(Esta entrevista la publiqué en la edición 393 del Periódico 15, una publicación de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) y de distribución gratuita en el Área Metropolitana).
El exalcalde de Bucaramanga está empecinado en convertirse en el sucesor de Iván Duque Márquez. Esta es la primera parte de una entrevista en la que el constructor 'dispara' a diestra y siniestra.
A un metro con 76 centímetros de
distancia –por si acaso se ‘salía de la ropa’ con alguna pregunta–, Rodolfo
Hernández Suárez atendió esta entrevista con 15 en la que no baja de
ladrones y vergajos a concejales y congresistas, arremete contra el procurador
general, hace cuentas alegres de los votos que
calcula sacar, reprocha a su hijo por bobo e idiota, y afirma que su discurso
de posesión en Puerto Tejada duraría máximo diez segundos.
No había más testigos que su secretaria,
una asistente, las fotos tomadas por Ruvén Afanador que decoran las paredes y
los tres escoltas que esperaban detrás de la puerta de una inmensa oficina
camuflada entre almacenes de Cabecera IV Etapa, donde además tiene la sede de la
constructora HG que en sus tiempos dorados levantaba 1.500 viviendas en un año.
El exalcalde de Bucaramanga en 2019 fue
suspendido e inhabilitado por la Procuraduría General y posteriormente multado
con 124 millones de pesos por haberle pegado una cachetada al concejal Jhon Jairo Claro (Alianza Social Indígena, ASI). Ahora
está con la chifladura de ser el siguiente presidente colombiano nacido en
Santander, después del comerciante de bocadillos Aquileo Parra (1876-1878).
El de hoy pareciera ser otro Rodolfo
Hernández. La lengua viperina la dejó en su casa. No grita, no dispara
groserías como de costumbre y, por el contrario, afirma que es un “exquisito”.
Lo único que no deja de hacer es golpear con su dedo índice una mesa pequeña
que nos separa, y sin haber encendido la grabadora apunta que no puede decir
mentiras porque no podría dormir.
Sus contradictores lo ven como un tipo
campechano, mal hablado, soberbio, pendenciero y machista, pero sus adeptos que le llaman
“Ingeniero” lo defienden por ser ‘frentero’ para decir las cosas y para encarar
a los políticos tradicionales.
Nació el 26 de marzo de 1945 en
Piedecuesta y por un arrebato –en el que fue secundado por su hermano Gabriel–,
se lanzó a la Alcaldía de Bucaramanga con el lema de “Lógica, Ética y
Estética”, sin que fuera un versado en Platón ni mucho menos. En 2015 obtuvo
77.238 votos, 4.470 más que el representante de la maquinaria liberal, Carlos
Ibáñez. Luego, como durante más de medio siglo sucedió con el PRI en México,
escogió a dedo a Juan Carlos Cárdenas Rey como su sucesor. Ahora le dedica toda
su energía a convertirse en el sucesor de Iván Duque en agosto de 2022.
Por esa razón es que a los diez segundos
de concluir esta entrevista entró un amigo que le puso a escuchar las marchas
de Juan Domingo Perón, a quien admira sin importar que el expresidente
argentino haya cobijado a criminales nazis. Está escogiendo la música para su
campaña, que piensa financiar con aportes voluntarios y algo de su capital que -dicen- bordea los cien mil millones de pesos.
¿Las
rancias aristocracias bogotanas permitirán que un piedecuestano con escasamente
un pregrado de universidad pública aspire a ser presidente de Colombia?
Yo creo que esas oligarquías rancias que
han gobernado desde que nació la República impongan candidato ya no están
fácil. Las redes sociales han democratizado la información y la opinión, y les
llega a todo el mundo porque en el país somos cincuenta millones de habitantes
y hay más de sesenta millones de celulares. Partamos de que la información por
el celular le llega por lo menos al ochenta por ciento de la población
colombiana. Basado en eso y en los resultados que ha tenido toda esta
administración de politiqueros que se han concentrado últimamente en cometer
delitos financiando las campañas con plata que le roban a la ciudadanía y
comprando votos, ya llegó a su fin.
Y una prueba es esta: cuando yo estuve
haciendo la campaña para presentarme a la Alcaldía de Bucaramanga en el año
2015, nadie daba ni diez centavos por mí, ni usted. Todo el mundo creía que
perdía. Me le enfrenté a la casta política más corrompida que ha tenido el departamento
de Santander y Bucaramanga y les gané. Sin tejas, sin ladrillos, sin cemento,
sin tamal, sin lechona, sin cerveza, sin plata, sin cámara, sin acción, sin
tarima, sin Maluma… todo eso cero. Simplemente explicándole a la ciudadanía qué
es lo que está pasando y qué pensábamos hacer si llegábamos a la Alcaldía, y
les ganamos. Ahí está la prueba reina. A través de la emoción, de la esperanza
y de la ilusión de poder transformar la administración representada en esos
politiqueros que traicionaba a todos los habitantes de Bucaramanga.
