viernes, 17 de enero de 2025

El salto al vacío de ‘Napoleón V’, un búho rescatado en Bucaramanga

(Esta crónica la publiqué en el periódico Vanguardia -Bucaramanga, Colombia- el 17/07/24)

Esta es la historia de un polluelo de búho de anteojos rescatado por vigilantes de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. La imponencia de su plumaje y a la vez su ternura genera noticia en la comunidad educativa.

Hay hijos que, si sus padres se descuidan, permanecerán en casa hasta los cuarenta o cincuenta años, pero otros como Napoleón V a la sexta semana de nacidos aprovechan la oportunidad para intentar el primer vuelo que les permita alcanzar su independencia.

Napoleón V no pertenece a la raza humana y mucho menos a los jóvenes “Bon Bril” que abundan en esta meseta, sino a la familia de las aves de rapiña nocturnas y su nombre científico es Pulsatrix perspicillata. Para él las reglas de la vida son diferentísimas.

Este polluelo protagonizó una caída en barrena cuyo estropicio de inmediato llamó la atención de los vigilantes de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, quienes por esta época del año se han venido acostumbrando a ver empollar durante 35 días a una pareja de llamativos búhos de anteojos, nativos de las selvas y bosques de México hasta el norte de Argentina.

De una altura de 18 metros, Napoleón V aprovechó un descuido de sus progenitores y se lanzó del hueco del árbol donde tiene su hogar, pero en lugar de tomar altura cayó al suelo para ser rescatado por quienes se han convertido en sus guardianes, como ha venido ocurriendo desde cuando hace más de siete años recogieron al primer pichón en aprietos.

Su imponente plumaje blanco, su corpulencia (así de pequeño mide 20 centímetros) y su firme mirada enmarcada dentro de un disco facial negro los llevó a bautizarlos con el nombre del emperador francés, generando expectativa entre los amantes del avistamiento de aves, integrantes de la comunidad universitaria y vecinos del barrio El Jardín que se van enterando de este regalo de la madre naturaleza.

Además, el sitio escogido para anidar parece hecho a propósito. Está a pocos pasos de la quebrada La Flora y en las noches hay abundante presencia de insectos, ranas, pequeños mamíferos y murciélagos, pero quizás lo más llamativo es que se encuentra frente a la Biblioteca ‘Luis Carlos Galán’, alimentando el imaginario de los que ven en búhos y lechuzas a esas aves de la mitología griega asociadas con Atenea, la diosa de la sabiduría, o en países como Japón a un símbolo de la prosperidad.

Recuperado del porrazo después de unas horas de reposo, Napoleón V giró su cabeza 270 grados en ambas direcciones y en un santiamén se fue a la rama de un caracolí para buscar a su madre, que no veía la hora de volverlo a tener a su lado.

Antes de su primer cumpleaños este tierno copo de nieve de ojos amarillos lucirá una banda pectoral pardo-negruzca con timoneras y remeras de tono café grisáceo. Su “uaaau” se mezclará con el “bup-bup-bú-bú-búbúbú” de sus padres, en un canto similar al que se oye cuando se agita una radiografía. Ya se acerca la luna llena y anhela saber qué es eso de cazar por su propia cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario