Este viernes 15 de
marzo se realizará en Bucaramanga y otras ciudades una nueva marcha en defensa
del Páramo de Santurbán, que desde el pasado 8 de enero es Parque Natural
Regional aunque sin convencer a quienes desde hace más de tres años
emprendieron su defensa.
Si en los
Ministerios de Minas y Medio Ambiente o en la Corporación Autónoma para la
Defensa de la Meseta de Bucaramanga (Cdmb) estaban creyendo que después de la
declaratoria del Parque Natural Regional Páramo de Santurbán el debate entraría
al congelador, pues cosa distinta están pensando los organizadores de la marcha
cívica y pacífica “Cien mil voces por el agua”, programada para este 15
de marzo con la Puerta del Sol como punto de partida a las 2 de la tarde.
Para ese día, el Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán planea demostrar en las calles su inconformidad con una decisión gubernamental que en el concepto de líderes como Alix Mancilla y el diputado Roberto Schmalbach, no cumple con las mínimas expectativas.
Ese jueves (un
día antes de un nuevo aniversario de la Revolución de los Comuneros, 1781),
ambientalistas, estudiantes, ciudadanos en general y uno que otro
‘paracaidista’ exigirán “la suspensión inmediata de todas las actividades de
las multinacionales mineras” en lo complejos biogeográficos de los páramos de
Santurbán y Almorzadero, “así como en los ecosistemas productores de agua para
el consumo humano”.
Pedirán a
MinAmbiente las autoridades regionales y locales, así como a los organismos de
control, “ejercer las funciones de protección ambiental en defensa de este
ecosistema proveedor de agua y de vida, y demandar responsabilidades ante el
hecho de haber entregado esta estrella hídrica a las multinacionales mineras”.
En su memorial
de agravios, el Comité solicita al gobernador de Santander, Richard Alfonso
Aguilar Villa, “hacer inversión social y de infraestructura en la provincia de
Soto Norte (California, Vetas, Suratá, Matanza y Tona) y no trasladar
responsabilidades a las empresas extranjeras” que están asentadas en la zona.
En sus
cuestionamientos, el Comité afirma que la Cdmb y MinAmbiente “manipulan y
engañan a la opinión pública” al presentar la declaratoria del Parque Natural
Regional como la solución definitiva para garantizar a a perpetuidad el
suministro de agua a dos millones y medio de habitantes del Área Metropolitana
de Bucaramanga, Cúcuta y otras 17 poblaciones de los departamentos de Santander
y Norte de Santander. “Tergiversan la información, ya que una cosa es un Parque
Natural Regional y otra proteger y conservar todo el páramo y este ecosistema
estratégico”, advierten.
Según ellos, las
11.700 hectáreas que desde el pasado 8 de enero conforman el Parque Santurbán,
“solo comprenden el 18 por ciento de páramo”, dejando por fuera considerables
áreas de subpáramo y bosque alto andino, “protegiendo los intereses de las multinacionales
mineras, especialmente Eco Oro (anteriormente Greystar)”. También recalcan que
no se están protegiendo las aguas subterráneas y en cambio se deja “el 82 por
ciento del territorio libre para la explotación minera subterránea o como lo
deseen las multinacionales”.
La declaratoria,
a la que asistió MinAmbiente Juan Gabriel Uribe Vegalara, es según el Comité
“una cortina de humo para acomodar definitivamente a las multinacionales,
especialmente AUX, Galway, Leyhat y Eco Oro, que continuarán campantes en la
zona, realizando exploración intensiva, perforando grandes túneles y
descapotando la montaña, vulnerando flagrantemente la normatividad ambiental”.
El Comité
manifiesta que los más afectados con el manejo que se pretende dar al Parque
Santurbán, aparte de quienes necesitan el agua para su consumo diario, son “la
exigua minería artesanal y los campesinos asentados dentro de él y los que están cerca de los
territorios de las grandes mineras, quienes sí tendrán que abandonar sus
parcelas no solo por la declaratoria del Parque sino por los trabajos de
perforación a toda dirección que ya empezaron a realizar en estas montañas de
alta pendiente, gracias a la feria de títulos mineros que en especial fueron
concedidos en los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y que se afianza en la
administración de Juan Manuel Santos con la ‘locomotora minera’”.
El anuncio
La gestación y
nacimiento del Parque Santurbán se ha convertido en un acalorado debate en el
que las multinacionales observan con precaución, los habitantes de la región
con zozobra y los ambientalistas con recelo las decisiones que toman las
autoridades correspondientes.
Y no es para
menos, porque en diciembre pasado el Consejo Directivo de la Cdmb, con su
director Ludwing Arley Anaya a la cabeza, tenían todo listo para su
declaratoria con apenas 10.890 hectáreas -expresando a los medios que era la
mejor decisión que se podía tomar-, pero ‘algo’ hizo frenar los planes.
Entonces, el
ministro Uribe Vegalara se apareció en Bucaramanga el 17 de diciembre, puso ‘el
freno de mano’ y ‘contra la pared’ a la directora del Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Brigitte LG
Baptiste, a quien ordenó que viniera a explicar sus “cuestionamientos”, que no
eran más que el concepto técnico que ese instituto emitió el 27 de noviembre de
2012 y en el que el Humboldt le da su visto bueno, pero recalca que no entiende
por qué razones las Cdmb pasó de proponer un parque de 12.267 hectáreas en
octubre de 2010, a 11.089 hectáreas en diciembre de 2010, luego 10.912 hectáreas
en septiembre de 2012 y finalmente 10.890 hectáreas en la propuesta del 1 de
octubre del año pasado.
El Humboldt se
percató que el parque se encogía en 1.377 hectáreas por arte de birlibirloque,
porque ni la entonces directora de la Cdmb, Elvia Hercilia Páez (esposa del
senador Bernabé Celis) ni el actual director Ludwing Arley Anaya, le
suministraban justificaciones basadas en información técnico-científica.
El ministro
anunció entonces que el 28 de diciembre habría una nueva sesión y que en todo
caso la decisión debería tomarse antes del 28 de febrero de 2013. Sin embargo,
la sorpresa fue mayúscula cuando el 8 de enero, sin que los Reyes Magos ensillaran
nuevamente sus camellos, se volvió a reunir el Consejo Directivo de la Cdmb y
tras una no extensa exposición de Baptiste, se abrieron las puertas y un
sonriente y optimista Juan Gabriel Uribe salió, se acomodó ante las cámaras y
anunció que “por unanimidad” acababa de nacer el Parque Natural Regional Páramo
de Santurbán con una extensión de 11.700 hectáreas (4.955 en Suratá, 1.156 en
California y 5.589 en Vetas), más 600 hectáreas correspondientes al Distrito de
Manejo Integrado.
“Es una muy
buena noticia para los santandereanos y para el país”, expresó el ministro
Uribe Vegalara, quien al ser cuestionado por 15 sobre las razones que
llevaron a ampliar la zona del parque, afirmó que después de ahondar en las
precisiones técnicas -acompasadas por el ulular de las alarmas encendidas por
el Humboldt-, se determinó que “era un error no tener en cuenta los ecosistemas
de robledales de la zona, y en ese sentido yo pedí incluir todo el ecosistema”.
“Será un parque
de mucho mayor espectro que el que se tenía antes”, aseveró minAmbiente, refiriéndose a que con tal determinación
quedaría protegido el bosque alto andino de Suratá (Cachirí) y un sector
comprendido en el Distrito de Manejo Integrado.
A partir del
momento, sostuvo el ministro, en el área del Parque Santurbán ya no se
permitirán la exploración ni la explotación minera por parte de multinacionales
o artesanal. “En esas 11.700 hectáreas no se podrá hacer absolutamente nada de
eso”, insistió.
Explicó que
“esto es lo máximo a lo que se ha podido llegar consultando a todas las
regiones y los diferentes intereses. La comunidad santandereana quería su
parque, que se protegiera el recurso hídrico y el ecosistema de robledales y
las especies endémicas, y eso es lo que hemos hecho como nuestro legado
conservacionista. Este es un ecosistema prácticamente único en Colombia”.
Sin precisar
cuántos títulos quedarán bloqueados por la declaratoria, el ministro sostuvo
que “no era coherente que se pudiera partir el ecosistema de robledal para
tener unos sectores protegidos y otros no”.