Antes
de hacer entrevista le oí decir que en sus cálculos hay millones de votos en
las elecciones de 2022. ¿Usted está loco, es un iluso, tiene sobredosis de
optimismo… todas las anteriores? ¿Cómo interpretar esa ambición suya?
Pues así me decían cuando me lancé a la
Alcaldía: que estaba loco y que eso de lógica, ética y estética nadie lo
entendía, y resulta que sí lo entendieron. Póngale la firma que nuestra
pretensión a la Presidencia, haciendo buen acompañamiento con un vicepresidente
que sea una persona que se haya forjado en el trabajo, no un politiquero,
nosotros vamos a sacar quince millones de votos. Esa es la meta que tenemos.
Parece muy grande pero no lo es, porque esos son los votos que se necesitan
para realmente tener un mandato claro, contundente, preciso, arrollador… y esos
quince millones de votos previamente han sido también apoyados por las listas
de representantes a la Cámara que vamos a hacer en los treinta y dos
departamentos de Colombia y con una lista a Senado. Y le voy a dar una ‘chiva’.
No es que sea él, pero para que usted se imagine cuál es el nivel de los
senadores que vamos a colocar en la lista. Por ejemplo que encabece la lista de
Senado de la Liga de Gobernantes Anticorrupción el doctor Manuel Elkin Patarroyo.
Ese es el nivel que queremos. Es la imaginación de colombianos al poder para
tener un estado de bienestar, porque ahora el estado de bienestar se está
concentrando en diez mil personas que son los que usufructan (sic) el poder,
los que cogen todo el presupuesto público, los que atracan a la ciudadanía.
Nosotros vamos a desbaratar eso. Ya lo hice en Bucaramanga y les pido que me
entiendan: esto de Bucaramanga fue una maqueta, un ensayo que funcionó y lo que
haremos es amplificarlo a Colombia, pero ya la maqueta está hecha y sabemos
cómo se hace.
¿En
ese afán de llegar a la Casa de Nariño estaría usted dispuesto a aceptar el
guiño o los votos de personas como Álvaro Uribe Vélez o Germán Vargas Lleras?
Nosotros no somos ni uribistas, ni
petristas ni de Cambio Radical. Nosotros vamos a representar es a los
colombianos que han sufrido el impacto precisamente de todas esas castas
politiqueras que a través de la administración de veinte o treinta años atrás
tienen quebrado al país y la juventud termina de estudiar y no tiene ningún
puesto dentro del camino de la producción nacional porque acabaron con todos
los circuitos económicos. El país está hasta aquí (señala su frente)
desesperado de ver todos los días una tiniebla más en contravía de los intereses
de esa muchachada. Y los que somos más viejos también hemos visto ya la
severidad de las acciones que ha hecho esa politiquería: endeudamiento
monstruoso tiene el país, quince millones de colombianos aguantando hambre,
diez millones de los cuales viven con dos dólares (6.800 pesos) al día y cinco
millones con un dólar (3.400). Este es el saldo que nos ha dejado toda esta
politiqueríay toda esta política neoliberal de Milton Friedman, que mire a
donde nos llevó, a una desigualdad abismal entre ricos y pobres y eso hay que
totalmente corregirlo a través de políticas macroeconómicas.
¿Por
qué está tan convencido de que Uribe Vélez terminará a su lado y abandonará el
emporio de los Char?
Porque apenas hable esta señora Aida
Merlano, yo creo que se derrumba todo eso de la Costa Atlántica, porque todos
sabemos que todos esos politiqueros compran votos con plata robada. Apenas
hable ella se derrumba ese castillo y yo no creo que ningún político sensato
vaya a meterse a apoyar donde de pronto termine es vinculado y hasta preso.
¿Cuáles
fueron sus tres principales logros como alcalde de esta ciudad?
El principal, así no hubiera hecho más
–que hice muchos– cambiarle la mentalidad a la gente políticamente, que sepan
que el voto de cada uno de los ciudadanos cambia la estructura política de la
ciudad. Les cambié la mentalidad y solamente en cuatro años. Porque para
cambiar códigos de comportamiento en una sociedad se necesitan cien años y
nosotros lo logramos en cuatro años. La prueba es que gané la Alcaldía en
octubre de 2015, me posesioné el 1 de enero de 2016 y saqué setenta y siete mil
votos. Y el pasado 27 de octubre con Juan Carlos Cárdenas, candidato que
nosotros apoyamos, les sacamos el doble de votos y derrotamos la maquinaria. Yo
no sé si usted se dio cuenta que los votos que sacó Cárdenas con el apoyo
nuestro fueron cien mil más que los que sacó el segundo, que fue Jaime Beltrán,
y a los cuatro candidatos perdedores les sacamos cuarenta mil votos. Eso fue un
campeonato mundial. Sacamos a dieciséis concejales que estaban incrustados y no
los movía nadie. Quiere decir que el imperativo categórico funcionó y funcionó
a favor de la ciudadanía. Ahora, ¿cuál es el compromiso de Cárdenas? No cambiar
lo que funciona. Absurdo cuando cambian lo que funciona. Segundo compromiso,
que es nuestro eslogan, no robar, no mentir, no traicionar. Eso es lo que vamos
a hacer.
