De paso por Bucaramanga, el programador estadounidense afirma que está en contra de ‘la tiranía en la informática’. “Los terroristas principales son los del Estado”, sostiene este hacker.
Cascarrabias
para unos, gurú para otros, dios o algo parecido para los más fanáticos. Ese es
Richard Matthew Stallman, un neoyorquino de 59 años que por momentos le presta
su cuerpo a ‘San Ignucio’ y que es considerado por los entendidos como el padre
del software libre.
‘Debo dejar de
comer tanto’, dice, mientras apura una cucharada de la sopa de cuchuco de maíz
que le han servido para calmar el hambre, ya que nunca desayuna en forma. El
cuarto botón de su camisa roja parece a punto de estallar, pero Stallman está
embebido con su computadora blanca y barata de fabricación china.
Intento entablar
una charla con este hombre de cabellera larga y barba blanca que cuando se le
antoja responde y cuando no manifiesta que se siente ofendido por la pregunta o
simplemente dice: “¡No oigo!”, subiendo de tono hacia el regaño, como si el 99%
de las cosas le fastidiaran.
Sin embargo, le
gusta jugar con las palabras, así que mientras a Álvaro Uribe le llama
‘Horrible’ y busca cómo apodar al presidente Juan Manuel Santos, a un profesor
que orgulloso le muestra una tableta ultraplana, le recomienda que mejor la
tire a la basura.
Stallman es
conocido en la historia de la computación como uno de los primeros hacker y
desde que en 1971 como estudiante de física de la Universidad de Harvad se infiltró en el Laboratorio de Inteligencia
Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en
inglés), no lleva teléfono celular, no usa redes a las que deba ingresar una
clave y no deja que le tomen huellas dactilares. No quiere que nadie lo
rastree, pero si un servicio secreto o una multinacional se propusieran esa
misión, lo más sencillo sería seguir el rastro de los residuos de zanahorias
que va dejando en su cuarto, en el baño, en la mesa… idéntico a su paisano Bugs
Bunny.
En
su maletín negro lleva además de documentos, muchas bolsas de té porque está
hastiado de que le brinden bebidas dulces con sabor a frutas, y por eso pide
“un vaso de agua en su punto de ebullición”. También carga unos caramelos de
canela y botones, calcomanías y manillas de su Free Sofware Foundation.
Asegura que no
se cansa, pero que por estar atendiendo otros asuntos, entre ellos fotos,
autógrafos y periodistas, no tiene tiempo para dedicarle a su
trabajo. Vive en la periferia de Boston, pero habita en las nubes y entre los
aviones, porque va por el mundo
propalando sus teorías ‘anticasitodo’.
Quizás por su
signo Aries, es de un temperamento que, para ser francos, no se lo aguanta ni
su propia sombra. A lo mejor es por esa razón fue que una novia colombiana que
tuvo y de cuyo nombre prefiere no acordarse, lo dejó, aunque él dice que ella
“ya no me ama”. ¿Y las vacaciones? ¡Nunca tomo vacaciones!, subraya con su
acento gringo de película, y luego indaga: ¿Cuánto dura este viaje”, sin saber
que apenas hay una cuadra y media entre su suite y el auditorio donde dictará una charla de una hora
por el equivalente a 400 devaluados dólares.
Stallman acepta
esta entrevista que le agobia, pero quién lo mandó a ser el padre del GNU
(‘Ñú’), un sistema operativo completamente libre. No para de refunfuñar y razón
alguna para hacerlo, acata al final el pedido de enfundarse la túnica negra y
acomodarse la aureola que carga en una bolsa plástica amarilla. Es la prueba
irrefutable de que ‘San Ignucio’ bajó de los cielos.
¿Cuál es la diferencia entre el software libre y el
software gratis?
Conocen todos la
diferencia entre las palabras libre y gratuito; uno se trata de tu libertad y
otro se refiere al precio, entonces son dos asuntos sin mucha relación. No me
interesa mucho por el precio del software. El software libre no tiene reglas
acerca del precio y si uno vende una copia y otro la compra, puede pagar cuanto
se acuerde, pero para ser software libre tiene que respetar la libertad de
quien tenga una copia.
¿Su lucha es contra el sistema, contra el
capitalismo, contra qué?
