martes, 18 de febrero de 2014

Carlos Fernando, otro Galán que no le teme a la mafia (entrevista)

Entrevista al candidato al Senado y director de Cambio Radical, quien analiza asuntos espinosos de su partido como la negativa del aval al santandereano Fredy Anaya.

Carlos Fernando Galán Pachón se metió en esa camisa de once varas llamada política y no solamente debe responder por él y por la memoria de su padre, Luis Carlos Galán, sino que tiene que poner la cara por sus conmilitones, algunos de los cuales han hecho quedar por el piso a su partido.

Director de Cambio Radical y aspirante al desprestigiado Senado de la República, estuvo en Bucaramanga repartiendo volantes a quienes en el atiborrado Paseo del Comercio de inmediato le asociaban con el inmolado fundador del Nuevo Liberalismo e incluso al jubilado que acelerando el paso gritaba: “Eso no hay que votar por nadie. Todos son iguales”.

Este exeditor del diario El Tiempo, exconcejal de Bogotá (fue elegido con 48 mil votos en 2007), que estudió Relaciones Internacionales en Georgetown y Economía en la Universidad de Colombia, ‘rolo’ y de 37 años de edad, afirma que quiere ser senador “para que los colombianos puedan andar tranquilamente por las calles sin temor a ser atracados”, y que “a lo largo de mi vida he demostrado que no le tengo miedo ni a los mafiosos ni a los corruptos”, o al menos eso es lo que se lee en su propaganda.

Me jura que no es dueño de mansiones en Bogotá ni en Villa de Leyva o Ruitoque -como muchos de sus contrincantes- y subraya que: “Tengo mi hoja de vida transparente y tengo mi declaración de renta y la puedo mostrar, los ingresos que he tenido, qué plata y deudas tengo, porque tengo muchas deudas por campañas por ejemplo”.

Después de asegurar que fue el primero en denunciar el ‘carrusel de la contratación’ en el que están implicados los hermanos Néstor Iván y Samuel Moreno Rojas –nietos del dictador Gustavo Rojas Pinilla–, concedió esta entrevista al Periódico 15 y luego accedió a tomarse unas cuantas fotografías al pie de la escultura que en la Plaza Cívica del centro de Bucaramanga observa con dolor el despeñadero de la política en Santander.

¿En el lugar donde se encuentre su papá, estará contento con lo que usted hace o de vez en cuando viene y ‘le tira las patas’?

Espero que sí esté contento. Yo siempre en las decisiones que tomo, en mis actuaciones trato de pensar qué me recomendaría mi papá, y procuro ser coherente con lo que creo él pensaría que debo hacer. Es un ejercicio complejo donde uno ve que mucha gente le dice a uno: ‘Qué bien que está haciendo lo mismo que su papá, que está siendo coherente’, mientras otra gente me critica y dice: ‘No, su papá no pensaría eso, no haría eso’. Nadie puede decir exactamente qué pensaría él y qué haría, pero sí intento ser coherente con eso y ese es uno de los objetivos de mi carrera política.

¿Cuándo llegará el momento en que Cambio Radical, uno de los partidos más enlodados en el escándalo de la ‘Parapolítica’, le rinda cuentas al país?

Yo he dicho como director que es una vergüenza lo que pasó en Cambio Radical y he pedido excusas a nombre del partido. Ningún partido está exento de que miembros terminen involucrados en casos de corrupción o de delincuencia, pero tiene que manejarlo de manera transparente. La diferencia es cómo lo manejan: si pone la cara, si apoya las investigaciones. Cambio lo ha hecho y lo estamos haciendo, y hemos tomado conciencia de los errores que se cometieron en el pasado, y eso arranca por corregir esos errores. Por ejemplo en el proceso electoral anterior, tomamos decisiones difíciles de negar avales a personas que eventualmente no tenían un impedimento legal pero sí no deberían hacer parte de las listas de Cambio Radical porque generaban una incoherencia ética para el partido. No fue fácil. Logramos negarles el aval a cerca de doce candidatos que representaban más de trescientos mil votos, y en campaña usted sabe que es complejo para los políticos hacerlo. A mí no me entendían hacer eso muchos dentro del partido, pero lo hicimos, y creo que es un primer paso en reconocer los errores que se cometieron en el pasado, porque es fundamental hacerlo.

