La aspirante al
Senado por Alianza Verde, les lanza sus dardos a los ‘dinasaurios’ y ‘parapolíticos’. (Entrevista publicada en el Periódico 15 de Bucaramanga Metropolitana, edición del domingo 2 de marzo de 2014)
El coraje de
Claudia López es inversamente proporcional a su estatura física.
Y es que esta
politóloga bogotana de 43 años de edad no se anda con rodeos a la hora de
‘cantarle la tabla’ a quien tenga que decírselo. Por eso va por el país
repitiendo a quienes no lo sepan, que descubrió las alianzas electorales entre
narcos, paramilitares y políticos, y que su apoyo fue vital para que la
Justicia condenara a 42 ‘parapolíticos’ –entre ellos varios hijos de Santander–
que ella denunció.
Con el número 10
en la lista de Alianza Verde al Senado, López tampoco conoce la palabra
culillo. No lo hizo cuando era columnista de El Tiempo –de donde la sacaron como ‘pepa de guama’ por atreverse a
cuestionar el cubrimiento que eso diario capitalino hacía del escándalo de Agro
Ingreso Seguro–, menos ahora que aspira a sacar los votos suficientes para ‘dar
lora’ en el Congreso de la República.
A su paso por
Bucaramanga, la entrevisté después de apearse de una camioneta blindada,
rodeada de escoltas y por su llave en Santander a la Cámara, el profesor Jairo
Puentes.
No es el ogro
que algunos pintan, pero sí eleva y acelera la voz en la medida en que oye las
preguntas, siempre sin dejar de mirar a los ojos al reportero. Su lema de
batalla: “Colombia se respeta”. ¡Y punto!, le faltó decir. Este 9 de marzo
anhela celebrar por partida doble: ganar una curul y celebrar su cumpleaños 44.
Con la valla que instaló en Bogotá en la que dice
que “El abuso de poder es un peligro” -acompañada de la foto de Alejandro
Ordóñez-, ¿se las está cobrando al procurador general?
El señor
Alejandro Ordóñez es un ejemplo del abuso de poder en Colombia, de cómo se coge
la Procuraduría para violentar la Constitución. Como se lo ha tenido que decir
tres veces, no yo, sino la Corte Constitucional que le ha dicho: Oiga,
procurador, cumpla la Constitución. No obligue a las mujeres a las que las
violan a tener el hijo de la violación. Faltaba más, pues. La Corte
Constitucional ha establecido unos casos excepcionales, como el de la
violación, en los que las mujeres tenemos derecho a abortar, y el señor
procurador en nombre de su fanatismo religioso nos quiere impedir ese derecho.
Se nos quieren violar los derechos de igualdad a todos los colombianos. El
procurador no ha logrado entender una cosita elemental de la democracia, y es
que todos los ciudadanos independientemente de nuestra raza u orientación
sexual tenemos los mismos derechos y deberes. No, él quiere que haya unos
colombianos de segunda y de tercera porque a él no le gustan. Hoy el procurador
es muy famoso por el rollo de (Gustavo) Petro, y su abuso con Petro y tal, pero
nosotros llevamos cinco años… Yo, Claudia López desde Colombia Diversa;
Angélica Lozano que es mi fórmula a la Cámara por Bogotá, llevamos cinco años luchando
contra la arbitrariedad del procurador y una de las razones por la que iremos
al Congreso de la República es a decir: ¡No más abuso de poder! Vamos a
reformar la Procuraduría y, en lo que podamos, a impedir la reelección de
Alejandro Ordóñez, que es un fanático que incumple la Constitución.
Al menos para eso sirve la democracia. Fíjese que
usted lo dice en el mismo claustro en el que Ordóñez le dedicó a la Virgen su
tesis de grado como abogado.
Dedicada a
anunciarnos desde entonces cómo iba a imponer la religión por encima de las
leyes.
