la ciudad, los proyectos que tiene, respóndale a la
gente que llame y tenga la seguridad de que va a mejorar la comprensión
ciudadana sobre lo que está haciendo en la Alcaldía.
¿Será que Gustavo Petro, el senador que denunció la
‘Parapolítica’, los ‘falsos positivos’ -ejecuciones extrajudiciales- y el
‘Carrusel de la contratación’ en Bogotá, puso la vara muy alta y ahora como
alcalde le están pidiendo el mismo rendimiento?
Lo que pasa es
que una cosa es el Legislativo y otra es el Ejecutivo, y hay que aprender a ser
del Ejecutivo. Petro está en ese proceso de aprendizaje. Eso de volver
realidades las propuestas y las ideas tiene un proceso que hay que aprender a
hacerlo bien hecho. Él y su equipo están en ese proceso de aprendizaje. ¿Pero
es que (Enrique) Peñalosa, que es el campeón de muchos de estos críticos, había
hecho antes algo en la Administración Pública? No lo había hecho. Llegó
igualmente como un alcalde sin experiencia previa en el sector público y
aprendió. Yo mismo, cuando llegué al Ministerio de Salud y salí como gran
ministro, ¿creen que sabía lo que iba hacer inicialmente? No, pero se aprende
en la medida en que hay una actitud y una decisión de hacer las cosas.
Entonces Petro
está en ese proceso de adaptación al Ejecutivo, pero se empiezan a ver
resultados. Mire, la primera ciudad que aplicó el ‘mínimo vital de agua’ para
los más pobres es Bogotá; el ‘pico y placa’ diseñado por Petro es mucho mejor
que el que recibió de herencia, y que es algo para atenuar el problema del
tráfico en Bogotá, pero lo ha hecho bien. Hoy el ochenta y pico por ciento de
los bogotanos dicen que están satisfechos con la nueva versión del ‘pico y
placa’. A partir del primero de agosto bajó la tarifa del transporte público,
de Transmilenio. Eso es algo que no lo había hecho ninguna ciudad de Colombia y está demostrándose que es un factor
importante en la canasta familiar de los más pobres, que con esta medida de
Petro por primera vez está revirtiendo su tendencia alcista que ha sido
permanente.
De manera que
empiezan a aparecer resultados y van a aparecer más en la medida en que pasen
los meses.
¿El nombre de Petro cómo cae en el Parque de la 93,
en el barrio Los Rosales o en el club El Nogal?
Pues las
encuestas dicen que cae mucho mejor en los estratos uno, dos y tres, que en los
estratos cuatro, cinco y seis. Eso es porque las prioridades están orientadas
hacia los más pobres. ¿Cómo puede haber un gobierno alternativo, un gobierno de
sensibilidad social, un gobierno de cara a la Constitución del 91 que en cuanto
a Estado Social de Derecho llegue a la gente, que no le de prioridad a los más
pobres? ¡Tiene que dársela!, pero yo creo que todo va a ir cambiando en la
medida en que los resultados se vayan dando.
¿Su ‘matrimonio’ con Petro no funcionó?
Yo tengo una
vieja relación con Gustavo Petro. Por un lado desde el M-19 primero y después
hay que recordar que cuando Petro por primera vez intentó ser candidato a la
Alcaldía de Bogotá sacó cinco mil votos y al año siguiente yo llegué a Bogotá,
fui candidato a la Cámara de Representantes en 1998 y conseguí ciento veinte
mil votos y mi segundo renglón era Gustavo Petro, quien tuvo una segunda
oportunidad de demostrar su valía y la ha ido demostrando y la demostró en el
Congreso. O sea que ese segundo aire de Petro en la política estuvo muy ligado
a la relación que tenemos él y yo.
Cuando Petro
ganó en 2011 las elecciones de alcalde, parecía increíble que los bogotanos
hubieran premiado a alguien del mismo partido del alcalde anterior que hoy está
con todos los problemas penales que tiene Samuel Moreno. Pero a Petro lo
premian porque tuvo el valor de señalar dónde estaban los problemas de
corrupción y anticiparse a algo que la justicia ha ido confirmando. Me parecía
que era algo que valía la pena apoyar de la mejor manera posible y había dos
maneras de hacerlo; de baja intensidad como asesor, o de alta intensidad, por
lo que me fui como secretario de Gobierno.
