miércoles, 18 de mayo de 2016

Ulibro 2016, "un placer tremendo para Cuba"

(Esta nota la publiqué en la edición número 448 de Vivir la UNAB,
           en circulación desde el 15 de mayo de 2016. Textos y Fotos PVG)



Con ese inconfundible acento caribeño que traslada al interlocutor a La Bodeguita del Medio, allá por la Calle Empedrado de La Habana Vieja, el agregado cultural de Cuba en Colombia, Ernesto Pérez Cano, expresa su satisfacción porque el suyo sea el País Invitado a la Feria del Libro Ulibro 2016 de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB).

Cuba es socialismo y control estatal, puros y guaguancó, ron y cerdo asado, béisbol y rumba, la patria de José Martí, Nicolás Guillén, José Lezama Lima, Alejo Carpentier y Guillermo Cabrera Infante. Cuba es Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Benny Moré, Celia Cruz y Compay Segundo, y a la vez el feudo de los hermano Fidel y Raúl Castro. Esta isla antillana de 11 millones de habitantes y una superficie equivalente a la del departamento de Amazonas, es el único país del mundo que cumple los criterios que determinan el desarrollo sostenible: desarrollo humano alto y huella ecológica sostenible… Es modelo para unos, dictadura para otros.

Así que después de prestarle atención a la charla de Laura Restrepo, en la que la escritora bogotana manifestó que “pese a todos los problemas Cuba ha sido y sigue siendo nuestro mejor sueño”, el diplomático atendió esta entrevista.


De izquierda a derecha, el rector de la UNAB, Alberto Montoya Puyana; la escritora bogotana Laura Restrepo; el agregado cultural de Cuba en Colombia, Ernesto Pérez Cano; y el vicerrector administrativo y financiero de la UNAB, Gilberto Ramírez Valbuena. 


¿Cómo tomó su Gobierno la invitación a Ulibro?

Vamos a hablar no del Gobierno sino mejor de las instituciones culturales, y lo tomamos de la mejor manera. Para nosotros es de la mayor importancia que nos inviten no solo a Bucaramanga sino a cualquier feria del libro que exista, porque es un placer tremendo y es un espacio importantísimo para mostrar sobre todo los escritores jóvenes que están surgiendo ahora en Cuba, no aquellos clásicos que muchos conocemos, otros no tanto. Me refiero a esas nuevas generaciones formadas y bebiendo de esa gran generación que viene de los años cuarenta hacia acá, como Carpentier, Lezama, (Virgilio) Piñera y toda esa gente.

¿Qué le dice a la Embajada de Cuba en Colombia el nombre de Bucaramanga?

Primero nos dio mucha curiosidad y cuando empezamos a mirar vimos que es una ciudad muy interesante, que lo que se conoce en Cuba es de la belleza que tiene, de la vegetación, los colores y el clima de su gente. De aquí al mes de agosto conoceremos más porque los estaremos visitando asiduamente y después de Ulibro que estaremos  un tiempo aquí y tengamos más conocimiento de esta región.



¿Se emocionó cuando Laura Restrepo le echó el piropo a Cuba o piensa que es una melancólica extraviada en el tiempo?

Claro que me emocioné y no sé si ella todavía lo ve desde el punto de vista melancólico, pero para nosotros no porque es una realidad que seguimos viviendo en Cuba y es un sueño que continúa porque consideramos que todavía hay muchas cosas por hacer. Aun seguimos pensando en la utopía que existe, claro, y me parece que todos debemos pensar en eso. No creo que debamos ponernos a valorar si es bien o si es mal, si es políticamente correcto o no en cuanto a terceras personas. Para nosotros lo más importante es que estamos convencidos de lo que estamos haciendo, que estamos seguros de lo que vamos a hacer, independientemente de que cada persona que viva fuera o dentro de Cuba pueda pensar distinto o no. ¿Comprendes?

El presidente Barack Hussein Obama II, el Papa Francisco y tata gente importante de paso por La Habana. ¿Cuba está de moda en este momento?

Chico, si la palabra ‘de moda’ se puede usar, pues ¡qué bien! Y si la palabra ‘de moda’ significa que recibamos a más personas, pues mejor. Si significa que las relaciones de Cuba hacia el mundo se abran más, pues también la usamos. Me parece bien.

En China ven al Dalai Lama no como un pacifista y defensor de los Derechos Humanos, sino como a una especie de demonio, cuando no como terrorista. ¿Sigue pasando lo mismo entre Cuba y Estados Unidos? ¿Washington y el Tío Sam que son hoy para Cuba después de ese saludo entre Obama y el presidente Raúl Castro?

Chico, no sé cómo explicarte. Es que las contradicciones que han existido entre nuestros dos países han sido más bien sobre las diferencias políticas entre gobiernos, y te puedo asegurar como cubano que soy y que vivo en la isla, que nunca hemos visto al pueblo norteamericano como un enemigo. Todo lo contrario, desde que tengo uso de razón en mi casa se oía música norteamericana y siempre se vieron y se ven las películas de Hollywood, te gusten o no te gusten. Y siempre ha habido una admiración a la cultura de ese pueblo, que es riquísima, enorme y muy importante. Lo que pienso es que los pasos que se han dado son significativos y lo que viene es lo más importante. Y que las relaciones sigan creciendo, que se sigan fortaleciendo entre los pueblos y que el intercambio cultural que está comenzando a incrementarse, se mantenga y crezca. Y desde el punto de vista de mi país o como proyecto social, lo que nos toca a nosotros es defenderlo y tratar de mantener todos los logros que hemos obtenido, con muchas dificultades es cierto, pero los tenemos. Eso es lo más importante.

