Cuento infantil “Los Fantasmas del Páramo”, escrito por Luis Álvaro Mejía Argüello, director cultural de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y uno de los responsables de que Bucaramanga aún cuente con la librería Tres Culturas. Este libro ha sido publicado por la Financiera Coomultrasan en sus 50 años de fundación.
Semejan esponjas
que guardan por siempre en su corazón una gota de agua.
Los fantasmas no
duermen. Trabajan con unas plantas maravillosas que viven en las alturas, en
esa inmensa fábrica de agua, llamada páramo.
Durante el día y
la noche, los fantasmas junto con las plantas de hojas velludas, recogen del
frío húmedo de las nubes, del aroma del viento, unas pequeñas partículas de
agua, que las van uniendo y transformando en gotas que le entregan a la piel
del páramo.
El agua se
sumerge y recorre una interminable red de canales en la montaña.
Al final se unen
todas en el corazón del páramo, para dar nacimiento desde allí, a las lagunas,
quebradas y ríos que llevan el agua a los pobladores de pueblos y ciudades.
Los fantasmas,
viven preocupados ante la presencia de hombres con máquinas que taladran el
páramo.
Rompieron la
armonía y el silencio de los sueños.
La fábrica del
agua le ha costado a la naturaleza millones y millones de años, tiempos que no
caben en la imaginación de los humanos. Mil y mil años, los fantasmas se mueven
con el viento que guarda las alturas.
La fábrica del
agua, es tan perfecta, que no se puede perforar.
Los fantasmas
han tratado de impedir, pero caen y se pierden siempre en las profundidades
oscuras que hacen los taladros.
Los fantasmas
deciden buscar ayuda. Hablan del peligro en que se encuentra la fábrica del
agua.
Buscan a los
sueños de los niños que viven en la zona, pues muy a menudo se encuentran con
ellos.
Reunidos en
asamblea, Los Sueños y Los Fantasmas deciden ir a los pueblos y ciudades a
contar la historia.
Las luciérnagas
abren caminos en la noche. Los grillos anuncian la llegada con sus agudas notas
invisibles.
Se reúnen con
los sueños de los niños de pueblos y ciudades en una gran asamblea y deciden
elegir, la obra más maravillosa, que es capaz de convencer a los hombres de la
necesidad urgente de defender la fábrica del agua.
Si no es así,
todos los sueños de los niños estarían destinados a desaparecer en medio de un
mundo árido y desértico.
Todos están de
acuerdo en escoger a Gota de Rocío, pues han sentido, estando en el vientre de
su madre, la ternura y sensualidad que produce en la piel del corazón, una gota
de rocío en el pétalo de una rosa.
Gota de Rocío viaja
con alas de sueños.
Lleva el mensaje
de conmover a todos los hombres y mujeres de la tierra.
En Gota de
Rocío, se resume el encanto del agua, la ternura del silencio, los colores del
amanecer y el camino de la esperanza.
Cumplida la
misión, los sueños de los niños acompañan a miles de hombres y mujeres que
emprenden el camino para armar una red de voces que proteja la fábrica del
agua.
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