Entrevista al
candidato al Senado y director de Cambio Radical, quien analiza asuntos
espinosos de su partido como la negativa del aval al santandereano Fredy Anaya.
Carlos Fernando
Galán Pachón se metió en esa camisa de once varas llamada política y no
solamente debe responder por él y por la memoria de su padre, Luis Carlos
Galán, sino que tiene que poner la cara por sus conmilitones, algunos de los
cuales han hecho quedar por el piso a su partido.
Director de
Cambio Radical y aspirante al desprestigiado Senado de la República, estuvo en
Bucaramanga repartiendo volantes a quienes en el atiborrado Paseo del Comercio
de inmediato le asociaban con el inmolado fundador del Nuevo Liberalismo e
incluso al jubilado que acelerando el paso gritaba: “Eso no hay que votar por
nadie. Todos son iguales”.
Este exeditor
del diario El Tiempo, exconcejal de
Bogotá (fue elegido con 48 mil votos en 2007), que estudió Relaciones
Internacionales en Georgetown y Economía en la Universidad de Colombia, ‘rolo’
y de 37 años de edad, afirma que quiere ser senador “para que los colombianos
puedan andar tranquilamente por las calles sin temor a ser atracados”, y que “a
lo largo de mi vida he demostrado que no le tengo miedo ni a los mafiosos ni a
los corruptos”, o al menos eso es lo que se lee en su propaganda.
Me jura que no
es dueño de mansiones en Bogotá ni en Villa de Leyva o Ruitoque -como muchos de
sus contrincantes- y subraya que: “Tengo mi hoja de vida transparente y tengo
mi declaración de renta y la puedo mostrar, los ingresos que he tenido, qué
plata y deudas tengo, porque tengo muchas deudas por campañas por ejemplo”.
Después de
asegurar que fue el primero en denunciar el ‘carrusel de la contratación’ en el
que están implicados los hermanos Néstor Iván y Samuel Moreno Rojas –nietos del
dictador Gustavo Rojas Pinilla–, concedió esta entrevista al Periódico
15 y luego accedió a tomarse unas cuantas fotografías al pie de la
escultura que en la Plaza Cívica del centro de Bucaramanga observa con dolor el
despeñadero de la política en Santander.
¿En el lugar donde se encuentre su papá, estará
contento con lo que usted hace o de vez en cuando viene y ‘le tira las patas’?
Espero que sí
esté contento. Yo siempre en las decisiones que tomo, en mis actuaciones trato
de pensar qué me recomendaría mi papá, y procuro ser coherente con lo que creo
él pensaría que debo hacer. Es un ejercicio complejo donde uno ve que mucha
gente le dice a uno: ‘Qué bien que está haciendo lo mismo que su papá, que está
siendo coherente’, mientras otra gente me critica y dice: ‘No, su papá no
pensaría eso, no haría eso’. Nadie puede decir exactamente qué pensaría él y
qué haría, pero sí intento ser coherente con eso y ese es uno de los objetivos
de mi carrera política.
¿Cuándo llegará el momento en que Cambio Radical,
uno de los partidos más enlodados en el escándalo de la ‘Parapolítica’, le rinda
cuentas al país?
Yo he dicho como
director que es una vergüenza lo que pasó en Cambio Radical y he pedido excusas
a nombre del partido. Ningún partido está exento de que miembros terminen
involucrados en casos de corrupción o de delincuencia, pero tiene que manejarlo
de manera transparente. La diferencia es cómo lo manejan: si pone la cara, si
apoya las investigaciones. Cambio lo ha hecho y lo estamos haciendo, y hemos
tomado conciencia de los errores que se cometieron en el pasado, y eso arranca
por corregir esos errores. Por ejemplo en el proceso electoral anterior,
tomamos decisiones difíciles de negar avales a personas que eventualmente no
tenían un impedimento legal pero sí no deberían hacer parte de las listas de
Cambio Radical porque generaban una incoherencia ética para el partido. No fue
fácil. Logramos negarles el aval a cerca de doce candidatos que representaban
más de trescientos mil votos, y en campaña usted sabe que es complejo para los
políticos hacerlo. A mí no me entendían hacer eso muchos dentro del partido,
pero lo hicimos, y creo que es un primer paso en reconocer los errores que se
cometieron en el pasado, porque es fundamental hacerlo.