Lo que pasa es
que empiezan a suceder cosas en la vida de los seres humanos que hay que volver
a pensar. Yo he estado dedicado a la vida pública y a mi actividad primero como
miembro del M-19, después muy activo en la vida pública en los últimos
veintidós años, ¿y la familia qué? Tengo un hijo grande, de un primer
matrimonio, al que no crié, y luego mis hijos adolescentes de un segundo
matrimonio estaban con problemas graves de tipo académico y yo dije: ¿Cómo así?
¿No voy a ser un papá capaz de ayudarles a estos muchachos a que ganen el año?
¿Se va a pasar la adolescencia y voy a estar tan ausente como si viviera en
Pasto y ellos en Bogotá porque es que la Secretaría de Gobierno no me daba tiempo
para nada? Y bueno, tomé esa decisión y ganaron
el año con un trabajo intenso donde le dedicamos tardes y noches durante tres
meses. Uno llevaba seis materias perdidas y el otro cinco, y al final ganaron
el año. Pero también yo quería bajarle la intensidad a ese trabajo tan tremendo
y mirar un poco el panorama nacional. Las alcaldías, y lo digo por la
experiencia de Pasto también, son esfuerzos que se concentran tremendamente en
asuntos locales y se va perdiendo la perspectiva más amplia.
Así que por razones
personales, familiares y también de visión de la situación global, le dije a
Gustavo que tenía yo que ser secretario de Gobierno. Eso se ha prestado, por
supuesto, para que digan que es que ha habido contradicciones entre Petro y
Navarro, pero la verdad es que como dicen las señoras: ‘Ni un sí ni un no’. Y
ahí sigo, como usted se ha dado cuenta, defendiendo la labor que Petro está
haciendo en la Alcaldía de Bogotá.
¿Tampoco es, como dicen los enamorados, que ‘se
están tomando un tiempo’?
No, no nos
estamos tomando ningún tiempo; simplemente son tareas distintas y hoy estamos
empujando y ayudando a organizar el movimiento Progresistas, que nació con ese
nombre de la candidatura de Gustavo Petro a la Alcaldía de Bogotá.
El periodista Felipe
Zuleta Lleras ha venido insistiendo en que Petro tiene ‘rabo de paja’ en el
‘Carrusel de la contratación’. ¿Usted mete las manos en la candela por su amigo
alcalde?
La verdad es que
la esposa de Petro es de Sincelejo (Sucre), de donde son los primos Nule, y es
posible que haya habido relaciones de diversa naturaleza, sociales por ejemplo,
entre la familia de Verónica Alcocer y los Nule, pero Petro ha repetido, ahora
que su suegro acaba de fallecer, que él (Jorge Emilio Alcocer) nunca fue socio
de los Nule en negocios, y yo le creo. ¿Por qué no le voy a creer a Petro en
eso?
De ahí para
adelante, Felipe está en la obsesión de que tiene que tumbar a Petro. Felipe es
parte de esos obsesionados que no aceptan un resultado. La democracia es así y
hay que aceptarla con sus complejidades, y hay gente que es de oposición, y yo
he tenido siempre oposición cuando he gobernado, y hay que aceptarla como algo
inherente a la democracia. Así que esperemos que los temas sobre los cuales ha
insistido Felipe se aclaren.
También he visto
que Petro en los ‘trinos’ dice que Zuleta no ha mostrado un solo documento para
confirmar sus afirmaciones. Pero de ahí para adelante pues obviamente la
familia política de Petro y los Nule vivieron y se criaron en Sincelejo y puede
haber habido algún tipo de relaciones que hasta donde Petro lo ha dicho, no
tuvieron nada que ver con manejo económico.
Nota: En la segunda parte de esta entrevista, Navarro Wolff se
refiere al concepto que de él y de Petro tienen algunos sectores del país, dice
qué siente por los hermanos Moreno Rojas, habla de su relación con el senador
Jorge E. Robledo, da sus cábalas con respecto a las elecciones presidenciales
de 2014 y dice qué piensa del presidente Juan Manuel Santos.
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