(Esta nota fue publicada en el periódico Vivir la UNAB del lunes 23 de febrero de 2015)
Por Pastor Virviescas Gómez
El profesor
Bernardo Ignacio Useche Aldana tiene el convencimiento de que si no investiga,
no publica, no lo leen y no aporta al cambio de la sociedad, está ‘frito’. Por
esa razón le ha dedicado más de la mitad de su vida a adentrarse en los
vericuetos de la mente, el comportamiento y la salud del ser humano, y por ello
–sin esperárselo– le han otorgado el Premio Nacional del Psicología en la
Categoría Investigación Científica en Psicología.
Es el
reconocimiento a un profesional que desde su especialidad se está cuestionando
permanentemente cuáles son los problemas que aquejan a este país y qué
alternativas pueden ser útiles para encararlos. Claro que también lo hace desde
su papel de su ciudadano de izquierda y librepensador pero eso, como él dice,
es ‘otro paseo’.
Director del
Centro de Investigaciones Biomédicas de la UNAB –dependencia de la Dirección de
Investigaciones–, Useche Aldana tiene en su haber un pregrado de la Universidad
Nacional, una maestría en sexualidad humana, un doctorado en el mismo campo y
uno más en salud pública, estos tres últimos cursados en instituciones de
California y Texas (Estados Unidos), y afirma sin titubear: “Si uno investiga
está en la obligación de publicar”.
La distinción se
la otorgó Claudia María Sanín Velásquez, presidenta del Colegio Colombiano de
Psicólogos, una organización que agrupa a más de 40 mil profesionales en todo
el país, por los trabajos, publicaciones y por la continuidad en la
investigación de alto nivel que Useche Aldana ha hecho desde 1989 hasta hoy.
Cabe señalar que este reconocimiento es conferido por primera ocasión.
Nacido el 1 de
febrero de 1953 en Bogotá, este profesor vinculado a la UNAB desde el año 2011
y durante 23 años docente en la Universidad de Caldas, atendió un rápido
cuestionario de Vivir la UNAB.
¿Por qué considera que los psicólogos deben seguir
investigando y no repetir lo que dijo el austríaco-judío Sigmund Freud?
Infortunadamente
todavía hay psicólogos que repiten textualmente a Freud. Incluso uno de mis
trabajos es una crítica a la teoría freudiana recogida por psicólogos como
Stanley Hall, de la sexualidad adolescente. Con base en la evidencia y en datos
del comportamiento sexual de los adolescentes, critico la teoría freudiana y
digo que han pasado 107 años desde que se formuló y los datos no prueban lo que
dijo Freud. Es bastante polémico, ¿no?
¿Pero esto no es como quienes queman una bandera de
Estados Unidos en Pinchote o Tamalameque creyendo que van a poner a temblar al Departamento de Estado y la Casa Blanca?
Por supuesto que
respeto y admiro a Freud, y su contribución como pionero es innegable, y su
contribución en otros aspectos. Es que yo no estoy criticando sino la teoría de
desarrollo psicosexual. No estoy criticando la teoría del inconsciente, ni la
eficacia del psicoanálisis como terapia o su aplicación en el análisis
lingüístico. El psicoanálisis tiene una fortaleza que lo mantendrá, pero la
Psicología es una ciencia y una profesión, y como ciencia nos interesa generar
nuevo conocimiento para que ese conocimiento anime la práctica profesional en
tantas áreas que hay hoy de la Psicología. Entonces hay que criticar, cuestionar,
confrontar las teorías y los datos que existen.
¿Los psicólogos nuevos están formados para
investigar?
Yo me gradué en
la época de los años 70 y en ese entonces no se daba un entrenamiento para
investigar. Teníamos que hacer una tesis de grado, pero generalmente era un
requisito que se quedaba en la biblioteca. Hoy en día es imposible no hacerlo,
incluso por las mismas políticas nacionales que exigen cada vez más en los
planes de estudio un componente de investigación. Entonces empiezan a formarse
y de hecho los primeros psicólogos colombianos que hicieron doctorados en el
exterior pues desarrollaron aquí investigaciones y hay algunos muy importantes,
no muchos, con una tradición grande. En las palabras de agradecimiento al
premio, dije que lo recibía en nombre de esos colegas nacionales que han hecho
grandes contribuciones, pero también de los miles que hoy empiezan a hacer
investigación.
¿Puede un psicólogo vivir de la investigación?
Hay un problema
enorme en Colombia y es que tenemos alrededor de 160 mil psicólogos. Es una
situación laboral muy difícil. Hace poco estuve en Saravena (Arauca) y encontré
a decenas de psicólogos trabajando de ahí para adentro, muchos con maestría,
algunos de la UNAB, otros de la UPB y otras muy buenas universidades, todos
trabajando por contratos con cooperativas, tercerizados, con salarios bajos.
Entonces sí hay un problema laboral grande.
Hoy en día, como
en muchas otras profesiones, el pregrado para un considerable número de
psicólogos es insuficiente para que consigan un buen trabajo. Incluso desde mi
óptica empiezan a perder piso las especializaciones, que por mucho tiempo eran
el paso siguiente para salir a desempeñarse en un área. Lo que yo promuevo
entre mis estudiantes de pregrado es si hay alguno al que le interese la investigación.
No tienen que ser investigadores, sino saber leer investigación porque sino
nunca se van a actualizar. La investigación es un requisito para cualquier
profesional, por lo menos para estar al día y poder interpretar los estudios
que lee y que aparecen continuamente, pero solo un poco se van a dedicar a la
investigar –afortunadamente los estamos viendo cada vez más– y entonces ésos
son los que buscan no hacer una especialización sino una maestría o un
doctorado directamente, y como aquí hay pocas entonces se orientan hacia el
exterior.