¿Y
cuáles fueron las tres principales escachadas que tuvo?
Seguramente muchas. Con la misma gente
que nombré, que se presentan como ovejitas y cuando llegan allá y se sienten
con el cargo sacan las uñas. Esa es una escachada, falto de experiencia
seguramente y falta de hacerles las entrevistas psicológicas de comportamiento
a ver cuáles eran las actitudes que tenían. Culpa mía. No es culpa de nadie más
en la Alcaldía. Seguramente también y yo digo que eso no es debilidad ni
escachada como usted llama, sino decirle a la gente lo que yo pienso de frente,
sin interesarme que fuera amigo o no lo fuera, porque es que en la Alcaldía no
me pusieron a hacer amigos sino a defender los intereses de los ciudadanos y
siento que todo Bucaramanga sabe que ese propósito en un alto porcentaje se
cumplió.
¿En
esa lista de ovejas que sacaron las uñas qué nombres tiene en la cabeza?
Eso hay varios que no vale la pena ni
nombrarlos porque son escorias de la humanidad, que llegaron allá con un
discurso, me convencieron a mí, también convencieron a mi hermano (Gabriel),
luego no sirvieron para nada y se pusieron
a hacer politiquería barata en contravía de los intereses de la ciudadanía. Y
otras personas no estaban capacitadas para el encargo y así las hojas de vida
lo indicaran que sí estaban, pero cuando los pusieron a trabajar no pudieron.
Cuando
Condorito está con la piedra afuera no dice groserías como usted, sino que
escriben #”!}¨&% y otros signos. Esto para decirle que hace unos dos años fui
a saludar a su hermano Gabriel, que venía a pie de su casa en Pan de Azúcar, y
me dijo: “Si es para hablar de ese triplemalparido no cruzo la calle”. Su
hermano fue el inspirador de su campaña y el responsable de reencauchar a
Aristóteles y Platón con el cuento de la lógica, la ética y la estética. ¿Tan
mal terminaron las relaciones entre ustedes dos?
La verdad, y tengo que decirla, yo sin
el apoyo de la filosofía no hubiera sido alcalde.Yo diría que él aportó un
sesenta por ciento del triunfo, otro treinta por ciento lo aportaron los que
nos asesoraron en comunicación, que son los argentinos Hugo (Vásquez) y
Guillermo (Meque), y póngale un diez por ciento yo. Porque la verdad yo fui
buen alumno. El gran peso del triunfo y el gran reconocimiento lo tiene él.
Gabriel me asesoró en la estructuración del gabinete de buena fe. Dentro de ese
gabinete yo metí a Félix Jaimes Lasprilla, Rodrigo Fernández y Florentino
Rodríguez. Él se opuso y yo sin embargo le dije que me diera un tiempo para
mirar cuáles acciones hacía. En el camino yo saqué a Florentino. Tenía razón
Gabriel sobre las opiniones que tenía de él. Sobre Rodrigo, también me forzó a
que lo sacara pero yo veía que Bucaramanga en la medida que avanzábamos en la
administración y sacábamos los procesos de licitación nos estábamos
aprestigiando y de uno coma cuatro proponentes pasamos a veces a ciento diez, con un promedio de un
poquito menos de cincuenta. Entonces ante este hecho contundente yo no podía
sacar a Fernández. Porque conseguir una persona que tenga el conocimiento de
ingeniería y de derecho de todo lo que es la jurídica de la contratación de la
obra pública, el que más sabía era Rodrigo. No lo saqué y ahí empezó el
malestarde Gabriel. Y el otro al que él se oponía era Félix Jaimes, a quien
encargué de dos cosas: terminar Neomundo que estaba colapsado y no había ni
techo. Le liquidaron el contrato a Valco unos días antes de entrar nosotros. La
estructura del techo tenía una flecha positiva que podía haber volcamiento
cuando le colocáramos la carga muerta de lo que es la teja. Él la corrigió y
sacó adelante eso. Y el otro encargo fue terminar el Teatro Santander que
llevaba diez años paralizado y gaste y gaste plata. Esos dos objetivos se
cumplieron. Entonces cómo los sacaba. Y yo los vi, al menos mientras yo estuve,
correctos y dedicados a su trabajo contractual. A Félix que tenía un contrato y
a Rodrigo que sí fue nombrado como asesor de despacho para efectos de
transparencia y contratación. Como no los saqué entonces Gabriel peleó conmigo.
Me dijo que yo lo había traicionado y que él había trabajado y le reconozco
todo lo que hizo. Que por el trabajo no había cobrado un peso, y es cierto que
no cobró un peso, y que los que habían ganado eran los que no merecían estar en
el gobierno. Yo le respeté eso, pero no lo comparto. Ese fue el motivo de la
ruptura.
