martes, 21 de abril de 2020

Lo peor está por venir

(Esta nota la publiqué en el informativo quincenal En Mayúsculas (publicación de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB)
Suena apocalíptico, ya lo sé, pero si entre los pitos y matracas del 31 de diciembre pasado el más avezado de los científicos nos hubiese advertido una cuarta parte de lo que hoy está aconteciendo con la pandemia del nuevo coronavirus, seguramente lo habríamos tildado de deschavetado.
Y es que esta bomba que detonó en la ciudad de Wuhan (China) hace menos de 100 días, ahora tiene al planeta entero de rodillas, frente a la que ha sido catalogada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), como la crisis más desafiante que haya enfrentado la Humanidad desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Para quienes desestimaban su gravedad diciendo que “esta es un gripa más” -entre los que se cuentan presidentes como Jair Bolsonaro de Brasil-, o para aquellos que al día de hoy insisten en ver detrás el fantasma de una conspiración entre laboratorios farmacéuticos y agencias de espionaje, las cifras son demoledoras: 852 mil contagiados en el mundo, 42.500 fallecidos y 172 mil curados (al día 1 de abril de 2020), en un reloj que en la tarde hace ver desactualizadas las cifras de la mañana.
Como un tsunami del que nos advierten con meses de antelación, pero que aún así desatendemos el sonido de las alarmas, este covid-19 galopa a un ritmo endemoniado saltando de Asia a Europa, donde hemos visto escenas dantescas como la de la ciudad italiana de Bérgamo, en la cual el número de cadáveres desbordó a las funerarias y tuvieron que acudir los militares para cargarlos en camiones, cremarlos sin que las familias pudieran despedirlos y sepultarlos con prisa. O cuadros desgarradores como los 362 ancianos que han muerto en casas para la tercera edad en Catalunya, muchas veces sin despedirse de sus hijos.
De Europa el covid-19 rebotó a América, donde un Donald Trump lucía más preocupado por la economía y los grandes capitales que por el rango de 200 mil a más de un millón de muertos arrojado en las proyecciones de los expertos. Los 190 mil diagnosticados y los cuatro mil muertos le están diciendo al todopoderoso mandatario que se dejó tomar una enorme ventaja.
¿Y de Colombia qué? Ya está más que desgastada la excusa de que nadie calculaba y mucho menos podía estar preparado para enfrentar la magnitud de lo que venía.
Así las cosas, y atropellados por esta especie de volcán en erupción, presidente, ministros, gobernadores, alcaldes, congresistas y gremios, le han salido al paso al covid-19 con decretos y recomendaciones, haciéndose evidente la falta de un accionar conjunto, en medio de contradicciones y descalificaciones, cerrando tardíamente los aeropuertos del país para que no llegaran más casos importados o no implementando rigurosos controles para quienes debieron entrar en cuarentena y en su lugar fueron contaminando a diestra y siniestra hasta superar la cifra de mil positivos y una veintena de muertos.
En lo que ni siquiera es el primer capítulo sino el prólogo de una hecatombe, algunas autoridades apenas se están percatando que no cuentan con suficientes ventiladores mecánicos respiratorios –que algunos periodistas confunden con aquellos que se utilizan para calmar el calor– o que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) llegado el momento de alcanzar la cima serán insuficientes para atender la demanda.
En cuántos departamentos como Santander –que en casos detectados está sospechosamente por debajo de otros territorios menos poblados como Risaralda, Huila y Quindío– se sigue dependiendo de tomar las pruebas, enviarlas a Bogotá y esperar una ‘eternidad’ para conocer los resultados. Hace cuántas semanas no se consigue una botella de alcohol antiséptico o cuánto hay que pagar por un tapabocas de los ordinarios, porque los óptimos se convirtieron en artículos de lujo.
Entonces se echó mano del aislamiento preventivo obligatorio desde el pasado 24 de marzo hasta un plazo inicial del próximo 13 de abril, pero que a los ojos de los que saben de la materia tendrá que extenderse porque lavarse las manos cada dos horas o permanecer en casa, no quiere decir que el virus no esté en la baranda del bus, en el asiento del taxi o en la saliva de quien sintiendo malestar se pasa por la faja las advertencias.
A eso hay que sumarle la indisciplina y la ignorancia de quienes sigue comportándose a sus anchas, poniendo en riesgo no solo su vida y la de sus parientes, sino la de los vecinos que no tienen porqué pagar los platos rotos de tamaña irresponsabilidad.
Esos estudios y cálculos hablan de cuatro millones de colombianos que, a pesar del caudal de información que pareciera incomodar a algunos sectores, podrían resultar infectados.
El consuelo, si sirve de algo, es que médicos, enfermeras y paramédicos no se han movido de la primera línea de batalla, en agotadoras jornadas en las que a cada instante están arriesgando su integridad.
¿Qué vendrá? El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ya admitieron que esta crisis rebasará la de 2008 y que probablemente superará a la gran recesión que se vivió por allá en 1929 y de la que pocos se han dado la tarea de repasar.
Hoy el pulso se da entre quienes argumentan -como es obvio- que la salud está primero, y aquellos que defienden sus grandes capitales y le dan más valor a que no se paralice la producción y por lo tanto las máquinas registradoras.
Pero aunque el covid-19 ataca sin distingo de razas, credos o estratos, no hay que tener una bola de cristal para saber que sobre quienes recaerá el mayor impacto serán los sectores vulnerables, aquellos que no tienen para pagar una afiliación al sistema de salud y mucho menos una medicina prepagada.
El día que pase -si es que pasa-, habrá que afrontar las consecuencias psicológicas y meditar seriamente si como individuos, como ciudad, como país y como arrendatarios del planeta vamos a asumir una actitud más coherente. De aquí a ese día, se dispararán la violencia intrafamiliar, el desempleo, el hambre, la angustia, la protesta social y con ellos la represión.

viernes, 3 de abril de 2020

"Yo no debo nada": Rodolfo Hernández Suárez

Esta es la segunda parte de la entrevista en la que el exalcalde de Bucaramanga y precandidato presidencial se defiende de los señalamientos en su contra y se va lanza en ristre contra los organismos de control, así como contra examigos y hoy archirrivales. Por fin admite que se escachó poniendo como referentes a los asesinos Hitler y Escobar.

La publiqué en la edición 394 del Periódico 15 de la UNAB, en circulación desde el miércoles 1 de abril de 2020)

"Yo sí quisiera que un vergajo de estos me pusiera preso por no robame (sic) nada, mientras que con todos los robos que hicieron ‘Lucho’ Bohórquez y todos los concejales no mueven un dedo".

Así, con su golpeado tono piedecuestano, es que habla Rodolfo Hernández Suárez, investigado por el llamado escándalo Vitalogic de las basuras. Cual torero en la abandonada plaza 'La Milagrosa' (de Girón), intenta capotear todas las preguntas y cuando le hablo de Luis Francisco Bohórquez sí que se encrispa. "Él puede decir todo lo que quiera. Lo cierto es que yo le ayudé a ser alcalde", dice y cuenta que le dio plata para financiar su campaña política en el año 2011, pero que al ver que el rumbo que estaba tomando no era el debido fue hasta su despacho y le manifestó: "‘Lucho’ usté (sic) se’tá (sic) robando to’as (sic) las jodas".

Anuncia que en cuepo y alama está dedicado a que le cuaje su ambición de ser el sucesor del uribista Iván Duque Márquez en el año 2022, y con la espontaneidad que lo caracteriza señala que: "Si yo gano la Presidencia puedo morime (sic) al otro día". También tuvo tiempo para explicar su obsesión por las costosas camisas Lacoste y para que se le hinche el pecho diciendo que los pobres lo hicieron rico.

"...no me voy a ir con Petro, ni con Fajardo, ni con Uribe, ni con nadie. Me voy en acompañamiento con una persona que quiera servirle a Colombia pero que haya producido riqueza en el transcurso de la vida, no politiqueros ni políticos quemados, y 15 millones de colombianos que yo sé que me van a votar", afirma Hernández Suárez con sobredosis de optimismo.

¿Cuál es su destino preferido?

Me gusta más ir a Europa porque es mucho más cultura y más tranquilidad, las ciudades son en su mayoría medievales, peatonales. Pero sí voy a Nueva York y a Miami, muy poco, pero voy. Me gusta ir más Europa para disfrutar toda esa arquitectura, pintura, museos…

¿Cómo fue su inicio en la política en su pueblo natal?

Yo arranqué como concejal por el partido Liberal en Piedecuesta, siendo presidente de Colombia el conservador Misael Pastrana Borrero. Teniendo yo veinticinco años y me eligieron presidente del Concejo. Cero pesos de sueldo. Mi papá había sido concejal también. Era realmente una junta directiva con vocación de prestarle servicio a la gente. No era esa recocha que se ha formado desde que les pusieron sueldo y entonces hay pequeños reductos de ladrones en municipios y departamentos y se roban todo. Y eso es lo que está sintiendo la gente y esa es la protesta de la muchachada. El Gobierno de Iván Duque le mamó gallo al proceso de paz porque no ha cumplido nada y la consulta anticorrupción hasta ahora aprobaron una ley que no permite que todos estos ladrones de cuello blanco se vayan pa’la casa sino que los echen pa’la Modelo.