Sí, esa es la
virtud de la democracia y yo por eso ejerzo mi derecho a la libertad de
expresión. Ahora se enteran por la valla, pero llevamos tres meses repartiendo
nuestros plegables que tienen exactamente el mismo mensaje. De manera que aquí
lo importante es que pogamos las prioridades de los colombianos al frente. Eso
es lo que a mí me ilusiona de ir al Congreso, pese a que todo el mundo me dice:
Pero usted cómo deja el periodismo y la academia, que tienen tanto prestigio,
por meterse en este barro de la política y del Congreso que está tan
despretigiado. Sí, está desprestigiado, y con razón, pero ese Congreso
desprestigiado va a decidir si Colombia sigue en guerra o construye paz, y qué
tipo de paz. Si es una paz como se la imaginan los ‘dinosaurios’ y
parapolíticos, una paz en la que nos quitamos de encima a las Farc como si
fueran un mosquito que nos incomoda, para seguir en el feliz mundo del
bandidaje, la corrupción y la inequidad; o si es una paz como la vamos a
defender nosotros: una paz con transformación, una paz con equidad, una paz que
luche contra la corrupción, una paz que fortalezca la justicia y que atienda
las necesidades de los colombianos. Esa decisión es demasiado importante para
dejársela solamente a los ‘dinosaurios’, a los parapolíticos y a los bandidos
que pululan en el Congreso.
Los colombianos
decentes como yo, propositivos, formados, integrales, tenemos derecho a ser
parte con voz y voto en esa decisión.
¿Le hicieron un favor cuando en octubre de 2009 a su
columna le agregaron: “El Tiempo
rechaza por falsas, malintencionadas y calumniosas las afirmaciones de Claudia
López. La Dirección de este diario entiende su descalificación de nuestro
trabajo como una carta de renuncia, que acepta de manera inmediata”?
Ese fue un
evento muy desafortunado de El Tiempo
y de su director Roberto Pombo de censura y de arrogancia, que por demás le
costó mucho al periódico, más que a mí. Yo seguí escribiendo mis columnas y
expresando mis opiniones en otros medios de comunicación; en cambio él y El Tiempo quedaron como un acto
arrogante, de censura, en un medio que se ha caracterizado por ser liberal y
abierto a la libertad de expresión. Por fortuna es un incidente superado.
¿De llegar al Congreso se pediría quedar en la misma
Comisión del expresidente Álvaro Uribe Vélez?
Yo voy al
Congreso y en la Comisión que me pongan serviré a Colombia, sea en la
Constitucional, aunque me gustaría estar en la de temas tributarios porque me
parece que hay que ponerse serios con este asunto de cuidar los recursos de los
colombianos. Entre las múltiples formas de corrupción que están matando a este
país, además de la de los políticos y los contratistas, está la de los
contrabandistas, está la de los evasores de impuestos… Colombia no va a poder
salir adelante, construir paz y llevarle educación a todos los ciudadanos si
solo recaudamos el 14 por ciento de nuestra riqueza en impuestos. Un país como
Chile, que le gusta tanto a la tecnocracia colombiana, recauda el 28% de su
riqueza en impuestos. Un país como Brasil, que es el gran eje de desarrollo en
América Latina, recauda en 35% de su riqueza en impuestos. Colombia sólo
recauda el 14%, y los políticos y los contratistas se roban 4. De manera que
apenas quedan diez puntos para solventar las necesidades de los colombianos.
Así es imposible.
Nosotros vamos a
tener que ponerle freno a la corrupción, freno al contrabando que mata el
empleo y los empresarios decentes de Colombia. Hay que ver el daño que el
contrabando le ha hecho por ejemplo a la industria de la confección en
Antioquia y a la industria del calzado en Santander. Así es muy difícil
medírsele a esa competencia desleal. De manera que donde quedemos en el
Congreso defenderemos los derechos y los recursos de los colombianos.
¿Comparte eso que dice el precandidato presidencial de
Alianza Verde, Enrique Peñalosa, que la minería es necesaria para generar los
recursos que se requiere invertir en educación, salud e infraestructura, por
ejemplo? ¿O usted sí es de quienes defienden a capa y espada el Páramo de
Santurbán?