Ahora, me llama
mucho la atención que el expresidente (Álvaro) Uribe y su grupo sean unos de
los que ataquen a Cambio Radical por eso, siendo que él fue uno de los que
fortaleció a Cambio Radical en el año 2006 con candidatos que después
terminaron condenados. Le cito ejemplos: Rubén Darío Quintero, que fue su
secretaria privado, condenado por ‘Parapolítica’. ¿Quién lo llevó a Cambio
Radical? Álvaro Uribe. Y de ahí pa’lante usted encontrará seis o siete
senadores que tuvieron esos problemas y que fueron llevados a Cambio Radical
por el presidente Uribe. Entonces que él se desmonte de su responsabilidad, es
un error. Cambio tiene que asumirla y poner
la cara. Y buscar asumirla precisamente
corrigiendo y depurando al partido. En ese proceso estoy comprometido.
Deje un momento a Uribe en salmuera, para que me
responda: ¿qué ha hecho Cambio Radical por Santander?
El partido
quiere apostarle a una renovación acá. Ha tenido una presencia con el senador
actual que ha representado a Santander, pero entiendo que hay nuevas
generaciones de colombianos y de santandereanos que quieren acompañar ideas
nuevas, renovación, y a eso le apostamos también, que haya espacio para todos
aquí en el partido. Yo tengo que ser muy respetuoso con quienes hacen parte del
partido hoy y contra quienes no hay elementos para cuestionarlos o buscar que
salgan de Cambio Radical, pero sí creo que es fundamental que no queden esas
estructuras del partido como enquistadas indefinidamente en algunos sectores
del país, sino que busquemos moverlas, renovarlas. A eso le apuesto con mi
presencia en Santander: que la gente vea que en Cambio Radical hay varias
alternativas.
¿Tan flojas están las relaciones con Bernabé Celis
que usted prefiere decir “el senador actual”?
No, no, no. Las
relaciones no están flojas con el senador Bernabé. Yo vine aquí eventualmente
un par de veces el año pasado a hablar con él, lo respeto, creo que es un senador
que ha hecho un trabajo importante, sé que tiene muchos enemigos, pero creo que
él es consciente de la necesidad de aires frescos en la política santandereana,
y por eso estoy aquí también promoviendo mi candidatura.
¿Si Cambio Radical es un equipo en el que todos tiran
para el mismo lado, cómo se explica entonces que Celis es quien trató de
meterles el autogol de incluir a su amigo Fredy Anaya –exdirector de la Cdmb–
en las listas de su partido?
A veces se
cometen errores en los equipos y a veces no hay suficiente conciencia de que la
forma de corregir lo que pasó en el partido antes es siendo muy drásticos en
algunas decisiones. Creo que no podemos cuestionar al senador Bernabé Celis ni
decir que tiene algún compromiso poco ético con alguien; francamente no creo
eso. Pero sí creo que a veces hay que ser más vehementes en el ataque a estas
formas de hacer la política, porque si no somos así de drásticos no vamos a
resolver el problema. El cambio en Colombia arranca por un cambio en la manera
de hacer política, porque con la misma manera de hacer política vamos a tener
los mismos resultados.
Con esa decisión
que sé que afectó a sectores del partido, busqué darle una dinámica distinta a
la manera de hacer política en Santander a Cambio Radical.
¿Usted asume la responsabilidad de no haber dejado
colar a Anaya en la lista de aspirantes a la Cámara de Representantes que
presenta Cambio Radical?