También tengo que decir para ser
correcto y honesto en lo que digo. De todos los que él recomendó la mitad no
sirvieron para nada. Unos muérganos que lo traicionan a uno el mismo día de la
posesión, sin embargo él lo hizo de buena fe. Y los saqué. Él no se disgustó
por la sacada de los que él presentó y no sirvieron para nada, pero para nada
es para nada. Se disgustó fue porque yo dejé a Rodrigo y a Félix. Esa es la
verdad de la ruptura de Gabriel y sigue con ese resentimiento. Yo no tengo ese
temperamento, no siento rencor, no siento envidia, nunca he sentido venganza…
Nosotros podemostener diferencias, pelear o que usted me insulte a mí o yo a
usted y a los cinco minutos lo saludo como si no hubiera pasado nada.
A
tal punto que unos días después me mostró una carta en la que le decía a usted
que ya no lo considera su hermano y que por su casa jamás se vuelva a asomar.
¿Así de grave es la cosa?
Sí, me mandó una carta y por ahí la
tengo. Le respeto la decisión. Yo sigo queriéndolo, reconociéndole el apoyo que
me dio, queriéndolo como mi hermano, porque nos morimos y seguimos siendo hermanos.
Eso no lo podemos quitar. Él es así y solamente el tiempo nos dará la razón.
También
me dijo su hermano que si hiciera públicas tantas cosas turbias de su
administración, de inmediato se moriría su mamá porque usted es el consentido
de ella.
Eso sí no sé ni me ha dicho qué malo he
sido yo para que él tenga esas expresiones. Y yo no tengo la culpa de que mi
mamá y es cierto, tenga una preferencia conmigo. Yo no tengo la culpa.
¿Qué
habría sido de su paso por la Alcaldía sin esa mano derecha llamado Manuel
Francisco Azuero Figueroa?
Él fue importantísimo. Es más, Manolo
llegó a la casa de Gabriel en diciembre de 2015 a decirnos que quería
participar del Gobierno. Gabriel me dijo: magnífico. Manolo me dio palo en Vanguardia, hasta insinuó que yo era un bandido,
sin embargo allá llegó a decirme, y yo como le digo: no guardo rencores. Mi
alma está limpia, pueden decir todo lo que quieran, pero lo que pesa en mi
estructura mental es lo que yo piense que soy. No tengo egos. Yo tengo
reconciliado el ego con el yo real. Manolo se vinculó y yo me inventé un nombre
que no correspondía porque no está en el organigrama de la Alcaldía, que era
Jefe de Gabinete, una persona con la que pudiera tener comunicación todos los
días de lo que vamos a hacer y ocho días adelante. Esa era la labor de Manolo,
que era prácticamente el ejecutor de lo que estábamos participando. Él también
participaba. A veces yo no tenía razón y me tocaba corregir lo que él dijera.
Yo invitaba a los consejos de gobierno, que antes eran de nueve personas, a
ochenta. ¿Para qué? Para escuchar opiniones, porque si hay ochenta pensando es
muy difícil que se equivoquen. Cualquier cosas que fuéramos a hacer era
debatida todos los viernes, desde las siete de la mañana y a veces hasta la una
de la tarde.
Un
libro de Germán Castro Caycedo se titula “Mil alma se la dejo al diablo”. ¿En
su caso a quién se la dejaría?
¡Al pueblo! No lo traicioné. Siempre
trabajé en beneficio y con la intención de mejorarles la vida a todos
habitantes de Bucaramanga, pero especialmente a los más pobres que vienen
abandonados desde que nació la República hace doscientos años. Y sí se la
mejoramos.
Los politiqueros decían que no había
hecho nada, y les respondo: no hice nada pero de lo que ellos hicieron. Les
hicimos quinientas tres obras. Unas pequeñas, pero otras de diez mil millones.
Me entregaron quebrado y los concejales con el alcalde Luis Francisco Bohórquez
Pedraza se robaron todo. Y no solamente el Municipio sino que los institutos
descentralizados los dejaron acabados, arruinados. El Instituto del Empleo se
lo robó Nancy Lora. Hasta el cuñado Cristian Rueda está preso por ladrón. Se
robaron todo. Ella pedía el cuarenta por ciento de comisiones. Eso está
documentado en el proceso. Yo no sé por qué no la meten a la cárcel. Es una
sinvergüencería que tienen montada ahí, porque tiene infiltrados en la
Fiscalía, en la Procuraduría, en todos los organismos que vigilan a los
funcionarios públicos y no les pasa nada. ‘Lucho’ Bohórquez está fresco y se
robó de cuarenta a cincuenta mil millones. Dejó eso arruinado.
Hasta
escribió un libro hablando de una persecución mediática en su contra.
No lo he leído porque no vale la pena.
¿Cada
cuántos segundos Rodolfo Hernández pronuncia la palabra hijueputa?
