viernes, 21 de diciembre de 2012

Segunda parte de mi viaje a las entrañas del Opus Dei


Segunda parte de esta exploración al mundo de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, creada hace 80 años por el español José María Escrivá de Balaguer y Albás, convertido en santo por el papa Juan Pablo II en 2002.


Alfredo Enrique Velásquez Montealegre sabe disimular la incomodidad que le causan algunas preguntas, pero sigue adelante, explicando y defendiendo los alcances de la prelatura personal del Opus Dei.

Sentado en la salita que da al patio de la casa ubicada en la calle 44 con 29, el director del Centro Cultural Las Palmas intenta conservar la compostura al escuchar las afirmaciones de quienes ayer seguían a pie juntillas a san José María Escrivá de Balaguer y Albas, marqués de Peralta, y hoy (octubre de 2008) cuestionan su pensamiento.

Afirma que cualquier persona, sin importar el dinero que tenga, puede ingresar a la orden, pero guarda sigilo cuando se le pregunta por la identidad de sus miembros en Santander, que aspiran a alcanzar la santidad en la vida cotidiana, con esmero y sufrimiento.

¿Los curas pederastas a dónde van?

Dios es el único que juzga. No podemos decir nada. Dios sabrá qué les ha pasado, por qué les ha pasado y sabrá juzgarlos con absoluta justicia pero con absoluta misericordia. Eso no lo entendemos los hombres; en Dios sí es posible.

Juan Pablo II negó que el infierno existiera como lugar físico. ¿Ustedes cómo lo ven?

El infierno es estar separado de Dios, que es un dolor inmenso, más grande que cualquier dolor imaginable porque el hombre está para estar con Dios. Quien  no hace méritos permanecerá sin Dios y ese es el infierno.

¿Y entonces esos cuadros que dibujan llamaradas, serpientes y seres demoníacos?

Eso son ilustraciones que a catequistas y profesores les parecieron adecuadas para que los niños y otras personas fueran entendiendo, pero cuando la persona tiene una cultura un poco mayor se da cuenta que son solo eso: ilustraciones de una situación. El demonio y el infierno existen, pero no son lugares ni personas físicas. El demonio es un espíritu malo que influye sobre las personas y el mundo. Y el infierno es el estado de separación de Dios.

¿Será entonces que el demonio se apoderó de Fernando Quiroz y lo llevó a que escribiera la novela “Justos por pecadores” -ver edición 142 de 15- en la que devela un mundo siniestro detrás del Opus Dei?

Algunos podrían pensar que sí al leer algunas cosas que escribió. Puede ser que influido por diversas situaciones, porque quizás Fernando tuvo un paso por la obra muy negativo. Quiero decir: leyendo sus entrevistas y su libro, siente uno que lo marcó muchísimo. Tal vez es de las personas que no logró asimilar muchas cosas de la obra, habiendo estado muy poco tiempo, porque en un año largo uno no alcanza a contemplar todo.

Para mí resulta dolorosísimo porque conozco la obra de toda la vida y es mi familia, pero de todas maneras algo lo llevará y doy por descontada su buena voluntad. Él siempre ha manifestado que lo hace con total rectitud y por hacer una denuncia. En la obra respetamos eso, pero al mismo tiempo nos duele porque muchas cosas son equivocadas, dañan la fama y han hecho mucho daño a la obra. No pienso que el camino sea controvertirlo. En su conciencia él sabrá y Dios sabrá.

¿Hay mentiras en ese libro de Quiroz?

Sí y no. Él dice que es una novela con componentes reales, entonces de las afirmaciones que hace uno cómo puede establecer cuáles son novela y cuáles son ficción. Él debería publicar un catálogo diciendo esto es novela y esto es real. Si uno leyera literalmente todas las cosas que aparecen en su libro, hay muchísimas mentiras.

¿Por qué hay tantos ex miembros del Opus Dei que son tan críticos de la obra y han creado sitios como www.opuslibros.com donde la que cuentan es una película completamente distinta?

Me parece que son casos similares al de Quiroz, que han tenido una experiencia muy dura, no han asimilado bien la exigencia y les quedó muy marcado. A tal punto que los ha llevado a ponerse en contra de la obra. Es triste pero es una dura realidad. Si una persona abandona una institución y habla mal de ella, generalmente es porque le fue mal, porque tuvo una mala experiencia y eso lo dejó marcado. También puede ser que después de haber conocido el Opus Dei no están de acuerdo y se puede no estar de acuerdo porque estamos en un mundo libre. Están en su derecho, ojalá lo hagan respetuosamente y ajustados a la verdad. Lo de Fernando no me parece nada bien porque entre ficción y realidad pone en el medio a una institución que para muchas personas es queridísima. Es una afrenta durísima, pero así es la vida y tenemos que asimilarlo.