Ahora, me llama mucho la atención que el expresidente (Álvaro) Uribe y su grupo sean unos de los que ataquen a Cambio Radical por eso, siendo que él fue uno de los que fortaleció a Cambio Radical en el año 2006 con candidatos que después terminaron condenados. Le cito ejemplos: Rubén Darío Quintero, que fue su secretaria privado, condenado por ‘Parapolítica’. ¿Quién lo llevó a Cambio Radical? Álvaro Uribe. Y de ahí pa’lante usted encontrará seis o siete senadores que tuvieron esos problemas y que fueron llevados a Cambio Radical por el presidente Uribe. Entonces que él se desmonte de su responsabilidad, es un error. Cambio tiene que  asumirla y poner la cara. Y buscar asumirla  precisamente corrigiendo y depurando al partido. En ese proceso estoy comprometido.

Deje un momento a Uribe en salmuera, para que me responda: ¿qué ha hecho Cambio Radical por Santander?

El partido quiere apostarle a una renovación acá. Ha tenido una presencia con el senador actual que ha representado a Santander, pero entiendo que hay nuevas generaciones de colombianos y de santandereanos que quieren acompañar ideas nuevas, renovación, y a eso le apostamos también, que haya espacio para todos aquí en el partido. Yo tengo que ser muy respetuoso con quienes hacen parte del partido hoy y contra quienes no hay elementos para cuestionarlos o buscar que salgan de Cambio Radical, pero sí creo que es fundamental que no queden esas estructuras del partido como enquistadas indefinidamente en algunos sectores del país, sino que busquemos moverlas, renovarlas. A eso le apuesto con mi presencia en Santander: que la gente vea que en Cambio Radical hay varias alternativas.

¿Tan flojas están las relaciones con Bernabé Celis que usted prefiere decir “el senador actual”?

No, no, no. Las relaciones no están flojas con el senador Bernabé. Yo vine aquí eventualmente un par de veces el año pasado a hablar con él, lo respeto, creo que es un senador que ha hecho un trabajo importante, sé que tiene muchos enemigos, pero creo que él es consciente de la necesidad de aires frescos en la política santandereana, y por eso estoy aquí también promoviendo mi candidatura.

¿Si Cambio Radical es un equipo en el que todos tiran para el mismo lado, cómo se explica entonces que Celis es quien trató de meterles el autogol de incluir a su amigo Fredy Anaya –exdirector de la Cdmb– en las listas de su partido?

A veces se cometen errores en los equipos y a veces no hay suficiente conciencia de que la forma de corregir lo que pasó en el partido antes es siendo muy drásticos en algunas decisiones. Creo que no podemos cuestionar al senador Bernabé Celis ni decir que tiene algún compromiso poco ético con alguien; francamente no creo eso. Pero sí creo que a veces hay que ser más vehementes en el ataque a estas formas de hacer la política, porque si no somos así de drásticos no vamos a resolver el problema. El cambio en Colombia arranca por un cambio en la manera de hacer política, porque con la misma manera de hacer política vamos a tener los mismos resultados.

Con esa decisión que sé que afectó a sectores del partido, busqué darle una dinámica distinta a la manera de hacer política en Santander a Cambio Radical.

¿Usted asume la responsabilidad de no haber dejado colar a Anaya en la lista de aspirantes a la Cámara de Representantes que presenta Cambio Radical?

Yo revisé los nombres y espero no haber cometido errores en esa revisión. Revisé con un equipo que me acompañó, discutí con el consejo de control ético, con el comité central del partido, pero yo tomé varias decisiones entre esas esa, en la búsqueda de que el partido corrija los errores que cometió en el pasado. Esa la tomé yo.

Si revisó minuciosamente lo que aprobó, entonces permítame preguntarle por otros nombres. Daira de Jesús Galvis fue abogada de alias ‘La Gata’ –empresaria del chance–, militó en Convergencia Ciudadana del exsenador Luis Alberto Gil Castillo y ahora figura en lista al Senado por Cambio Radical.

Ella actualmente es senadora. Hay un derecho fundamental que existe en la Constitución, y es el derecho a elegir y ser elegido. Y la única forma para que la senadora Daira Galvis pudiera aspirar y ejercer su derecho a ser elegida, era por Cambio Radical, porque de lo contrario habría tenido que renunciar un año antes y no lo hizo. Entonces era muy difícil a una persona ya elegida, con curul, que no tiene una inhabilidad sobreviniente impedirle que entrara a la lista. Eso también hay que entenderlo porque se deben cumplir unas reglas… Tampoco podemos esperar que en la depuración una sola persona, yo de manera un poco autoritaria y dictatorial, inclusive a personas que tienen curul hoy en el Congreso y que no tienen un impedimento legal, trate de marginarlas porque eso habría podido llevar a que presentaran tutelas y me obligaran a mí a mantenerlas en las listas.