¿Entonces detrás de las protestas del pasado fin de año no estaba la mano del presidente ruso Vladimir Putin, como insisten algunos sectores de derecha?

Eso es puras mentiras. Son simplemente excusas para no reconocer que el Gobierno no se ha concentrado en resolver los problemas de la gente, que es plata en el bolsillo, y pa’tener plata se necesita que tengan trabajo y para eso se necesita sustituir importaciones, pero no han querido hacer eso.

¿Cómo le ha ido al presidente Duque en estos 18 meses de administración?

¡Peor imposible¡ ¡Peor imposible! Nadie sabe para dónde va ni qué está pensando. Todos los días son bandazos. Ahora tienen de payaso a (Juan) Guaidó, pero el que tiene el poder ejecutivo nos guste o no nos guste es (Nicolás) Maduro. Ahora con el problema de la vieja Aída Merlano le están pidiendo la extradición a quien no hay que pedírsela. Todos son distractores para que la gente no piense en la gravedad de la situación económica que tiene Colombia. Esto es una bomba con mecha ya corta. Ciento cincuenta y cinco mil millones de dólares de deuda externa. Doscientos mil millones de pesos diarios valen los intereses de la deuda externa. Cuarenta billones para pensionar a cincuenta mil cuando hay siete millones de personas con cero pensión y se tiran cuarenta billones para defender los intereses de cincuenta mil. Esos son subsidios al revés, porque el subsidio es para apoyar a la gente más humilde. En Colpensiones un millón cien mil son pensionados de salario mínimo y de subsidio reciben cero, mientras que todo para los de arriba, para los parlamentarios, para las altas Cortes, para los funcionarios de alto rango, para sostenerles pensiones de veinticinco salarios mínimos. Eso hay que quitarlo. Tiene que haber un régimen de transición, pero eso hay que quitarlo.

¿Usted acabaría Colpensiones o hay que conservarlo?

Colpensiones es un instrumento del Estadoque se necesita y también se necesitan los fondos privados, pero no con la regulación que tienen ahora. Los fondos privados cobran seis billones de pesos por administrar las cuentas de pensiones. Eso hay que corregirlo.

Sergio Fajardo, Gustavo Petro… ¿quiénes más le han hecho coqueteos?

No me dicen eso, sino que venga y hablamos. Yo escucho a todo el mundo porque escuchar es gratis. Yo escucho y analizo pero no me voy a ir ni con Petro, ni con Fajardo, ni con Uribe, ni con nadie… Me voy a ir en acompañamiento con una persona que quiera servirle a Colombia pero que haya producido riqueza en el transcurso de la vida, no politiqueros ni políticos quemados, y quince millones de colombianos que yo sé que me van a votar. Aquí cuando yo decía que íbamos a sacar ciento veinticinco mil votos en las elecciones para Alcaldía de octubre de 2019, se reían. Y mire, ciento cuarenta y dos mil votos. Dieciséis concejales de esos ladrones que estaban ahí incrustados, ¡pa’juera! Los reemplazamos. Hay unos que se metieron en cuerpo ajeno… todo muerto estira. Eso va decantando y los vamos sacando.

Usted insiste en que va hasta el final. ¿Recuerda a un político santandereano que dijo que si perdía se cortaba una mano? ¿Cómo creer en los políticos?

Yo a esos vergajos no les creo nada. ¡Nada!

¿Metería las manos en la candela por lo que hizo Manuel Francisco Azuero cuando lo sustituyó después de su suspensión y renuncia?

A lo último no me gustaron unas acciones que hizo. No me gustaron. No he hablado con él de eso y no pienso hablar pronto de eso. Simplemente lo dejo para más adelante.

¿Pero se siente traicionado por Azuero Figueroa?

No traicionado sino que por ejemplo pidió las renuncias de ochenta y seis funcionarios, que eran para Cárdenas, y él unilateralmente decidió si las aceptaba o no. Y a mí nunca me llamó a pedirme un concepto. ¡Nunca! Me llamó después a pedirme un concepto sobre una funcionaria que él sabía que era muy buena trabajadora, que qué hacía con ella, y entonces le respondí: haga lo que se le dé la gana.

Sé que lo llamó al menos ocho veces. ¿Pero usted le respondió haga lo que se le dé la gana o haga lo que se le dé la p… gana?

(Sonríe) Bueno, sí, eso.

Mencionaba usted a Petro. ¿De dónde saca que en su administración como alcalde de Bogotá “siguieron robando” pero que él no se echó un peso a su bolsillo?

Si hubiera robado un peso Petro le habrían metido ya cien años de cárcel. Ah, que Bogotá es una finca tan grande que tiene como ochenta mil funcionarios y contratistas… Yo lo que he escuchado es que allá hubo robos no de él ni patrocinados por él, pero sí en toda esa multiplicad. Él tenía una orientación netamente política y yo lo que tengo es una orientación económica, porque es que cuando usted tiene la economía arreglada la política está arreglada. Yo sé eso porque la plata se la roban es con los contratos. Con tres sistemas: precios no previstos, mayores cantidades de obra y cambio de especificaciones. Con eso se roban todo lo que pueden y reparten las comisiones. La plata la sacan de la misma chequera del contrato. Eso no la sacan de otra chequera.

¿Qué consejos le ha dado su mamá?

Mi mamá es muy práctica. Siempre me dio orientaciones como:‘Trabaja con el pobre y te harás rico’. Y yo creo que eso es cierto porque en servirle a la gente más humilde, como son muchos si usted les hace productos de alta calidad pues los vende y en cada venta les gana de a poquito. No volverse rico en un día, sino que han sido cincuenta años dándole.

Me dio muchos consejos sobre cómo es el comportamiento de la gente. Me decía: ‘Desconfía y serás sabio’. Yo no soy desconfiado y no voy a cambiar porque me ha dado resultados no ser tan desconfiado, porque cuando se es desconfiado hay una prevención a todo que paraliza el actuar. Creo que dentro del contexto de la responsabilidad que tuve como alcalde de Bucaramanga, con ese desastre que entregaron estos ladrones concejales y politiqueros que traicionaron a todos los ciudadanos, enfrentármele a esa jauría no fue fácil. La prueba son  doscientas demandas pa’arrodillarme, pero no me les arrodillé, porque intentaron por todos los medios. Todavía lo están intentado. Mire este procurador lo que está haciendo. Pa’sacamen (sic), pa’sancionarme y con eso me sacan de la carrera presidencial.

¿Usted sabe cuánto dinero tiene acumulado o al menos cuánto le declara a la Dian?

Los precios de los catastros en Colombia todavía son realmente muy bajos, pero yo tengo lo suficiente para vivir bien y la mitad de lo que usted se imagina.(Sonríe con sorna).

¿Y se le sigue llenando la boca cuando dice que los pobres lo volvieron rico?

Sí, y es cierto. Es que he trabajado mucho con ese segmento del mercado y cuando los visito yo noto que me quieren.

¿Pero eso no es como los que bajan por el Parque San Pío y cuando algún mendigo les pide una moneda para desayunar le responde que no le hable de eso porque viene de comer langostinos en uno de esos tantos restaurantes de moda?

No creo, porque el pobre es auténtico y yo mientras que estuve a cargo de la constructora no había sábado que no compartiera con los trabajadores. Tomando cerveza desde las once de la mañana por allá hasta las cuatro o cinco de la tarde. Me pagaban hasta el piquete y nunca pagué una cuenta porque no permitían. Y así cuando estaba con los trabajadores llegaban clientes y me sentaba con ellos, porque yo soy accesible a todo el mundo. Yo digo es la verdad, que a veces no les gusta. Puedo estar equivocado, pero esa es mi convicción.

¿En qué momento Juan Carlos Cárdenas, quien fue elegido porque usted hizo el guiño, pasará a convertirse en un traidor si no hace lo que le ordene?

Yo no le digo qué debe hacer. Esa no es mi obligación. Si él me pregunta, yo opina. Yo lo que le dije cuando venía aquí fue que lo que funciona no lo cambie porque es estúpido cambiar lo que funciona. Hay que dejarlo que conozca el escritorio. Esperemos que el 30 de junio hagamos un balance de qué es lo que ha hecho en beneficio de la gente. Porque yo le dejé recargado de plata, toneladas de plata, cero déficit, treinta y cinco mil millones de pesos en cuentas de los bancos. Cambiamos todo el sistema de luces LED de la ciudad, sin deber ni un peso, con las puras tarifas y sobraron diez millones de pesos que se iban a aplicar a mejorar la iluminación de colegios, escuelas y canchas, pero estos vergajos concejales no dejaron. Ahí quedó esa plata en el banco.

¿El alcalde Cárdenas está bien asesorado?

