lunes, 17 de diciembre de 2012

La despedida de Hugo Serrano Gómez: "El campeón de la corrupción es Hugo H. Aguilar"


El responsable de la debacle de Convergencia Ciudadana, califica como fatal al ex gobernador. Este santandereano que se retira al cumplir 30 años en el Congreso, se cataloga como el “hombre biónico”, que pese a sus cirugías y limitaciones de salud, se atreve a denunciar  irregularidades y personas a quienes por ningún motivo recomendaría. (Entrevista realizada en julio de 2008)

Las seis señoras que a las 4:30 de la tarde jugaban canasta y tomaban las segundas onces del día no se dieron por enteradas. Tampoco el exparlamentario que estuvo en la cárcel y su amigo, un senador involucrado por la Corte Suprema de Justicia en el escándalo de la llamada “Parapolítica” Las primeras estaban más interesadas en ponerse al día en la agenda social del fin de semana, y a los segundos les preocupaba la minucia del reparto burocrático y el cotilleo. Les embargaba confirmar si la asesora X está saliendo con el ex gobernador Y.

Pero detrás de la fuente del aristocrático Club del Comercio -ubicado en diagonal a la Catedral de la Sagrada Familia en el centro de Bucaramanga-, en un sofá del que cada cinco minutos tenía que reacomodarse porque se deslizaba, se encontraba el veterano senador liberal Hugo Serrano Gómez, uno de los “caciques” de la política colombiana, a la altura de los Gerlein en la Costa Atlántica o los Barco en el Eje Cafetero. Atendía durante una hora y 40 minutos esta entrevista (julio de 2008), de la que el mismo periodista saldría perplejo por el calibre de los señalamientos.

Sin abandonar la sonrisa mezclada con ironía, Serrano Gómez formuló denuncias, elaboró un escalafón de los más corruptos en el departamento de Santander, evaluó la tarea de su amigo íntimo Horacio Serpa Uribe, reveló secretos de su vida privada y hasta habló del último capítulo de su existencia. También gozó a nombre del senador presente en el salón, quien apenas a seis metros no alcanzó a escuchar o se hizo el desentendido cuando lo llamó “pequeño bufón”.

Nacido hace 79 años en la “caliente” San Vicente de Chucurí -tierra que años más tarde vio germinar al Ejército de Liberación Nacional, Eln, de la mano de los hermanos Vásquez Castaño y Nicolás Rodríguez Bautista Gabino-, afirma con su tono provinciano que a estas alturas ya no le tiene miedo a nada ni a nadie y que más que en sus escoltas, confía en la Virgen, se le encomienda todos los días a Dios y cree que hay un ángel de la guarda que lo protege de tantos líos y enemistades que se granjea por andar destapando negociados.

En los aeropuertos, donde ha estado a punto de irse a los golpes con algún colega a quien se le salen los fajos de billetes del maletín, lo llaman “El viejo Serrano”, y le reconocen que es una autoridad en el tema de la energía; otros le atribuyen parte de la responsabilidad del estado en que se encuentra Santander, pero en ningún caso su cabellera teñida de negro y su figura generosa en kilos pasa desapercibida.

Aclara que no es un sectario, piensa que “los conservadores son necesarios” y dice que su mejor amigo en el Congreso es el dirigente del Moir, Jorge Robledo, “a pesar de que tiene unas tesis que no comparto, pero las respeto”. “Quiero a mi liberalismo sin odiar al resto y mucho menos a los conservadores que han ayudado a construir este país”, afirma.

Este congresista desde 1978, ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones. Se considera una persona feliz pero aclara que podría serlo más si no fuera porque uno de sus principales contradictores, el “quemado” ex candidato a la Gobernación Didier Tavera Amado, vive en el mismo edificio en Bucaramanga.

Usted pretende hacer después del 16 de marzo, cuando se reabra el Congreso, un debate sobre la adjudicación del chance en Santander. ¿Qué es lo que se esconde detrás de ese negocio?

El gobierno de Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo le quitó el chance a Enapuestas Ltda. en un acto gubernamental que deja mucho qué desear. Y como ellos reclamaron en un tribunal de arbitramento, ganaron el pleito y hoy día ese pleito está en el Consejo de Estado. El fallo fue algo así como 5.000 millones de pesos y ellos aspiran a mucho más. Enapuestas es una entidad que pertenece a 16 empresas chanceras y se presentó, junto a Apuestas Unidas del Cesar, a la licitación para el chance. Tenía mayor puntaje Enapuestas, que era el mismo consorcio que estaba administrando el chance cuando el gobernador Aguilar Naranjo llegó y se los quitó. A Enapuestas le robaron el contrato porque en la calificación dijeron que sus estados financieros no eran ciertos y sobre esa base le adjudicaron a Apuestas Unidas del Cesar. Ellos entonces pusieron la denuncia ante la Fiscalía, que falló en segunda instancia que los citados estados financieros eran legales. En esas condiciones se comprueba que la licitación fue totalmente amañada y sobre eso hay muchos conceptos de la Cámara de Comercio y de la Procuraduría, pero el negocio lo tomó Apuestas Unidas del Cesar. Ellos cometieron muchos errores, no fueron capaces con la administración del juego y lo que querían era lavar plata, así que transcurridos algunos meses del contrato, le vendieron parte del mismo a Álvaro Garzón Serrano, pero en la escritura pública aparece que Garzón y sus familiares tienen el 20 por ciento de Apuestas Unidas de Santander y el 80% pertenece a seis firmas desconocidas que dicen las malas lenguas que entre esas están los chanceros del Cesar y sus testaferros. Entonces no es cierto que el chance hubiera regresado a manos santandereanas, sino que Garzón hizo una negociación para administrar el chance, en donde él tiene el 20%.

A su vez, Enapuestas que habían perdido la licitación pidieron la revocatoria del contrato, pero cometieron un error y es que le pasaron la solicitud al gerente de la Beneficencia de Santander que salía y por supuesto él en dos días resolvió que no revocaba el contrato, lo cual dio lugar a que Enapuestas pidiera la nulidad del acto de adjudicación y están en eso, que se encuentra a consideración de la nueva gerente de la Lotería de Santander. Ese es un tema delicado porque la gerente Marina Gutiérrez tendrá que decidir si revoca el contrato o no. Mientras tanto está demostrado que Garzón Serrano ha ganado por varias puntas. Primero porque en un fallo de arbitramento le dieron a él y a sus socios $5.000 millones; segundo porque él administra el contrato que le adjudicaron ilegalmente a Apuestas Unidas del Cesar cuando Enapuestas licitó, y tercero porque ahora tiene la posibilidad de demandar -como todavía es socio de Enapuestas- a la Lotería.

Lo que uno no entiende es cómo el Gobierno accede cederle el contrato a una nueva asociación en donde está metido Garzón, sin que él hubiera desistido de la demanda. Eso no lo entiende nadie.

Yo tengo todos los documentos y haré un debate serio porque se está jugando con el contrato que más le aporta a la salud en Santander.

¿No le da temor atreverse a escarbar este tema cuando hay amigos de  ‘La Gata’ o el ex gobernador Aguilar Naranjo?

Uno tiene que cumplir una función en la vida y esa tarea está por encima de los sustos y el miedo. Siempre ha tenido el valor civil de decir las cosas y a esta hora de la vida, al final de mi carrera, tengo la obligación de defender los intereses de los santandereanos. El gobierno más corrupto, pero el más corrupto de lejos que ha tenido Santander, es el de Hugo Heliodoro Aguilar. No ha habido uno más corrupto, o si no analicen los contratos y todo lo que hizo y verán la mano de él y las de sus amigos.

En 2003, al finalizar una administración desastrosa el alcalde Néstor Iván Moreno Rojas le dijo al Periódico 15 que la historia lo recordaría como el mejor burgomaestre de esta ciudad, pero no se le hado la prestidigitación. ¿Por qué razón pasará a la historia la administración de Aguilar Naranjo?

Él lo único bueno que ha hecho es el Parque Nacional del Chicamocha, pero los medios que utilizó para hacerlo fueron corruptos, y sobre eso hay un cuestionamiento enorme, están los documentos, la licitación fue amañada, hay conceptos de la Sociedad de Ingenieros y la Cámara de Comercio, en Vanguardia Liberal hay denuncias sobre eso, ilegalmente se cambió el precio del contrato porque estaba específicamente en pesos por una suma fija y variaron a euros, generando un sobrecosto como de 3.000 millones de pesos.

El objetivo del Parque es bello, fomentar el turismo, pero ahí hay una gran corrupción que los organismos de control tienen que entrar a determinar.

En esa tula a la que usted se refiere ya está el chance y Panachi, ¿qué queda por fuera?

