Cada vez que una
sombra se mueve por el pasillo, Luis Alonso Colmenares Rodríguez mira con
nerviosismo desde el salón D-2-3. Es el padre de Luis Andrés, el estudiante de
la Universidad de los Andes que el 31 de octubre de 2010 perdió la vida en
Bogotá, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas y que han generado
el caso judicial más sonado en los últimos años en Colombia.
Esta es la entrevista que le hice en el
intermedio de la clase de posgrado que Colmenares Rodríguez dictaba en agosto pasado en un aula de la UNAB (Bucaramanga), de donde el presidente del Consejo Técnico de la Contaduría
Pública y excontador general de la Nación no salió ni para tomarse un café. No
sabe lo que pueda pasar, ni qué callos esté pisando, y por lo tanto se mueve
con sigilo, sin desamparar un morral negro repleto de libros y códigos, al que
prendió un botón con la foto de su hijo y su clamor: “Solo pido justicia”.
¿Terminará la pesadilla?
Eso es lo que
espero. Yo tengo confianza en que Dios nos tiene que acompañar en todo esto.
Tengo fe, creo en la Justicia y asumo, en ese mismo sentido, que todo tendrá
que llegar al final en términos de establecer las responsabilidades que
corresponden.
Estamos a dos meses de los dos primeros años de la
muerte de su hijo. ¿Siguen con fuerzas o el desaliento se apoderó de la
familia?
La solidaridad
que hemos recibido del país en general, de la gente que sin conocernos se ha
expresado y vinculado a nuestra causa, es lo que nos mantiene ahí, al frente.
Eso es lo que nos da fortaleza y nos ayuda a desplegar todo el esfuerzo que sea
necesario a efectos de que finalmente la Justicia tenga que actuar conforme
como corresponde.
¿Los medios de comunicación han ayudado a dar luces
en el caso o, por el contrario, lo han enturbiado más?
Definitivamente,
porque si no hubiese sido por los medios muy seguramente que este caso
relacionado con el crimen de nuestro hijo Luis Andrés pues no hubiera tenido la
difusión y el conocimiento público que ha tenido.
¿Se les ha ido la mano a algunos medios?
De pronto se
incurre en algunas ocasiones en situaciones indelicadas… pero en mi caso
personal considero que son aspectos propios de las mismas circunstancias, de lo
que es el medio por tratar de mantener su audiencia, su expectativa, pero tengo
que reconocer que en general ha sido un apoyo fundamental.
¿Mario Iguarán, exfiscal general y apoderado de
Carlos Cárdenas -investigado por la muerte de Luis Andrés-, ya los demandó por
la divulgación del video en que presuntamente aparece reuniéndose en el mes de
julio con la jueza tercera de control de garantías, María del Carmen Vallejo,
minutos previos a la audiencia de revocatoria de la medida de aseguramiento
contra Cárdenas?
Entiendo que sí.
Ya el doctor (Jaime) Lombana me informó que el lunes tenemos que estar en una
fiscalía, pero la verdad es que no sé cuáles serán sus razones ni qué será lo
que quiere que se le diga o se explique. Él (Iguarán) no puede negar que yo lo
vi dentro del despacho de la juez, porque además no es ni siquiera porque yo lo
diga; es que el video es una clara muestra de que efectivamente así lo fue. Ahí
si él lo que plantea es que yo diga qué fue lo que escuché, pues yo no puedo
llegar tampoco a ese nivel de irresponsabilidad porque pues yo no escuché lo
que estaban hablando. Lo que yo sí puedo decir es que lo vi.
¿Qué es lo más truculento o escabroso que ha visto
en este proceso?
Pues lo que
conozco y que finalmente en su momento la Fiscalía pondrá en conocimiento
también del país cuando se estén llevando a cabo los juicios que correspondan,
porque es que ya nosotros tenemos un conocimiento claro y preciso de qué fue lo
que pasó con Luis Andrés.
¿Contra qué o contra quiénes se están enfrentando
ustedes realmente?
No lo sabemos
exactamente, pero por lo menos uno sí puede inferir que tiene que ser contra
alguien con un poder suficiente como para que hubiese pasado todo lo que pasó.
Que por ejemplo la ropa de Luis nunca hubiera aparecido; que 17 cámaras que hay
desde la discoteca Penthouse (‘zona rosa’ del norte de Bogotá) hasta el caño El
Virrey no hubiesen entregado pruebas de los videos que allí estuvieran; que se
hubiese intentado desde diferentes partes obstruir el desarrollo de las
investigaciones; que dentro de los primeros ocho meses después del crimen eso
no hubiese tenido ningún movimiento... Es decir, hay una cantidad de cosas que
lo llevan a uno necesariamente a concluir que hay un poder supremamente grande,
que es superior a nuestras fuerzas pero que por ese solo hecho nosotros no
vamos a claudicar. Vamos a llegar hasta donde nos tenga que conducir la verdad.
¿Aparecerán más testigos?
Yo sí creo, y la
Fiscalía ya lo ha dicho.
¿Sin el abogado Lombana qué habría sido del caso?
Pues no sabría
ni siquiera qué pensar, pero lo que sí tengo que decir con respecto a nuestra
familia es que es un apoyo fundamental, porque si no hubiese sido que él
apareció de una manera generosa a ofrecernos su respaldo y su apoyo en esta
causa, no alcanzo ni siquiera a pensar qué nos hubiera pasado. Su apoyo ha sido
vital en el desarrollo de esta investigación.
Laura Moreno y Jessy Quintero -compañeras de
universidad de Luis Andrés- insisten en que son inocentes. ¿Será que usted no
ve eso o será que el cinismo de ellas no tiene límites?
Yo más bien creo
lo segundo que lo primero, porque es que de acuerdo con lo que nosotros ya
sabemos y conocemos efectivamente ellas tuvieron mucho que ver, por una parte
directamente en el crimen y por la otra en crear una serie de confusiones que
hoy a muchos incluso todavía les genera duda su misma responsabilidad, pero es
más por lo que ellas han querido plantear.
¿El caso de su hijo ha servido al menos para que
sean visibles otros casos similares?
Creo que sí,
porque ha permitido que muchas personas se sientan como con valor para llevar a
cabo las investigaciones que sean necesarias en los casos en los cuales la
opinión pública ha conocido que se han presentado situaciones lamentables. Eso
de alguna forma ha inducido a que las víctimas se sientan con fuerza para
reclamarle al Estado que las investigaciones se cumplan.
¿Se arrepiente de algo que haya dicho?
¡Nooo!, de
ninguna manera, porque además en ese sentido he tratado de mantenerme
controlado y le pido siempre a Dios que me de la fuerza suficiente para no
actuar ni injustamente ni de manera material contra nadie. Yo creo en la
Justicia.
¿Carlos Andrés Cárdenas Gómez debe estar en la
cárcel, en su casa por cárcel o libre?
Eso lo tienen
que definir son los jueces, y yo en esa discusión no quiero caer porque además
no tiene ningún sentido. De lo que sí no me queda duda es que muy buena parte
de la vida que le queda por vivir la tendrá que cumplir en donde la tienen que
cumplir los responsables de los crímenes y él es un responsable de un crimen.
En un país en el que campea la impunidad, usted se
aferra a que la Justicia brille algún día. ¿Y si eso no ocurre?
Tengo confianza
en que eso finalmente tendrá que cumplirse. Si la Justicia de los hombres no es
capaz de establecer estas responsabilidades, mi fe me dice que al menos la
Justicia divina será implacable.
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