Tenemos una visión
muy distinta: Sí, en Colombia se puede y se debe hacer minería, pero minería
bien regulada, y en todo caso no en las zonas de conservación ambiental. Es que
aquí también tenemos que ponernos serios. Colombia es un país grande y diverso
por fortuna. Aquí tenemos que acabar, y esa es una de las cosas que vamos a
hacer con Jairo Puentes con quien esperamos llegar al Congreso, él como
representante a la Cámara por Santander y yo como senadora de Alianza Verde,
que es acabar esa ambigüedad legal. No puede ser que por un lado hay una norma
que dice: El Páramo de Santurbán es una reserva ambiental y se protege; y por
el otro lado hay una norma que dice: Sí, pero… se puede volver pedazos para
hacer minería. Nosotros tenemos que decidir un ordenamiento territorial serio,
que determine cuáles son las áreas de conservación y protección ambiental que
producen agua, aire y biodiversidad, y ¡no más! Que determine cuáles son las
zonas de Colombia donde se puede hacer minería; minería con alta tecnología
para mitigar los altos costos sociales y ambientales. Cuáles son las zonas en
las que se puede hacer agroindustria, cuáles son las zonas en las que se puede
hacer economía campesina. Colombia tiene tierra disponible para todo, pero esa
mezcla arbitraria de usos sí nos está causando unos costos sociales y
ambientales impresionantes.
De manera que en
el Congreso vamos a hacer dos cosas: ordenamiento territorial y lo que es para
protección es para protección, ¡y punto! Lo segundo es darles a los municipios
incentivos y transferencias fiscales por servicios ambientales para que
protejan ese medio ambiente. ¿Por qué hoy qué tenemos? Un municipio minero
recibe regalías por explotar esos recursos, entonces los alcaldes tienen un
incentivo perverso para hacer minería porque reciben recursos para su
municipio. Lo que vamos a hacer es crear unas transferencias desde el Gobierno
central a los municipios que tienen patrimonio ambiental, y en vez de regalías
mineras también les vamos a dar regalías ambientales para que los municipios
tengan con qué invertir en esas zonas para protegerlas. Es que proteger cuesta
también. Proteger no es dejar a la mano de Dios. Proteger es por ejemplo
invertir en guardas ambientales y en estudios.
¿Se la juega por el alcalde Gustavo Petro porque
está convencida de que es inocente o es un cálculo político para ganar más
votos en Bogotá?
Es una
convicción, como todo lo que he hecho en mi vida. Yo no voté por Petro a la
Alcaldía. Él me derrotó en las urnas. Yo creía que la ciudad de Bogotá estaba
en una crisis tal, después de ese atraco brutal que le metieron los hermanos
Néstor Iván y Samuel Moreno Rojas, que ya los habían padecido ustedes aquí en
Bucaramanga y la gente no nos escuchó. Yo advertí siendo columnista: Samuel
Moreno se va a robar esta ciudad como ya su hermano Iván se robó Bucaramanga. Y
no nos hicieron caso y lo terminaron eligiendo. Así que yo creía que la ciudad
estaba en una crisis tal que necesitaba alguien con más experiencia. Pero he
salido a defender el mandato de Petro, pese a que no voté por él aunque le tengo un gran aprecio, porque me parece
que no solamente el procurador Ordóñez está violando de la manera más rampante
los derechos políticos de Petro, sino que está violando mis derechos. Es que
somos los bogotanos con nuestro voto libre los que en las urnas tenemos que
decidir si Gustavo Petro se queda o se va. Si Petro es un buen alcalde o un mal
alcalde. No creo que haya sido el mejor alcalde de la ciudad, pero tampoco que
haya sido el peor, y en todo caso no voy a aceptar la arbitrariedad y el abuso
de poder del procurador, porque hoy es contra Gustavo y mañana es contra
cualquiera de nosotros, como ha sido en todos estos años. De manera que votaré
no a la revocatoria, y lo que invito es a todos los bogotanos a que vayan y
voten. Los que quieren que sea el sí, pues que voten sí libremente; los que
creemos que no porque nos resistimos a ese abuso de poder votaremos no y espero
que ganemos en las urnas y entendamos que la paz es aceptar que va a llegar
gente distinta a nuestro pensamiento a gobernar. La gente que piensa distinto a
nosotros no está de adorno en esta democracia, y también tiene derecho como
Petro a ganar legítimamente en las urnas y a ejecutar su plan de gobierno.