¡No, no, no! Si
se trata del asunto del software libre, estoy por la libertad de cada usuario y
contra el poder del desarrollador. Con el software hay dos posibilidades: los
usuarios tienen el control del programa o el programa tiene el control de los
usuarios. El primer caso es el software libre, en el que los usuarios tienen el
control de su propia informática. Con un programa privativo, el programa tiene
el control de los usuarios, pero siempre hay alguien -el desarrollador o dueño
del programa- que tiene el control del mismo, que en términos sociales se
convierte en un yugo, un instrumento de poder del dueño sobre los usuarios.
Aquí está la injusticia, porque para tener libertad necesitamos no usar
software privativo. Estoy en contra de la opresión en la informática. Hay otras
formas de tiranía en este campo a las cuales también me opongo, pero igualmente
presto atención a otros asuntos políticos.
¿Cuáles son las cuatro libertades con respecto al
software que usted propone?
El criterio
específico de que un programa sea libre, es llevar las cuatro libertades
esenciales, que son las libertades que hacen falta para que los usuarios tengan
el control del programa.
La ‘libertad
cero’ es la de ejecutar el programa como quieras. La ‘libertad uno’ es la de
estudiar el código fuente del programa y cambiarlo para que haga tu informática
como quieras. El control individual no basta, entonces requerimos la ‘libertad
dos’ de redistribuir copias exactas del programa cuando quieras, y la ‘libertad
tres’ de redistribuir copias modificadas del programa cuando quieras.
Hace falta decir
que estas libertades no son obligatorias. Por ejemplo la ‘libertad cero’ dice
que puedes ejecutar el programa como quieras, pero si eres masoquista puedes
ejecutarlo como ‘no quieras’, y también puedes decidir no ejecutarlo. Tampoco
es obligatorio distribuir copias exactas o modificadas.
¿Pero un mundo digital sin controles y vigilancia no
es lo más cercano al caos?
Es una pregunta
sin relación con la realidad. El hecho es que van aumentado en mucho la
vigilancia que hacen gracias a la tecnología digital, y la cuestión es aumentar
la vigilancia o no. No necesitamos más vigilancia. El peligro principal viene
del Estado y es el Estado quien tiene más poder por la vigilancia. Los
colombianos deberían saber que el gran peligro viene del Estado. Los
terroristas principales son los del Estado.
¿Le preocupa lo que puedan hacer las multinacionales
contra usted? ¿Le angustia lo que pueda pensar Bill Gates?
Tengo la
esperanza que me odien, porque si no me odian es que no he hecho bastante.
¿Cuál es la relación entre GNU y Linux?
GNU y Linux se
usan juntos en la combinación del sistema operativo. Lancé el desarrollo de GNU
en 1984 y la meta fue desarrollar un sistema operativo completamente de
software libre, sin siquiera una línea de software privativo, porque si usas
algún programa privativo te priva de tu libertad. Entonces trabajábamos mucho y
en 1992 teníamos casi todo el sistema, pero faltaba un componente esencial que
suministra los recursos de la máquina a los demás programas. En ese año (Linus)
Torvalds, que había desarrollado un componente privativo llamado Linux, lo
liberó, entonces la combinación del sistema casi completo GNU y Linux, fue un
sistema completo y libre. Un nombre apropiado es GNU con Linux, pero muchos
cuando hablan de esta combinación lo llaman Linux, que no es correcto ni justo
hacia nosotros. Por favor danos crédito igual.
Usted se ha confesado ateo. ¿Detrás suyo hay algún
espíritu del mal?
Qué absurdo
insulto. Puedo decir lo mismo a ti o a quien quisiera solo insultar. Esta
pregunta no merece respuesta.
¿Cómo se hacen los buenos programadores?
Si tienes un
gran talento podrás hacer programas grandes e importantes; si tienes menos
talento no harás tanto. Entonces todo depende de cuánto talento tengas, y yo no
lo sé, pero tú sabrás. Si programar te parece difícil, es probablemente porque
tienes menos talento. Si hacerlo es un deleite, es probable que tengas mucho talento,
porque con él programar es un placer. Esto no quiere decir que cualquier
trabajo es fácil y rápido. Hay trabajos difíciles, pero si tienes el talento de
programador, hasta hacer los trabajos difíciles es un placer.
¿Cuál es el modelo económico del software libre?
No hace falta
que tenga un modelo económico. La libertad es más importante que lo económico.
Desarrollar software privativo es malo y no se debe hacer. Es como otras cosas
lucrativas que no se deben hacer, como por ejemplo la minería dañando el agua.