A veces, dentro de lo coloquial que
hablemos. Depende los interlocutores y el contexto o si hay confianza. Yo
también soy exquisito.
¿A
quiénes agrupa en ese calificativo?
Hablo es un genérico, no simplemente por
irlos a ofender. Así como cuando gente que yo no conozco, pues no pronuncio esa
palabra.
¿Qué
concepto tiene del procurador general Fernando Carrillo Flórez, quien lo ha
investigado y sancionado a usted?
Que es un ‘encaramapendejos’. Sí sería
bueno que ustedes los periodistas averiguaran cómo se hizo elegir cometiendo
delitos, comprando votos, ofreciendo seiscientos puestos de la Procuraduría y
puso hasta al presidente Juan Manuel Santos a que llamara a los parlamentarios
para que votaran por él. Es simplemente una traición al organismo rector, a la
filosofía de la Procuraduría, que es el juez disciplinario de los funcionarios
públicos. Él utiliza ese ropaje que tiene para atacar o esconder los procesos
que a él le convengan. Todo el mundo sabe que quiere ser candidato a la
Presidencia. Por qué no renuncia y compite como me toca a mí, en el asfalto. Me
tiene acorralado, me hizo renunciar y no me he robado ni un peso. Míreme la
cara. ¡Ni un peso! Al contrario, los sueldos que tuve en la Alcaldía, algo más
de mil millones de pesos, todos los entregué a diferentes actividades y programas
de la gente más pobre. Yo patrocinaba a los mejores estudiantes, no escogidos
por mí sino por la Secretaría de Educación, para darles de a doscientos mil
pesitos al menos para el bus. Cincuenta por dos eran diez millones, ahí no más.
Ganaba once. El resto que faltó un bombillo, porque allá se para todo por un
bombillo, entonces yo daba la plata. En el último semestre arreglé el despacho,
igual a este. ¿Cómo hicimos eso? Costó ciento veinte millones la arreglada.
Hice una convocatoria a todos los funcionarios públicos y pusieron diez
millones. Voluntario, porque el que no quería poner no ponía. Faltaron ciento
diez millones. Me metí la mano al bolsillo, puse los ciento diez millones y
dejamos todo como esta mi oficina aquí en Cabecera IV Etapa.
¿Aquí
también hay cámaras escondidas como las que instaló en la Alcaldía con la
excusa de que lo hizo para que su familia pudiera monitorear su estado de
salud?
(Sonríe) No.
Si
‘el dolor le tiene miedo a Dolorán’ -como dice la cuña radial-, ¿quiénes le
huyen a Rodolfo Hernández?
Seguramente los que saben que cometieron
delitos penales por peculado por apropiación, y como yo sí los enfrento y les
digo en la cara, entonces me cargan cierta reserva y me tienen algo de miedito.
Si yo no actuara así, ya me habrían metido en la cárcel quién sabe cuántas
veces. Porque es un régimen. No son partidos de opinión, sino partidos de
compromiso, son partidos donde nombran a una persona porque es cómplice. Eso es
lo que tá’pasando (sic) en Colombia. Los partidos de opinión se acabaron y
todos son partidos de compromiso. Entonces uno se pregunta por qué nombraron a
este que se robó a Floridablanca, como hicieron ahora en la Presidencia de la
República, porque ese nos sirve allá, porque tenemos un compromiso y esa es la
persona que sirve.
Es una lástima. Cuando salí de ingeniero
el gobernador era Jaime Serrano Rueda, luego Jorge Sedano González y después
Jaime Trillos Novoa, no había peligro que se llevaran un lápiz para la casa, ni
que abusaran del transporte que les pone la Gobernación. Eran totalmente
prudentes porque ellos entendían que eran bienes públicos.
¿No
le da miedo que con tantas cosas que dice y señala, en una de estas su perros
enanos ‘Óreo’ y ‘Narco’ no le sirvan de nada, ni sus escoltas, y terminen
dándole ‘materile’ en las escaleras hacia su casa o aquí mismo en esta oficina
que le sirve de búnker?
Yo veo esto tan podrido y tan
prostituido que creo que de pronto me pueden mandar la moto. Le pido es a mi
Dios que me muera ese día y que no me deje tullido en una silla de ruedas que a
eso si le tengo pánico, pero ese es el oficio y esos son los riesgos y cuando
uno emprende una empresa como esta, que es lograr conquistar quince millones de
colombianos para que voten por este proyecto, que es no robar, no mentir, no
traicionar, pues tiene unos riesgos que hay que correrlos. Si no quiere correr
los riesgos, pues no se meta. Ningún cuerpo de seguridad es suficiente cuando
hay una decisión para ‘hacerle el mandado’. ¡Ninguno! Eso es paja.
Hay
quienes dicen que ese lema de su campaña se parece más a un pacto de sangre de
la mafia calabresa.