¿Qué puede llevar a que un doctor en teología de la Universidad de Navarra y canónigo de la Catedral de Toledo (España) como Enrique Pérez Amez (ver recuadro), diga: “Percibo mis años en el Opus Dei como una mezcla de tomadura de pelo y manoseo indecoroso e indecente de la propia vida”?

Su mala asimilación de la vocación y del espíritu del Opus Dei. No logró asimilarlo y puede ser por error de nosotros los directores. Quizás fracasamos con esa persona y no logramos venderle la idea. Siendo el ideal de la santidad que promueve el Opus Dei algo tan noble, originar en esta persona y en otras así este tipo de reacciones, quiere decir que no lo hicimos bien, tenemos que esmerarnos en hacerles vivir con cariño y aun si no quisiera seguir que no siguiera, pero de modo amable y positivo. Es un gran fracaso.

Puede también haber culpa en él, que no logró asimilar o que no se exigió, pero es muy triste. En cualquier institución pueden darse ese tipo de situaciones.

¿Pero cómo es posible que alguien llegara tan alto y ahora haga afirmaciones como: “Escrivá edificó el Opus sobre las cenizas del miedo, la ingenuidad, la ofuscación, el oscurantismo y, sobre todo,  ‘las promesas de un incierto más allá’ puesto al alcance de las manos de sus adeptos”?

Eso es sorprendente, pero lamentablemente se da por una confluencia de circunstancias. No debería darse.

¿Cualquier persona puede ser miembro del Opus Dei o hay algún tipo de veto?

Para estar en el Opus Dei se necesita vocación. La vocación es un llamado personal de Dios que experimenta la persona y que los directores espirituales le ayudan a evaluar. Es algo muy personal. Cuando una persona ha ido conociendo el Opus Dei un tiempo prudencial y de modo adecuado, él mismo puede pedirle su admisión al director del centro al cual está asistiendo. Puede decirle ‘me parece un ideal maravilloso y siento como que Dios me llamara a la obra’. Podría ser que no sea él el que lo plantee sino yo como director.

Sea de una manera o de la otra, él se lo plantea a fondo y lo estudia durante un tiempo. Como director le planteo al consejo local que me asesora, que fulanito de tal me expresó o yo le expresé y lo veo así y así, entonces que lo piense unos meses. El tiempo no está reglamentado, porque hay gente que ha conocido la obra y ha ingresado en dos o tres meses, y otros que han tardado veinte años. El director tiene que conocer a la persona y eso implica en sus cosas personales. No es un conocimiento solo externo de qué títulos tiene o dónde vive, sino también en sus disposiciones de lucha porque al Opus Dei se viene es a luchar por ser santo en la vida cotidiana.

Entonces si él y el consejo local consideran que sí hay una vocación de por medio, lo pueden autorizar, y ahí es donde comienza el acto jurídico por el cual una persona se adscribe. Le escribe una carta al prelado o al vicario en donde solicita; esa carta la custodio yo y se van dando los pasos hasta cuando la persona es admitida.

¿Cuenta mucho la declaración de renta? ¿alguien que no viva en Cabecera o que no tenga finca en la Mesa de los Santos puede ser miembro del Opus Dei?

La obra no tiene un condicionamiento o discriminación hacia ningún estrato ni económico, ni intelectual ni de ningún estilo. En Bucaramanga el único centro que existe por ahora es el de Cabecera, en un barrio bueno, pero con el paso del tiempo habrá centros en todos los estratos. Ya en un buen número de ciudades del mundo hay centros de la obra en todos los estratos. En Colombia todavía no porque la labor no se ha desarrollado tanto. En Bogotá ya casi estamos ocupando todos los estratos. Estamos abiertos a todo tipo de personas.

¿Cuántos numerarios, supernumerarios y aportantes del Opus Dei hay en Bucaramanga?

Somos cuatro numerarios y 21 supernumerarios. Aparte de eso hay unos 50 cooperadores, pero ellos no son miembros del Opus Dei.

¿Qué otras propiedades tiene el Opus Dei en esta ciudad, aparte de esta casa en el Parque de las Palmas?