No se debe hacer y si no hay modelo económico para hacer sin explotación de oro
sin dañar el agua y el medio ambiente, entonces que no haya minas. Hay que
proteger el agua y también hay que proteger la libertad.
El software es
legítimo si es libre. Si quieres escribir un programa libre, ganando dinero o
no, es ético, y muchos escriben programas libres como voluntarios, por eso no
necesitamos tener modelos económicos. Pero tampoco sería deseable tener un solo
modelo económico y de hecho hay más de uno. Hay empresas grandes que financian
el desarrollo de software libre porque lo encuentran útil y también hay
pequeñas empresas que suelen desarrollar soluciones para clientes, pero en el
proceso mejoran programas libres.
Casi toda la
programación pagada en el mundo es desarrollo de soluciones para un cliente, y
este negocio funcionaría más o menos igual si todo el software fuera libre. Los
mismos clientes tendrían que pagar el desarrollo de las mismas soluciones.
¿Deberían las universidades enseñar solo con
software libre?
Sí, y no solo
las universidades sino todas las actividades educativas, porque enseñar el uso
de software privativo, es enseñar dependencia, es debilitar a la sociedad.
La escuela tiene
una misión social de educar a buenos ciudadanos, solidarios, independientes y
libres. Enseñar el uso de un programa privativo es como enseñar el uso de la
heroína y eso no se debe hacer. Algunos desarrolladores de software privativo
suelen regalar copias de sus programas no libres, y lo hacen para crear una
dependencia y aprovecharse de la escuela para implantar la dependencia. Es como
darle a la escuela ampollas gratuitas de drogas para que las inyecten a sus
alumnos para hacerlos dependientes. La primera dosis es gratis. La escuela
tiene el deber de rechazar esas drogas y ese software privativo.
Recientemente detuvieron en España a un hacker
relacionado con una compañía europea de ciberseguridad y lo acusan de vender
información confidencial. Así lo llamaron a usted desde el comienzo.
Todavía soy
hacker. ¿Y qué quiere decir hacker? Es alguien que tiene la costumbre de
divertirse empleando su inteligencia con un espíritu juguetón. Se puede ser
hacker en cualquier campo, no necesariamente con computadoras.
¿Pero se siente como Francis Drake y Morgan, o no?
No ataco barcos.
Ataca el sistema.
Ataco la
injusticia, pero esto tiene nada que ver. Un pirata ataca barcos, y lo que hago
no tiene mucho que ver con barcos. Supongo que en algunos barcos hay sistemas
GNU con Linux, pero no ataco esos barcos ni a los otros barcos. No soy pirata.
A veces comparto copias no autorizadas de las obras porque compartir es bueno,
pero no tiene nada que ver con la piratería. Estoy en contra totalmente de la
práctica de atacar barcos y secuestrar a los equipos.
En nuestra época
las empresas tienen demasiado poder y entonces no tenemos democracia. La idea
con la democracia es que los muchos no ricos se unen para colectivamente tener
más poder político que los ricos y para que ellos no puedan hacer lo que
quieran. Si un Estado tiene forma democrática pero no logra proteger a la gente
de los ricos, no practica verdadera democracia. Este es el problema en Estados
Unidos y en Colombia.
¿Cómo le caen las redes sociales y en especial
Facebook?
Son dos
preguntas casi sin relación. No veo nada malo en la idea abstracta de un
sistema de red social, pero Facebook es un motor de vigilancia y abusa de
muchas maneras de sus usuarios, de sus víctimas. Es importante no usar
Facebook.
¿Simpatiza con Anonymous?
Sí, porque lo
que Anonymous hace es protestas en la red, y los que no son amigos de la
democracia cuando alguien transfiere una práctica democrática del mundo físico
al mundo virtual, intentan criminalizarlo.
¿Hay alguna manera de librarse de toda la vigilancia
que hay en la red?