Que digan lo que quieran. El pacto de
sangre es contra ellos. ¿Quién dijo eso? El que lo dijo es que está untado. No
robar, no mentir, no traicionar es una obligación de los gobernantes y sobre
todo de quienes hemos tenidos la oportunidad de ordenar gasto público. Porque
es que la plata no es mía sino de la gente. Yo simplemente soy un cajero y con
las facultades constitucionales hacemos un programa de inversión que con esa
poquita plata tiene que mejorarles las condiciones de vida a la mayoría de
personas que se pueda, pero especialmente a los más pobres.
Asevera usted que los presidentes se convierten en sirvientes de quienes financian sus
campañas. ¿Cómo es eso de que no piensa pedirles favores ni créditos a los
‘cacaos’ de este país? ¿Cómo es esa fórmula mágica?
Yo hice un presupuesto de cuánto
realmente se gasta una candidatura a la Presidencia de la República y son
trescientos mil millones de pesos. Ellos dicen que cuarenta o cincuenta mil
millones, puras mentiras. Aquí Fredy Anaya dijo que se gastó quinientos
millones y se gastó fue veinte mil millones. Está en cuidados intensivos
psiquiátricos y Claudia López no hace sino llorar porque tiró quince mil
millones a la basura, creyendo que con esos treinta y cinco mil millones alguno
de los dos iba a ganar la Alcaldía de Bucaramanga. La perdieron. Nosotros no
gastamos ni un peso. De esta oficina no salí nunca en la campaña pasada y en la
primera campaña duré treinta dos meses guardado en mi apartamento, sin salir,
solo haciendo comunicación. Entonces está comprobado que eso se puede.
¿Y
la pregunta que le hice sobre eso de no pedirles favores a sus amigos poderosos?
Fácil. Y puedo llegarle hasta a Luis
Carlos Sarmiento Angulo, pero lo que voy a hacer es invitar a tres millones de
colombianos para que durante seis meses me den diez mil pesitos. Eso es todo. Y
estoy seguro que puedo lograr eso.
¿Hay
tantos ‘marranos’ en este país como para financiar a un político como usted?
¡Uuu! Es que no son “marranos”, sino
simplemente es gente que está recontramamada de que estos politiqueros que
reciben financiación de las grandes corporaciones, de los bancos, de los
‘cacaos’, de los contratistas corruptos como Odebrecht, vuelvan otra vez porque
en eso se convierten los presidentes, en ‘lavaperros’ de los financiadores. O
que digan que no.
¿Le han sentado las terapias de control de impulsividad y de la ira?
Yo no tengo ira. Yo nunca he tenido ira
ni nada. Simplemente el loco ese concejal (John Claro) pero… yo creo que fue
como reflejo porque me fastidió que me engañara. Me dijo que quería una charla
para hablar cuestiones de la ciudad. Soy tan pendejo o tan ingenuo que llegó
así como usted y me trató otros temas que no eran el objeto de la reunión.
¿Usted
toma gotas de valeriana como su amigo Álvaro Uribe? ¿Madruga a caminar? ¿Hace
yoga o pilates?
Algo de meditación, pero concentrada a
través de una música de fondo para poner la mente en blanco, que no le llegue
ninguna imagen. No es fácil. Hay que ir aumentando el tiempo. Eso descarga todo
el sistema cerebral y me siento muy bien. Además todos los días hago ejercicio:
media hora de trotadora a seis o siete kilómetros por hora, que no es cosa del
otro mundo, y media hora de ejercicios de fuerza y estiramiento.
¿Entre
dulce y amargo, qué sabor le queda de su administración?
Excelente. Dulce. Dulcísimo.
Usted
ha estado en acercamientos con el empresario Mario Hernández, quien hablando de
la reforma pensional dijo que “es como los médicos, uno puede contratar médicos
por horas. ¿Qué tal un médico trabajando tiempo completo con un paciente?”.
¿Eso es una genialidad o una burrada de su amigo?
No lo califico. Cada uno tiene su
opinión y la respeto. Yo no estoy de acuerdo con la precarización del trabajo.
Porque es imposible que le digan a alguien que trabaje dos horas, pero es que
su otro trabajo no es en la puerta siguiente sino que puede ser en Piedecuesta o
Girón. Total de que no va a trabajar más de cuatro o cinco horas al día.
Quitándole la plata a la gente que trabaja el país se paraliza porque disminuye
el consumo y si eso pasa se disminuye la producción y se eso pasa hay menos
impuestos. Lo que hay que hacer es lo contrario. Hay que mover para que todos
tengamos plata en el bolsillo. Toda la plata que le entra a la gran mayoría de
la gente que apuradamente llega a fin de mes la gasta y si la gasta consume y
si consume los que están produciendo tienen que producir más, pero para
producir más tienen que meter más gente y más gente va a ganar plata. Y empieza
la activación del consumo y si hay consumo hay transformación, hay logística,
empaque, transporte, cadenas de refrigeración… No es quitarle la plata a la
gente, sino que gane más plata, pero para que eso pase hay que activar la
producción.