Pues en sentido estricto ninguna otra. En sentido amplio: el Colegio Saucará, el Colegio Cantillana y el Pre-escolar Yatay. Digo en sentido amplio porque estrictamente no son del Opus Dei. Están promovidos por algunas personas del Opus Dei, pero la obra como tal no responde por ellos. El Opus Dei da asesoría y como director voy y trabajo, pero eso es de la Asociación para la Enseñanza Aspaen, que es a nivel nacional. Los bienes, el terreno, los edificios, pertenecen a la Corporación de Padres de Familia Corpade.

¿Qué personalidades locales están en las filas de este ‘ejército de Dios’?

No puedo responderle por dos razones: habría que discutir qué es una personalidad y no me parece un tema adecuado. Yo creo que personalidad somos todos. En la obra no se le da mayor importancia a César Mauricio Velásquez porque esté en la Secretaría de Prensa de la Presidencia, que a la empleadita que nos barre la casa. Mejor dicho, le doy más categoría a la empleadita porque la admiro.

Segundo, porque ser del Opus Dei es de la intimidad de las personas. ¿Por qué yo voy a estar divulgando que X, Y ó Z persona es de la obra? Que lo diga él o ella, pero yo divulgarlo sería una indelicadeza. Si es una cosa de su lucha personal por qué tiene que estar contando que busca la santidad en medio del mundo.

¿Entonces qué figuras públicas son del Opus Dei?

Tampoco le respondo en razón de la misma discreción. Si esas personas me ven en el periódico 15 diciendo que son del Opus Dei, pues me reclamarán por qué lo dije sin su autorización, siendo ese un asunto de su intimidad. Eso es como si me preguntas qué personas tienen en su casa tal tipo de muebles. ¿Hace falta meterse a la casa de la gente?

Entiendo su interés como periodista, pero para el Opus Dei eso no es importante. Dime de esos 90.000 miembros cuántas personalidades del mundo habrá. Son poquísimos y a veces decimos que es muy bueno que mencionen a César Mauricio Velásquez o al almirante Guillermo Barrera, ¿pero los demás no somos importantes? Nos deberían sacar también a los demás. Los 89.000 restantes pesamos más. ¿Por qué a ellos? ¿Porque alcanzaron un puesto público? En la obra nos manejamos en un ambiente espiritual y sobrenatural. El fundador decía que la importancia del trabajo se mide por el amor de Dios que se pone, no por el cargo y posición humanos que son tan relativos.

¿A qué le atribuyen la imagen negativa a nivel internacional que tiene el Opus Dei en ciertos sectores y que haya personas que digan que “en la obra todo es absurdo, nada tiene sentido. El Dios de Escrivá no es el de todos y... Dios o es el de todos o no es”?

Desconocimiento de la obra y en algún caso a una mala asimilación de las cosas que se viven en la obra. Yo, que he estado toda mi vida en la obra, cuando escucho unas palabras como estas, digo ‘esta persona no comprendió; se enteró de algo pero muy poco y tal vez se quedó con el cilicio y no vio otros aspectos’.

Quienes hablan de un “holocausto opusdeístico”, ¿a qué se refieren?

No sé quienes son ésos. No sabría decir a qué se refieren cuando dicen holocausto. Algunas personas tienen una percepción de la obra como una fuerza social, política, económica, y eso no es cierto. Puede ser que haya personas del Opus Dei en posiciones políticas importantes, que haya gente con mucho poder económico en el Opus Dei, porque es que la santidad es para los que son pobres y los que son ricos; pero que haya un movimiento oscuro, secreto, para apoderarse o para atacar a éste o al otro, eso no es así.

Sí podría decir que hay un gran espíritu apostólico y evangelizador. Las personas de la obra, como los católicos en general, procuramos influir mucho en la sociedad, pero respetando la libertad de cada uno. Ojalá que todos los legisladores fueran personas que entendieran la moral cristiana. Es un fracaso de la Iglesia y de los católicos que se aprueben cosas que son contrarias a la moral como el aborto y la eutanasia.

¿Qué explicación le da a quienes cuestionan la canonización relámpago de Escrivá, quien murió en 1975, fue beatificado 17 años después y hecho santo en 2002?

Que investiguen bien cómo se dieron todos los pasos jurídicos para ello, que ha sido un punto en el que la Iglesia se ha dinamizado muchísimo. Cada vez más rápido se está beatificando y canonizando cuando hay lugar. El proceso de canonización del fundador se llevó con mucho cuidado, diligencia y categoría. No podía ser menos porque si el Opus Dei predica hacer bien las cosas por amor a Dios, cómo el proceso del fundador iba a ser hecho con menos nivel.