¿No sería que la Psicología estaba centralizada y/o
elitizada, y entonces se conformaban con atender en un consultorio citadino?
La necesidad los
ha llevado a eso, pero además porque las políticas nacionales empiezan a darles
un rol. Antes el rol era atender en el consultorio o hacer parte del
departamento de desarrollo organizacional de una industria o trabajar en el
campo de la educación como asesores pedagógicos. Eso era lo básico hace
cuarenta años cuando me gradué. Hoy en día las políticas nacionales apuntan por
ejemplo a la atención a la población de millones de desplazados por el
conflicto armado interno. Eso tiene sus más y sus menos, porque de fondo el de
los desplazados no es un problema psicológico, sino económico, político y
social y en medio de eso hay unas grandes tragedias personales con crisis
psicológicas muy grandes porque implican muertes, mutilaciones, torturas,
desalojos, etcétera. Se equivocan los gobiernos que piensen que sólo con
psicólogos van a remediar el problema.
De hecho algunos
psicólogos como yo pasamos de la Psicología a la Psicología Clínica, a la
Psicología de la Salud y a la Salud Pública, precisamente porque vimos que así
existan cientos de miles de psicólogos haciendo consulta individual los
problemas de salud mental, para no hablar de los problemas psicológicos
asociados a la salud en general, no se van a resolver. ¿Por qué? Porque hay
unos determinantes sociales.
¿Basta con el orgullo de ver su
nombre en letras de molde o hay mucho más de fondo?
No niego la
enorme satisfacción de uno saberse publicado, pero más que la citación lo que
uno busca es que tenga un impacto y transforme una práctica, una realidad. Por
ejemplo investigo para criticar la teoría del desarrollo psicosexual durante la
adolescencia. ¿Qué espero? Que en Colombia y en otras partes se hagan programas
de salud sexual con los jóvenes que realmente transformen, para citar un caso,
el embarazo adolescente. Nadie lo ha resuelto. Es un fracaso. En este país ha
habido políticas oficiales para el embarazo adolescente por lo menos desde 1993
y las estadísticas hoy son una vergüenza en el mundo. En Colombia el 21 por
ciento de los adolescentes están embarazados o han tenido un hijo, mientras que
en otros países es del 5% o el 7%. Pero estas cifras llegan al 37% en la población
colombiana por debajo de la línea de pobreza y al 63% entre los desplazados por
la guerra. Freud se equivocó en plantear lo que planteó y entonces hay que ir a
los adolescentes con otra cosa, pero no se acierta y no se controla el embarazo
adolescente porque no se entiende que no hay epidemias de embarazo adolescente
en Ruitoque, sino en las comunas del norte, para poner un ejemplo.
¿La homosexualidad es una enfermedad como piensan y
dicen en alguna casa de estudios de la sabana cundiboyacense?
En ciencia
siempre hay una lucha permanente contra la ideología, incluida la ideología de
los investigadores. Por ejemplo en salud sexual muchos investigadores sostienen
que los programas que se deben promover son lo de ‘solo abstinencia’. Los datos
que yo he tomado en Colombia y ninguno en el mundo respaldan que los jóvenes en
su mayoría mantengan la abstinencia sexual.
Hay
universidades que con su inclinación ideológica orientan esos estudios y esa
misma universidad que dijo que la homosexualidad es una enfermedad, produjo el
año pasado un informe en el que dice que los jóvenes en Colombia están siendo
castos, cuando los datos de cualquier otra investigación indican lo contrario.
Yo fui
homofóbico durante muchos años porque fue parte de mi cultura, y solo cuando
hice mi primer doctorado en San Francisco, que es una ciudad gay por excelencia
y donde de mi cohorte solamente dos éramos heterosexuales, pero siempre me
trataron con respeto. Además de estudiar, el observar que simplemente la
homosexualidad es una expresión diversa, me llevó a concluir que es apenas una
variante en la orientación y que hay homosexuales que son una basura humana,
como hay heterosexuales que son una basura humana; hay homosexuales genios,
como hay heterosexuales genios. Es más, la homosexualidad se eliminó de las
clasificaciones psiquiátricas como un trastorno mental cuando la investigación
demostró que ni la personalidad, ni la depresión, ni el estrés se distribuían
en la población de homosexuales distinto de lo que se distribuye entre los
heterosexuales. Entonces lo que queda es una concepción ideológica.
El Doctor Bernardo Useche (Doctor en Salud pública de la Universidad de Texas y Doctor en sexología del Instituto para el avance y el estudio de la Sexualidad Humana (Institute For Advanced Study Of Human Sexuality) de San Francisco) pocos colombia tienen dos doctorados internacionales. Súper merecido ese galardón gran Científico, gran persona. su nombre sera escrito con letras de oro en los libros de historia de la ciencia.
ResponderEliminarMerecido reconocimiento, mi querido profesor Bernardo
ResponderEliminarExcelente investigador,docente y pensador crítico.
De él aprendí sus teorias basadas en los estudios y experiencias que aportaron a mi quehacer pedagógico,innumerables conocimientos que hoy me hacen continuar su línea y motivarme a crear en mis alumnos el desarrollo de una sexualidad responsable, basada en la comunicación, el respeto así mismo y en la búsqueda del placer como finalidad primaria.
Recuerdos gratos.