Pensemos
que le ‘suena la flauta’ y lo eligen presidente. ¿Ha pensado a quiénes llevaría
a su gabinete?
Politiqueros cero. Todos esos
politiqueros que se van a ‘quemar’ o los que vamos a sacar del Senado y de la
Cámara, cero. Porque sino no cambia nada. Si usted pone a los mismos pues
siguen con las mismas. Es la administración al poder para lograr una
administración que genere un estado de bienestar. Ingenieros, arquitectos,
abogados, deportistas, de todas las actividades y disciplinas académicas… los
mejores, esos son los que necesitamos que le dediquen cuatro añitos a trabajar
por Colombia, con un sueldo bajo porque creo que un ministro se gana catorce o
quince millones y eso no es nada, pero que trabajen, que muestren el amor por
Colombia. Porque todos dicen que quieren al país, pero eso es pura mentira
porque están viendo a ver cómo la especulan, cómo le sacan las plumas. Ese es
el amor que le tenemos. Por eso yo estoy empeñado en eso.
Como no tengo afán de que no tengo
mañana pa’l almuerzo y por el contrario ya tengo pagos los almuerzos de los
próximos cien años, por qué no le puedo dedicar la capacidad y la experienciade
cincuenta años de ingeniero con relativo éxito. Por qué no les puedo dedicar
cuatro años a esos colombianos que se están muriendo de hambre.
Antes
de empezar esta entrevista me dijo que si gana su posesión en Puerto Tejada (Cauca),
que dejaría para su servicio un solo carro, que convertiría la Casa de Nariño
en un museo… ¿Eso quiere decir que Gabriel Antonio Goyeneche, que en el siglo
pasado prometió pavimentar el río Magdalena y ponerle una marquesina a Bogotá
para protegerla de la lluvia, se le quedó corto?
No, eso se puede. ¿Usted pa’qué quiere
una casa de diez mil metros cuadrados donde vive el presidente? Eso es absurdo.
Yo tengo un apartamento en Bogotá de ochenta metros. Ahí vivo. Eso no tiene
nada. ¿Usted pa’qué quiere sesenta carros? Con uno es suficiente. ¿Pa’qué tiene
veintisiete consejerías? Entonces pa’qué están los ministros. Hay que desmontar
eso. Pa’qué quiere estar atendiendo politiqueros, alcaldes y gobernadores todos
los días que llegan es a pedir plata. Entonces vamos a hacer unas prioridades:
señores alcaldes y gobernadores ustedes tienen agua potable en sus municipios.
El ochenta por ciento de Colombia no tiene agua potable. Segundo, tienen
alcantarillado, hay los colectores, sí o no. Entonces terminemos. ¿Hay planta
de tratamiento de aguas negras? Ni Bucaramanga tiene. Tiene para ochenta mil
habitantes y somos seiscientos mil. Por qué no saneamos todos los ríos de
entrada y toda esa gentecita que vive en las riberas de los ríos de la pesca
que vuelvan a la actividad artesanal. Por qué hemos destruido todo ese medio
ambiente en contravía de nuestro propio progreso. Ah, si tiene todo ahí sí
vamos a reconstruir el equipamiento comunal de escuelas, de colegios, de
salones comunales, de puestos de salud, de hospitales… pero con un ingrediente
siempre: estética. Lógica es meter la plata donde más se necesita; la ética es
que el gobernante y su equipo no se la roben, y la estética es que todo sea
bello.
Mire el piso de mi oficina que está en
cemento. Esto lo ven como de obra negra. En el techo todas las vigas están a la
vista. Toda está pintado de negro con una iluminación de cierto costo, pero
aquí llega la gente y no quiere irse. No sé si sea demasiado pretencioso.
No
lo sé, pero a donde la gente no quiere ir es al pueblo de Los Santos
(Santander), que está en calamidad pública por falta de agua para beber y
cocinar. Los santeros se están muriendo de sed a estas alturas del siglo XXI.
Esa es la consecuencia; la causa es que
se roban la plata. Poner agua es facilísimo. Ahí está el río Manco y lo que hay
que hacer es un sifón por gravedad, teniendo en cuenta en los cálculos que hay
golpe de ariete. Entonces se necesita una tubería que sea capaz de absorber la
presión. Yo no sé cuánto valga y en dónde habrá que ponerla, pero eso se puede.
No hay que bombear. Se recoge de allá, se almacena, se distribuye y se ponen
hidroneumáticos para regular presión. Tengo entendido que Richard Alfonso
Aguilar (exgobernador de Santander) arrancó un contrato de treinta y ocho
milmillones para llevar agua a Los Santos bombeándola del río Chicamocha. Se robaron
la plata y no hicieron nada. Y no pasa nada. Y el procurador este que me ataca
a mí, este Carrillo cargamaletas de Luis Carlos Sarmiento Angulo, con noventa y
tres millones de sueldo, mil doscientos millones al año más las prestaciones,
cero investigaciones pa’la clase politiquera que se robó todo pa’comprar votos.