Entonces 15
le indagó sobre su sensación después de la medida adoptada, y Uribe Vegalara
respondió: “Mi consciencia queda mejor que lo que estaba antes. Hemos hecho un
esfuerzo de concertación, de unanimidad, con los municipios, las regiones y la
Nación, porque eso es lo que hay que hacer desde el punto de vista de política
de Estado. Hemos dado un ejemplo y estamos mandando una señal al país de que
esto no se trata de una pelea de unos contra otros, sino de generar consensos
en torno a propósitos nacionales y regionales”.
Luego 15
volvió a preguntar: ¿Qué cara va a poner el presidente Santos cuando usted le
informe que el Parque Santurbán creció? “Yo creo que a él le va a gustar el
tema. Él es un convencido de que hay unas áreas por proteger”, dijo.
Antes de irse,
el ministro Uribe Vegalara señaló que en los primeros meses de este año se
trabajará en la estandarización y el protocolo que establezcan a partir de qué
altura sobre el nivel del mar se determina la línea de páramo.
Luego, de afán
para no quedarse del carro que la llevaría al aeropuerto, Brigitte LG Baptiste
aprovechó para decir que desde un principio del proceso hizo énfasis en que se
tenía que considerar la regulación hidrológica que debe prestar el área y la
conservación de los bosques de roble y el páramo en general.
“Este será un
parque mucho más íntegro y funcional a los intereses de la región. Para
proteger las cuencas es indispensable tener una buena porción de bosques en
buen estado de conservación. Los páramos y los bosques que los circundan son
nuestro cinturón de seguridad con el cual contamos para el futuro”, acotó la
directora del Humboldt, a sabiendas de que Santander es uno de los
departamentos que más dependen de los páramos para su aprovisionamiento de agua.
¿Letra muerta?
Lo que seguía
era la firma del acto administrativo, y eso fue lo que se produjo el 16 de
enero, pero ya sin la presencia del ministro Uribe Vegalara. Ese día el
director de la Cdmb divulgó un documento de 19 páginas en el que se parte del
principio de que la biodiversidad del país “por ser patrimonio nacional y de
interés de la humanidad, deberá ser protegida prioritariamente”, y aún más si
se trata de las zonas de páramos, subpáramos, nacimientos de agua y zonas de
recarga de acuíferos.
Reconociendo que
es un deber de la Cdmb hacer esa tarea, procede a declarar, reservar, delimitar
y alinderar como Parque Natural Regional Páramo de Santurbán el área de 11.700
hectáreas, ubicada en la jurisdicción de los municipios de Suratá, California y
Vetas.
Enseguida detalla
las coordenadas de 106 puntos geográficos, los cuales comprenden tramos de las
quebradas Chúmbula, Páramo Rico, Agua Negra, La Vaca, Mogotocoro, Frailejonal,
Cunta, Jaimes, Pamplona, El Volcán, Casa Vieja, El Salado, El Rodeo, El Arado,
La Plata, Malpaso, Rancho de Cruz, Violetal, El Salvial, Quinta, Móngora,
Catalina, Las Ánimas, Aserradero, Páez, El Pozo, Angosturas, San Andrés, San
Juan, Chicagua, Peña de Oro, Corral de Piedra, Vado Real, Monsalve, La
Resumida, Guariba, Ramírez, Tablanca, Chiqueritos, El Diablo, Laguna, La
Chingua y La Cabrera, confirmando de paso que esta es una gran fábrica de agua
sin la cual, como denunció en 2011 el senador Jorge E. Robledo, Bucaramanga
dejaría de ser la próspera ciudad que es o ‘el mejor vividero de Colombia’ -como
algunos le llaman-, para convertirse en ‘una ratonera’.
Según el
acuerdo, así se mantendrá “a perpetuidad la oferta hídrica, en cuanto a
cantidad y calidad del agua, de las cuencas de los ríos Suratá y Cáchira Sur y
sus microcuencas”. Su intención es garantizar la conectividad de los
ecosistemas de páramo y bosques altoandinos existentes en el conjunto de la
ecoregión de Santurbán, los cuales se extienden hasta el departamento de Norte
de Santander.
Igualmente -al
menos eso es lo que reza el documento-, se conservarán las especies de flora
endémicas (exclusivas de Santurbán) y amenazadas de extinción como el roble Quercushumboldtii y los frailejones Espeletiaconglomerata, Espeletiapsisfunckii y Espeletiabrassicoidea, además de
especies de fauna como lagartos, ranas, cóndor de los Andes, cotorras
montañeras, águilas crestadas, perdices, nutrias, osos andinos y piros, sin
dejar por fuera los espacios donde las especies migratorias se alimentan y
anidan.
