domingo, 23 de diciembre de 2012

"Alvaro Uribe está a la altura de Santander, Nuñez y Olaya Herrera": José Obdulio Gaviria


La mano derecha del presidente-candidato asegura “es carreta que en la historia de Colombia lo único que habido es tiranía, persecución e inequidad”. Defiende a su amigo, dice que la historia le tendrá un pedestal por haber refundado a una sociedad en crisis y que es “carreta” que se vaya a perpetuar en el poder.

 
No hay quien le gane. El defensor número uno del presidente Álvaro Uribe Vélez es su paisano y asesor, José Obdulio Gaviria. Se llama el propagandista de Uribe y no le molesta que en la escala criolla lo comparen con el Goebbels, que hizo las veces de ministro de Propaganda en la Alemania de Adolfo Hitler.
 
Es un tipo reposado y hasta cierto punto tolerante, a pesar de que no le faltan quienes lo critican o le reprochan en la calle o en los foros a los que asiste. Habla con versatilidad de Platón y Descartes como de los orígenes de la guerrilla en Colombia.

Gaviria, quien militó en la izquierda y a quienes algunos columnistas le endilgan ser primo del narcotraficante Pablo Escobar, acaba de lanzar su libro ‘A Uribe lo que es de Uribe’ –Editorial Planeta-, en el que entre otras cosas dice que espera que sirva “como manual para formar un gran ejército de publicistas de la doctrina que ilumina la acción del presidente”.

A sus opositores les responde diciendo que echan mano de un guión repleto de lugares comunes, “adobado con un largo repertorio de prejuicios, cierta dosis de maledicencia y una infinita desmemoria por los hechos positivos”, de este Gobierno que tal como van las cosas y las encuestas se prolongará, al menos por ahora, otros cuatro años.

En marzo de 2006 abordé a este abogado natural de La Ceja (Antioquia), que se sostiene en que la Política de Seguridad Democrática no tiene reversa y que hay que llevarla hasta las últimas consecuencias.

Pregunta: ¿Por qué seguir apostándole a la negociación con los paramilitares que no declaran todos sus crímenes ni tienen la intención de reparar y menos de pedir perdón?

Respuesta: No me gustan esos verbos de ‘apostar’ o frases manidas como ‘ganar confianza’, ‘hacer lo posible para que haya una solución política negociada al conflicto’. Lo que sabemos es que no tiene ninguna razón de ser actividad armada con carácter político en Colombia. En cualquier escenario hoy eso se llama terrorismo. Algunos sectores ven con una lupa tan extremadamente negativa la institucionalidad que creen que en el país puede haber partidos políticos en armas, que con cierta legitimidad confronten al Estado. Como nosotros creemos que eso no existe hoy en ninguna circunstancia, ni quienes se levantan contra el Estado ni quienes como criminales dicen defender al Estado contra la guerrilla, entonces la solución debe ser la del artículo 2 de la Constitución, ejercicio firme de la autoridad para proteger la vida, honra y bienes de los ciudadanos.

Pregunta: En el papel todo funciona, pero la realidad es más compleja, ¿o no?

Respuesta: Claro, el problema es más grave y como esas organizaciones tienen tanto dinero puesto que prácticamente controlan la venta de la droga ilegal, el secuestro, y tenían la manija del robo a los oleductos, porque se les ha dado muy duro, entonces no deja de ser conveniente para los propósitos primeros de una sociedad, como es la paz, que si esas organizaciones deciden hacer un acuerdo de desmovilización y reinserción, inmediatamente se les acoja. Estamos hablando de compatriotas que cometieron errores, que han cometido crímenes, pero que están organizados y que merecen una bienvenida por parte de la sociedad en el caso de que haya arrepentimiento.

Yo no diría si conviene que siga un proceso con los paramilitares; lo que digo es que conviene que se promuevan acuerdos de desmovilización y reinserción con guerrilleros del ELN, de las FARC, los demás pequeños grupos que existan y las AUC.

Pregunta: ¿A qué responde el cambio de actitud del ELN en buscar unos acercamientos e incluso no boicotear las elecciones? ¿Es sincero o le están jugando a la coyuntura electoral?

Respuesta: Recordemos una frase del Che Guevara, fundador in pectore del ELN: ‘En cualquier lugar en donde nos sorprenda una declaración de paz amigable, bienvenida sea’. El ELN es una organización considerada como terrorista, su función y actividad principal es matar, incluso sacerdotes y maestras, perseguir, secuestrar, destruir infraestructura e incluso sabotear elecciones. Recordemos que era común en la década de los 70 una consigna como ‘Votar es apoyar la tiranía’, ‘Pueblo con hambre no vota, se organiza y lucha’. De allí a lo que expresó recientemente el comandante Antonio García hay una distancia sideral y es una distancia favorable para la sociedad colombiana. Ojalá persistan en esa línea, que es la del Grupo Replanteamiento que tuvo el ELN en la década del 70, es la misma línea que tuvieron los ‘intelectuales’ del ELN, que se llama ahora Corriente de Renovación Socialista, y ojalá esa sea la línea que predomine este año en el ELN y que termine en una organización política que tenga vida hasta donde legítimamente dentro de la Ley de Justicia y Paz se pueda y que además desarrolle actividades sociales decentes, respetables, como es por ejemplo dictar conferencias, escribir artículos, dar entrevistas como esta, actuar dentro de la civilidad.

Pregunta: El presidente Uribe Vélez aseguró que el 7 de agosto de 2002 se convertiría en el “primer soldado de la Patria” para exterminar a los violentos. ¿Será que estos cuatro años no han suficientes para lograr ese propósito y, como dice Hugo Chávez, ‘no nos han dejado gobernar’ y falta otro periodo para cumplir la tarea?

Respuesta: Hay dos cosas implícitas en su pregunta. Una la reelección. Quitémonos de la cabeza el cuento de que la reelección es ilegítima, que es antidemocrática, que permite la perpetuación de alguien en el poder, eso es carreta. En cualquier sociedad civilizada hoy el ejercicio de la autoridad y el liderazgo no se perpetúa, se reproduce por decisión y voluntad popular. Eso fue lo que se hizo con la reelección, levantar una prohibición negativa, un impedimento que nos tenía convertidos en una sociedad sin dirección administrativa.

Por ejemplo España en el periodo pos Franco ha tenido gobiernos de 12 y 8 años con unos resultados esplendorosos. Lo mismo le pasa a Inglaterra o a cualquier sociedad civilizada y con desarrollo económico, con programas de largo aliento. Yo creo que los colombianos tenemos derecho a experimentar esa figura.

El otro asunto es el de la Seguridad Democrática. Con el presidente Uribe ha habido una serie de sinsentidos que hicieron carrera y se han convertido en frasecitas de batalla, que las repiten como loros o cacatúas. Por ejemplo, que el presidente Uribe es un tiranuelo, un paramilitar o un hombre a quien solo le interesa la guerra. ¿Quién dijo que los presidentes en Colombia hacen la guerra? ¿Quién dijo que la Fuerza Pública tiene como función hacer la guerra? Los Estados no hacen la guerra contra sus pueblos. Los Estados y particularmente los Gobiernos están constituidos para buscar la felicidad de los pueblos y ésta surge del primer servicio y necesidad que le presta el Estado, la seguridad. La seguridad es un bien que no está inscrito dentro de esa metáfora que los políticos inventamos de izquierda-derecha; la seguridad es un bien que otorga la izquierda, el centro y la derecha, y que la otorgan no porque quieran, sino porque es su obligación principal.

La vida sin seguridad, como dijo Hobbes, es triste, solitaria, sórdida, bestial y breve. Imagínense la vida de los bumangueses las carreteras están interrumpidas por terroristas que matan al que vaya caminando por ellas o destruyen toda la infraestructura como puentes y oleoductos. Es una vida triste, solitaria, sórdida, bestial y breve. Ese fue el gran error de los partidos que contradijeron al presidente Uribe en la campaña, pensar que presentarse como un adalid de la oferta de seguridad era una actitud fascista o de extrema derecha, sin entender que era una necesidad del pueblo todo, adscrita a cualquier ideología.

Pregunta: ¿Quién ha sido terrorista puede arrepentirse y al día siguiente ya no serlo?

Respuesta: Es ex terrorista.

Pregunta: ¿Y el que ha asesinado puede ser ‘ex asesino’?

Respuesta: Quien ha sido cristiano y deja de serlo es ex cristiano, y quien era ateo y deja de serlo también. Un Papini, un gran pensador ateo que de un momento a otro se convierte en un cristiano. Aquí el cristianismo nos da unos elementos que nos enseñan a entender el problema. El cristianismo dice: cuando usted ha pecado y tiene una decisión de hacer un examen de conciencia, pues cierre los ojos, pida la iluminación divina y comience a pensar, ¿pecó o no pecó? Y si pecó piense si se va a arrepentir o no, y si ha decidido arrepentirse piense también si tiene contrición de corazón, propósito de enmienda y si ha decidido hacer confesión de boca. Ese es el procedimiento que deben hacer las organizaciones terroristas, y por lo tanto quien siendo terrorista hoy se arrepienta y haga contrición de corazón, propósito de enmienda, satisfacción de obra y confesión de boca, es un ex terrorista, no es un terrorista.

Los ejemplos son muchos. Pensemos en el Congreso de hoy y en cuántas personas que estuvieron en actividad terrorista están totalmente arrepentidas y son funcionarios o servidores públicos ejemplares.

Pregunta: El actor Bruce Willys, el duro de matar, ha dicho que el mal colombiano no tiene más remedio que una invasión de marines estadounidenses. ¿Qué le responde?

Respuesta: Que nos invadan con turismo, con inversión, con grandes posibilidades de inmersión de nuestros productos en el mercado internacional porque para eso se trabajó el TLC, para que compren nuestros productos y estamos hablando de 7.000 productos manufacturados porque Colombia no es un país productor de petróleo como Venezuela. Necesitamos que nos invadan con productos baratos sobre todo en el instalamiento industrial y que nos permitan invadirlos con productos como las frutas o los bocadillos y tanta producción manufacturera o artesanal.

Lo demás son pendejadas que en buena parte nosotros hemos hecho correr. Quienes peor hablan de Colombia en Estados Unidos son los colombianos. Dicen que este es un país en guerra civil y yo no he podido ver una guerra civil, yo veo matones muy ricos, ¿pero guerra civil? Esa es una confrontación de clases sociales, de etnias, de puntos de vista religiosos. Si usted piensa en las guerras religiosas europeas, ahí sí había una guerra civil. O en Ruanda, sí hubo una guerra entre hutus y tutsis, o en las luchas entre ricos y pobres en la década de los 60 en América Latina o las luchas de liberación nacional, ¿pero qué luchas de esas tenemos en Colombia? Aquí lo que hay simple y llanamente son unas organizaciones multimillonarias dedicadas a destruir la infraestructura y la vida social. Entonces ese señor lo que está repitiendo son ciertas sandeces que politólogos colombianos con buena audiencia en Estados Unidos repiten a diario: que no tenemos solución distinta a que nos invadan y que nos conviertan en un protectorado.

Pregunta: ¿Por qué los colombianos deberían votar por la reelección de Uribe y no por una alternativa como Antanas Mockus o Carlos Gaviria?

Respuesta: No, no hay ninguna razón, simplemente lo que es la carrera por la Presidencia es un marco que se llama democracia y la democracia supone unas elecciones libres y sinceras. Libres en el sentido de que nadie nos coarte la libertad de votar y que nadie vaya a las urnas a robar. En ese sentido la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral tienen unas obligaciones sustanciales. Cuando digo sinceras es que cualquiera pueda ganar.

La campaña comenzó realmente el 12 de marzo. El presidente está listo en el partidor. Ya conocemos el candidato liberal (Horacio Serpa) y al candidato de la izquierda (Carlos Gaviria Díaz), más Mockus, más (Álvaro) Leyva, más los demás candidatos. Que el pueblo decida y diga este señor merece un nuevo periodo, está actuando bien, es un buen líder de la Nación, o remplacémoslo. En Estados Unidos lo hacen cada rato. En cualquier parte del mundo se hace cada rato e incluso como en los sistemas parlamentarios los que se presentan son los partidos y no los candidatos, los partidos se van renovando en el poder de una manera tranquila, apacible y sin que eso suponga como aquí cada rato se hace creer, una especie de tragedia nacional, el que un candidato presidencial u otro gane.

De manera que no veo que haya una obligación de nadie votar por el presidente; simplemente lo que hay es un menú muy elevado intelectualmente, bien nutrido de propuestas y de temas, y en consecuencia que en ese menú escoja el pueblo.

Pregunta: ¿Cómo juzgará la historia a personajes como Álvaro Uribe, Luis Fernando Londoño o José Obdulio Restrepo?

Respuesta: ¿Quién es Aristides Fernández?

Pregunta: No tengo la más remota idea.

Respuesta: Un tipo muy importante a finales del siglo XIX, principios del XX. Así que cuando a alguien le pregunten dentro de 30 años quién fue José Obdulio Gaviria, dirá: ‘no tengo ni idea’. Pero Álvaro Uribe Vélez sí está a la altura de personajes como (Francisco de Paula) Santander, fundador con (Simón) Bolívar de toda nuestra estructura legislativa y administrativa. Creo que va a estar a nivel de un hombre como (Rafael) Nuñez, estoy seguro de que está al nivel de (Rafael) Reyes y creo que es un hombre al nivel de (Enrique) Olaya (Herrera). En consecuencia su oferta actual será uno de los hitos y además mojón de referencia en toda la historia de Colombia.

Nosotros tenemos una gran historia. Ese cuento de que nosotros somos una especie de país paria y que aquí todo ha sido violencia y que lo único que ha habido es tiranía, persecución e inequidad, eso es carreta. Uno de los textos de historia, porque curiosamente los mejores historiadores no son colombianos, es un manual llamado ‘Colombia, una nación a pesar de sí misma’ que muestra a Colombia en la estructura de las naciones democráticas como un ejemplo y una de las mejores formaciones democráticas, más tranquila, más estable y con una institucionalidad que inclusive ha nutrido la Ciencia Política del mundo. Por ejemplo el control constitucional es una figura nuestra, como el Frente Nacional, que es una salida extrema a una situación de violencia, y muchas de las figuras de la Constitución del 91 tienen sabor criollo. De manera que dentro de 50 años nuestros nietos estarán diciendo que el presidente Uribe hizo un gran papel de refundación y reestructuración de una sociedad en crisis.

Pregunta: ¿Pero así como usted dice que Uribe da la talla de Santander, otros afirman que se está pareciendo al Emperador Napoleón?

Respuesta: ¿Eso sería un elogio o es una crítica? Porque Napoleón es el fundador de instituciones perennes. Napoleón, además de guerrero, es quien le da un salto cualitativo a la Revolución Francesa que fue una carnicería. La gran revolución democrática del mundo no fue la francesa, que tuvo ribetes de sainete, de carnicería y todos los elementos de una sociedad en disolución. En cambio Napoleón le da una salida institucional a Francia y la convierte además en la punta de lanza de la historia del siglo XIX. El liberalismo se consolida políticamente a través de Napoleón, no de los revolucionarios como Robespierre. El Código Civil y todo lo que es la formulación del actual derecho administrativo es obra napoleónica, aunque él no redactara códigos, pero sí dirigía las comisiones.

En consecuencia si están diciendo de Uribe que es un Napoleón en ese sentido, me parece que le están haciendo un gran elogio. Pero si lo que están pensando es en guerra, están simplemente perdidos en el cuentesito de que el Estado colombiano le hace la guerra al pueblo colombiano. El pueblo unido a su Gobierno, a su Parlamento y a sus jueces, le está haciendo la guerra al terrorismo y es una política que no tiene alternativa, porque es una obligación constitucional y es la única salida a una sociedad civilizada. Creer que quienes le declaran la guerra a la sociedad tiene razones legítimas, son razones partidos políticos a quienes hay que hacerles la venia en el debate sobre lo económico, lo político y lo social, es simplemente estar perdidos en el viejo esquema de que nosotros teníamos una guerra civil y un conflicto social y político armado. Eso no existe, está demostrado con hechos y esta tarea, la de la Seguridad Democrática, que es consolidar la institucionalidad no tiene posibilidad de retroceder, hay que llevarla hasta sus últimas consecuencias que es la vigencia absoluta del artículo 2 de la Constitución Nacional.

 
 
 

Quien siendo terrorista hoy se arrepienta y haga contrición de corazón, propósito de enmienda, satisfacción de obra y confesión de boca, es un ex terrorista, no es un terrorista.

 
Dicen que este es un país en guerra civil y yo no he podido ver una guerra civil, yo veo matones muy ricos, ¿pero guerra civil?

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