En esa tula debe estar el Hospital Universitario de Santander, porque todo lo que se hable del HUS es increíble y huele a feo. Y eso que el presidente (Álvaro) Uribe la cita como la reestructuración ejemplar en el sector salud. Pero si uno examina las cooperativas, los dueños de éstas son reconocidos políticos de Santander. Hay 35 cooperativas que manejan todo el personal, en las cuales no hay ninguna asociación y les pagan a los nombrados el 40% de lo que la cooperativa recibe. Hay cooperativas cuyo objetivo es limpiar carreteras y están suministrando personal y enfermeros. La gran mayoría de las cooperativas no cumplen con los requisitos exigidos por la ley, manejan entre 28.000 y 30.000 millones de pesos y tienen unos 1.200 empleados. Ahí hay mucha tela de dónde cortar. Eso no se ha arreglado porque el gerente del Hospital obstaculiza la verdadera formación de cooperativas y además porque él tiene intereses especiales. También han comprado equipos de segunda mano; por ejemplo una centrífuga que compraron a precios de nueva. En los medicamentos también hay corrupción y acaba de sacar una licitación para comprar un determinado producto que vale más de 1.500 millones de pesos, en donde ya se sabe de antemano a quién le van a adjudicar porque exigen que tenga una carta de presentación y autorización de la entidad que fabrica el medicamento y la entidad a pesar de que tiene 40 vendedores en el país a la hora de la verdad no se la dan sino a quien ellos quieren que gane la licitación.

Es la clara y total corrupción que no se ha podido desenmascarar. Ahí el gobierno que preside Horacio Serpa tiene una ‘papa caliente’ muy grande, porque además tiene deudas por cobrar de 35.000 millones de pesos que nunca había tenido el Hospital. De ese dinero un alto porcentaje es de difícil cobro.

Ahora, si miramos los contratos de la Gobernación encontramos una ‘rueda de Chicago’ en donde siempre tienen los mismos destinatarios y allá imperaba el CVY (Cómo Voy Yo). Allá hicieron un contrato por galletas de cerca de 25.000 millones de pesos, que supuestamente era para darle alimentación a los estudiantes, pero nadie sabe cómo se controla eso y por qué escogieron un señor que no es panadero sino amigo del gobernador Aguilar Naranjo.

Todo eso indica que el campeón de la corrupción fue el señor Aguilar Naranjo, y además porque el ex gobernador pagaba arriendo y ahora tiene una casa en Ruitoque que le vale entre 2.500 y 3.000 millones de pesos. ¿De dónde salió esa plata con un sueldo de gobernador?

Además de Panachi salió Panachito, que es la finca de Aguilar Naranjo, que vale más de 1.000 millones de pesos. La  declaración de renta de cuando entró a la Gobernación no justifica todas las cosas que Aguilar Naranjo tiene. Pero aquí no pasa nada. Lamentablemente los organismos de control no sirven absolutamente para nada, pero por lo menos que haya un castigo moral. Lo que quiero es que nos reivindiquemos moralmente y que nunca un sujeto de esos vuelva a llegar a la Gobernación de Santander.

¿Sin desafiar las leyes de la física es posible explicar este salto en los ingresos que usted está presentando?

He estado ahí mirando la mansión y me pongo a pensar que es muy difícil que una persona honestamente pueda hacer un palacio de esas características como el que Aguilar Naranjo hizo. Fuera de eso en Santander todos saben quiénes han sido los calanchines de él a lo largo de su administración.

¿Qué sabe usted de ‘Panachito’?

Panachito es una finca en la que la suegra de él, que era una persona muy correcta y querida pero no tenía ningún capital y vendía empanadas, de pronto apareció con una finca con carretera pavimentada, establo y trapiche, y eso de dónde salió. No me vayan a decir que de préstamos. Y además aquí nos conocemos y sabemos qué es lo que hacemos cada uno de nosotros. Todos saben que había un carrusel en el que Aguilar Naranjo adjudicaba a dedo los contratos y no se salía de siete u ocho contratistas que se enriquecieron con él.

¿Qué le habría ocurrido a Santander si el gobernador elegido el 28 de octubre pasado hubiese sido Didier Tavera?

Yo no estaría aquí en Colombia, porque la situación seguramente se me hubiera complicado mucho. Nosotros logramos derrotar un monstruo de diez cabezas y mostrarle al país qué es y quiénes son los de Convergencia Ciudadana, y quién es el señor Aguilar Naranjo. Él podrá disfrazarse con su cuero de oveja, pero todo el mundo sabe que es un lobo.