¿Entonces eso equivale a tener que tragarse ‘un sapo’?

En algunos casos sí.

¿‘Sapos’ como que el ‘cacique’ barranquillero Fuad Char –dueño entre otros negocios del equipo Atlético Junior– diga que ya no quiere más ser senador pero que le cede el turno a su hijo Arturo?

Arturo ya fue senador de 2006 a 2010, con una buena votación e hizo una labor importante en el Congreso. Yo respeto a la familiar Char y creo que han sido motores del cambio de Barranquilla. Si hay una ciudad en Colombia que en los últimos doce años ha tenido un cambio radical ha sido Barranquilla, y eso hay que reconocerlo. Esa es una labor que han cumplido tanto Alex Char como su heredera Elsa Noguera en la Alcaldía, y entonces creo que ellos más que compararlos con otros grupos políticos de la región y ponerlos en el mismo racero de esa región, hay que reconocer que son los que han producido un cambio real en la calidad de vida de muchos habitantes de Barranquilla.

¿Las compuertas de Cambio Radical están especialmente diseñadas para permitir el ingreso de exmilitantes de Convergencia Ciudadana (PIN-Opción Ciudadana)? ¿O qué hacen en la lista para Cámara en Santander la excandidata a la Alcaldía de Floridablanca, Alba Luz Vega, o Luis Fernando Sánchez?

No, yo creo que en todos los partidos han llegado candidatos de diferentes partidos. Ahí tenemos que hacer un trabajo de depuración y de darle coherencia programática a los partidos. Es un problema de todos los partidos. Hay gente que ha sido liberal toda la vida y hoy está por el partido Conservador, o viceversa. Ese es un problema que se origina en que hoy la ciudadanía no tiene claridad, ni los partidos mismos tienen claridad sobre sus posiciones programáticas en muchos temas. Los partidos en Colombia infortunadamente se convirtieron un poco en repartición de franquicias de avales, entonces el que quiera aspirar, tenga unos recursos y tenga chance de llegar, pues los partidos se lo pelean, sin importar qué piensa el señor sobre la educación, la salud o sobre los diferentes temas. Yo llegué a la Dirección del partido y busco hacer ese proceso para que progresivamente logremos que quienes estén en Cambio, todos, tengan coherencia programática con el partido, y no sean personas que simplemente busquen lograr un aval para llegar a una Corporación.

¿Usted mete las manos en la candela por un candidato a la Cámara por Santander, de Cambio Radical, llamado Ciro Fernández, cuñado del alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona?

Nosotros pasamos al señor Ciro Fernández por la ventanilla única del Ministerio del Interior y no le apareció ninguna investigación, absolutamente nada. No hubo cuestionamientos en ese momento. Ahora entiendo que hay una información de un testigo que lo vincula con algún grupo, y eso debe ser aclarado. Yo ya le pedí al consejo de control de ética que revise el caso. Él ya quedó inscrito y bajo las normas electorales una vez inscrita la persona pasa el 16 de diciembre que es la etapa de modificaciones y no ha renunciado, se mantiene la inscripción.

El Consejo Electoral en 2011 no quiso que yo pudiera revocar la inscripción ni el aval de 309 candidatos que busqué revocar porque habían sido personas que no deberían estar en las listas de Cambio Radical. Renunciaron más de 160 en esa oportunidad cuando los denuncié públicamente, porque tenía elementos para hacerlo y estaban muchos de ellos inhabilitados, pero hoy a una persona que no tiene una inhabilidad sobreviniente, o sea una condena, o una sanción disciplinaria o fiscal, que ya haga parte de las listas y contra quien surja una acusación en este momento, lo que hay que darle es trámite a través del consejo de control de ética y pidiendo a las autoridades encargadas de investigar, que investiguen y sancionen. Yo espero que él demuestre que esas denuncias no son ciertas. Busqué hacer lo posible como director del partido para revisar el nombre de él y el de más de 200 candidatos que aspiran al Congreso. No fue fácil porque muchas veces había acusaciones de opositores a los candidatos que buscaban enlodarlos para que no se les diera el aval, entonces había que en esos procesos dilucidar cuándo había sustento en las denuncias y cuándo era una persecución de los enemigos. Porque si hay un partido que ha tratado de revisar honestamente el proceso electoral ha sido Cambio Radical: porque yo soy el director, porque fui secretario de Transparencia (dependencia de la Presidencia de la República), porque soy hijo de Galán, por mi discurso, por la actuación que he tenido en la política. Hay otros partidos que han cometido pecados gravísimos y de frente, y nadie los está cuestionando.

En Twitter le estaban diciendo hace algunos días que si tanto insiste usted con lo de la ética y la transparencia, ¿qué está pasando con un candidato de Cambio Radical en Córdoba, ‘Jocho’ García, que estaría ofreciendo casas gratis?

Lo que él hizo fue sacar un formulario, en el que hay una frase que dice: ‘Queremos ser beneficiarios de vivienda gratis”, y abajo recoge los datos de las personas para su campaña. No lo está diciendo, pero está insinuando que quien firme ese documento puede llegar a acceder a esos servicios del Estado, y eso es completamente falso. Primero es falso porque el Gobierno del presidente (Juan Manuel) Santos ha sido transparente en la entrega de las casas gratis y está muy claro quiénes son merecedores de ellas. Y nadie, ningún político, ningún partido, puede decir que va a entregar esas casas a cambio del voto. Segundo, es una manera de hacer política nefasta que yo rechazo de manera drástica y ya le pedí al consejo de control de ética del partido que revise el caso y a las autoridades competentes les voy a pedir que revisen el caso para ver qué irregularidad o qué ilegalidad cometió este candidato al hacer esto. Y le pido a él que responda públicamente. Este es un candidato que tampoco tenía cuestionamientos legales cuando se revisó su nombre.

Cuando Horacio Serpa se lanza al Senado como cabeza de lista y se autoproclama como abanderado de la renovación del partido Liberal, ¿usted le cree o ‘a otro perro con ese hueso’?

No le creo mucho el cuento de que sea la nueva cara del partido Liberal. Yo respeto al doctor Serpa, he tenido diferencias con él, entre otras su defensa del Gobierno de Ernesto Samper que para mí es cuestionable, pero creo que él es una persona íntegra y creo que tiene una trayectoria importante. Sí creo que el partido Liberal debería apostarle más a la renovación, a nuevas figuras. Debería haberlo hecho y lamento que no lo hayan hecho. En Cambio Radical tenemos cabezas de lista menores de 40 años. Ojalá que otros partidos hayan seguido lo mismo. El partido Conservador tampoco le apostó mucho a la renovación. La U tampoco, Centro Democrático tampoco. Pero sí creo que es fundamental que en Santander se logre enfrentar a unos herederos de mafias que están presentes en las candidaturas a Senado y Cámara, y en eso creo que el doctor Serpa podría ser un aliado.

¿Cómo observa usted que el exgobernador de Santander, Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo –condenado por la Corte Suprema de Justicia a 108 meses de prisión por el delito de concierto para promover grupos alzados al margen de la ley una vez demostrados sus vínculos con paramilitares- tenga un hijo que es el actual gobernador –Richard Alfonso Aguilar Villa- y otro, el senador y candidato por Opción Ciudadana, Nerthink Mauricio Aguilar Hurtado?

El concepto que he aplicado como director de Cambio Radical es que uno no puede condenar a una persona por ser hijo de alguien condenado; es decir, que se heredan los delitos. Eso no se puede hacer. Pero sí creo que se heredan estructuras políticas construidas a través del delito, y en eso sí hay que cuestionar seriamente ese tipo de prácticas. Yo por ejemplo creo que hay personas que son familiares de una persona condenada, que no tienen ningún cuestionamiento ellos y ellos no están heredando el aparato político del familiar, están construyendo su propio espacio, y eso hay que respetarlo.

Pero hay otro caso como el de Santander donde evidentemente aquí sí ha habido una herencia clara política de un grupo a unos candidatos, y eso es seriamente cuestionable. La forma de enfrentar eso es con participación ciudadana. Esas estructuras políticas requieren que las enfrentemos con más participación ciudadana, con votos de opinión, con voto libre y transparente. Esa es la clave y yo llamo a eso, para que la gente entienda. Ahora, cuando se demuestra que esas personas hacen parte de una misma estructura ilegal, pues deberían ser investigadas.

¿Carlos Fernando Galán es tan cándido que piensa que en su país no se heredan los votos?