Como lo habrá visto en esta visita a Santander,
predomina la propaganda de Nerthink Mauricio Aguilar Hurtado (hijo del exgobernador
Hugo Heliodoro Aguilar, condenado dentro del escándalo de la ‘Parapolítica’ y
de Doris Vega (esposa del exsenador Luis Alberto Gil, también condenado por su
nexos con los paramilitares). Las otras vallas, principalmente, son de Fredy
Anaya (también de Opción Ciudadana aunque pretendía colarse en Cambio Radical
con el patrocinio del senador Bernabé Celis), o del exgobernador Horacio Serpa
Uribe así como de sus conmilitones liberales Édgar Gómez Román y Jaime Durán
Barrera. ¿Aspira a quitarles aunque sea un voto a estos ‘señores’?
¡Pero claro que
sí! Mucha gente me dice que me quede en Bogotá y que no vaya al resto del país
porque no hay nada que hacer con las mafias y la compra de votos. Al contrario,
hemos ido a la Costa Caribe, a Barranquilla donde se roban a manos llenas la
ciudad los políticos costeños, porque lo que tenemos que hacer es construir un
proyecto político como la Alianza Verde y decirles a los santandereanos que no
están condenados ni a los ‘dinosaurios’ ni a los herederos de la ‘Parapolítica’;
que aquí otra alternativa, que aquí hay un proyecto incipiente, modesto todavía
pero que puede crecer con su voto libre y limpio, y darle una pelea a esas
mafias tanto en lo local como en lo nacional. Por eso es que estamos
recorriendo el país, y cada voto que saquemos en Santander será un orgullo y
una manera de contribuir a construir un país distinto, a demostrarles a los
corruptos que sí hay espacio para derrotarlos y para construir un país decente,
con equidad y en paz.
Luis Alberto Gil ya salió de la cárcel. Hugo
Heliodoro Aguilar fue trasladado de La Picota a San Gil. ¿Cuál es su sensación
al ver que ‘sí pasó, pero no pasó’?
Es frustrante
ver a sus herederos compitiendo, pero también recordemos en qué situación
estábamos cuando empezamos estas investigaciones de ‘Parapolítica’, recordemos
cómo estaba Santander en el año 2002, recordemos la violencia tan brutal que se
estaba ejerciendo tanto por parte de la guerrilla como por parte de los
paramilitares. Gracias a nuestras investigaciones y apoyar la justicia, porque
eso es lo que los ciudadanos decentes tenemos que hacer y no andar contratando
sicarios y bandidos de paramilitares para que nos defiendan, sino apoyar a la
justicia. La ‘Parapolítica’ tenía el 42% del Congreso; hoy tiene el 15% y sus
herederos todavía pululan, pero el 15 no el 42. Y 42 congresistas corruptos,
que se creían intocables como Luis Alberto Gil, tuvieron que desfilar por La
Picota.
¿Cuál es mi
balance hoy? Que hemos mejorado, que ha valido la pena dar esta lucha, pero que
no les hemos quitado el poder económico. Esos tipos hicieron patrimonio
robándose los recursos de los colombianos, con toda esa red de EPS como
Solsalud que crearon para robarse los recursos de la salud o robándose
contratos del parque no se qué o de la vía no se qué, para ponerlos en esas
vallas que uno ve, o ‘traquetiando’, porque la verdad es que a eso fue que se
metieron con los ‘paras’ también: a ‘traquetiar’.
De manera que
estoy convencida que si queremos seguir luchando contra ellos ya no solamente
tenemos que quitarles votos y curules; tenemos que afectarles el bolsillo.
Tenemos que expropiarlos, así como expropiamos en su momento a la mafia. Y
vamos a tener que tomar medidas serias como las siguientes: invertir la carga
de la prueba, y obligar a cada funcionario público, a cada contratista civil o
militar, a que declare su patrimonio al inicio de su periodo. Ellos son los que
tienen que justificar que su plata es bien habida. Cada peso que no puedan
justificar, se lo expropiamos para que retorne al erario público. Si queremos
derrotar a las mafias, al clientelismo y a la ‘Parapolítica’, vamos a tener que
quitarles lo que tienen hoy. No tienen legitimidad política, no tienen apoyo
social; lo que tienen es poder económico con el cual corrompen y compran votos.
