domingo, 28 de septiembre de 2014

La rosca -de la Contraloría de Bucaramanga- (Columna de Manolo Azuero Figueroa)

(Columna de Manolo Azuero Figueroa, publicada en el periódico Vanguardia Liberal el 28 de septiembre de 2014) 


Los últimos tres inquilinos del palacio del poder en Bucaramanga, incluyendo el actual, tienen varias cosas en común: llegaron al solio como militantes del Partido Liberal, consintieron las Fundaciones de Papel, aceitaron la máquina de contratos de prestación de servicios, y también, entre otras más, le dieron trabajo a Claudia Fernández en la Secretaría de Educación.

Eso no importaría de a mucho de no ser porque la doctora Claudia saltó de la Alcaldía a la Contraloría. De trabajar para Fernando Vargas, Héctor Moreno y Lucho Bohórquez, a trabajar en la entidad que tiene que controlar cómo Lucho se gasta la plata pública y revisar cómo los otros dos e incluso ella misma hicieron los propio cuando ocupaban un asiento en el municipio. A la dama de lata (o de lo que sea pero no de hierro) que tenemos por Contralora, Magda Amado, le pareció regio nombrar de Contralora Auxiliar para la participación ciudadana a la otrora funcionaria municipal.

La señora Amado le dijo a este periódico hace unos días, con la firmeza que no ha tenido para sancionar el mal uso de los recursos públicos en Bucaramanga, que ella tenía por Constitución la facultad discrecional de nombrar a quien le provocara. Es verdad.

Pero no por Constitución y sí por elemental decencia lo público se debería ejercer con alguna noción de ética. Y aunque la de la Contralora se tuerza como la lata, no sobra escribir que no es ético que en el organismo que debe controlar la gestión del alcalde en ejercicio y la de sus antecesores se involucre a una funcionaria que fue subalterna de los mandamases.

Todavía mayor el absurdo teniendo en cuenta que la Contraloría podría asumir algún papel frente actuaciones de la propia Claudia Fernández, cuando esta ejerció de Secretaria de Educación del municipio encargada y en propiedad. De hecho, Fernández, antes de asumir su nuevo cargo, ya ha sido señalada como presunta responsable de daño fiscal en uno de los millonarios y muy cuestionados contratos de los refrigerios. ¿En qué quedará eso?

Su cargo en ese organismo de control sólo le resta credibilidad e independencia a una institución que debería generar confianza. Pero habrá que asumirlo: estamos en manos de la dama Amado y ella no sólo sirve a la rosca, forma parte.


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