No, yo sí creo que eso existe y eso es grave y eso hay que revisarlo. Ahora, no se hereda el delito pero sí se pueden heredar los votos. No siempre se heredan los votos. Hay gente que no los hereda y hay gente que construye su espacio propio. Por ejemplo hay gente que han acusado de que heredó el aparato político de su padre, que fue condenado, y resulta que el padre sacó 30 mil votos y él sacó 150 mil votos. Entonces uno dice, bueno la herencia no es tan clara, ha construido su espacio propio. Pero hay otros casos donde uno sí ve claramente que son los mismos grupos, la misma gente, con la misma plata y con el  mismo origen que financia campañas y en eso hay que ser drásticos. Si no cambiamos la forma de hacer política en Colombia, la forma como se respaldan y financian candidatos en nuestro país, seguiremos teniendo los mismos resultados en corrupción y por lo tanto en muchos proyectos del Estado.

Cuando Rodrigo Lara Restrepo –cabeza de lista por Cambio Radical a la Cámara por Bogotá- sacó el comercial de televisión mostrando al septuagenario samperista Horacio Serpa y diciendo con ello que hay que renovar la política, en su defensa el exgobernador liberal les llamó a ustedes “los exuribistas de Cambio Radical”. ¿Hay peor insulto que a unos seres humanos les digan así?

Yo no he sido uribista, pero sí se le olvida al doctor Serpa que él fue embajador (en la Organización de Estados Americanos, OEA, en el año 2003) de Álvaro Uribe Vélez. Tratan de vender el cuento de que la política exterior es una política de Estado y que aceptarle una embajada no significa que esté apoyando al Gobierno necesariamente. Pero no nos digamos mentiras, esas embajadas son políticas y políticas que tienen que ver con política interna, y así como él cuestiona a algunos sectores de Cambio Radical que sí acompañaron a Álvaro Uribe, como muchos colombianos lo acompañaron, pues no se le debe olvidar que él después de enfrentarse con Uribe, le aceptó la embajada, para después salir a criticarlo. Si hubo voltereta de gente de Cambio Radical, la de Serpa fue tripleta.

Cuál es el plato preferido de Cambio Radical: ¿Las ‘lentejas’ que tanto les gustan a los conservadores? ¿La ‘mermelada’ de la Unidad Nacional? ¿O los ‘auxilios parlamentarios’ que su papá tanto combatió?

(Sonríe) Mire, ahí hay que ser un poco más críticos en el análisis. En la época del Nuevo Liberalismo existían los ‘auxilios parlamentarios’ y no habían sido eliminados por la Constitución, lo que pasa es que el partido utilizaba estos recursos de manera más transparente para brindar acceso a la educación, becas por meritocracia y otra cantidad de cosas. Entonces Uribe llegó y mandó el mensaje de que los ‘auxilios’ son terribles. Son terribles si son mal utilizados. Ahora, esos fueron eliminados. Si uno critica a un congresista porque ha logrado traer recursos de inversión para el departamento, pues difícil hacerlo porque eso es lo que le piden a los congresistas la gente que haga. Yo salgo a las calles de Bucaramanga, y he salido a las calles de Cúcuta o de Neiva, y le dicen a uno: ‘¿Y usted qué inversiones va a traer para el departamento?’. Si les digo que no puedo traer nada porque me van a decir que es ‘mermelada’, entonces me dicen quién va a votar por usted aquí si no va a traer nada. Hay que diferenciar: si es traer inversiones para el departamento, me parece que está bien; si es traer inversiones para que se ejecuten con contratistas amigos y robarse la plata, eso sí es terrible. Eso debe ser investigado y castigado. Simplemente deben ser proyectos que beneficien a los departamentos, y eso está bien.

En el tema de la ‘mermelada’ en puestos, Uribe también está tratando de desviar la atención. El Gobierno Nacional maneja 100 mil cargos, de los cuales en 8.000 de ellos tiene incidencia el Presidente de la República. De esos 8.000, (Juan Manuel) Santos ha nombrado 3.000, mientras que 5.000 fueron nombrados por Uribe. Entonces si hay alguien que tiene ‘mermelada’ en puestos hoy, es Uribe y su Centro Democrático, pero quieren presentarse como los que jamás han ofrecido un puesto a cambio de nada. Ellos fueron los que ofrecieron notarías y una serie de cosas a cambio de votos en la reelección de Uribe (2006). Ellos están tratando de desviar la atención con acusaciones que son parcialmente falsas, con medias verdades, sin aclarar cuáles son las características de los proyectos en el tema de los recursos o sin aclarar que ellos tienen más puestos en el caso de la burocracia.