Una parte es si
rechazas el software privativo, porque muchos de esos programas tienen la
funcionalidad de vigilar al usuario. Son instrumentos del poder de alguien
sobre los usuarios y una manera de ejercerlo es vigilándolos, y lo hacen. Los
desarrolladores del privativo saben que si introducen funcionalidades
malévolas, los usuarios no tienen la posibilidad de cortarlas porque son
víctimas indefensas. Pero hay otras maneras de vigilarnos, por ejemplo la
revisión de su uso a través de los proveedores del servicio. El teléfono móvil
es un instrumento de vigilancia y seguimiento porque dice frecuentemente dónde
está y el sistema de telefonía puede tomar nota de todas las ubicaciones de
todos los teléfonos y hacer un historial de cada persona, lo cual es bastante
completo para comprender la vida de alguien. El software en un teléfono móvil
suele tener también una puerta trasera y pueden convertirlo en dispositivo de
escucha, lo cual se podría bloquear con un teléfono sin software privativo,
pero no existe. Por eso mi deber no llevar teléfono móvil.
Cada vez toda más fuerza la tendencia a hacer
computación en la nube.
No existe. Ese
término es pura confusión. Confunde varias maneras de usar el Internet, pero
cada manera plantea otros asuntos. Si generalizas sobre tantas maneras diferentes
no es posible decir nada. Cuando alguien dice ‘computación en la nube’,
probablemente tenga en mente algún uso específico. El problema es que por ese
término vago no podemos saber de qué se trata. En un artículo quiere decir
‘eso’, y en el otro usa el mismo término pero quiere decir ‘eso’, y son
completamente diferentes. Usar ese término lleva a una conversación inútil,
entonces que no se use. ‘Computación en la nube’ es un término de mercadeo que
suena bien y no dice nada, entonces atrae a los tontos a hacer cualquier cosa
sin prestar atención a las ventajas o desventajas que tiene. El peligro es
decidir sin pensar qué me invitan a hacer, quién tendrá mis datos, quién hará
qué, bajo el control de quién se hará mi informática, dónde se hará.
¿El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y
Colombia favorecerá el campo de la informática?
¡Este nombre es
una mentira! Son tratados de libre explotación y atacan la democracia porque
transfieren el poder político del Estado a las empresas; por lo tanto hay que
romperlos todos, empezando por la Organización Mundial de Comercio que es muy
dañina a la democracia. Los países tienen que salirse de la OMC para salvarse.
¿Qué entiende por Derechos de Autor?
El derecho de
autor no es un principio ético, es una ley, y una ley puede ser justa o
injusta. Esta es una cuestión ética. Compartir es bueno y debe ser legal. Si
una ley contradice esta conclusión ética, la ley me parece injusta.
A usted le han otorgado siete doctorados honoris causa en Europa y América. ¿Los
guarda debajo de la cama?
Un doctorado es
algo abstracto; no es un objeto físico. Entonces no los pongo en ningún lugar.
¿Qué le falta en su vida?
Ganar esta
batalla. He logrado bastante, si juzgo según lo que una persona puede lograr,
pero no basta porque lo que hace falta es vencer al enemigo y no lo hemos
vencido, entonces no puedo estar contento.
¿Que tal que la ONU de cumpleaños 60 le regalara la
noticia de que debe primar el software libre? ¿Cómo celebraría?
No sé, porque no
sé celebrar. Supongo que prestaría mi atención a otra injusticia, porque no
faltan injusticias en el mundo. Para establecer una libertad durable, no basta
con regalarle la libertad a la gente porque si no la valoran, la abandonarán.
Hace falta también enseñar a valorar la libertad, para no perderla. Hemos
perdido la democracia por no oponernos bastante a los Tratados de Libre
Explotación porque presentaban unas supuestas ventajas, usualmente falsas,
porque los que ganan son el uno por ciento y los demás pierden. Como sociedad
no le prestamos suficiente atención a mantener la democracia y así trocamos la
democracia por beneficios imaginarios.
Usted pelea por una libertad pero no deja la computadora ni cuando va al baño. ¿Es
esclavo de ese aparato?
¡No! La uso para
hacer cosas que quiero hacer. Lo que hago principalmente es escribir y
comunicar.
¿Quiénes lo oyen y lo siguen?
No sé. Qué
pregunta tonta, cómo sabría yo. Cada uno puede prestar atención a lo que digo o
no. No lo sé y no tengo que preocuparme con eso.
¿Lo suyo es una secta?
¡Por favor! Por
qué preguntas con insultos.
¿Dónde dejó hoy el vestuario de ‘San Ignucio’?
Suelo presentar
a ‘San Ignucio’, mi otra identidad, en mis conferencias sobre el software
libre.
¿Tiene un santo de la guarda?
No. ¡Soy santo!
Soy ‘San Ignucio de la iglesia de E-max’.
Muchas gracias, ‘su majestad’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario