martes, 1 de enero de 2013

"Me ofrecieron pero no me vendí": General Carreño Sandoval en una de sus últimas entrevistas


El excomandante del Ejército Nacional y candidato a la Gobernación de Santander por el Movimiento Patriotas, dialogó con este periodista cinco días antes de encontrar la muerte en extrañas circunstancias en la carretera Mogotes-San Gil (mayo de 2007) y respondió a las acusaciones que le hizo el delincuente Salvatore Mancuso.

 
Al general retirado Martín Orlando Carreño Sandoval, ex comandante del Ejército colombiano, literalmente se le salió la piedra cuando el jefe parmilitar Salvatore Mancuso manifestó en la versión libre que entrega a la Fiscalía en Medellín, que contó con su aprobación y colaboración.

En Barrancabermeja, donde se encontraba haciendo proselitismo político para la Gobernación de Santander, Carreño Sandoval admitió que sí conoció a Mancuso, pero cuando no era perseguido por la justicia.

Sostuvo que aunque le ofrecieron comprarlo, él le respondió al emisario de los paramilitares que lo buscó en Montería que no negociaba su conciencia. 

Mancuso afirma que sus hombres patrullaron al lado de las tropas a su mando. ¿Qué responde?

Mancuso está mintiendo porque el general Carreño nunca ha patrullado con él y mis hombres, si alguno lo hizo, no fue por orden mía, porque siempre en mi vida he sostenido que el monopolio de las armas debe estar en poder del Estado y no en poder de bandidos.

Ahora, tengo que ser claro: Yo conozco a Mancuso porque cuando fui comandante de la Brigada en Montería, Mancuso era un ciudadano que entraba a la Brigada como entraba cualquier otro ciudadano, y lo conocí, porque cuando recibí el mando me lo presentó el comandante saliente.

¿Que en ese momento era quién?

El general Charry Solano.

¿Entonces si aparecen fotografías son de esa época o posteriores?

No, de pronto pueden aparecer porque como a esas ceremonias se invita a la gente, entonces pueden ser de esa época. Pero de ahí a que Mancuso diga que los llevaba y los traía en helicóptero es pura y física mentira. Ahí está calumniando. Él sabe que no es verdad lo que está diciendo.

¿Cuáles son los resultados de su lucha contra los paramilitares cuando estuvo comandante en el Urabá antioqueño?

Una vez me mandaron a un señor, reconocido por allá, para ver cómo era que íbamos a trabajar con los paramilitares. Yo les dije: ‘olvídense. El general Carreño no se vende. Siempre he tenido una conducta única, por el centro, y yo no me voy a vender’.

Yo estuve en Cartago (Valle del Cauca) y los narcotraficantes me ofrecieron en 1987 10 millones de pesos mensuales para que los dejara trabajar y los perseguí hasta la muerte; entonces mucho menos allá en Urabá.

Después de que ese tipo fue a la Brigada en Montería, arrecié las operaciones contra los paramilitares y el 27 de enero de 1998 capturé a 27 paramilitares armados y equipados en el corregimiento de Balboa, municipio de Acandí, del Urabá chocoano en límites con Panamá. Esa operación la dirigió el coronel Asprilla, que hoy es el comandante de la novena Brigada. Esos paramilitares fueron entregados a la Fiscalía en Medellín.

Pregúntenle al ‘Alemán’ quién lo persiguió, y en Santander pregúntenle a los periodistas que me acompañaron a todas las acciones contra los paramilitares. El general Carreño no es lo que está diciendo Mancuso y nunca estuve de acuerdo con los grupos paramilitares. Mis superiores, el general Mora y el general Tapias, lo saben.

¿Mancuso entraba como ‘Pedro por su casa’ en la Brigada 17?

Cuando yo estuve en la Brigada 17, del 12 de diciembre  de 1997 al 30 de agosto de 1999, cuando me vine para la Quinta Brigada de Bucaramanga, Mancuso nunca entró a la Brigada. Nunca. Incluso allá había una Convivir llamada Papagayo, de la que yo siempre tuve desconfianza, pero era legal y autorizada por la Superintendencia de Seguridad y Vigilancia. Mientras yo estuve allá no fue así porque yo siempre los perseguí.

¿Qué explicación puede dar a afirmación de Mancuso de que los paramilitares fueron entrenados por los militares?

Yo no sé. A mí no me consta y el que haya hecho eso pues que responda. No puedo decir si es verdad o es mentira.

Mancuso también acusa al general Rito Alejo del Río, ¿Usted daría la cara por ese general?

Yo no podría dar la cara por él. Él me entregó a mí la Brigada. Lo cierto es que yo capturé a 27 paramilitares un mes después de haber llegado como comandante a la Brigada 17.

Hay quienes afirman, como excusa para no indagar hasta el fondo, que en Colombia ‘todo el mundo tuvo algo que ver con los paramilitares’. ¿Usted qué piensa?

Lo digo con absoluta certeza: los grupos paramilitares pernearon muchísimas instituciones y muchísimas personas y esas personas tienen que responder. A mí nunca me permearon los paramilitares, eso lo puedo asegurar y Dios sabe que es así.

¿Qué motiva a Mancuso a señalarlo en estos momentos de usted?

Veo dos hipótesis: mi gran acción y lucha contra los grupos paramilitares. Eso lo sabe la Embajada de Estados Unidos, porque yo le mandaba informes permanentes; lo saben mis comandantes superiores, la gente de Urabá, de Córdoba, de Santander, de Casanare, donde acabamos una columna completa de los bandidos del Centauros. Mi posición también la sabe el presidente Álvaro Uribe Vélez.

Entonces puede ser una venganza por mi actitud. Mancuso sabe que yo los perseguí permanentemente, así como lo saben ‘Julián Bolívar’, ‘El Macaco’ y todos esos bandidos que están en la cárcel de Itagüí. Y pregúntenles a ellos que yo les hice una operación en Vijagual, donde les quité un montón de cosas.

La otra opción es que como estoy en un proceso político para llegar a la Gobernación de Santander, puede haber manos oscuras de otras organizaciones que pretenden seguir gobernando y robándose la platica, presionando a Mancuso con el fin de enlodarme y que yo no llegue con mi movimiento independiente, porque cuento el respaldo de 83.000 firmas de respaldo.

¿Qué son los paramilitares?

Un grupo de bandidos, igual que las Farc y el Eln, que se dedicaron a extorsionar, robar y asesinar. Yo vi mucho de eso y la gente me lo contaba. Son unos bandidos que se dedicaron a enriquecerse y al narcotráfico.

¿Qué los extraditen y si no que los juzque la Corte Penal Internacional?

Si la justicia nuestra no se cumple, pues habrá que llegar hasta esos extremos.

¿Hasta dónde llegará este escándalo de la llamada para-política? ¿Tocará las puertas del Palacio de Nariño?

Yo no sé hasta dónde, pero que debe llegar a donde tiene que llegar, tiene que llegar, porque al fin y al cabo lo que queremos los colombianos es que se construya una nueva historia y un país que vaya en dirección del progreso y el desarrollo.

¿Sigue con la intención de ser gobernador?

No tengo por qué retirarme y sigo firme con mi movimiento cívico, porque no puedo defraudar a los 83.000 ciudadanos que me dieron su firma.

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