Un columnista de El Frente sugirió que usted debería correr la misma suerte del dictador iraquí Saddam Hussein y morir en la horca. ¿Cómo piensa que será el final de sus días?

(Sonríe) Tranquilamente, leyendo, dedicado al estudio y la investigación, seguramente con una cátedra en la universidad, enseñando lo que siempre he estudiado en 40 años de vida profesional, preparándome para algo muy lindo que es el retiro. Ya cumplí con mi objetivo y fui al Congreso cuantas veces se me dio la gana. Fui el santandereano que siempre que me presenté sacó la votación más importante del liberalismo, aunque ellos quisieron derrotarme y dijeron que me iban a acabar en las elecciones pasadas, pero ya quiero dedicarme a hacer lo que a mi me gusta y a pensar en otras cosas diferentes al Congreso, donde me ha ido muy bien en el sector energético, me conocen, me consultan y ya estoy tranquilo pensando que seguramente habrá otros santandereanos que cojan mis banderas.

Al ver al alcalde Fernando Vargas Mendoza, sus consejos comunitarios con un partido de fútbol y los acaba con un sancocho y mariachis, que tiene como principales asesores al locutor Juan Manuel González y al ‘Gordo’ Lizcano -que hacía la sección de cocina en un programa de televisión local-, ¿usted piensa que acertaron los electores o se equivocaron?

No, yo tuve la oportunidad de asistir recientemente a la Junta Directiva del Acueducto, en donde se decidí la construcción del embalse y veo que a Vargas le caben los problemas en la cabeza. Es un buen ejecutivo y un líder que toma decisiones, porque ser un buen político no es suficiente, tiene que tomar decisiones acertadas y rápido. Sin embargo lo de Lizcano no me gusta, porque es un hombre que no le hace bien a Vargas y es una charlatán de tercera categoría, y le aconsejaría al alcalde que se apartara un poco de un hombre que nada bueno le trae porque sus actuaciones no han sido las mejores.

¿Pero usted confía en un alcalde que al mismo tiempo que le promete que el personero será Carlos Ibáñez, está reunido con los concejales decidiendo el nombramiento de la esposa de Lizcano?

Las cuestiones políticas son muy difíciles de analizar y tienen una serie de decisiones que muchas veces no le sale como la gente quisiera. Eso de los nombramientos de Personería y Contraloría es muy complicado porque están en juego los intereses de los concejales y del alcalde, pero sí me parece que Vargas tiene buena intenciones, ojalá le vaya bien, porque queremos que Bucaramanga sea un polo de desarrollo y tenga más inversión. Por ahora las cosas están funcionando y aspiro a que así sean.

No tengo odios y sí la ventaja de que por la noche no me llevo los problemas a la casa, porque lo que hago es ver todos los noticieros nacionales e internacionales, ninguna telenovela, y mucho fútbol, hasta cinco partidos a la semana, más cuatro horas diarias de radio porque me despierto a las tres de la madrugada y oigo las principales emisoras. A los 30 segundos de acostarme ya estoy dormido, así que odios no tengo, aunque sí personas a las que nunca recomendaría.

¿Los tres principales en ese escalafón?

Aguilar Naranjo, que es fatal. No recomendaría de ninguna manera a Didier Tavera, tampoco a (Luis Alberto) Gil Castillo, que ha sido funesto y aunque es un hombre muy inteligente ha sido también el autor intelectual de todo lo que nos está pasando. Gil tiene un manejo extraordinario de las cosas y él fue quien creó todo este imperio de corrupción y de paramilitarismo en Santander.

¿Cómo explicarle a las generaciones futuras que en Santander hubo un movimiento político que desplazó a los dos partidos tradicionales y durante al menos cuatro años hizo y deshizo en la región?

Por la corrupción, porque es que ellos manejaron la política a través del dinero, y ellos tenían todo el dinero por sus negociados, por sus empresas, por lo que manejaban, por la salud, por la contratación estatal, porque ellos son personas que no tienen ningún límite para hacer las cosas y a través de eso consiguieron todo en Santander.