Yo revisé los
nombres y espero no haber cometido errores en esa revisión. Revisé con un
equipo que me acompañó, discutí con el consejo de control ético, con el comité
central del partido, pero yo tomé varias decisiones entre esas esa, en la
búsqueda de que el partido corrija los errores que cometió en el pasado. Esa la
tomé yo.
Si revisó minuciosamente lo que aprobó, entonces
permítame preguntarle por otros nombres. Daira de Jesús Galvis fue abogada de
alias ‘La Gata’ –empresaria del chance–, militó en Convergencia Ciudadana del
exsenador Luis Alberto Gil Castillo y ahora figura en lista al Senado por
Cambio Radical.
Ella actualmente
es senadora. Hay un derecho fundamental que existe en la Constitución, y es el
derecho a elegir y ser elegido. Y la única forma para que la senadora Daira
Galvis pudiera aspirar y ejercer su derecho a ser elegida, era por Cambio
Radical, porque de lo contrario habría tenido que renunciar un año antes y no
lo hizo. Entonces era muy difícil a una persona ya elegida, con curul, que no
tiene una inhabilidad sobreviniente impedirle que entrara a la lista. Eso
también hay que entenderlo porque se deben cumplir unas reglas… Tampoco podemos
esperar que en la depuración una sola persona, yo de manera un poco autoritaria
y dictatorial, inclusive a personas que tienen curul hoy en el Congreso y que
no tienen un impedimento legal, trate de marginarlas porque eso habría podido
llevar a que presentaran tutelas y me obligaran a mí a mantenerlas en las
listas.
¿Entonces eso equivale a tener que tragarse ‘un
sapo’?
En algunos casos
sí.
¿‘Sapos’ como que el ‘cacique’ barranquillero Fuad
Char –dueño entre otros negocios del equipo Atlético Junior– diga que ya no
quiere más ser senador pero que le cede el turno a su hijo Arturo?
Arturo ya fue
senador de 2006 a 2010, con una buena votación e hizo una labor importante en
el Congreso. Yo respeto a la familiar Char y creo que han sido motores del
cambio de Barranquilla. Si hay una ciudad en Colombia que en los últimos doce
años ha tenido un cambio radical ha sido Barranquilla, y eso hay que
reconocerlo. Esa es una labor que han cumplido tanto Alex Char como su heredera
Elsa Noguera en la Alcaldía, y entonces creo que ellos más que compararlos con
otros grupos políticos de la región y ponerlos en el mismo racero de esa
región, hay que reconocer que son los que han producido un cambio real en la
calidad de vida de muchos habitantes de Barranquilla.
¿Las compuertas de Cambio Radical están
especialmente diseñadas para permitir el ingreso de exmilitantes de
Convergencia Ciudadana (PIN-Opción Ciudadana)? ¿O qué hacen en la lista para
Cámara en Santander la excandidata a la Alcaldía de Floridablanca, Alba Luz
Vega, o Luis Fernando Sánchez?
No, yo creo que
en todos los partidos han llegado candidatos de diferentes partidos. Ahí
tenemos que hacer un trabajo de depuración y de darle coherencia programática a
los partidos. Es un problema de todos los partidos. Hay gente que ha sido
liberal toda la vida y hoy está por el partido Conservador, o viceversa. Ese es
un problema que se origina en que hoy la ciudadanía no tiene claridad, ni los
partidos mismos tienen claridad sobre sus posiciones programáticas en muchos
temas. Los partidos en Colombia infortunadamente se convirtieron un poco en
repartición de franquicias de avales, entonces el que quiera aspirar, tenga
unos recursos y tenga chance de llegar, pues los partidos se lo pelean, sin
importar qué piensa el señor sobre la educación, la salud o sobre los
diferentes temas. Yo llegué a la Dirección del partido y busco hacer ese
proceso para que progresivamente logremos que quienes estén en Cambio, todos,
tengan coherencia programática con el partido, y no sean personas que
simplemente busquen lograr un aval para llegar a una Corporación.
