domingo, 25 de enero de 2015

Procurador, vuelva y revise

Por Manolo Azuero Figueroa (Columna publicada en el periódico Vanguardia Liberal el domingo 25 de enero de 2015 http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/manolo-azuero/296353-procurador-vuelva-y-revise)


Como lo vaticinó esta columna hace días, le diremos adiós a enero y la gobernación no inaugurará el Cerro del Santísimo. La publicitada instalación de la escultura sirvió para confirmar que el proyecto, que acumula ocho meses de atraso y más de 58 mil millones de pesos invertidos- no 43 mil como se dijo el viernes en los medios -,no estará listo en el plazo (¡el tercer plazo!) que habían definido contratante y contratistasen una de las tantas adiciones. Seguramente, como nos acostumbramos a que lo público funcione a medias, las demoras y los sobrecostos pasarán a un segundo plano. Los optimistas dirán que los críticos que señalan los abusos, no reconocen la grandeza de los Aguilar y sus macro proyectos. En el nombre de Dios y del turismo, que se gasten la plata pública (¡las regalías!) como se les dé la gana. ¿Ese es el credo?


En todo caso, reconfirmar que la planeación del Santísimo fue mediocre, apenas unos días después de que el destituido exalcalde Fernando Vargas fuese nuevamente sancionado por la Procuraduría - esta vez por la fracasada planeación del Parque Extremo en San Martin -, sirve para preguntarse si los gestores del proyecto turístico religioso no merecen la misma suerte. La Procuraduría llega tarde, pero llega. ¿O no, señor Procurador? Los atrasos y costos adicionales del Parque Extremo los denunciamos junto a Pastor Virviescas en septiembre de 2011; transcurrieron 40 meses antes de que se firmara una sanción disciplinaria contra Vargas.

Ahora, ojalá el jefe de la Procuraduría, el santandereano Alejandro Ordóñez, no llegase tan tarde al caso ‘santo’. Ojalá Richard Alfonso Aguilar y su cuadrilla, antes de abandonar las oficinas del poder, respondan por las presuntas irregularidades que rondan la planeación del Santísimo; la carencia de estudios técnicos y económicos suficientes, previos a la contratación del teleférico y la obra civil, para lograr un plan certero. Sí, en 2013, cuando era todavía más papel que cemento, la Procuraduría “absolvió” el proyecto. Y en esa épocatambién se hablaba de inauguración en mayo de 2014. Pero cuando la obra avanzó, prórrogas, adiciones y modificaciones probaron que el plan estaba mal hecho. ¿Quién responde por eso?

Que la euforia por tener el “cristo más alto” no oculte los ‘pecados’ de sus precursores.

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