Me parece importante que la ciudadanía analice de manera más crítica este tema, para no dejarse llevar por creer que lo que está diciendo Uribe es cierto.

Pastrana, Uribe, Santos… ¿Le puede esperar algo peor a este país?

Es relativo. Yo soy un actor político ahora y claro que eso está en discusiones y se hace énfasis en las diferencias con otros sectores. A Pastrana por más de que lo critico en muchas actuaciones y fue un desastre lo que hizo con la guerrilla de las Farc, también hay que reconocerle que con ese desastre logró vencer políticamente a las Farc. Es decir, las Farc eran unos actores políticos muy relevantes en Colombia hasta 1998; en 2002 quedaron muertos políticamente. Eso se le debe a la debacle Pastrana, pero se le debe a él.

A Uribe hay que reconocerle que les recuperó la confianza a muchos colombianos, fortaleció las Fuerzas Militares, trajo mucha inversión… Eso hay que reconocerlo, y si no lo hacemos sería obtuso; pero también cometió muchos errores y graves. El tema de los ‘falsos positivos’ (ejecuciones extrajudiciales), muchísimos casos de corrupción en su Gobierno como Agro Ingreso Seguro, las ‘chuzadas’, la Dirección de Estupefacientes… Entonces no hay que tratar de poner las cosas en blanco o negro.

Y Santos ha hecho una apuesta por modernizar este Estado, por cambiar cosas que nos han afectado mucho como el conflicto armado interno, y hay que apoyarlo en eso. Claro que ha cometido errores también, como todos los gobiernos. Se equivocó en el manejo del tema del agro. No es responsabilidad de él la crisis del agro, sino de todos los gobiernos de los últimos 30 o 40 años. Le explotó a él y la manejó mal. Corrigió después. Hay otros temas en los que también ha cometido errores. Pero cuando uno mira la película completa, sin caer en el tema de que todo es blanco o negro, se da cuenta que es mucho más lo bueno que ha logrado este Gobierno y lo que puede lograr si sigue.

Usted anunció hace algunos días que el 9 de marzo habrá una gran sorpresa de parte de Cambio Radical. ¿Esa sorpresa es que su jefe y amigo Germán Vargas Lleras sea la fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos, y que los liberales y los demás que están untados de ‘mermelada’ se frieguen?

No sé cuál va a ser la fórmula. Claro que me gustaría que fuera Germán Vargas, pero hay que respetar la decisión que tome el presidente, y no ponernos ni a proponer ni promover candidaturas porque ese es un fuero que tiene el presidente para escoger su llave. Le digo una cosa: si Vargas Lleras termina siendo candidato tendremos la oportunidad de votar por dos presidentes en una sola llave, y eso no había ocurrido nunca. Y no solamente eso, sino que en las otras candidaturas presidenciales apenas algunos tienen pinta de presidenciables. En este caso tenemos dos candidatos en fórmula presidenciables. Ahora, el resultado va a ser sorpresa esté o no Vargas Lleras en la fórmula vicepresidencial. A Cambio Radical lo daban por muerto, apostaban que no iba a tener el umbral, y el 9 de marzo no solamente vamos a tener el umbral sino que vamos a pasar de siete más de diez senadores. Eso va a convertir a Cambio en una fuerza importantísima en la gobernabilidad del próximo periodo. A eso le apuntamos.

¿O sea que por lo menos sacan los 450 mil votos?

¡Sobrado! Si hoy tenemos siete senadores que aspiran nuevamente a la reelección, sumémosles los candidatos nuevos como Germán Varón, Rosmery Martínez, Estevenson Marulanda y como Dusan Vélez, todos candidatos importantes que ponen votos, incluida mi candidatura que también aporta unos votos al partido. Estamos creciendo y lo vamos a demostrar el 9 de marzo.

¿Hoy usted pasará por la esquina sur de la calle 36 con 25 a darle el último adiós a la ruinosa casa donde nació Luis Carlos Galán, y que el Municipio de Bucaramanga no ha sido capaz de preservar?

Espero que no sea el último el último adiós y que se logre preservar esa casa para que sea un espacio de debate, de participación de jóvenes y discusiones políticas. Un centro de pensamiento que promueva la memoria de Luis Carlos Galán.

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