Yo no puedo opinar porque él nunca me ha preguntado qué pienso de este o este otro asesor. Él allá ha hecho su gobierno y tendrá su responsabilidad, no conmigo sino con la sociedad porque la verdad es que la gente votó por continuar lo que veníamos haciendo y sobre todo: ¡cero con los politiqueros! Si Cárdenas cree que llevando politiqueros a su despacho va a conseguir plata para traer a Bucaramanga, se equivoca porque la plata que traigan la traen toda cobrando comisiones. Es decir, se prestaría para que traicionen los intereses de la gente permitiendo delitos. Todos esos vergajos que dicen que van a traer plata cobran comisión y traen el contratista. Yo creo que Juan Carlos al menos hasta ahoritica (sic) no he visto eso.

¿Por qué su obsesión con ponerse todos los días -durante al menos los últimos ocho años-, camisas de la marca del cocodrilo? ¿Se está sacando el clavo de cuando era muchacho y le tocaba ponerse alpargatas? ¿Lo hace para impresionar a sus interlocutores? ¿Cree que así está vestido elegante? ¿No tiene más ropa? ¿No sabe que hay marcas más finas?

Primero es que son de algodón. Segundo, me gusta manga larga porque me empezó a salir como cáncer en la piel del sol cuando trabajaba a la interperie (sic). Y tercero porque es una buena camisa, es relativamente costosa, no es barata, y me gusta esa marca y soy fiel a ella. Es más, ya me regalan camisas.

Los pobres de Ciudad Norte no sabrán de qué estamos hablando cuando habla así de estas camisas. ¿Cuánto cuesta la que tiene puesta hoy?

Setenta dólares.

Más de doscientos treinta mil pesos.

Sí.

Como candidato Iván Duque se mostró opuesto a la minería en el Páramo de Santurbán y a la técnica del fracking. Usted como alcalde también lo hizo. ¿Si lo eligen presidente va a seguir en la misma tónica?

Lo mismo. Qué le ha dejadola minería a Colombia: desastre, abandono, unas microeconomías que no son sostenibles con el tiempo. En La Guajira un hueco como de quinientos metros de profundidad como por diez kilómetros de largo y los indios muriéndosen (sic) de hambre. Corrieron el río Ranchería para poder explotar una veta de carbón que tenía mayor poder calorífico. El río se sumergió y no apareció sino por allá en otro lado. ¿Y la plata en dónde está? La plata se la llevan y el Gobierno Nacional y los presidentes de aquí para atrás entregando títulos mineros a políticos o a testaferros de políticos para venderlos. Yo no sabía que los títulos mineros se pueden endosar y sí. Eso es una vagabundería, porque al que le entreguen un título minero debe ser una empresa que demuestre capacidad técnica y de protección del medio ambiente de la explotación. Pero yo no puedo vender ese título a un tercero que no sabe nada, y mire el desastre que han hecho. En el Chocó es monumental lo que han hecho, han tumbado media selva y han hecho hasta pa’vender y la gente en ese departamento es la más pobre de Colombia. Por eso ganando la Presidencia, como sé que la voy a ganar, la posesión va a ser en Puerto Tejada y eso de Senado y Cámara, coger con trescientos vergajos a eso no. Que nombren una comisión de cinco. Llamo al notario, llego, firmo la posesión delante de los parlamentarios porque creo que tiene que ser ante el Congreso o una delegación. Y el discurso es de diez segundos: Señores colombianos, hoy me posesiono como Presidente. Voy a cumplir lo que prometí: No robar, no mentir, no traicionar. ¡Y chao! Ahí mismo dicto el primer decreto.

Señala usted con tanta euforia que le veo en la palma de su mano izquierda unas letras con lapicero. ¿Usted todavía escribe en sus manos? ¿No le daban regla por eso?

(Sonríe) No, es para que no se me olvide.

Sergio Fajardo no usa peinilla ni correa para los bluyines, y usted con esto de tomar apuntes en la mano. ¿A ese paso para dónde vamos?

Pero lo que importa no es eso, sino el resultado.

Si usted tiene tanta plata por qué no vive en Ruitoque, donde tienen casa los ‘cacaos’ de este departamento y otros de afuera.

¿Pa’qué? (sic) Yo tengo es lo suficiente para vivir bien y la mitad de lo que la gente se imagina. Yo vivo ahí como un rey en ese apartamento que tiene treinta y un años. Yo me pasé el 18 de agosto de 1989. Esa tarde mataron a (Luis Carlos) Galán. Tengo vista hacia el occidente, es ventilado el último piso y yo de ahí me sacan de las patas pa’l cementerio.

La guía para quienes no conozcan donde vive Rodolfo Hernández, es un edificio verde de la carrera 38 con calle 51, enchapado en un horroroso baldosín verde, en una de cuyas culatas hay una rata que en la gorra tiene la L del partido Liberal.

Ese es mi edificio. Y la casa de al lado también, en la que funcionó una fábrica de ropa y ahora hay un restaurante mexicano, un almacén de ropa y un salón de belleza.

Y un salón de onces carísimo.

Pero lleno.

Hablando de camisas, usted se ha topado con políticos santandereanos que no se quitan las de color blanco que para ellos siguen de moda, como matricularse en cursos en los que después de un fin de semana de ‘retiros espirituales’ se arrepienten de todos los pecados con el visto bueno de algunos párrocos. ¿En cuál de esas categorías que usted tiene clasifica al exgobernador y condenado por parapolítica Hugo Heliodoro Aguilar, así como a sus hijos Nerthink Mauricio (gobernador) y Richard Alfonso (senador)?

Ellos formaron un clan terrible que arrancó con Hugo Heliodoro y luego manipulando, comprando votos con toda la plata que se robaron en la Gobernación hico elegir al Richard, que yo creo que este mes lo ponen preso si es que hay justicia, si no está sesgada. Y ahora está Mauricio que está empezando. Ojalá reivindique las acciones que hicieron el papá y el hermano en contravía de los intereses de la gente que les vota. Porque le votan, los eligen gobernantes con capacidad de giro de plata pública, se roban la plata, traicionan sus intereses y la gente vuelve y vota por ellos.

Veo que en su escritorio tiene un libro del peruano Umberto Jara titulado “El Outsider”, con letras como las del libro “El Padrino”. En el año 2012 estuvo en Cenfer el expresidente peruano Alan García Pérez hablando maravillas de su gobierno y centenares de empresarios lo aplaudieron. Ese político limeño dijo unos meses antes que con cualquier corrupto lo que había que hacer era pasarlo por la horca y a tres generaciones de sus descendientes mandarlos al destierro. Sin embargo, en la Semana Santa de 2019 cuando iba a ser detenido por el escándalo Odebrecht lo que hizo fue encerrarse y pegarse un tiro. ¿Usted fue de los que ovacionó a ese corrupto?

Sí. El segundo gobierno digamos que fue bueno en términos de mejoramiento de condiciones de vida, porque el primero fue fatal. Pero yo nunca supe que el vergajo se puso a asociarse con los de Odebrecht pa’robarse la plata y mire en lo que terminó eso. Sin necesidad, porque tenía pensión de expresidente, reconocimiento, franquicia aérea, franquicia postal… con todo, pa’ponerse a tener un pocotón de plata que a lo último terminó hundiéndolo. Era tan serio lo que le venía y él sabía, que se pegó un tiro y hasta mal pegado, porque duró como siete hora pa’morirse. Sin necesidad. Semejante capacidad que tenía, sobre todo oratoria.

Pensemos que la situación por el caso Vitalogic no le favorece a usted en la Fiscalía y de pronto le echan mano. ¿Cómo Ernesto Samper Pizano, usted tendría lista la cápsula de cianuro?

¡Cero! Yo no debo nada. Yo sí quisiera que un vergajo de estos me pusiera preso por no robame (sic) nada, mientras que con todos los robos que hicieron ‘Lucho’ Bohórquez y todos los concejales no mueven un dedo. Con el mismo juez que es el procurador, que es el que pulla a la Fiscalía. Fue Fernando Carrillo a donde el fiscal general (Fabio) Espítia a decirle que le pedía que me pusiera preso, y Espítia le contestó que no le jalaba a eso porque no había mérito y que yo estoy limpio. Y me lo contaron personas que fueron testigos de la conversación esa. Me toca reservámelos (sic).

Su examigo Luis Francisco Bohórquez escribió el libro “Mi prisión mediática” –sobre el escándalo ‘Manantial de amor’ y que tiene 244 errores de ortografía o de redacción en 263 páginas–. El exalcalde afirma: “Vanguardia Liberal como medio de comunicación dejó de ser el guardián de la democracia para convertirse en el perro faldero de Rodolfo”. ¿Tanta injerencia tiene usted en ese periódico?