¿Usted mete las manos en la candela por un candidato
a la Cámara por Santander, de Cambio Radical, llamado Ciro Fernández, cuñado
del alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona?
Nosotros pasamos
al señor Ciro Fernández por la ventanilla única del Ministerio del Interior y
no le apareció ninguna investigación, absolutamente nada. No hubo
cuestionamientos en ese momento. Ahora entiendo que hay una información de un
testigo que lo vincula con algún grupo, y eso debe ser aclarado. Yo ya le pedí
al consejo de control de ética que revise el caso. Él ya quedó inscrito y bajo
las normas electorales una vez inscrita la persona pasa el 16 de diciembre que
es la etapa de modificaciones y no ha renunciado, se mantiene la inscripción.
El Consejo
Electoral en 2011 no quiso que yo pudiera revocar la inscripción ni el aval de
309 candidatos que busqué revocar porque habían sido personas que no deberían
estar en las listas de Cambio Radical. Renunciaron más de 160 en esa
oportunidad cuando los denuncié públicamente, porque tenía elementos para
hacerlo y estaban muchos de ellos inhabilitados, pero hoy a una persona que no
tiene una inhabilidad sobreviniente, o sea una condena, o una sanción
disciplinaria o fiscal, que ya haga parte de las listas y contra quien surja
una acusación en este momento, lo que hay que darle es trámite a través del
consejo de control de ética y pidiendo a las autoridades encargadas de investigar,
que investiguen y sancionen. Yo espero que él demuestre que esas denuncias no
son ciertas. Busqué hacer lo posible como director del partido para revisar el
nombre de él y el de más de 200 candidatos que aspiran al Congreso. No fue
fácil porque muchas veces había acusaciones de opositores a los candidatos que
buscaban enlodarlos para que no se les diera el aval, entonces había que en
esos procesos dilucidar cuándo había sustento en las denuncias y cuándo era una
persecución de los enemigos. Porque si hay un partido que ha tratado de revisar
honestamente el proceso electoral ha sido Cambio Radical: porque yo soy el
director, porque fui secretario de Transparencia (dependencia de la Presidencia
de la República), porque soy hijo de Galán, por mi discurso, por la actuación
que he tenido en la política. Hay otros partidos que han cometido pecados
gravísimos y de frente, y nadie los está cuestionando.
En Twitter le estaban diciendo hace algunos días que
si tanto insiste usted con lo de la ética y la transparencia, ¿qué está pasando
con un candidato de Cambio Radical en Córdoba, ‘Jocho’ García, que estaría
ofreciendo casas gratis?
Lo que él hizo
fue sacar un formulario, en el que hay una frase que dice: ‘Queremos ser
beneficiarios de vivienda gratis”, y abajo recoge los datos de las personas
para su campaña. No lo está diciendo, pero está insinuando que quien firme ese
documento puede llegar a acceder a esos servicios del Estado, y eso es
completamente falso. Primero es falso porque el Gobierno del presidente (Juan
Manuel) Santos ha sido transparente en la entrega de las casas gratis y está
muy claro quiénes son merecedores de ellas. Y nadie, ningún político, ningún
partido, puede decir que va a entregar esas casas a cambio del voto. Segundo,
es una manera de hacer política nefasta que yo rechazo de manera drástica y ya
le pedí al consejo de control de ética del partido que revise el caso y a las
autoridades competentes les voy a pedir que revisen el caso para ver qué
irregularidad o qué ilegalidad cometió este candidato al hacer esto. Y le pido
a él que responda públicamente. Este es un candidato que tampoco tenía
cuestionamientos legales cuando se revisó su nombre.
Cuando Horacio Serpa se lanza al Senado como cabeza
de lista y se autoproclama como abanderado de la renovación del partido Liberal,
¿usted le cree o ‘a otro perro con ese hueso’?
No le creo mucho
el cuento de que sea la nueva cara del partido Liberal. Yo respeto al doctor
Serpa, he tenido diferencias con él, entre otras su defensa del Gobierno de Ernesto
Samper que para mí es cuestionable, pero creo que él es una persona íntegra y
creo que tiene una trayectoria importante. Sí creo que el partido Liberal
debería apostarle más a la renovación, a nuevas figuras. Debería haberlo hecho
y lamento que no lo hayan hecho. En Cambio Radical tenemos cabezas de lista
menores de 40 años. Ojalá que otros partidos hayan seguido lo mismo. El partido
Conservador tampoco le apostó mucho a la renovación. La U tampoco, Centro
Democrático tampoco. Pero sí creo que es fundamental que en Santander se logre
enfrentar a unos herederos de mafias que están presentes en las candidaturas a
Senado y Cámara, y en eso creo que el doctor Serpa podría ser un aliado.
¿Cómo observa usted que el exgobernador de
Santander, Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo –condenado por la Corte Suprema de
Justicia a 108 meses de prisión por el delito de concierto para promover grupos
alzados al margen de la ley una vez demostrados sus vínculos con paramilitares-
tenga un hijo que es el actual gobernador –Richard Alfonso Aguilar Villa- y
otro, el senador y candidato por Opción Ciudadana, Nerthink Mauricio Aguilar
Hurtado?
El concepto que
he aplicado como director de Cambio Radical es que uno no puede condenar a una
persona por ser hijo de alguien condenado; es decir, que se heredan los
delitos. Eso no se puede hacer. Pero sí creo que se heredan estructuras
políticas construidas a través del delito, y en eso sí hay que cuestionar
seriamente ese tipo de prácticas. Yo por ejemplo creo que hay personas que son
familiares de una persona condenada, que no tienen ningún cuestionamiento ellos
y ellos no están heredando el aparato político del familiar, están construyendo
su propio espacio, y eso hay que respetarlo.
Pero hay otro
caso como el de Santander donde evidentemente aquí sí ha habido una herencia
clara política de un grupo a unos candidatos, y eso es seriamente cuestionable.
La forma de enfrentar eso es con participación ciudadana. Esas estructuras
políticas requieren que las enfrentemos con más participación ciudadana, con
votos de opinión, con voto libre y transparente. Esa es la clave y yo llamo a
eso, para que la gente entienda. Ahora, cuando se demuestra que esas personas
hacen parte de una misma estructura ilegal, pues deberían ser investigadas.
¿Carlos Fernando Galán es tan cándido que piensa que
en su país no se heredan los votos?
No, yo sí creo
que eso existe y eso es grave y eso hay que revisarlo. Ahora, no se hereda el
delito pero sí se pueden heredar los votos. No siempre se heredan los votos.
Hay gente que no los hereda y hay gente que construye su espacio propio. Por
ejemplo hay gente que han acusado de que heredó el aparato político de su
padre, que fue condenado, y resulta que el padre sacó 30 mil votos y él sacó
150 mil votos. Entonces uno dice, bueno la herencia no es tan clara, ha
construido su espacio propio. Pero hay otros casos donde uno sí ve claramente
que son los mismos grupos, la misma gente, con la misma plata y con el mismo origen que financia campañas y en eso
hay que ser drásticos. Si no cambiamos la forma de hacer política en Colombia,
la forma como se respaldan y financian candidatos en nuestro país, seguiremos
teniendo los mismos resultados en corrupción y por lo tanto en muchos proyectos
del Estado.
Cuando Rodrigo Lara Restrepo –cabeza de lista por
Cambio Radical a la Cámara por Bogotá- sacó el comercial de televisión mostrando
al septuagenario samperista Horacio Serpa y diciendo con ello que hay que
renovar la política, en su defensa el exgobernador liberal les llamó a ustedes
“los exuribistas de Cambio Radical”. ¿Hay peor insulto que a unos seres humanos
les digan así?
Yo no he sido uribista,
pero sí se le olvida al doctor Serpa que él fue embajador (en la Organización
de Estados Americanos, OEA, en el año 2003) de Álvaro Uribe Vélez. Tratan de
vender el cuento de que la política exterior es una política de Estado y que
aceptarle una embajada no significa que esté apoyando al Gobierno
necesariamente. Pero no nos digamos mentiras, esas embajadas son políticas y
políticas que tienen que ver con política interna, y así como él cuestiona a
algunos sectores de Cambio Radical que sí acompañaron a Álvaro Uribe, como
muchos colombianos lo acompañaron, pues no se le debe olvidar que él después de
enfrentarse con Uribe, le aceptó la embajada, para después salir a criticarlo.
Si hubo voltereta de gente de Cambio Radical, la de Serpa fue tripleta.
Cuál es el plato preferido de Cambio Radical: ¿Las
‘lentejas’ que tanto les gustan a los conservadores? ¿La ‘mermelada’ de la
Unidad Nacional? ¿O los ‘auxilios parlamentarios’ que su papá tanto combatió?
(Sonríe) Mire,
ahí hay que ser un poco más críticos en el análisis. En la época del Nuevo
Liberalismo existían los ‘auxilios parlamentarios’ y no habían sido eliminados
por la Constitución, lo que pasa es que el partido utilizaba estos recursos de
manera más transparente para brindar acceso a la educación, becas por
meritocracia y otra cantidad de cosas. Entonces Uribe llegó y mandó el mensaje
de que los ‘auxilios’ son terribles. Son terribles si son mal utilizados.
Ahora, esos fueron eliminados. Si uno critica a un congresista porque ha
logrado traer recursos de inversión para el departamento, pues difícil hacerlo
porque eso es lo que le piden a los congresistas la gente que haga. Yo salgo a
las calles de Bucaramanga, y he salido a las calles de Cúcuta o de Neiva, y le
dicen a uno: ‘¿Y usted qué inversiones va a traer para el departamento?’. Si
les digo que no puedo traer nada porque me van a decir que es ‘mermelada’,
entonces me dicen quién va a votar por usted aquí si no va a traer nada. Hay
que diferenciar: si es traer inversiones para el departamento, me parece que
está bien; si es traer inversiones para que se ejecuten con contratistas amigos
y robarse la plata, eso sí es terrible. Eso debe ser investigado y castigado.
Simplemente deben ser proyectos que beneficien a los departamentos, y eso está
bien.
En el tema de la
‘mermelada’ en puestos, Uribe también está tratando de desviar la atención. El
Gobierno Nacional maneja 100 mil cargos, de los cuales en 8.000 de ellos tiene
incidencia el Presidente de la República. De esos 8.000, (Juan Manuel) Santos
ha nombrado 3.000, mientras que 5.000 fueron nombrados por Uribe. Entonces si
hay alguien que tiene ‘mermelada’ en puestos hoy, es Uribe y su Centro
Democrático, pero quieren presentarse como los que jamás han ofrecido un puesto
a cambio de nada. Ellos fueron los que ofrecieron notarías y una serie de cosas
a cambio de votos en la reelección de Uribe (2006). Ellos están tratando de
desviar la atención con acusaciones que son parcialmente falsas, con medias verdades,
sin aclarar cuáles son las características de los proyectos en el tema de los
recursos o sin aclarar que ellos tienen más puestos en el caso de la
burocracia.
Me parece
importante que la ciudadanía analice de manera más crítica este tema, para no
dejarse llevar por creer que lo que está diciendo Uribe es cierto.
Pastrana, Uribe, Santos… ¿Le puede esperar algo peor
a este país?