Nosotros tumbamos un monstruo no de 10, de 20 cabezas, y en eso me siento muy orgulloso porque fui el que afronté eso sólo. A estas horas de la vida, con muchas cirugías encima porque soy el ‘hombre biónico’, tengo cadera y pies postizos, sin riñón, pero sí un corazón y un valor muy grande para afrontar los problemas. No me da miedo de nada porque sé que es una función que tengo que cumplir, pero ya logramos tumbar a Convergencia y no me parecería nada raro que el señor Gil Castillo terminara en la cárcel y aspiramos a que algún día llegue la justicia para que le eche mano a esos sinvergüenzas que robaron al departamento.

¿Las elecciones del 28 de octubre fueron como el descabelle del toro o puede ser que esa ‘bestia’ se vuelva a levantar?

No creo, porque ahí cortamos oreja, rabo y cabeza, aunque quedan todavía fisuras, pero con este gobernador y este alcalde vamos a hacer la limpieza general y no creo que Santander vuelva a esas andanzas, porque ya sabemos qué es lo que ellos son capaces de hacer. Los de Convergencia Ciudadana no tienen ningún recato en hacer las cosas, porque creen que en este juego todo es lícito.

¿La Corte Suprema de Justicia ‘mató el tigre y se asustó con el cuero’?

Es que eso es lento y como hay más de 50 congresistas implicados. Hace cuatro años dije en el Congreso y casi me ‘fusilan’, que en la Comisión mía había mayoría paramilitar y eso causó escozor. No es el 30% de ‘parapolíticos’ como decía Salvatore Mancuso, sino el 50% y algo más. Allá queda mucha gente que al final del túnel la vamos a descubrir. Todavía quedan muchos por ser cuestionados y castigados, porque la ‘parapolítica’ como el narcotráfico y las Farc son las cosas más terribles que ha tenido este país.

¿En el caso de Santander sólo fueron políticos o hay empresarios?

Hay ganaderos y empresarios que están tapados. Aquí sigue habiendo paramilitarismo camuflado y en el resto del país tampoco se ha acabado. Bucaramanga es una ciudad que tiene muchísimo narcotráfico, lo que pasa es que están agazapados, y si no miren el auge de la construcción. Antes aquí había 20 casas de 500 millones de pesos, y ahora hay fácilmente 2.000 casas y apartamentos de más de $2.000 millones. ¿De dónde salió esa plata? Aquí todavía falta mucho por hacer pero sé que este gobierno será muy benéfico para el departamento, hará una limpieza general y aspiramos a que nunca más vuelva a suceder lo ocurrido porque sufrimos en carne propia lo que es un altísimo grado de corrupción.

¿Sus relaciones con Horacio Serpa siguen siendo las mismas o es cierto que se han distanciado?

Lo quiero, lo admiro y lo respeto. Ha sido mi líder, yo he sido su senador por 20 años y por supuesto tenemos diferencias respetables. Él hace unas cosas que a veces quedo un poquito confundido por ser demasiado lento, por no tomar decisiones rápidas, por no hacer la limpieza general acelerada. Cuando le ofrecí la candidatura a la Gobernación en el Club del Comercio, le dije ‘aquí le entrego este bus para que lo maneje’. Después, ya elegido, le hicimos otro homenaje y le dije ‘ahí está el bus, ¡manéjelo con gente nuestra!’. Pero  veo que el bus va a un paso muy lento y con el freno de mano puesto, además dentro hay mucha gente que pertenece a Convergencia Ciudadana que está agazapada y eso no me gusta. Llevamos 60 días de gobierno y uno no debe ser ni demasiado rápido ni demasiado lento. Serpa es un gran político, una persona que maneja las multitudes, tal vez en esto tiene que acelerar un poquito más porque a ese bus le falta velocidad.

¿Qué tantos se han colado por debajo del torniquete y por la puerta de atrás?

Muchísimos y no caben más porque no han bajado los pasajeros que están comprometidos con la corrupción del gobierno anterior.

¿Serpa está tan ‘enculebrado’ con todas las fuerzas políticas que por eso debe comportarse de tal manera?

No, él es lo suficientemente inteligente como para saber quiénes fueron los que trabajaron. Él es un gran sicólogo y en eso no se equivoca, lo que pasa es que tal vez viendo tantísima corrupción y que se hicieron tantas cosas ilegales en la administración de Hugo Aguilar, él no quiere cometer esos errores y es muy despacioso en las decisiones, pero a veces no se puede serlo porque el pueblo no da espera.

¿Los 500.000 votos que obtuvo Serpa son entonces propios?