¿Por qué los cubanos residentes en el Estado de La Florida son los que más se oponen a un acercamiento EE.UU.-Cuba?

Chico, yo creo que eso debes preguntárselo a ellos. Mi apreciación es que muchas de las personas que están allí no están de acuerdo con el proyecto social que todavía tenemos allá en Cuba. Tienen derecho a no estarlo y tienen derecho a decir lo que piensan. Es lo que te puedo decir sobre eso, pero creo que de todas maneras amigo mío, ha habido como un cambio, como una flexibilización. Claro, esa primera generación que emigró y que se vio afectada de cierta manera por la Revolución y por las nacionalizaciones, y ha ido envejeciendo, piensa de una forma, pero ya la mayoría de cubanos que viven en Estados Unidos son gente de nuevas generaciones que no tienen esa visión ‘antigua’.

¿Qué les dice a quienes puedan sentir temor de que Cuba sea el invitado a Ulibro y crean que se viene el comunismo, que nos van a ‘lavar el cerebro’ o que van a encaletar armas entre los libros? ¿O a quienes puedan preferir que Washington borre a Cuba de la faz del planeta?

(Sonríe). No creo que sea así y que quien tenga un poquito de corazón vaya a querer que eso suceda. Al contrario, en lo que he visto durante lo poquito que llevo aquí es que somos bienvenidos y que vamos a continuar siendo bienvenidos. Y después de la visita de los escritores cubanos, sobre todo, va a abrirse un nuevo camino y vamos a seguir viniendo.

¿Qué figuras de su país están confirmadas para Ulibro?

Ahora mismo no te puedo dar un nombre porque todavía quedan algunos detallitos que ajustar. Sí te puedo adelantar que va a estar presente Zuleica Romay, que es la presidenta del Instituto Cubano del Libro, cuya importancia es también como escritora e investigadora porque trata los temas de los afrodescendientes y la defensa de la cultura africana o negra en Cuba. Eso será muy atractivo aquí en Bucaramanga.

Y si a los organizadores de la Feria les diera por invitar a la cubana Yoani María Sánchez, que tantas críticas ha hecho hacia el sistema desde su blog “Generación”, ¿qué cara pondrían en su Embajada?

No tendría la mayor importancia, porque no representa el arte o la literatura que sí se escribe en Cuba. Que de todas maneras no todo es color de rosa, pero hay escritores cubanos que viven en La Habana, en Cienfuegos y en Trinidad, que son críticos ante la sociedad  pero de una manera constructiva, como que hay que hablar de los problemas pero de manera positiva, no de manera destructiva.

¿Hasta dónde Cuba está dispuesta a ir para que los diálogos Gobierno-Farc se consoliden como una realidad?

Nosotros estamos dispuestos a ir hasta donde sea necesario con tal que no solo el proceso que está ocurriendo en La Habana, sino lo que vaya a venir después de la firma de los acuerdos de paz, lo que necesite Colombia de nosotros los cubanos pues estamos dispuestos a seguir tratando de ayudar, no de influir ni decidir. Nosotros sencillamente somos como garantes, como que tratamos que las cosas fluyan por el mejor camino, porque al final lo importante es que en Colombia se dé una paz real, no solo un simple documento, pero eso depende de ustedes, mi amigo.

¿Y en esa colaboración cabría echarle una mano al naciente proceso Gobierno-ELN, guerrilla que precisamente se inspiró en la Revolución Cubana?

Sí, claro. Lo que dices es cierto, porque el Ejército de Liberación Nacional tomó como faro el proceso revolucionario cubano. ¿Y por qué no? Además lo decidieron por sí mismos, y me parece bien que cada uno decida lo que quiere hacer con su vida, con su país, con su política… Nosotros igual si nos piden como país que apoyemos ese proceso de conversación con el ELN, también lo hacemos, con todo gusto. Lo más importante es que en Colombia haya paz, porque pensamos que es un país maravilloso. Colombia puede llegar a ser un paraíso porque tiene de todos los colores, olores, climas, gente maravillosa, y se logra la paz en este país mi visión es que ustedes van a crecer muchísimo como país y van a ayudar por supuesto al crecimiento de toda América Latina.

¿Siente temor, como yo, que con el descongelamiento de las relaciones con EE.UU., Cuba se convierta en ese enorme cabaret o casino que lo fue en la época del dictador Fulgencio Batista?

Comprendo tu pregunta, y la mayoría de las personas basan sus apreciaciones en sus propias experiencias, pero lo riesgos hay que asumirlos. Las grandes decisiones vienen acompañadas de grandes riesgos, pero los grandes riesgos vienen acompañados de grandes resultados. Desde mi punto de vista todo lo que se ha hecho culturalmente en mi país desde hace muchos años hacia acá, va a tener ahora un valor muy grande, y se trata de lo contrario a tu preocupación que es mantener nuestra propia idiosincrasia, nuestra soberanía, nuestros propio logros, y evitar que ese sueño que todavía mantenemos se convierta en algo así como un casino, como tú me dices. Hay riesgos, pero los asumimos.

¿Diría usted, como lo afirmó en 1960 Fidel Alejandro Castro Ruz, “¡Patria o muerte!”?


¡Sí!, e incluso no solo los cubanos sino en general todos los que vivimos en América Latina pudiéramos pensarlo así, sin llevarlo al extremo de que si es comunismo o si es capitalismo. Lo que es importante ahora en América Latina es que cada quien tome sus propias decisiones sin depender de nadie.

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