(Esta la entrevista la publiqué en la edición 476 de Vivir la UNAB, en circulación desde el 3 de mayo de 2019)
El rector Juan Camilo Montoya Bozzi confirmó
las novedades que tendrá este año la Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Ulibro pasará de seis
días a siete, por lo que se realizará del lunes 26 de agosto al domingo 1 de
septiembre y ya no en el Campus Central sino en las instalaciones del Centro de
Convenciones Neomundo. Nuevamente habrá país invitado y esta vez será Corea del
Sur. Entre las figuras confirmadas para esta edición denominada “Palabras
maestras”, están María Jimena Duzán, Humberto de la Calle, Jesús Abad Colorado,
Pablo José Montoya, Héctor Abad Faciolince, Evelio Rosero, Yolanda Reyes, Diana
Uribe y Juan Gabriel Vásquez, entre otros.
“Desde hace 17 años la UNAB le apuesta a
Ulibro, el evento cultural más representativo del Oriente colombiano y una de
las ferias del libro más importante de Colombia, que tiene como objetivo
promocionar el hábito de la lectura con actividades dirigidas a niños, jóvenes
y adultos, quienes se congregan en un mismo escenario para conversar y escuchar
a sus escritores favoritos, y para disfrutar también de la música y del arte”,
expresó Montoya Bozzi, recalcando que se quiere consolidar Ulibro proyectándola
mucho más hacia la ciudad metropolitana y la región entera, e incluso habrá
programación en el municipio santandereano de Barichara del 23 al 25 de agosto.
A los estudiantes, profesores y personal
administrativo de la UNAB, el rector les anunció que se dispondrá de la
logística de transporte, así como de la coordinación académica para garantizar
el disfrute y aprovechamiento de esta semana de cultura.
El lanzamiento de Ulibro se efectuó el
pasado miércoles 24 de abril en el Auditorio Mayor ‘Carlos Gómez Albarracín’
con una charla entre la reportera mexicana Alma Estela Guillermoprieto (1949) y
la periodista radial Claudia Morales en el Auditorio Mayor 'Carlos Gómez
Albarracín', refiriéndose a sus libros, entre los que se incluyen “Desde el
país de nunca jamás”, “La Habana en un espejo” y “Al pie de un volcán te
escribo”, así como al ejercicio periodístico y temas internacionales que fueron
de la crisis de Venezuela a la ola de migrantes.
Sus consideraciones apuntaron, por
ejemplo, a que “el momento de (Juan) Guaidó vino y se fue”, “los de La Habana
son de lo mejorcito que ha habido en materia de acuerdos de paz en el mundo”;y
en cuanto al oficio de informar: “así se vayan a manejar una cámara de
televisión, necesitan saber escribir porque eso es lo que les organiza la
mente” o “sobre todo los jóvenes se acostumbraron a que todo tiene que ser
gratis en el periodismo y en Internet. Si ustedes quieren acabar con el
periodismo y ser desinformados, sigan así”.
Luego entrevisté durante 10 minutos y 41 segundos a la
ganadora del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018, y
quien ha trabajado para publicaciones como The Guardian,
Newsweek y The New Yorker, desempeñándose como tallerista en la Fundación
Nuevo Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez.
En
2008 estuvo en Ulibro el escritor mexicano Carlos Monsiváis Aceves y con su
singular ironía me respondió en una entrevista: “Venir a Bucaramanga y después
morir”. Para Alma Guillermo Prieto, ¿venir a Bucaramanga y después qué?
¡Vivir!
El
24 de mayo de 1993 pistoleros al servicio de los capos Arellano Félix
recibieron la orden de matar a su rival Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en
Guadalajara, pero terminaron asesinando al cardenal Juan Jesús Posadas. Luego
se descubrirían las relaciones non sanctas
entre narcotraficantes y autoridades. ¿Fue en ese momento que ‘se jodió’ México
o el cáncer ya venía de antes?
No, yo creo que la crisis del
narcotráfico que padecemos no solo en México sino en toda América Latina, la
inauguró Estados Unidos. Si tú quieres se jodió México en 1973 cuando el
presidente (Richard) Nixon le declaró la guerra a las drogas, sabiendo como
sabemos que no se mata una mata de coca, sino que se mata a una persona.
Llevamos más de un millón de muertos.
La
frase “Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” se la atribuyen al
dictador mexicano Porfirio Díaz (1830-1915). ¿Esa es la condena de su país?
Pues debería de ser en muchos sentidos
la ventaja, porque fíjate que México que da al lado del mercado más grande del
mundo, y en ese sentido es una ventaja geográfica enorme. Pero obviamente
quedar al lado de la que es hoy por hoy, no sé por cuánto tiempo más, la
potencia comercial y política más grande del mundo pues sí, uno paga el precio.
Jesús
Blancornelas, fundador del Semanario Zeta y quien sufrió un feroz atentado en
1997, narra en su libro “El Cartel”, que conoció en los años setenta a un jefe
de prensa al que le decían ‘El lechero’ porque tenía gran afición por ‘ordeñar’
los sobres del Gobierno para los periodistas. ¿Qué porcentaje de los
periodistas mexicanos de hoy son ‘chayoteros’ (vendidos)?