Me ataca es a mícon furia. Tengo más de cien investigaciones en la
Procuraduría.
¿Pero
hablar así del procurador Carrillo no es echarle más sal a la herida y que de
paso él tenga más presente su caso?
Bueno, pues que lo haga. ¡Que lo haga!
¡Que tenga los calzones y lo haga! ¡Que lo haga!
¿Usted
hará campaña desde el penthouse de su casa en Cabecera del Llano o piensa
visitar los municipios de Colombia?
Voy a ser estático. Muy pocas salidas
ante los riesgos que ya me han advertido. Vamos a pedirles a todos los
colombianos que me entiendan, que como vamos empezar a apretar toda esta
politiquería que tiene robada y arruinada a Colombia, pues tengo que tener al
menos la responsabilidad conmigo mismo y con mi familia de tratar de exponerme
lo menos que pueda. El mensaje se puede dar por los medios y las redes
sociales. Así hice en mi campaña a la Alcaldía. Yo no salí.
¿Pero
cómo hará para que lo conozcan en lugares como Caparrapí, Tamalameque o
Liborina?
En La Guajira… en todos los lados me
conocen. No toda la gente, pero el trabajo es penetrar por las redes. Es que
nosotros no le hemos metido nada de plata a las redes para que se muevan los
algoritmos y llegue la comunicación segmentada a donde nosotros queramos. Para
eso es la plata que vamos a recoger, para hacer una campaña de tecnología, no
de tierra. La de tierra tiene un inconveniente. Se necesitan quince millones de
votos. Usted cómo hace para reunir diez millones pa’que le voten. Es imposible.
Porque usted va a una manifestación y le salen tres mil, si es que le salen.
Entonces pa’que me pongo primero a arriesgarme ante la inseguridad, ante las
pasiones y ante la venganza que van a tomar. Todos esos politiqueros ladrones
me quieren sacar del ring pero a
plomo. Eso es lo que quieren hacer. Para qué me pongo a ‘dar papaya’. Aquí
tenía cámaras de seguridad hasta en la casa, con identificadores de rostro, al
menos pa’saber quién fue el que lo hizo.
¿A
sus hijos, como Uribe Vélez con los suyos, les va a permitir que hagan negocios
al tiempo que usted sea presidente?
En la Alcaldía pues tuvimos ese problema
con mi hijo (Luis Carlos) pero fue un hecho que nunca se consumó. Es como usted
que se va a casar pero no se casa. Ah, que una intención… Sí, culpa de él. Nunca
me lo comentó a mí. Y eso lo tienen de caballito de batalla pa’jodemen (sic)
todos los días. Ahora tengo una imputación de cargos en la Fiscalía. Yo no me
he robado un peso. Yo no le tengo miedo ir allá. Que me digan todo lo que
quieran. Vamos a ver cómo es el juicio. Yo quisiera que me imputaran cargos cuando
no me he robado un solo peso.
¿Esa
sombra del escándalo Vitalogic (negocio de las basuras) hasta cuándo lo
acompañará? ¿Cómo hará para resarcirse de ese golpe?
La politiquería no me saca sino eso, y
eso no se consumó. Vuelvo y repito: usted dice que se va a casar pero no se
casa, entonces sin el contrato del matrimonio sea civil o por la iglesia usted
no se ha casado. Que fue una imprudencia, sí. Mal hecho, sí. Muy mal hecho. Él
tiene cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años. Será tan bobo y tan idiota que
firmó que a él le daban una comisión por vender máquinas… Todo eso que hablan
de cien millones es puras mentiras. A él lo pusieron en la distribución de unas
máquinas que se necesitan para hacer la transformación de la basura en energía,
entonces le daban una comisión del tres por ciento.
¿Y
de menso firmó?
Y autenticó la firma y les entregó el
contrato.
¿Y
no le comentó nada a usted?
¡Nunca¡ Yo lo llamé y le dije: ‘Mijo,
usted por qué me hace eso’. Si yo no hubiera tenido ese prestigio con la
comunidad, a mí me tumba de la Alcaldía eso.
¿Al
fin usted tiene visa para ir a Estados Unidos o se la cancelaron? ¿Ha vuelto a
ese país?
Nosotros fuimos en Semana Santa de 2019
a Estados Unidos. Y sí tengo la visa y la tengo vigente. Aquí tengo el
pasaporte (le dice a su secretaria que me entregue el documento 5561779 vigente
hasta el año 2023 con visa válida hasta el 11 de diciembre de 2023).
¿Cuál
es su destino preferido?
Me gusta más ir a Europa porque es mucho
más cultura y más tranquilidad, las ciudades son en su mayoría medievales,
peatonales. Pero sí voy a Nueva York y a Miami, muy poco, pero voy. Me gusta ir
más Europa para disfrutar toda esa arquitectura, pintura, museos…
(En la edición 394 del Periódico 15 circulará la segunda parte de esta entrevista).
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