(Sonríe) La misma que usted tiene: cero. Lo que pasa es que yo soy socio de Alejandro Galvis Ramírez, pero no en el periódico sino en una tierra de Piedecuesta que le compramos hace veinticinco años a Benito Valdivieso Reyes. Una finca que no me acuerdo cómo se llama y la compré yo solo y en la medida en que se me fueron venciendo las letras no pude pagar. Entonces llamé a ‘Cuco’y le dije yo tengo esto. Santa Rita se llama. Es una finca grande, como de un millón de metros cuadrados. Le dije: Ola, yo le vendo la mitad de esto. Se la vendí al precio que la compré porque estaba asfixiado y no podía cumplir. Era una suma ridícula hoy, pero cuando eso era muchísima plata. Compramos a mil pesos el metro cuadrado. ¡A mil! Eso es para que vea que el mejor negocio es comprar tierra, y siempre digo: el que vende lo que tiene nunca lo recupera. Porque a veces la gente hipoteca la finca o la casa, lo ejecuta el banco y nunca las recuperan.

En ese mismo libro de Bohórquez hay una foto de usted junto a él carcajeándose y brindando con champaña (o al menos con copas para ese licor) y manifiesta: “El dios de Rodolfo es el dinero”. ¿Tanto lo conoce que se puede atrever a decir eso?

(Suelta una risotada) Él puede decir todo lo que quiera. Lo cierto es que yo le ayudé a ser alcalde. No le ayudé a Martha Pinto de D’Hart. ¿Por qué le ayudé a él? Porque su proyecto era una alcaldía de acción social. Es decir, ayudarle (sic) a los pobres. Porque si los pobres están bien yo corro menos peligro que me echen mano. ¿O no? Yo le ayudé, y le di plata sin estámela (sic) pidiendo para que financiara su campaña. Entonces cuando él empezó a robase (sic) las cosas, el 16 de marzo de 2013 y si quiere anote esa fecha que es histórica, en las horas de la mañana yo bajé a la Alcaldía, me atendió muy bien, entramos a una salita al fondo del despacho donde hay dos sofás y yo le dije: ‘Lucho’ usté (sic) se’tá (sic) robando to’as (sic) las jodas. Y él me dijo: Yo no me estoy robando nada. Le dije: Pero es que todo el mundo lo está diciendo y yo veo que usted cambió los códigos de gasto. Usted debía todo. Está bien, gánese los quince millones de sueldo pero no es para robarse esta vaina. Y usted me dijo que era una alcaldía de interés social. Le advierto que me voy a lanzar pa’la Alcaldía. Nunca creyó y sin embargo me dijo que me ayudaba. Yo le dije: No me ayude. Usted me jode si me ayuda. Y devuélvame la plata que le di, porque la plata no era pa’eso (sic).

¿Y se la devolvió?

Con intereses me la pagó.

Hace cuatro años, cuando usted ya era alcalde electo, concedió una entrevista en el apartamento de su amigo Donaldo Ortiz Latorre y su hijo Simón. Yo escuché esa entrevista desde la cocina, con el beneplácito del dueño de casa. En ese desayuno dominical cuando le preguntaron quién es su referente a nivel nacional o internacional y usted respondió que Francois Mitterrand, un expresidente francés bastante cuestionado por sus vínculos con la extrema derecha y la implicación de su gobierno en el hundimiento de un barco de la organización Greenpeace y por una hija extramarital. Meses después, ya como alcalde en propiedad, dijo que era seguidor de “un gran pensador alemán que se llama Adolfo Hitler” –el criminal nazi– y después puso de ejemplo de emprendimiento al narcotraficante Pablo Emilio Escobar. ¿Por quienes más de ese corte se deja obnubilar?

A Mitterrand lo que le admiro es que es el único que entendió que transformar a París a través de la arquitectura con obras de talla mundial iba a traer una prosperidad en la economía francesa. La estética es vínculo de unión y vehículo de comunicación entre gentes y corazones. Y eso lo hizo él. Nombró ministros con mucha más capacidad que él, mientras se dedicó a la transformación arquitectónica y urbanística de París, a donde llegan cada año entre ochenta y noventa millones de turistas. Y los que hemos ido nos tocó volver a ver el legado arquitectónico de Mitterrand.

¿Y de los dos asesinos citados?

Bueno, tal vez imprudencia y me escaché. Yo no soporto la mediocridad. Esa vaina de que el debido proceso y toda esa vaina es lo que tiene muerto a Colombia. Yo no estoy diciendo que violen la ley, lo que’toy diciendo es que los códigos de procedimiento penal… por eso es que a los políticos no los pueden meter a la cárcel. Cómo se le ocurre que estos de la Corte Suprema vendiendo fallos. Cuánto llevamos con el proceso del magistrado (Leonidas) Bustos y cuántos años con el proceso de (Francisco) Ricaurte. Y le aseguro de que no son capaces de metelos (sic) a la cárcel. Ahí están libres. Vendiendo fallos la majestad de la justicia. Hay que cambiar el Código de Procedimiento Penal. Que en esos casos y en esos niveles, primero presos y que después investiguen, cuando haya los indicios suficientes. A eso me refería.

Ahora para completar está leyendo una biografía de Perón. ¿Qué admira usted de un tipo que arropó a criminales nazis?

Sí, yo sé, pero también hizo cosas buenas. Hay que mirar de manera integral y no sesgadamente. Hay que mirar lo bueno que hizo, que fue el rescate de Argentina, lógicamente que tenía una condición económica que permitió hacer todo lo que hicieron, que fue la reivindicación de toda la gente. Él hizo el Estatuto del Peón, que antes eran prácticamente esclavos y les dio las garantías, le llevó el voto a la mujer, hizo unas acciones humanistas importantes. Ah, que tuvo excesos. Siempre hay excesos cuando el gobernante intenta reelegirse o prolongar su periodo. Todos esos segundos periodos son malos.

¿Entonces conforme a esa forma de ver las cosas usted admira al dictador Gustavo Rojas Pinilla -uno de los corresponsables de la corrupción en Colombia y abuelo de Néstor Iván y Samuel Moreno Rojas-?

Yo no alcancé porque eso fue en 1953 y yo tenía ocho años. No me acuerdo mucho, pero sí sé que fue un gobierno corrupto. La corrupción es inherente al hombre. Eso no quiere decir que todos sean corruptos. Pero como decía Perón: ‘El hombre es bueno por naturaleza, pero es mejor cuando está vigilao (sic)’. Entonces ellos aquí hicieron barbaridades Iván y luego se fueron a Bogotá a hacer lo mismo y se aliaron con Fernando Marín Valencia. Ahí tá’preso pu’allá (sic) en un apartamento en Bogotá y lo metieron en lavado de activos, gravísimo, en la Lista Clinton. Entonces tengo entendido que él les hacía vivienda, le llevaban costalados de plata, él los cogía y los vendía. Mejor dicho, una ‘lavandería’ allá en Estados Unidos. Eso tiene que decirlo también en esta entrevista por más oligarquía que sea.

¿Rodolfo Hernández sueña con morir de un infarto fulminante o chuchumeco y en la penumbra de sus recuerdos regañando a su amigo Rodrigo Fernández?

Depende la edad que tenga, pero si yo gano la Presidencia puedo morime (sic) al otro día. Me voy a dedicar con cuerpo y alma a ganar esto. Sabemos ya el camino, porque ya la trocha la hicimos. Y eso va a tener empujones, pisotones, caídas… Me toca volverme a levantar y seguir, porque lo importante es el camino. Vamos a llegar. Después de eso quedo listo pa’morime (sic).

sábado, 7 de marzo de 2020

Rodolfo Hernández dice que sacará 15 millones de votos y asegura que no está loco


(Esta entrevista la publiqué en la edición 393 del Periódico 15, una publicación de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) y de distribución gratuita en el Área Metropolitana).

El exalcalde de Bucaramanga está empecinado en convertirse en el sucesor de Iván Duque Márquez. Esta es la primera parte de una entrevista en la que el constructor 'dispara' a diestra y siniestra.

A un metro con 76 centímetros de distancia –por si acaso se ‘salía de la ropa’ con alguna pregunta–, Rodolfo Hernández Suárez atendió esta entrevista con 15 en la que no baja de ladrones y vergajos a concejales y congresistas, arremete contra el procurador general, hace cuentas alegres de los votos que calcula sacar, reprocha a su hijo por bobo e idiota, y afirma que su discurso de posesión en Puerto Tejada duraría máximo diez segundos.

No había más testigos que su secretaria, una asistente, las fotos tomadas por Ruvén Afanador que decoran las paredes y los tres escoltas que esperaban detrás de la puerta de una inmensa oficina camuflada entre almacenes de Cabecera IV Etapa, donde además tiene la sede de la constructora HG que en sus tiempos dorados levantaba 1.500 viviendas en un año.

El exalcalde de Bucaramanga en 2019 fue suspendido e inhabilitado por la Procuraduría General y posteriormente multado con 124 millones de pesos por haberle pegado una cachetada al concejal Jhon Jairo Claro (Alianza Social Indígena, ASI). Ahora está con la chifladura de ser el siguiente presidente colombiano nacido en Santander, después del comerciante de bocadillos Aquileo Parra (1876-1878).

El de hoy pareciera ser otro Rodolfo Hernández. La lengua viperina la dejó en su casa. No grita, no dispara groserías como de costumbre y, por el contrario, afirma que es un “exquisito”. Lo único que no deja de hacer es golpear con su dedo índice una mesa pequeña que nos separa, y sin haber encendido la grabadora apunta que no puede decir mentiras porque no podría dormir.

Sus contradictores lo ven como un tipo campechano, mal hablado, soberbio, pendenciero y machista, pero sus adeptos que le llaman “Ingeniero” lo defienden por ser ‘frentero’ para decir las cosas y para encarar a los políticos tradicionales.

Nació el 26 de marzo de 1945 en Piedecuesta y por un arrebato –en el que fue secundado por su hermano Gabriel–, se lanzó a la Alcaldía de Bucaramanga con el lema de “Lógica, Ética y Estética”, sin que fuera un versado en Platón ni mucho menos. En 2015 obtuvo 77.238 votos, 4.470 más que el representante de la maquinaria liberal, Carlos Ibáñez. Luego, como durante más de medio siglo sucedió con el PRI en México, escogió a dedo a Juan Carlos Cárdenas Rey como su sucesor. Ahora le dedica toda su energía a convertirse en el sucesor de Iván Duque en agosto de 2022.

Por esa razón es que a los diez segundos de concluir esta entrevista entró un amigo que le puso a escuchar las marchas de Juan Domingo Perón, a quien admira sin importar que el expresidente argentino haya cobijado a criminales nazis. Está escogiendo la música para su campaña, que piensa financiar con aportes voluntarios y algo de su capital que -dicen- bordea los cien mil millones de pesos.

¿Las rancias aristocracias bogotanas permitirán que un piedecuestano con escasamente un pregrado de universidad pública aspire a ser presidente de Colombia?

Yo creo que esas oligarquías rancias que han gobernado desde que nació la República impongan candidato ya no están fácil. Las redes sociales han democratizado la información y la opinión, y les llega a todo el mundo porque en el país somos cincuenta millones de habitantes y hay más de sesenta millones de celulares. Partamos de que la información por el celular le llega por lo menos al ochenta por ciento de la población colombiana. Basado en eso y en los resultados que ha tenido toda esta administración de politiqueros que se han concentrado últimamente en cometer delitos financiando las campañas con plata que le roban a la ciudadanía y comprando votos, ya llegó a su fin.

Y una prueba es esta: cuando yo estuve haciendo la campaña para presentarme a la Alcaldía de Bucaramanga en el año 2015, nadie daba ni diez centavos por mí, ni usted. Todo el mundo creía que perdía. Me le enfrenté a la casta política más corrompida que ha tenido el departamento de Santander y Bucaramanga y les gané. Sin tejas, sin ladrillos, sin cemento, sin tamal, sin lechona, sin cerveza, sin plata, sin cámara, sin acción, sin tarima, sin Maluma… todo eso cero. Simplemente explicándole a la ciudadanía qué es lo que está pasando y qué pensábamos hacer si llegábamos a la Alcaldía, y les ganamos. Ahí está la prueba reina. A través de la emoción, de la esperanza y de la ilusión de poder transformar la administración representada en esos politiqueros que traicionaba a todos los habitantes de Bucaramanga.

Antes de hacer entrevista le oí decir que en sus cálculos hay millones de votos en las elecciones de 2022. ¿Usted está loco, es un iluso, tiene sobredosis de optimismo… todas las anteriores? ¿Cómo interpretar esa ambición suya?

Pues así me decían cuando me lancé a la Alcaldía: que estaba loco y que eso de lógica, ética y estética nadie lo entendía, y resulta que sí lo entendieron. Póngale la firma que nuestra pretensión a la Presidencia, haciendo buen acompañamiento con un vicepresidente que sea una persona que se haya forjado en el trabajo, no un politiquero, nosotros vamos a sacar quince millones de votos. Esa es la meta que tenemos. Parece muy grande pero no lo es, porque esos son los votos que se necesitan para realmente tener un mandato claro, contundente, preciso, arrollador… y esos quince millones de votos previamente han sido también apoyados por las listas de representantes a la Cámara que vamos a hacer en los treinta y dos departamentos de Colombia y con una lista a Senado. Y le voy a dar una ‘chiva’. No es que sea él, pero para que usted se imagine cuál es el nivel de los senadores que vamos a colocar en la lista. Por ejemplo que encabece la lista de Senado de la Liga de Gobernantes Anticorrupción el doctor Manuel Elkin Patarroyo. Ese es el nivel que queremos. Es la imaginación de colombianos al poder para tener un estado de bienestar, porque ahora el estado de bienestar se está concentrando en diez mil personas que son los que usufructan (sic) el poder, los que cogen todo el presupuesto público, los que atracan a la ciudadanía. Nosotros vamos a desbaratar eso. Ya lo hice en Bucaramanga y les pido que me entiendan: esto de Bucaramanga fue una maqueta, un ensayo que funcionó y lo que haremos es amplificarlo a Colombia, pero ya la maqueta está hecha y sabemos cómo se hace.

¿En ese afán de llegar a la Casa de Nariño estaría usted dispuesto a aceptar el guiño o los votos de personas como Álvaro Uribe Vélez o Germán Vargas Lleras?

Nosotros no somos ni uribistas, ni petristas ni de Cambio Radical. Nosotros vamos a representar es a los colombianos que han sufrido el impacto precisamente de todas esas castas politiqueras que a través de la administración de veinte o treinta años atrás tienen quebrado al país y la juventud termina de estudiar y no tiene ningún puesto dentro del camino de la producción nacional porque acabaron con todos los circuitos económicos. El país está hasta aquí (señala su frente) desesperado de ver todos los días una tiniebla más en contravía de los intereses de esa muchachada. Y los que somos más viejos también hemos visto ya la severidad de las acciones que ha hecho esa politiquería: endeudamiento monstruoso tiene el país, quince millones de colombianos aguantando hambre, diez millones de los cuales viven con dos dólares (6.800 pesos) al día y cinco millones con un dólar (3.400). Este es el saldo que nos ha dejado toda esta politiqueríay toda esta política neoliberal de Milton Friedman, que mire a donde nos llevó, a una desigualdad abismal entre ricos y pobres y eso hay que totalmente corregirlo a través de políticas macroeconómicas.

¿Por qué está tan convencido de que Uribe Vélez terminará a su lado y abandonará el emporio de los Char?

Porque apenas hable esta señora Aida Merlano, yo creo que se derrumba todo eso de la Costa Atlántica, porque todos sabemos que todos esos politiqueros compran votos con plata robada. Apenas hable ella se derrumba ese castillo y yo no creo que ningún político sensato vaya a meterse a apoyar donde de pronto termine es vinculado y hasta preso.

¿Cuáles fueron sus tres principales logros como alcalde de esta ciudad?

El principal, así no hubiera hecho más –que hice muchos– cambiarle la mentalidad a la gente políticamente, que sepan que el voto de cada uno de los ciudadanos cambia la estructura política de la ciudad. Les cambié la mentalidad y solamente en cuatro años. Porque para cambiar códigos de comportamiento en una sociedad se necesitan cien años y nosotros lo logramos en cuatro años. La prueba es que gané la Alcaldía en octubre de 2015, me posesioné el 1 de enero de 2016 y saqué setenta y siete mil votos. Y el pasado 27 de octubre con Juan Carlos Cárdenas, candidato que nosotros apoyamos, les sacamos el doble de votos y derrotamos la maquinaria. Yo no sé si usted se dio cuenta que los votos que sacó Cárdenas con el apoyo nuestro fueron cien mil más que los que sacó el segundo, que fue Jaime Beltrán, y a los cuatro candidatos perdedores les sacamos cuarenta mil votos. Eso fue un campeonato mundial. Sacamos a dieciséis concejales que estaban incrustados y no los movía nadie. Quiere decir que el imperativo categórico funcionó y funcionó a favor de la ciudadanía. Ahora, ¿cuál es el compromiso de Cárdenas? No cambiar lo que funciona. Absurdo cuando cambian lo que funciona. Segundo compromiso, que es nuestro eslogan, no robar, no mentir, no traicionar. Eso es lo que vamos a hacer.

¿Y cuáles fueron las tres principales escachadas que tuvo?

Seguramente muchas. Con la misma gente que nombré, que se presentan como ovejitas y cuando llegan allá y se sienten con el cargo sacan las uñas. Esa es una escachada, falto de experiencia seguramente y falta de hacerles las entrevistas psicológicas de comportamiento a ver cuáles eran las actitudes que tenían. Culpa mía. No es culpa de nadie más en la Alcaldía. Seguramente también y yo digo que eso no es debilidad ni escachada como usted llama, sino decirle a la gente lo que yo pienso de frente, sin interesarme que fuera amigo o no lo fuera, porque es que en la Alcaldía no me pusieron a hacer amigos sino a defender los intereses de los ciudadanos y siento que todo Bucaramanga sabe que ese propósito en un alto porcentaje se cumplió.

¿En esa lista de ovejas que sacaron las uñas qué nombres tiene en la cabeza?

Eso hay varios que no vale la pena ni nombrarlos porque son escorias de la humanidad, que llegaron allá con un discurso, me convencieron a mí, también convencieron a mi hermano (Gabriel), luego  no sirvieron para nada y se pusieron a hacer politiquería barata en contravía de los intereses de la ciudadanía. Y otras personas no estaban capacitadas para el encargo y así las hojas de vida lo indicaran que sí estaban, pero cuando los pusieron a trabajar no pudieron.

Cuando Condorito está con la piedra afuera no dice groserías como usted, sino que escriben #”!}¨&% y otros signos. Esto para decirle que hace unos dos años fui a saludar a su hermano Gabriel, que venía a pie de su casa en Pan de Azúcar, y me dijo: “Si es para hablar de ese triplemalparido no cruzo la calle”. Su hermano fue el inspirador de su campaña y el responsable de reencauchar a Aristóteles y Platón con el cuento de la lógica, la ética y la estética. ¿Tan mal terminaron las relaciones entre ustedes dos?

La verdad, y tengo que decirla, yo sin el apoyo de la filosofía no hubiera sido alcalde.Yo diría que él aportó un sesenta por ciento del triunfo, otro treinta por ciento lo aportaron los que nos asesoraron en comunicación, que son los argentinos Hugo (Vásquez) y Guillermo (Meque), y póngale un diez por ciento yo. Porque la verdad yo fui buen alumno. El gran peso del triunfo y el gran reconocimiento lo tiene él. Gabriel me asesoró en la estructuración del gabinete de buena fe. Dentro de ese gabinete yo metí a Félix Jaimes Lasprilla, Rodrigo Fernández y Florentino Rodríguez. Él se opuso y yo sin embargo le dije que me diera un tiempo para mirar cuáles acciones hacía. En el camino yo saqué a Florentino. Tenía razón Gabriel sobre las opiniones que tenía de él. Sobre Rodrigo, también me forzó a que lo sacara pero yo veía que Bucaramanga en la medida que avanzábamos en la administración y sacábamos los procesos de licitación nos estábamos aprestigiando y de uno coma cuatro proponentes pasamos a  veces a ciento diez, con un promedio de un poquito menos de cincuenta. Entonces ante este hecho contundente yo no podía sacar a Fernández. Porque conseguir una persona que tenga el conocimiento de ingeniería y de derecho de todo lo que es la jurídica de la contratación de la obra pública, el que más sabía era Rodrigo. No lo saqué y ahí empezó el malestarde Gabriel. Y el otro al que él se oponía era Félix Jaimes, a quien encargué de dos cosas: terminar Neomundo que estaba colapsado y no había ni techo. Le liquidaron el contrato a Valco unos días antes de entrar nosotros. La estructura del techo tenía una flecha positiva que podía haber volcamiento cuando le colocáramos la carga muerta de lo que es la teja. Él la corrigió y sacó adelante eso. Y el otro encargo fue terminar el Teatro Santander que llevaba diez años paralizado y gaste y gaste plata. Esos dos objetivos se cumplieron. Entonces cómo los sacaba. Y yo los vi, al menos mientras yo estuve, correctos y dedicados a su trabajo contractual. A Félix que tenía un contrato y a Rodrigo que sí fue nombrado como asesor de despacho para efectos de transparencia y contratación. Como no los saqué entonces Gabriel peleó conmigo. Me dijo que yo lo había traicionado y que él había trabajado y le reconozco todo lo que hizo. Que por el trabajo no había cobrado un peso, y es cierto que no cobró un peso, y que los que habían ganado eran los que no merecían estar en el gobierno. Yo le respeté eso, pero no lo comparto. Ese fue el motivo de la ruptura.

También tengo que decir para ser correcto y honesto en lo que digo. De todos los que él recomendó la mitad no sirvieron para nada. Unos muérganos que lo traicionan a uno el mismo día de la posesión, sin embargo él lo hizo de buena fe. Y los saqué. Él no se disgustó por la sacada de los que él presentó y no sirvieron para nada, pero para nada es para nada. Se disgustó fue porque yo dejé a Rodrigo y a Félix. Esa es la verdad de la ruptura de Gabriel y sigue con ese resentimiento. Yo no tengo ese temperamento, no siento rencor, no siento envidia, nunca he sentido venganza… Nosotros podemostener diferencias, pelear o que usted me insulte a mí o yo a usted y a los cinco minutos lo saludo como si no hubiera pasado nada.

A tal punto que unos días después me mostró una carta en la que le decía a usted que ya no lo considera su hermano y que por su casa jamás se vuelva a asomar. ¿Así de grave es la cosa?

Sí, me mandó una carta y por ahí la tengo. Le respeto la decisión. Yo sigo queriéndolo, reconociéndole el apoyo que me dio, queriéndolo como mi hermano, porque nos morimos y seguimos siendo hermanos. Eso no lo podemos quitar. Él es así y solamente el tiempo nos dará la razón.

También me dijo su hermano que si hiciera públicas tantas cosas turbias de su administración, de inmediato se moriría su mamá porque usted es el consentido de ella.

Eso sí no sé ni me ha dicho qué malo he sido yo para que él tenga esas expresiones. Y yo no tengo la culpa de que mi mamá y es cierto, tenga una preferencia conmigo. Yo no tengo la culpa.

¿Qué habría sido de su paso por la Alcaldía sin esa mano derecha llamado Manuel Francisco Azuero Figueroa?

Él fue importantísimo. Es más, Manolo llegó a la casa de Gabriel en diciembre de 2015 a decirnos que quería participar del Gobierno. Gabriel me dijo: magnífico. Manolo me dio palo en Vanguardia, hasta insinuó que yo era un bandido, sin embargo allá llegó a decirme, y yo como le digo: no guardo rencores. Mi alma está limpia, pueden decir todo lo que quieran, pero lo que pesa en mi estructura mental es lo que yo piense que soy. No tengo egos. Yo tengo reconciliado el ego con el yo real. Manolo se vinculó y yo me inventé un nombre que no correspondía porque no está en el organigrama de la Alcaldía, que era Jefe de Gabinete, una persona con la que pudiera tener comunicación todos los días de lo que vamos a hacer y ocho días adelante. Esa era la labor de Manolo, que era prácticamente el ejecutor de lo que estábamos participando. Él también participaba. A veces yo no tenía razón y me tocaba corregir lo que él dijera. Yo invitaba a los consejos de gobierno, que antes eran de nueve personas, a ochenta. ¿Para qué? Para escuchar opiniones, porque si hay ochenta pensando es muy difícil que se equivoquen. Cualquier cosas que fuéramos a hacer era debatida todos los viernes, desde las siete de la mañana y a veces hasta la una de la tarde.

Un libro de Germán Castro Caycedo se titula “Mil alma se la dejo al diablo”. ¿En su caso a quién se la dejaría?

¡Al pueblo! No lo traicioné. Siempre trabajé en beneficio y con la intención de mejorarles la vida a todos habitantes de Bucaramanga, pero especialmente a los más pobres que vienen abandonados desde que nació la República hace doscientos años. Y sí se la mejoramos.

Los politiqueros decían que no había hecho nada, y les respondo: no hice nada pero de lo que ellos hicieron. Les hicimos quinientas tres obras. Unas pequeñas, pero otras de diez mil millones. Me entregaron quebrado y los concejales con el alcalde Luis Francisco Bohórquez Pedraza se robaron todo. Y no solamente el Municipio sino que los institutos descentralizados los dejaron acabados, arruinados. El Instituto del Empleo se lo robó Nancy Lora. Hasta el cuñado Cristian Rueda está preso por ladrón. Se robaron todo. Ella pedía el cuarenta por ciento de comisiones. Eso está documentado en el proceso. Yo no sé por qué no la meten a la cárcel. Es una sinvergüencería que tienen montada ahí, porque tiene infiltrados en la Fiscalía, en la Procuraduría, en todos los organismos que vigilan a los funcionarios públicos y no les pasa nada. ‘Lucho’ Bohórquez está fresco y se robó de cuarenta a cincuenta mil millones. Dejó eso arruinado.

Hasta escribió un libro hablando de una persecución mediática en su contra.

No lo he leído porque no vale la pena.

¿Cada cuántos segundos Rodolfo Hernández pronuncia la palabra hijueputa?

A veces, dentro de lo coloquial que hablemos. Depende los interlocutores y el contexto o si hay confianza. Yo también soy exquisito.

¿A quiénes agrupa en ese calificativo?

Hablo es un genérico, no simplemente por irlos a ofender. Así como cuando gente que yo no conozco, pues no pronuncio esa palabra.

¿Qué concepto tiene del procurador general Fernando Carrillo Flórez, quien lo ha investigado y sancionado a usted?

Que es un ‘encaramapendejos’. Sí sería bueno que ustedes los periodistas averiguaran cómo se hizo elegir cometiendo delitos, comprando votos, ofreciendo seiscientos puestos de la Procuraduría y puso hasta al presidente Juan Manuel Santos a que llamara a los parlamentarios para que votaran por él. Es simplemente una traición al organismo rector, a la filosofía de la Procuraduría, que es el juez disciplinario de los funcionarios públicos. Él utiliza ese ropaje que tiene para atacar o esconder los procesos que a él le convengan. Todo el mundo sabe que quiere ser candidato a la Presidencia. Por qué no renuncia y compite como me toca a mí, en el asfalto. Me tiene acorralado, me hizo renunciar y no me he robado ni un peso. Míreme la cara. ¡Ni un peso! Al contrario, los sueldos que tuve en la Alcaldía, algo más de mil millones de pesos, todos los entregué a diferentes actividades y programas de la gente más pobre. Yo patrocinaba a los mejores estudiantes, no escogidos por mí sino por la Secretaría de Educación, para darles de a doscientos mil pesitos al menos para el bus. Cincuenta por dos eran diez millones, ahí no más. Ganaba once. El resto que faltó un bombillo, porque allá se para todo por un bombillo, entonces yo daba la plata. En el último semestre arreglé el despacho, igual a este. ¿Cómo hicimos eso? Costó ciento veinte millones la arreglada. Hice una convocatoria a todos los funcionarios públicos y pusieron diez millones. Voluntario, porque el que no quería poner no ponía. Faltaron ciento diez millones. Me metí la mano al bolsillo, puse los ciento diez millones y dejamos todo como esta mi oficina aquí en Cabecera IV Etapa.

¿Aquí también hay cámaras escondidas como las que instaló en la Alcaldía con la excusa de que lo hizo para que su familia pudiera monitorear su estado de salud?

(Sonríe) No.

Si ‘el dolor le tiene miedo a Dolorán’ -como dice la cuña radial-, ¿quiénes le huyen a Rodolfo Hernández?

Seguramente los que saben que cometieron delitos penales por peculado por apropiación, y como yo sí los enfrento y les digo en la cara, entonces me cargan cierta reserva y me tienen algo de miedito. Si yo no actuara así, ya me habrían metido en la cárcel quién sabe cuántas veces. Porque es un régimen. No son partidos de opinión, sino partidos de compromiso, son partidos donde nombran a una persona porque es cómplice. Eso es lo que tá’pasando (sic) en Colombia. Los partidos de opinión se acabaron y todos son partidos de compromiso. Entonces uno se pregunta por qué nombraron a este que se robó a Floridablanca, como hicieron ahora en la Presidencia de la República, porque ese nos sirve allá, porque tenemos un compromiso y esa es la persona que sirve.

Es una lástima. Cuando salí de ingeniero el gobernador era Jaime Serrano Rueda, luego Jorge Sedano González y después Jaime Trillos Novoa, no había peligro que se llevaran un lápiz para la casa, ni que abusaran del transporte que les pone la Gobernación. Eran totalmente prudentes porque ellos entendían que eran bienes públicos.

¿No le da miedo que con tantas cosas que dice y señala, en una de estas su perros enanos ‘Óreo’ y ‘Narco’ no le sirvan de nada, ni sus escoltas, y terminen dándole ‘materile’ en las escaleras hacia su casa o aquí mismo en esta oficina que le sirve de búnker?

Yo veo esto tan podrido y tan prostituido que creo que de pronto me pueden mandar la moto. Le pido es a mi Dios que me muera ese día y que no me deje tullido en una silla de ruedas que a eso si le tengo pánico, pero ese es el oficio y esos son los riesgos y cuando uno emprende una empresa como esta, que es lograr conquistar quince millones de colombianos para que voten por este proyecto, que es no robar, no mentir, no traicionar, pues tiene unos riesgos que hay que correrlos. Si no quiere correr los riesgos, pues no se meta. Ningún cuerpo de seguridad es suficiente cuando hay una decisión para ‘hacerle el mandado’. ¡Ninguno! Eso es paja.

Hay quienes dicen que ese lema de su campaña se parece más a un pacto de sangre de la mafia calabresa.

Que digan lo que quieran. El pacto de sangre es contra ellos. ¿Quién dijo eso? El que lo dijo es que está untado. No robar, no mentir, no traicionar es una obligación de los gobernantes y sobre todo de quienes hemos tenidos la oportunidad de ordenar gasto público. Porque es que la plata no es mía sino de la gente. Yo simplemente soy un cajero y con las facultades constitucionales hacemos un programa de inversión que con esa poquita plata tiene que mejorarles las condiciones de vida a la mayoría de personas que se pueda, pero especialmente a los más pobres.

Asevera usted que los presidentes se convierten en sirvientes de quienes financian sus campañas. ¿Cómo es eso de que no piensa pedirles favores ni créditos a los ‘cacaos’ de este país? ¿Cómo es esa fórmula mágica?

Yo hice un presupuesto de cuánto realmente se gasta una candidatura a la Presidencia de la República y son trescientos mil millones de pesos. Ellos dicen que cuarenta o cincuenta mil millones, puras mentiras. Aquí Fredy Anaya dijo que se gastó quinientos millones y se gastó fue veinte mil millones. Está en cuidados intensivos psiquiátricos y Claudia López no hace sino llorar porque tiró quince mil millones a la basura, creyendo que con esos treinta y cinco mil millones alguno de los dos iba a ganar la Alcaldía de Bucaramanga. La perdieron. Nosotros no gastamos ni un peso. De esta oficina no salí nunca en la campaña pasada y en la primera campaña duré treinta dos meses guardado en mi apartamento, sin salir, solo haciendo comunicación. Entonces está comprobado que eso se puede.

¿Y la pregunta que le hice sobre eso de no pedirles favores a sus amigos poderosos?

Fácil. Y puedo llegarle hasta a Luis Carlos Sarmiento Angulo, pero lo que voy a hacer es invitar a tres millones de colombianos para que durante seis meses me den diez mil pesitos. Eso es todo. Y estoy seguro que puedo lograr eso.

¿Hay tantos ‘marranos’ en este país como para financiar a un político como usted?

¡Uuu! Es que no son “marranos”, sino simplemente es gente que está recontramamada de que estos politiqueros que reciben financiación de las grandes corporaciones, de los bancos, de los ‘cacaos’, de los contratistas corruptos como Odebrecht, vuelvan otra vez porque en eso se convierten los presidentes, en ‘lavaperros’ de los financiadores. O que digan que no.

¿Le han sentado las terapias de control de impulsividad y de la ira?

Yo no tengo ira. Yo nunca he tenido ira ni nada. Simplemente el loco ese concejal (John Claro) pero… yo creo que fue como reflejo porque me fastidió que me engañara. Me dijo que quería una charla para hablar cuestiones de la ciudad. Soy tan pendejo o tan ingenuo que llegó así como usted y me trató otros temas que no eran el objeto de la reunión.

¿Usted toma gotas de valeriana como su amigo Álvaro Uribe? ¿Madruga a caminar? ¿Hace yoga o pilates?

Algo de meditación, pero concentrada a través de una música de fondo para poner la mente en blanco, que no le llegue ninguna imagen. No es fácil. Hay que ir aumentando el tiempo. Eso descarga todo el sistema cerebral y me siento muy bien. Además todos los días hago ejercicio: media hora de trotadora a seis o siete kilómetros por hora, que no es cosa del otro mundo, y media hora de ejercicios de fuerza y estiramiento.

¿Entre dulce y amargo, qué sabor le queda de su administración?

Excelente. Dulce. Dulcísimo.

Usted ha estado en acercamientos con el empresario Mario Hernández, quien hablando de la reforma pensional dijo que “es como los médicos, uno puede contratar médicos por horas. ¿Qué tal un médico trabajando tiempo completo con un paciente?”. ¿Eso es una genialidad o una burrada de su amigo?

No lo califico. Cada uno tiene su opinión y la respeto. Yo no estoy de acuerdo con la precarización del trabajo. Porque es imposible que le digan a alguien que trabaje dos horas, pero es que su otro trabajo no es en la puerta siguiente sino que puede ser en Piedecuesta o Girón. Total de que no va a trabajar más de cuatro o cinco horas al día. Quitándole la plata a la gente que trabaja el país se paraliza porque disminuye el consumo y si eso pasa se disminuye la producción y se eso pasa hay menos impuestos. Lo que hay que hacer es lo contrario. Hay que mover para que todos tengamos plata en el bolsillo. Toda la plata que le entra a la gran mayoría de la gente que apuradamente llega a fin de mes la gasta y si la gasta consume y si consume los que están produciendo tienen que producir más, pero para producir más tienen que meter más gente y más gente va a ganar plata. Y empieza la activación del consumo y si hay consumo hay transformación, hay logística, empaque, transporte, cadenas de refrigeración… No es quitarle la plata a la gente, sino que gane más plata, pero para que eso pase hay que activar la producción.

Pensemos que le ‘suena la flauta’ y lo eligen presidente. ¿Ha pensado a quiénes llevaría a su gabinete?