Es relativo. Yo
soy un actor político ahora y claro que eso está en discusiones y se hace
énfasis en las diferencias con otros sectores. A Pastrana por más de que lo
critico en muchas actuaciones y fue un desastre lo que hizo con la guerrilla de
las Farc, también hay que reconocerle que con ese desastre logró vencer
políticamente a las Farc. Es decir, las Farc eran unos actores políticos muy
relevantes en Colombia hasta 1998; en 2002 quedaron muertos políticamente. Eso
se le debe a la debacle Pastrana, pero se le debe a él.
A Uribe hay que
reconocerle que les recuperó la confianza a muchos colombianos, fortaleció las
Fuerzas Militares, trajo mucha inversión… Eso hay que reconocerlo, y si no lo
hacemos sería obtuso; pero también cometió muchos errores y graves. El tema de
los ‘falsos positivos’ (ejecuciones extrajudiciales), muchísimos casos de
corrupción en su Gobierno como Agro Ingreso Seguro, las ‘chuzadas’, la
Dirección de Estupefacientes… Entonces no hay que tratar de poner las cosas en
blanco o negro.
Y Santos ha hecho
una apuesta por modernizar este Estado, por cambiar cosas que nos han afectado
mucho como el conflicto armado interno, y hay que apoyarlo en eso. Claro que ha
cometido errores también, como todos los gobiernos. Se equivocó en el manejo
del tema del agro. No es responsabilidad de él la crisis del agro, sino de
todos los gobiernos de los últimos 30 o 40 años. Le explotó a él y la manejó
mal. Corrigió después. Hay otros temas en los que también ha cometido errores.
Pero cuando uno mira la película completa, sin caer en el tema de que todo es blanco
o negro, se da cuenta que es mucho más lo bueno que ha logrado este Gobierno y
lo que puede lograr si sigue.
Usted anunció hace algunos días que el 9 de marzo
habrá una gran sorpresa de parte de Cambio Radical. ¿Esa sorpresa es que su
jefe y amigo Germán Vargas Lleras sea la fórmula vicepresidencial de Juan
Manuel Santos, y que los liberales y los demás que están untados de ‘mermelada’
se frieguen?
No sé cuál va a
ser la fórmula. Claro que me gustaría que fuera Germán Vargas, pero hay que
respetar la decisión que tome el presidente, y no ponernos ni a proponer ni
promover candidaturas porque ese es un fuero que tiene el presidente para
escoger su llave. Le digo una cosa: si Vargas Lleras termina siendo candidato
tendremos la oportunidad de votar por dos presidentes en una sola llave, y eso
no había ocurrido nunca. Y no solamente eso, sino que en las otras candidaturas
presidenciales apenas algunos tienen pinta de presidenciables. En este caso
tenemos dos candidatos en fórmula presidenciables. Ahora, el resultado va a ser
sorpresa esté o no Vargas Lleras en la fórmula vicepresidencial. A Cambio
Radical lo daban por muerto, apostaban que no iba a tener el umbral, y el 9 de
marzo no solamente vamos a tener el umbral sino que vamos a pasar de siete más
de diez senadores. Eso va a convertir a Cambio en una fuerza importantísima en
la gobernabilidad del próximo periodo. A eso le apuntamos.
¿O sea que por lo menos sacan los 450 mil votos?
¡Sobrado! Si hoy
tenemos siete senadores que aspiran nuevamente a la reelección, sumémosles los
candidatos nuevos como Germán Varón, Rosmery Martínez, Estevenson Marulanda y
como Dusan Vélez, todos candidatos importantes que ponen votos, incluida mi
candidatura que también aporta unos votos al partido. Estamos creciendo y lo
vamos a demostrar el 9 de marzo.
¿Hoy usted pasará por la esquina sur de la calle 36
con 25 a darle el último adiós a la ruinosa casa donde nació Luis Carlos Galán,
y que el Municipio de Bucaramanga no ha sido capaz de preservar?
Espero que no
sea el último el último adiós y que se logre preservar esa casa para que sea un
espacio de debate, de participación de jóvenes y discusiones políticas. Un
centro de pensamiento que promueva la memoria de Luis Carlos Galán.