A dos horas y treinta minutos por la que algún año del siglo XXI será la carretera de doble calzada entre Bucaramanga y Cúcuta, y antes de llegar al ramal que conduce al municipio de Silos (Norte de Santander), se halla a mano izquierda el cruce que por una trocha (otros 15 minutos) lleva hasta la casa de don Modesto, un campesino que a pesar de sus limitada condición socioeconómica se siente orgulloso del páramo de Santurbán.
Hasta ese punto llega el vehículo y tras una aguadepanela que en algo amaina el frío, empieza el recorrido a pie que durará al menos otras dos horas y treinta minutos, dado lo escarpado del terreno y las dificultades que significa sortear los numerosos nacimientos de agua que convierten el piso en una esponja resbaladisa en la que es fácil resbalar o enterrar un zapato, si es que no se llevan las botas pantaneras (de caucho) recomendadas para este tipo de situaciones.
El anhelo de disfrutar las llamadas Lagunas Verdes hace que el esfuerzo valga la pena. Esta mañana de domingo unos de los lugareños comenta que al despuntar la mañana observó un condór, así que cuando la mirada no está en el piso, hay que dirigirla al cielo rastreando a esta imponente ave que solo conocemos por el escudo nacional o en los zoológicos.
El último tramo es el más empinado, por lo que no puede faltar la botella de agua y el pedazo de bocadillo que nos permita recobrar energía.
En todas las direcciones se encuentra el rastro (boñiga) del ganado vacuno que deambula por estas altitudes. El silencio solo interrumpido por el trinar de los pájaros. De resto todo es tranquilidad y armonía.
Hasta que por fin aparece la primera de las cuatro Lagunas Verdes, en las que nace el agua que cordillera abajo consumirán los habitantes de Cúcuta y que aumentarán el caudal del río Zulia.
Este complejo lagunar está comprendido dentro del Parque Natural Regional de Sisavita, que abarca 12.248 hectáreas y alcanza una altura máxima de 4.232 metros sobre el nivel del mar. Forma parte del páramo de Santurbán que se extiende por más de 200 mil hectáreas de los departamentos de Santander y Norte de Santander, con su frágil ecosistema de bosque alto andino y páramos.
El 70 por ciento de los colombianos, tal cual lo han afirmado los expertos y subrayado el presidente Juan Manuel Santos, dependemos del agua que nace en los páramos. Y ahí por supuesto que están incluidas ciudades como Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón.
La autoridad ambiental en este lugar es la Corporación Autónoma Regional de Norte de Santander, Corponor, que junto a los últimos gobernadores y, por supuesto, sus habitantes, le siguen dando un ejemplo al país de lo que es poner la vida y el respeto al medio ambiente por encima de los intereses de unas cuantas empresas mineras que han caído en paracaídas con la obsesión de llevarse el oro, la plata y los demás minerales que se esconden estos brazos musculosos de la Cordillera Oriental.
Este es un repaso en fotografías de un hermoso páramo de Santurbán que en las próximas semanas será delimitado por el Ministerio del Medio Ambiente, soportado en el concepto emitido por el Instituto Alexander von Humboldt. Un paseo por el reino de los frailejones, que entre la neblina asoman como los guardianes eternos de la vida.
Este paseo puede hacerse en compañía de "Frailejón" http://www.youtube.com/watch?v=NkvQK6HMTIE del compositor germano-venezolano Vytas Brenner, o "Estrellita Santurbana", de Lucía y Los5herentes, compuesta por Álvaro Serrano, ambas piezas disponibles en www.youtube.com http://www.youtube.com/watch?v=IIm-x53DfzA
Un tesoro por el que el Comité por el Agua y el Páramo de Santurbán, el Sindicato de Trabajadores del Acueducto de Bucaramanga y el Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana - entre una larga lista de activistas-, están convocando a una nueva marcha en Bucaramanga, esta vez a partir de las dos de la tarde del próximo 15 de noviembre desde la Puerta del Sol hasta la Plaza Cívica 'Luis Carlos Galán', con la que les reiterarán a Colombia y la comunidad internacional sus estribillos de que "el agua vale más que el oro" y "agua sí, oro no".
apreciado maesse mauricio olaya,sus fotografìas poseen el don de la naturalidad,libres de exceso de saturaciòn y maquillajes extras.ese aspecto de sinceridad lo identifica fotograficamente y prodiga una lectura suave y muy poètica de cada asunto mostrado,felicitaciones.m.c.
ResponderEliminarInteresante muestra ;)
ResponderEliminarLa sencillez de lo natural.