Politiqueros cero. Todos esos politiqueros que se van a ‘quemar’ o los que vamos a sacar del Senado y de la Cámara, cero. Porque sino no cambia nada. Si usted pone a los mismos pues siguen con las mismas. Es la administración al poder para lograr una administración que genere un estado de bienestar. Ingenieros, arquitectos, abogados, deportistas, de todas las actividades y disciplinas académicas… los mejores, esos son los que necesitamos que le dediquen cuatro añitos a trabajar por Colombia, con un sueldo bajo porque creo que un ministro se gana catorce o quince millones y eso no es nada, pero que trabajen, que muestren el amor por Colombia. Porque todos dicen que quieren al país, pero eso es pura mentira porque están viendo a ver cómo la especulan, cómo le sacan las plumas. Ese es el amor que le tenemos. Por eso yo estoy empeñado en eso.

Como no tengo afán de que no tengo mañana pa’l almuerzo y por el contrario ya tengo pagos los almuerzos de los próximos cien años, por qué no le puedo dedicar la capacidad y la experienciade cincuenta años de ingeniero con relativo éxito. Por qué no les puedo dedicar cuatro años a esos colombianos que se están muriendo de hambre.

Antes de empezar esta entrevista me dijo que si gana su posesión en Puerto Tejada (Cauca), que dejaría para su servicio un solo carro, que convertiría la Casa de Nariño en un museo… ¿Eso quiere decir que Gabriel Antonio Goyeneche, que en el siglo pasado prometió pavimentar el río Magdalena y ponerle una marquesina a Bogotá para protegerla de la lluvia, se le quedó corto?

No, eso se puede. ¿Usted pa’qué quiere una casa de diez mil metros cuadrados donde vive el presidente? Eso es absurdo. Yo tengo un apartamento en Bogotá de ochenta metros. Ahí vivo. Eso no tiene nada. ¿Usted pa’qué quiere sesenta carros? Con uno es suficiente. ¿Pa’qué tiene veintisiete consejerías? Entonces pa’qué están los ministros. Hay que desmontar eso. Pa’qué quiere estar atendiendo politiqueros, alcaldes y gobernadores todos los días que llegan es a pedir plata. Entonces vamos a hacer unas prioridades: señores alcaldes y gobernadores ustedes tienen agua potable en sus municipios. El ochenta por ciento de Colombia no tiene agua potable. Segundo, tienen alcantarillado, hay los colectores, sí o no. Entonces terminemos. ¿Hay planta de tratamiento de aguas negras? Ni Bucaramanga tiene. Tiene para ochenta mil habitantes y somos seiscientos mil. Por qué no saneamos todos los ríos de entrada y toda esa gentecita que vive en las riberas de los ríos de la pesca que vuelvan a la actividad artesanal. Por qué hemos destruido todo ese medio ambiente en contravía de nuestro propio progreso. Ah, si tiene todo ahí sí vamos a reconstruir el equipamiento comunal de escuelas, de colegios, de salones comunales, de puestos de salud, de hospitales… pero con un ingrediente siempre: estética. Lógica es meter la plata donde más se necesita; la ética es que el gobernante y su equipo no se la roben, y la estética es que todo sea bello.

Mire el piso de mi oficina que está en cemento. Esto lo ven como de obra negra. En el techo todas las vigas están a la vista. Toda está pintado de negro con una iluminación de cierto costo, pero aquí llega la gente y no quiere irse. No sé si sea demasiado pretencioso.

No lo sé, pero a donde la gente no quiere ir es al pueblo de Los Santos (Santander), que está en calamidad pública por falta de agua para beber y cocinar. Los santeros se están muriendo de sed a estas alturas del siglo XXI.

Esa es la consecuencia; la causa es que se roban la plata. Poner agua es facilísimo. Ahí está el río Manco y lo que hay que hacer es un sifón por gravedad, teniendo en cuenta en los cálculos que hay golpe de ariete. Entonces se necesita una tubería que sea capaz de absorber la presión. Yo no sé cuánto valga y en dónde habrá que ponerla, pero eso se puede. No hay que bombear. Se recoge de allá, se almacena, se distribuye y se ponen hidroneumáticos para regular presión. Tengo entendido que Richard Alfonso Aguilar (exgobernador de Santander) arrancó un contrato de treinta y ocho milmillones para llevar agua a Los Santos bombeándola del río Chicamocha. Se robaron la plata y no hicieron nada. Y no pasa nada. Y el procurador este que me ataca a mí, este Carrillo cargamaletas de Luis Carlos Sarmiento Angulo, con noventa y tres millones de sueldo, mil doscientos millones al año más las prestaciones, cero investigaciones pa’la clase politiquera que se robó todo pa’comprar votos. Me ataca es a mícon furia. Tengo más de cien investigaciones en la Procuraduría.

¿Pero hablar así del procurador Carrillo no es echarle más sal a la herida y que de paso él tenga más presente su caso?

Bueno, pues que lo haga. ¡Que lo haga! ¡Que tenga los calzones y lo haga! ¡Que lo haga!

¿Usted hará campaña desde el penthouse de su casa en Cabecera del Llano o piensa visitar los municipios de Colombia?

Voy a ser estático. Muy pocas salidas ante los riesgos que ya me han advertido. Vamos a pedirles a todos los colombianos que me entiendan, que como vamos empezar a apretar toda esta politiquería que tiene robada y arruinada a Colombia, pues tengo que tener al menos la responsabilidad conmigo mismo y con mi familia de tratar de exponerme lo menos que pueda. El mensaje se puede dar por los medios y las redes sociales. Así hice en mi campaña a la Alcaldía. Yo no salí.

¿Pero cómo hará para que lo conozcan en lugares como Caparrapí, Tamalameque o Liborina?

En La Guajira… en todos los lados me conocen. No toda la gente, pero el trabajo es penetrar por las redes. Es que nosotros no le hemos metido nada de plata a las redes para que se muevan los algoritmos y llegue la comunicación segmentada a donde nosotros queramos. Para eso es la plata que vamos a recoger, para hacer una campaña de tecnología, no de tierra. La de tierra tiene un inconveniente. Se necesitan quince millones de votos. Usted cómo hace para reunir diez millones pa’que le voten. Es imposible. Porque usted va a una manifestación y le salen tres mil, si es que le salen. Entonces pa’que me pongo primero a arriesgarme ante la inseguridad, ante las pasiones y ante la venganza que van a tomar. Todos esos politiqueros ladrones me quieren sacar del ring pero a plomo. Eso es lo que quieren hacer. Para qué me pongo a ‘dar papaya’. Aquí tenía cámaras de seguridad hasta en la casa, con identificadores de rostro, al menos pa’saber quién fue el que lo hizo.

¿A sus hijos, como Uribe Vélez con los suyos, les va a permitir que hagan negocios al tiempo que usted sea presidente?

En la Alcaldía pues tuvimos ese problema con mi hijo (Luis Carlos) pero fue un hecho que nunca se consumó. Es como usted que se va a casar pero no se casa. Ah, que una intención… Sí, culpa de él. Nunca me lo comentó a mí. Y eso lo tienen de caballito de batalla pa’jodemen (sic) todos los días. Ahora tengo una imputación de cargos en la Fiscalía. Yo no me he robado un peso. Yo no le tengo miedo ir allá. Que me digan todo lo que quieran. Vamos a ver cómo es el juicio. Yo quisiera que me imputaran cargos cuando no me he robado un solo peso.

¿Esa sombra del escándalo Vitalogic (negocio de las basuras) hasta cuándo lo acompañará? ¿Cómo hará para resarcirse de ese golpe?

La politiquería no me saca sino eso, y eso no se consumó. Vuelvo y repito: usted dice que se va a casar pero no se casa, entonces sin el contrato del matrimonio sea civil o por la iglesia usted no se ha casado. Que fue una imprudencia, sí. Mal hecho, sí. Muy mal hecho. Él tiene cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años. Será tan bobo y tan idiota que firmó que a él le daban una comisión por vender máquinas… Todo eso que hablan de cien millones es puras mentiras. A él lo pusieron en la distribución de unas máquinas que se necesitan para hacer la transformación de la basura en energía, entonces le daban una comisión del tres por ciento.

¿Y de menso firmó?

Y autenticó la firma y les entregó el contrato.

¿Y no le comentó nada a usted?

¡Nunca¡ Yo lo llamé y le dije: ‘Mijo, usted por qué me hace eso’. Si yo no hubiera tenido ese prestigio con la comunidad, a mí me tumba de la Alcaldía eso.

¿Al fin usted tiene visa para ir a Estados Unidos o se la cancelaron? ¿Ha vuelto a ese país?

Nosotros fuimos en Semana Santa de 2019 a Estados Unidos. Y sí tengo la visa y la tengo vigente. Aquí tengo el pasaporte (le dice a su secretaria que me entregue el documento 5561779 vigente hasta el año 2023 con visa válida hasta el 11 de diciembre de 2023).

¿Cuál es su destino preferido?

Me gusta más ir a Europa porque es mucho más cultura y más tranquilidad, las ciudades son en su mayoría medievales, peatonales. Pero sí voy a Nueva York y a Miami, muy poco, pero voy. Me gusta ir más Europa para disfrutar toda esa arquitectura, pintura, museos…


(En la edición 394 del Periódico 15 circulará la segunda parte de esta entrevista).