Pero en este país del Sagrado Corazón hay quienes
dicen que los delitos no se heredan y, en cambio, la ven a usted como a una
fundamentalista.
El señor Aguilar
aquí se financia con la chequera de los santandereanos. Se están robando plata
de la Gobernación, como ya se la robaron desde el papá, para financiar la
campaña del señor. Es que el problema aquí no es el ADN, no son los genes; el
problema es que tienen el patrimonio de los santandereanos en sus bolsillos y
nadie ha sido capaz de ir a quitárselo. Ahora tenemos que aprender: ya les
quitamos votos, ya les quitamos curules, ya pusimos ‘Silla Vacía’. Ya el señor
Gil, que hubiera querido volver, o el señor Aguilar, que hubiera querido volver
él en persona, ha tenido que ir poniendo a unos herederitos de quinta a que lo
sucedan. Ahora tenemos que quitarles el patrimonio económico. Mientras esos
tipos tengan plata a manos llenas, o ‘traquetiando’ o robando o con
clientelismo, obviamente se van a poder seguir reproduciendo.
Y si no son los ‘fantasmas’ de la ‘Parapolítica’,
vienen los herederos de la ‘Yidispolítica’, como Lina Barrera (esposa del
excongresista conservador Iván Díaz Mateus, condenado por ese escándalo) u
Óscar Villamizar (de Opción Ciudadana e hijo del exsenador conservador Alirio
Villamizar Afanador, condenado por el ‘Carrusel de las Notarías’).
También, y
también hay otros que no son herederos de nada, sino unos bandiditos en nombre
propio como el señor Fredy Anaya, que es una persona realmente indeseable.
A mí me hincha,
como a cualquier colombiano, que nuestro Gobierno tenga que negociar con una
organización criminal como las Farc, pero entiendo que esa es la manera de
salir de esta maldita excusa de las Farc, que todo lo justifica. En nombre de
las Farc se ha justificado la corrupción, el paramilitarismo, el bandidaje, el
narcotráfico… todo por cuenta de que hay Farc y de que este país no puede ver
sino para allá. Eso es lo que les aterra tanto a los señores herederos de esos
‘parapolíticos’: que sin Farc y sin la excusa de las Farc las miradas se
dirigirían hacia ellos y hacia su rabo de paja. Esos tipos nunca van a
fortalecer la justicia, le tienen pánico a la justicia, porque obviamente saben
que tienen un rabo de paja tal que el día que la justicia se fortalezca, va a
venir es por ellos.
Lo que más me ilusiona
del proceso de paz en Cuba no es lo que van a acordar en La Habana. Yo te
aseguro, Pastor, que nos vamos a ver aquí en un año y vamos a coger uno por uno
los acuerdos de La Habana y vamos a decir: Oiga, hermano, ¿por esto fue que nos
matamos durante 65 años? ¿Por no hacer estas pendejadas: Actualizar el catastro, cobrar el predial,
darle una tierra a unos campesinos? Es increíble pues que nos hayamos matado
por semejante pendejada.
Lo que me
ilusiona es lo que va a pasar después. En los dos últimos años en la medida en
que ha bajado la intensidad de la guerra, ha subido la intensidad de la
movilización social y de las demandas sociales. Hace diez años los
paramilitares habrían masacrado al primer dirigente de la marcha por el Páramo
de Santurbán y la habrían acabado o ‘del tal Paro Agrario’. La movilización
social es lo que va a cambiar este país, es la que va construir paz, es la que
va a terminar renovando la política. Y ese cambio de tendencias, de que baje el
reconocimiento y el poder de los señores de la guerra , y suba el
reconocimiento y el poder de los ciudadanos libres, eso es lo que está
ocurriendo en Colombia y eso es lo que se va a incrementar con la paz, y eso es
lo que me motiva a meterme en esta lucha por la paz y la democracia.
¿Pero usted va a tirar para el lado de Juan Manuel
Santos que se quiere reelegir? ¿Votando en blanco? ¿Cortándose las manos para
no tener que votar en las presidenciales?
