martes, 1 de enero de 2013

Isabella Santo Domingo, una machista por conveniencia


Cuando Isabella Santo Domingo bautizó a su libro ‘Los hombres las prefieren brutas’, las feministas -con Florence Thomas a la cabeza- se le vinieron lanza en ristre. También recibió críticas de literatos y estudiosos, pero ella no les dio importancia.

Al día de hoy (marzo de 2006) y superando de lejos a tanto opositor y tratadista, Santo Domingo ha vendido más de 20.000 ejemplares en Colombia y su editorial Random House Mondadori alista un embarque de 3.000 unidades para República Dominicana, 7.000 para México y 10.000 para Estados Unidos.

Esta barranquillera, directora de la revista Carrusel de El Tiempo, fue una de las invitadas especiales a Ulibro 2006, donde se dio el gusto de llenar el nuevo Auditorio de Ingenierías y se atrevió a recomendar que una mujer moderna debe ser suficientemente inteligente para doblegar su orgullo femenino “y hacerse la bruta si es necesario para así ganar la batalla”.

Santo Domingo advierte que su libro no debe ser leído ni por los machistas radicales ni por las feministas consumadas. Autoriza que le devuelvan la plata a aquellas personas que compren el libro pensando encontrar un gurú del amor o a una Osho del sexo, porque en sus 232 página no lo van a encontrar, aunque sí las incitará a reflexionar con una sobredosis de humor.

¿Cuál es el secreto para vender tanto y hasta que “pirateen” su obra?

Me ha tocado disfrazarme de payaso o de pollo y pararme en las esquinas. No, lo que pasa es que es un libro que no tiene pretensiones literarias, ni enseñar nada, simplemente lo que quiero es que la gente lo lea y se sienta identificada en algunas partes, que reflexione un poco. Le he puesto mucha buena energía y tengo unas ideas que compartir. Como lo digo en la introducción, la única autoridad que tengo es la de haber vivido, la de haber sentido, la de haber elegido -casi siempre mal-, pero sobre todo, la de haberme atrevido.

¿Qué le han dicho las feministas?

Están histéricas y si me pudieran mandar cartas-bomba ya lo hubieran hecho, porque yo me declaro una desertora de cualquier causa feminista y de forma jocosa trato de crear un nuevo movimiento llamado Machismo por conveniencia, donde uno finge que no es tan inteligente, ni tan valiente, ni tan capaz, que es todo lo contrario a lo que quieren las feministas, y básicamente conseguir alguien que lo mantenga a uno.

¿Vale la pena que las mujeres vayan a mil tratando de competir con los hombres y sacrifiquen lo que sea por lograrlo?

Eso es lo que pasa y uno solamente lo entiende tras darse muchísimas veces contra la misma piedra. Cuando tenía veintipico de años yo era la más feminista y decía yo puedo con toda, soy madre soltera qué me voy a casar, no quiero que nadie me mande, quiero vivir sola, pero ya han pasado los treinta años uno recapacita y eso está bien. La gente cree que no se puede equivocar o que no puede cambiar de opinión, pero es parte del proceso de la vida. Lo que yo pensaba hace veinte días no es lo mismo que estoy pensando ahora, y está bien simplemente admitir que uno como el agua va cambiando.

Uno tiene que parar, respirar, aprovechar esa etapa de reflexión después de los treinta años y darse cuenta que uno sí lo puede tener todo en esta vida, pero no como tú crees que lo puedes tener: quitando, rapando, demandando, así nunca.

¿Pretende que los lectores se miren en el espejo de la vida y definan qué es lo que quieren? ¿Esa es la lección?

Lo que estoy pidiendo es una implosión, no una explosión. No estoy incitando a las mujeres a que salgan y boleen ollas, ni que le den en la jeta al marido, ni que se consigan un amante. Sencillamente busco que reflexionen sobre su propia existencia, no en grupo, no como movimiento feminista, sino sobre su propia experiencia de vida que es personal e intransferible, y que definan qué quieren.

¿Tiene lectores masculinos?

Sirve para hombres y para mujeres. Lo más grande que me ha pasado con este libro que también lo leen los hombres y muchos de ellos lo asumen como un manual que los ayuda a entender los traumas femeninos y sus posibles raíces. Hay muchos hombres que les han regalado el libro a sus novias, esposas o compañeras.

¿Qué consejo le puede dar a las jóvenes que apenas asoman a la vida? ¿Qué le dice por ejemplo a su hija Daniela, de diez años?

Que se alejen de la tal perfección, que se alejen lo más que puedan de los  estereotipos y no dejen que nadie les dicte cómo vivir su vida, porque todo lo que quieran hacer con su vida está bien mientras respeten al prójimo y se respeten a sí mismas.

De mi hija no pretendo que sea la mejor vestida ni la mejor estudiante ni la mejor nada, simplemente quiero que ella crezca para que sea el mejor ser humano que ella pueda ser en esta, su vida.

¿Cuándo publica su próximo libro?

Les tengo una mala noticia, saldrá en septiembre con el título ‘AM-FM’. ¿En qué frecuencia quieres sintonizar tu vida? FM, Felizmente Mantenida o AM, Asalariada de M…, como yo y como muchas mujeres.

 

 
Isabella Santo Domingo, autora de uno de los libros más vendidos en la última versión de la Feria del Libro de Bogotá (2006) y quien afirma, sin temor a la lluvia de descalificaciones, que las mujeres deben fingir que son brutas, con lo cual a sus parejas les quedará más difícil cambiarlas por otra mejor o peor, si al fin todas son iguales.

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