martes, 9 de agosto de 2016

Ver pero no tocar


Esta colorida oruga trepaba lentamente de rama en rama. Su aspecto era asombroso. Como si llevara decenas de árboles encima, en realidad se trata de espinas que si entran en contacto con la piel de una persona liberan un veneno que puede provocar inflamación y picazón e incluso otras complicaciones que requieran atención médica.


Lo recomendable es observarlas a distancia, fotografiarlas y dejarlas que sigan con su marcha. Luego se convertirán en polillas y mariposas.




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