Cada día con su
afán. Vamos por partes. Por ahora estamos concentrados en nuestra campaña al
Congreso, aunque este país es muy presidencialista y vive en función de quién
va a ser el presidente. Pero todos los esfuerzos no pueden estar concentrados
en la Presidencia, porque el próximo Congreso va ser muy importante ya que en
él se va a definir la paz y la guerra. ¿Por qué cree que el señor Serpa y el
señor Uribe están ‘metidos de patas’ en el Congreso? ¿Por qué cree que todos
los ‘parapolíticos’ están viendo cómo se organizan para volver? Porque saben
que ese Congreso va ser fundamental, porque saben que ese Congreso puede
cambiar la historia del país y puede crear unas normas de justicia que los
juzgue a ellos mismos y puede crear una normas que generen o no equidad en
Colombia. Ellos lo saben y por eso se lo quieren tomar.
Así que primero
los invito a votar libremente, por la opción que prefieran ideológicamente. Si
creen en nuestra lucha anticorrupción, por la paz y la democracia, los invito a
que nos acompañen con su voto.
Mi segunda
prioridad es la consulta del Partido Verde. Yo sé que Peñalosa levanta mucha
inquina, que no es el tipo más querido y más simpático, pero es un hombre
decente. El mérito de la democracia es dejar competir a gente de distintas
tendencias, y de eso se trata la Alianza Verde. Si fuéramos simplemente una
suma de grupitos de izquierda, no sería nada distinto a una competencia del
Polo Democrático, y eso no tiene chiste. De lo que se trata es de incorporar a
otros sectores, más de centro y no sólo de izquierda. La mayoría de los
ciudadanos quiere cambio, pero no se van a volver de izquierda para lograrlo.
De manera que tenemos que ser capaces en la Alianza Verde de tener un proyecto
de centro y también de izquierda, que cubra un espectro político más amplio. Yo
no estoy haciendo campaña por Enrique
Peñalosa, el exsenador John Sudarsky o Camilo Romero, que viene del sector
Progresista. Lo que me importa es que este proyecto no se rompa. Que no nos
vuelva a pasar lo de la Ola Verde, que subimos como palmera y caímos como coco.
Que el que gane, lo haga legítimamente y esté comprometido con la paz y la
lucha anticorrupción, como los tres lo están.
En cuanto a la
Presidencia, nosotros tenemos cómo competirle al presidente Santos que se
siente sobrado y cree que va a ganar no por La U, sino por W, por la vía de
coger presupuesto de los colombianos para comprar congresistas que lo apoyen.
Santos está excesivamente confiado y cree que vamos a aceptar su vagabundería
por cuenta de la paz. No la vamos a aceptar. El gran mérito de esta campaña
presidencial es derrotar al uribismo y que no tenga capacidad de pasar a la
segunda vuelta, y enfrentarnos a Santos en la segunda.
¿De dónde espera que provenga el ‘pepazo’ que
intente acabar con su vida debido a todo lo que usted se atreve a manifestar en
este país de intolerantes y granujas?
Desafortunadamente
ese es tal vez el único efecto colateral negativo que yo he tenido desde el año
2005 cuando empecé a hacer las investigaciones de la ‘Parapolítica’ y es que he
recibido muchas amenazas contra mi vida. Ya no es el señor de Convergencia
Ciudadana y los demás de la ‘Parapolítica’ los que me quieren pegar un
‘pepazo’. La más reciente amenaza que tenemos, desafortunadamente muy seria, es
por el tipo que posaba de gobernador de La Guajira, que era un narco al que
nosotros denunciamos y por fortuna hoy está preso, que es el señor (Juan
Francisco) ‘Kiko’ Gómez Cerchar, pero su gran socio de sicario es el señor
Marquitos Figueroa, que sigue libre y tiene una oferta pública de 200 millones
de pesos al primer sicario que me dé un tiro en cualquier lugar de Colombia.
Así que por eso debo tener esta escolta, que se la agradezco a la Unidad de
Protección que de manera diligente me facilita mi gira en todo el país con las
medidas de precaución, pero también no vamos a dejar de hacer ni un día de
campaña ni a dejar de pisar un sólo lugar de Colombia por cuenta de esas
amenazas. Vamos a actuar con prudencia pero con entusiasmo, porque los
colombianos no nos podemos dejar acallar por los violentos. Son ellos los que
tienen que tenerle miedo a la ciudadanía y a la justicia; no al contrario.