No me atrevería a contestarte. Durante
una breve época, en el salinato (Gobierno de Carlos Salinas de Gortari que
abarcó de 1988 a 1994) parece que en la Secretaría se suspendió la práctica del
chayote. Ahora creo que ha vuelto a ser una práctica general de todos los
poderes del Estado, pero sería absurdo que yo te dijera cuántos periodistas
mexicanos aceptan el chayote. La cantidad que sea se debe en gran parte a que
sobre todo en provincia los sueldos de los reporteros y las condiciones de
trabajo son absolutamente miserables. No dan para hacer un periodismo digno.
Si
la solución a los problemas de México no es el actual presidente Andrés Manuel
López Obrador (AMLO), un líder social de izquierda no convencional y en 2004
calificado como el segundo mejor alcalde del mundo, ¿entonces quién puede
serlo?
No sé. No tengo la menor idea. No hay candidatos, no hay partidos, no hay
programas realistas para los enormes problemas que enfrenta México. No veo a
nadie.
La
senadora uribista María Fernanda Cabal hace cinco viernes santos envió al
infierno a ‘Gabo’. ¿Cree en el Infierno? ¿Está dispuesta a hacerle compañía a
su amigo o preferiría meterse a las filas de los Legionarios de Cristo para ganar
el Cielo?
Felizmente García Márquez no creía en el
Infierno, como el Papa Francisco tampoco cree. Hace mucho que el Infierno dejó
de ser dogma desde El Vaticano. Yo creo que la manera de ver la vida de
cualquier reportero es hacerlo desde los puntos de vista más complicados
posibles, entonces yo vivo apartándome del sí y del no.
El
presidente Iván Duque Márquez aseguró el 1 de febrero que “a la dictadura de
Venezuela le quedan muy pocas horas”, pero ya han pasado –al momento de esta
entrevista- 1.968 horas. ¿Habrá Nicolás Maduro para rato? ¿Colombia está casando
una pelea equivocada?
Creo que obviamente el presidente Duque
se equivocó, porque tú bien hiciste la cuenta. Yo no soy optimista y creo que
al régimen chavista, no sé si a Maduro específicamente, todavía le queda tiempo
y la pretensión de asfixiarlo que tuvo (Donald) Trump, en realidad lo que ha
hecho ha sido, a mi manera ver, fortalecerlo un poco más.
Usted
cubrió la revolución sandinista (1979-1990) que puso fin a la dictadura de los
Somoza. Desde hace un tiempo uno de sus comandantes y actual presidente se ha
convertido en más que un dolor de cabeza para los nicaragüenses, sobre todo en
el tema de los derechos humanos. ¿Qué le espera a ese país centroamericano?
Daniel Ortega jamás fue el personaje
súper relevante del sandinismo que se ha pretendido sino que llegó a presidente
porque era el que menos ofendía entre las facciones sandinistas. Nicaragua
tiene mucha menos posibilidad de una vida económica propia como la tuvo y la
volverá a tener, eso espero, Venezuela. Entonces está en una situación más
vulnerable. Por otro lado, Nicaragua no le importa a tanta gente y eso le da
libertad de acción a Ortega, pero ojalá en el futuro le dé una posibilidad a
Nicaragua ser libre de los Ortega e inventarse así misma según sus propias
reglas.
El
23 de abril en un debate por las objeciones de Duque y la derecha a la Justicia
Especial de Paz (JEP), el senador Álvaro Uribe llamó tres veces “sicario” al
senador Gustavo Petro y dijo que prefería “80 veces al guerrillero en armas que
al sicariato moral difamando”. ¿Usted que vivió en Colombia considera que los
acuerdos con las Farc fueron un craso error del presidente Juan Manuel Santos,
o por el contrario defiende la salida negociada?
Yo creo que un país sin guerra es mejor
que un país con guerra. El mundo está en llamas. El mundo está muy
radicalizado. Es un fenómeno que no es nacional, es mundial.
Cuando
usted recibió el Premio Princesa de Asturias sostuvo que a pesar de tanta
confusión el mundo nos necesita a los periodistas y que sin los medios de
comunicación viviríamos como en una especie de siglo XI. ¿Pero puede con su
pluma enfrentar los megapoderes del presidente Trump?
No, yo me pregunto qué pueden hacer los
periodistas de Estados Unidos frente a este ser increíblemente tonto e
increíblemente hábil que es Donald Trump. Hasta el momento en Estados Unidos,
pese a toda la lucha que hacen y toda la batalla que da el periodismo
estadounidense para desenmascarar a Trump, no ha ganado ni siquiera tres puntos
de popularidad. Ese es un fenómeno.
México,
con al menos 144 periodistas asesinados en los últimos 19 años, es el país más
peligroso para ejercer este oficio, exceptuando los que están en guerra. Su
colega y entrañable amigo Javier Valdez fue obligado a arrodillarse por matones
que le pegaron 12 tiros en 2017 en Culiacán. ¿De dónde sacan tanto valor esos
reporteros y editores que entregan su vida por la causa?
Me lo pregunté mucho con respecto a
Javier Valdez. No sé. Uno se subió a un avión como piloto y cuando el avión
empieza a fallar no dice: bueno, ahí los dejo y se baja del aparato. Es el
oficio de uno.
Jaime
Garzón recomendaba: ‘señor periodista, hágase bachiller’. En esa misma línea,
¿qué les dice a los estudiantes de periodismo?
Lean y estudien otros oficios para que
su actividad como reporteros se vea nutrida por una gama amplia de información.
Su vida será más interesante y sus textos serán más
interesantes.