¿Qué concepto tiene el Opus Dei de los jesuitas?

A los jesuitas les tenemos un aprecio y una admiración muy grandes, cada uno en su esfera porque los jesuitas son una comunidad religiosa y como tal buscan la santidad apartándose del mundo; en cambio en el Opus Dei buscamos la santidad en medio del mundo y no haciendo una presentación pública de santidad, sino discretamente porque en el Opus Dei es esencial vivir sin llamar mucho la atención.

En unos años duros para la obra hubo una persecución por parte de algunos jesuitas, en los años 40 en España y en los 50 en Roma, pero fue una cosa aislada por razones complejas que quisieron atacar y de hecho atacaron duramente. Pero no se guardan rencores.

¿Soportan a los masones?

Los masones desde su comienzo han tenido un carácter de ataque a la moral propugnada por la Iglesia Católica y a veces directamente a ella misma. Hoy ningún masón te dice que es anticatólico, pero en la realidad sí han ido contra muchas normas de la moral cristiana, entonces la Iglesia Católica dice que aquellos grupos que son anticatólicos de manera directa o indirecta a través de sus ataques a la moral, están equivocados y un católico no los puede seguir porque sería incorrecto e indebido. Sin embargo, hay que decir que son también criaturas de Dios y que uno no puede despreciar, tratar mal ni discriminar a nadie.

Vladdo dibuja en la revista Semana un ‘palacito’ presidencial adornado, entre otras imágenes, con la foto de Escrivá. ¿Cómo lo toma el Opus Dei?

Me parece divertido y simpático. Ahora, lamento que origina error porque lleva al inculto y al ignorante a pensar que el Opus Dei influye en el gobierno, en el sentido de querer controlarlo, y eso no es cierto porque el Opus Dei no es una entidad de ese tipo. La obra es una institución espiritual.

Si César Mauricio Velásquez está en la Casa de Nariño es porque ha sido competente, lo han llamado a servir y no lo hace a título del Opus Dei, ni el almirante Barrera, ni ninguna otra persona que relacionen con el Opus Dei lo hace a título del Opus Dei ni por influencia del Opus Dei. Ni a mi ni a nadie nos han dicho ‘métete para influir’. Claro que me meto donde pueda, donde la vida me lo permita para influir. Incluso hay gente que piensa que el presidente Uribe es del Opus Dei, cosa que de ninguna manera es cierta.

¿Tres principios que un numerario del Opus Dei deba aplicar todos los días?

Hacer las cosas humanamente lo mejor posible. Ofrecer todo lo que hace a Dios. Tener presentes a los demás en todo lo que hace.

Si no va a misa cada día, como sí lo hace el periodista Velásquez, ¿no le pasa nada?

Nada. Mejor dicho, sí me pasa mucho, dejo de recibir algo muy bueno, como si tú dejas de almorzar tres días.

¿Tanto como para que le signifique apretarse más el cilicio o flagelarse?

No, pero para los católicos sí es obligatorio ir a misa los domingos y para los numerarios también. Si deliberadamente no fuera a misa el domingo, sin una justificación, eso es un pecado mortal y tengo que confesarme.

Encontrándose su sede en este parque, donde abundan los bares y las mujeres hermosas, aunque el muro sea alto, ¿cómo abstenerse de caer en esas ‘tentaciones’?

Manteniendo un ambiente adecuado en la vida. Como los miembros de la obra estamos para santificarnos en medio del mundo y el mundo está lleno de esas tentaciones, lo que uno tiene que hacer es saber con quién establece cercanía y crear un ambiente positivo, agradable y correcto. Hay que ser cauto para no entrar en relación con personas que le puedan hacer daño, no por desprecio, porque no es cristiano despreciar a alguien. Existe mucho peligro y si uno no es cauteloso termina quien sabe dónde.

Pero si una noche frente a su puerta se sientan tres jóvenes en bluyin descaderado, ustedes qué harían: ¿salir a reconvenirlas? ¿ponerse a rezar por sus almas?

Dedicarme a lo que tenga que hacer en cada momento, mis llamadas, mi computador y luego irme a dormir. No me quedo hasta medianoche viendo qué pasa. El peligro y la tentación están en todas partes: en el periódico, en Internet, en el parque...

 

 
 
"El demonio es un espíritu malo que influye sobre las personas y sobre el mundo”


“Hay gente que piensa que el presidente Uribe es del Opus Dei, cosa que de ninguna manera es cierta”

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