Dice que antes
del 16 de enero de 2014 la Cdmb deberá haber formulado un plan de manejo que
garantice los objetivos de conservación señalados, “además de definir la
zonificación, uso y actividades permitidas y prohibiciones de acuerdo a lo
definido en el Decreto 2372 de 2010 y demás normas concordantes”.
Y, para que no
se diga que simplemente fue la expresión del ministro de turno, el artículo
cuarto subraya: “En el Parque Natural Regional Páramo de Santurbán no podrá
autorizarse ni ejecutarse exploraciones o explotaciones mineras”. El artículo
séptimo precisa que “los Municipios de Suratá, California y Vetas, no pueden
cambiar la regulación del uso del suelo de las zonas reservadas, delimitadas y
declaradas como Parque Natural Regional”.
Vuelve y juega
Pero no había
sido firmado el acuerdo, cuando estalló una nueva controversia: ¿Y los 29
títulos mineros que están dentro del Parque Santurbán?
El asunto no es
de poca monta si se tiene en cuenta que el 81,4% de su área está comprendida en
los títulos mineros de ocho empresas y ocho particulares. Así, mientras
minAmbiente y la Cdmb son perentorios y hasta amenazan con sanciones a los
infractores, la misma Cdmb ha admitido que proyectos como los de la canadiense
Eco Oro -llamado Angostura y con 215 hectáreas, 193 de las cuales se hallan
fuera del parque- y la brasileña AUX podrían continuar pero sin ampliarse.
Idiomas
diferentes también están hablando el ministro Uribe Vegalara y su colega de
Minas. El primero se ratifica en lo dicho a 15, pero Federico Renjifo
sostiene que si los títulos mineros fueron entregados e iniciaron explotación
antes de 2010, podrán continuar adelante.
Según constató El Espectador con la Autoridad Nacional
de Licencias Ambientales (Anla), “ninguno de los 29 títulos tiene licencia
ambiental, lo que significa que legalmente no pueden empezar el proceso de
explotación”.
Eco
Oro (antes Greystar) tiene 8 títulos, de los cuales 6.399 hectáreas están
dentro del Parque; AUX cuenta con 4 y
1.002 hectáreas dentro del Parque; Continental Gold 1 y 1.003 hectáreas en la misma
situación; Oro Barracuda 1 título del cual 214 hectáreas están en el Parque;
Galway 1 con 222 hectáreas incluidas; Empresa San Antonio de Yolombó 1 con 26
hectáreas; Sociedad La Esmeralda 1 con 11 hectáreas y Anglo Gold Ashanti 1 con
2,77 hectáreas dentro del Parque Santurbán. Particulares tienen 8 títulos con
1.138 hectáreas dentro del Parque, con lo cual estos 29 títulos mineros suman
37.657 hectáreas, 10.020 de las cuales se encuentran dentro de las 11.700 que
tiene el Parque.
Lo más probable,
según los expertos consultados por 15, es que las compañías mineras
esperen un tiempo prudencial y luego procedan a demandar al Estado en busca de
indemnizaciones, alegando la vulneración de sus derechos. Mientras tanto, Eco
Oro por ejemplo interpreta la declaratoria del Parque como una validación de
que “la minería responsable y la protección del medio ambiente pueden
coexistir en pro del beneficio común de la región de Santander”.
El otro embrollo
es que el Parque Santurbán quedaría sitiado por explotaciones mineras
permitidas, convirtiendo al páramo en un cascarón de queso con muchas
perforaciones, como lo ha dicho Erwing Rodríguez Salah, otro de quienes junto a
Florentino Rodríguez, Jairo Puentes Brugés, Roberto Scmalbach, Donaldo Ortíz Latorre, Jorge Ortíz Prada, sindicatos del Acueducto de
Bucaramanga y Empas, Fundación Compromiso, CUT, Corambiente, Fundaexpresión, Agro Escuela y Central Ecológica de Santander -entre otros-, lideran la marcha “Cien mil voces por el
agua” del próximo 15 de marzo.
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