Él tiene 500.000 soldados en el ‘Ejército de Salvación Santandereana’, en donde hay 180.000 liberales, 70.000 de Cambio Radical, no sé cuántos del Partido Conservador, de la U, del Polo Democrático… y también muchos votos que son amigos de Serpa que creen en él. Así que tiene un gran capital político que no puede perder, por eso tiene el reto enorme de administrarlo de la mejor manera posible utilizando su capacidad y sus conocimientos. Yo sigo creyendo en Serpa.

Nunca pensé que la diferencia entre Serpa y Tavera fuera tan grande. Creo que caló la tesis mía de que Santander no podía caer en manos de un narcotraficante, porque eso sí hubiera sido el peor desprestigio de los santandereanos.

¿Cuál fue su sensación al ver el 31 de diciembre pasado a Serpa posesionándose en el Páramo de Berlín?

No pude ir a la posesión porque tenía una gripa horrible, pero más que todo sentí un descanso espiritual y cuando vi que tomó juramento, dije: ‘mi deber se cumplió’. Mi obligación como liberal y colombiano se realizó al derrotar ese monstruo de Convergencia Ciudadana, porque es lo más terrible que le ha pasado a Santander. Inclusive hay gente que dice que ellos se fortalecieron en otros departamentos viendo que los habíamos sacado de aquí y que esa parapolítica que ellos hacen la están practicando en otras partes del país. Sentí un alivio bellísimo y me fui a la cama a agradecerle a Dios lo que hizo por nosotros. Casi se me sale una lágrima viendo eso tan bello en lo cual yo fui un artífice.

¿En sus cuarteles de invierno cómo vería un tercer periodo del presidente Uribe Vélez?

¡Uy, por Dios!, eso sería catastrófico, cercena los poderes, eso es bueno para los ricos y malo para los pobres. Este Gobierno tiene cosas buenas: la seguridad, el trabajo de Uribe, la economía está mejor, pero todo es para los ricos y un tercer poder acabaría más con los pobres. Ya Uribe pasa a la historia como uno de los mejores presidentes, aunque no comparto su manera cerrada de gobernar con un círculo que se está enriqueciendo y que está haciendo contratos a favor de sus intereses personales. Él se cree el Mesías, el dueño de este país y es un hombre de buenas intenciones, pero le da dinero a la entidad que quiere y se lo quita la que quiere. Eso acaba con la democracia y fomenta la corrupción y por eso es que ahora hay más corrupción que en años anteriores, a espaldas de él puede ser. Los medios de comunicación y los empresarios son los que quieren que él se perpetúe en el poder. No quiero que sea un (Alberto) Fujimori en Perú o un (Carlos) Menem en Argentina, sería castrar a la juventud que tiene todo el derecho a tomarse las riendas del poder. No hay una diferencia entre lo que quiere (Hugo) Chávez y lo que quiere Uribe, y eso no es bueno.

Piense que Serpa no nombra a ninguno de sus recomendados en la Gobernación pero a cambio le regala el busto que Aguilar Naranjo se mandó a levantar en Panachi y que por orden del presidente Uribe fue retirado.

(Sonríe) No me haga esa pregunta porque prefiero no pensar en eso. Conozco a Serpa y él no hace eso. Además no quisiera llevármelo para la casa, porque quiero dormir tranquilo.


 


Hugo Serrano Gómez dice que en la administración del ex coronel Hugo Aguilar imperaba el “CVY”. Este senador liberal dice que le reza a Dios y que tiene un ángel de la guarda que lo protegen y le permiten hacer este tipo de denuncias.
 
 
En la declaración de renta que el coronel retirado de la Policía, Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo, presentó el 1 de enero de 2004 al comenzar su gestión como gobernador de Santander figuraba un patrimonio líquido de 514 millones 907 mil pesos y una renta gravable de 43 millones 314 mil pesos. Bajo la gravedad del juramento dijo recibir salarios y demás ingresos laborales por 2 millones 150 mil, arriendos por 2 millones 204 mil y otros ingresos por un millón. En el Banco de Colombia tenía 4 millones 202 mil pesos y en Bancafé 405 mil pesos. Poseía dos oficinas en Bogotá, una finca y una casa, así como un Jeep Cherokee, una Toyota Prado y un Montero Mitsubishi. Lo que se pregunta el senador Serrano Gómez es cómo Aguilar Naranjo con esa base y con un sueldo como gobernador es hoy propietario de una mansión que vale más de 2.500 millones de pesos, sin contar las demás propiedades.

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